Los cinco países que no podrán ser salvados por EE.UU. ... ¿y por culpa de EE.UU.?
Publicado: 3 nov 2015 17:11 GMT | Última actualización: 3 nov 2015 17:41 GMT
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Bassam Khabieh / Reuters
EE.UU. intervino en Afganistán con el apoyo popular estadounidense; lo hizo sin ese apoyo en Irak; intentó "liderar desde atrás" en Libia y mantenerse al margen de la lucha en Yemen, pero "los resultados fueron prácticamente los mismos en todos los casos", opina el reconocido politólogo estadounidense Ian Bremmer, que considera que los problemas a los que se enfrentan ahora algunos países de Oriente Medio ya no pueden ser resueltos incluso ni por EE.UU.
"La verdadera estabilidad requiere de educación, empleo y la ausencia de corrupción", y todo eso es escaso en estos países, sostiene Ian Bremmer en su nuevo artículo publicado por la revista 'Time'.
En su opinión, "si bien algunos de estos países han mostrado destellos de progreso", es poco probable que les espere un "futuro brillante a largo plazo", y eso es algo que los líderes de los países desarrollados deben tomar en cuenta al momento de decidir cuántas tropas y dinero de los contribuyentes hay que dedicar a este esfuerzo.
1. Afganistán
Bremmer recuerda que EE.UU. emprendió una campaña militar a gran escala para erradicar a los talibanes en Afganistán, e incluso contó con el apoyo popular para permanecer en el país el tiempo suficiente para intentar ayudar a reconstruirlo.
Sin embargo, prosigue el analista, "14 años de guerra y 685.600 millones de dólares más tarde, los problemas críticos siguen sin resolverse".
Parwiz Parwiz / Reuters
El mayor de estos problemas, según Bremmer, es la educación: en el Índice de Educación del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo Afganistán ocupa el puesto 169 de los 187, y "no es sorprendente, dado que los adultos en el país han recibido un promedio de 3,2 años de escolaridad".
Afganistán es también el tercer país más corrupto del mundo, según la lista elaborada por la organización Transparency International y citada por Bremmer, donde se sitúa en el puesto 172 de un total de 175 naciones.
Además, Afganistán sigue dependiendo de los donantes internacionales, encabezados por EE.UU., que pagan más o menos dos tercios de los gastos de su Gobierno, de acuerdo con las cifras del
FMI de 2013, citadas por el experto. "Los ingresos nacionales solo representan el 21,2% del presupuesto gubernamental. Es difícil ser estable cuando uno depende tanto de la buena voluntad de los demás", concluye Bremmer.
2. Irak
"¿Dónde está el Irak de hoy?", se pregunta el analista para destacar que el ambicioso proyecto estadounidense de construcción del Estado en Irak, que siguió a la invasión de 2003, "se desvaneció rápidamente".
Hoy en día, prosigue Bremmer, Irak sigue siendo inestable, mientras que "el grupo terrorista mejor financiado y mejor equipado en la historia ocupa ahora una cantidad significativa del territorio del país".
Goran Tomasevic / Reuters
Por otro lado, los precios del petróleo, "cruciales para los ingresos del Estado", se han reducido drásticamente en los últimos años; la tasa de paro general es de un 16%, y en el caso del desempleo juvenil, esta cifra salta a un 34,1%.
La salida del poder de Sadam Husein no cambió mucho la situación de la corrupción en el país, que está tan solo dos puntos mejor que Afganistán en el Índice de Corrupción de Transparency International, indica el analista y reflexiona: "¿Hay una solución a estos problemas que implique la intervención extranjera a una escala y por un período de tiempo que sea aceptable para los votantes y contribuyentes del país que podría intervenir?"
3. Libia
Tras la intervención de los países occidentales y la caída de Gaddafi, "no ha habido una fuerza estable para reemplazarlo", explica Bremmer en su
artículo.
Como resultado, hoy en día "Libia tiene dos gobiernos en competencia, y los militantes inspirados en el
Estado Islámico están llamando a la puerta", lamenta el experto, agregando que 434.000 libios se han visto obligados a huir de sus hogares por la violencia; la tasa general de desempleo se sitúa cerca del 20%, y el desempleo juvenil es superior al 50%.
Sharif Karim / Reuters
Además, señala Brenner, el crecimiento del PIB en 2013 fue del -13,6%; y en 2014, aún peor: -24%.
Además, el problema de la corrupción sigue sin resolverse, con un 67% de libios que reportan haber pagado un soborno a los servicios públicos en los últimos 12 meses. "Si usted tiene que sobornar a alguien solo para encender las luces de su casa, ¿qué esperanzas puede tener de que la vida mejore para usted y sus hijos?", apunta el analista.
4. Yemen
"En el momento en que comenzó la guerra civil yemení en 2015, EE.UU. estaba más que feliz de dejar que los saudíes llevaran la delantera en la batalla contra rebeldes y yihadistas", escribe el autor del artículo, que añade que "por desgracia, el cambio en el liderazgo no ha dado resultados mucho mejores".
"Yemen ya era uno de los países más pobres del mundo árabe", y teniendo en cuenta los actuales combates, es una "apuesta segura" que el nivel de la pobreza ha aumentado aún más.
Mohamed Al-Sayaghi / Reuters
El experto destaca que tan solo el 58% de los varones y el 40% de las mujeres en ese país están matriculados en la escuela secundaria. Además, desde marzo, más de un millón de los 25 millones de habitantes de Yemen han tenido que desplazarse.
Finalmente, indica Bremmen, la caída del precio del petróleo en el último año ha dejado al país sin una parte considerable del presupuesto.
5. Siria
Según repasa el experto, EE.UU. intervino Afganistán con el apoyo popular estadounidense; lo hizo sin apoyo popular en Irak; intentó "liderar desde atrás" en Libia y mantenerse al margen de la lucha en Yemen, pero "los resultados fueron prácticamente los mismos en todos los casos".
"Y luego está Siria, un conflicto tan complicado que lo mejor que EE.UU. puede esperar es que alguna combinación de países y actores termine haciendo lo que Washington no puede hacer solo", concluye el politólogo.
Reuters / Haleem Al-Halabi
Mientras tanto, Washington ha autorizado esta semana el envío de las fuerzas especiales estadounidenses a Siria con el objetivo de "prestar ayuda" a los militantes que luchan contra los terroristas del Estado Islámico.
Según un
artículo de 'The Wall Street Journal', se trata más bien de "un esfuerzo de la Casa Blanca para responder a la humillación que sufre después de que Rusia mostrara a EE.UU. que está haciendo al menos algo más en contra del Estado Islámico", mientras que la política externa de EE.UU. refleja que Obama es
incapaz de lidiar con la situación en Oriente Medio.