Sebastian
Colaborador
Manifestaciones contra el golpe mientras la Junta extiende su control en Tailandia
Los militares emiten citaciones contra periodistas y otras personalidades tailandesas
Macarena Vidal Liy Pekín 25 MAY 2014 - 15:13 CET
Una manifestante contra el golpe de Estado, este domingo en Bangkok. / N. A. (AFP)
La oposición al golpe militar en Tailandia se dejó notar este domingo un poco más. Cientos de personas salieron a las calles de Bangkok en la manifestación más numerosa desde la asonada del jueves pasado, pese a los llamamientos de la Junta a no participar en la concentración. Mientras tanto, las nuevas autoridades militares continúan sus pasos para reafirmar su control sobre el país: emitieron nuevas citaciones contra periodistas y otras personalidades públicas, al tiempo que se reunían con líderes empresariales.
“Pedimos a la gente procedente de todos los sectores que comprendan la situación actual y que no participen en manifestaciones contra el golpe de Estado, pues la democracia no puede continuar con normalidad en estos momentos”, declaró el coronel Winthai Suvaree, el portavoz de la Junta —denominada oficialmente Consejo Nacional para la Paz y el Orden—, en una comparecencia televisada.
Pese a ello, centenares de personas se concentraron en el distrito comercial de Ratchaprasong para protestar contra el golpe, con gritos a los agentes antidisturbios que los rodeaban, según publica el diario The Nation.
Se trata de la mayor concentración que ha tenido lugar en Bangkok desde el jueves, cuando el jefe de la Junta de Estado Mayor tailandesa, el general Prayuth Chan-Ocha, anunció el golpe número 19 que ha padecido el país en cerca de 80 años. La asonada ha recibido la condena de la comunidad internacional —este domingo Washington anunció la suspensión de maniobras conjuntas con el país del sureste asiático—, pero cuenta con el respaldo de las fuerzas más conservadoras tailandesas. Y la Casa Real celebrará este lunes una ceremonia en el cuartel general del Ejército para dar su reconocimiento al Gobierno militar.
Para consolidar su control, la Junta emitió este domingo citaciones contra ocho periodistas tailandeses y otras personalidades. Estas convocatorias se suman a las ya emitidas contra casi 200 políticos y académicos en los últimos días, y a raíz de las cuales han quedado detenidos un número aún por precisar de políticos de uno y otro signo.
Entre ellos se encuentra la ex primera ministra Yingluck Shinawatra, hermana del magnate de las telecomunicaciones y ex jefe de Gobierno Thaksin Shinawatra, depuesto él mismo en un golpe de Estado en 2006 y que es aún un gran peso pesado en la política de su país, pese a encontrarse exiliado en Dubái para huir de una condena a dos años de cárcel por corrupción. Los retenidos, según la ley marcial tailandesa, pueden continuar en poder de los militares sin cargos hasta un máximo de siete días.
La Junta ha cesado a algunos mandos castrenses considerados leales a Yingluck y Thaksin y el sábado declaró disuelto el Senado, la única cámara legislativa que aún funcionaba después de que Yingluck disolviera la Cámara de Representantes en diciembre. Se ha reunido también con 18 directores de periódicos y mantiene la presión sobre los medios de comunicación audiovisuales, al tiempo que ha advertido a los digitales y redes sociales contra la divulgación de informaciones que puedan causar “confusión”.
A lo largo del fin de semana el Consejo ha celebrado también reuniones con líderes empresariales y comerciales de diferentes sectores, antes de que comience este lunes la semana laboral. Prayuth ha indicado que el Gobierno militar, que no ha fijado una fecha para entregar el poder a manos civiles, buscará primero poner en marcha reformas políticas y económicas.
Según el diario Bangkok Post, de tendencia conservadora, el autoproclamado primer ministro comparecerá el lunes en televisión tras la ceremonia de la Casa Real para explicar cuáles serán las próximas medidas de su régimen. Entre ellas, indica este medio, estará la proclamación de una nueva Constitución interina y el establecimiento de un Consejo Legislativo.
La economía tailandesa, la segunda del sureste asiático, ha sufrido un fuerte deterioro debido a la situación política de los últimos seis meses, cuando manifestaciones contra el Gobierno de Yingluck precipitaron la crisis política actual que el golpe pretende resolver. En el primer trimestre del año, la economía se contrajo un 2,1% y las perspectivas no son halagüeñas: el consumo se ha reducido y el sector turístico, que contribuye un 10% a la economía del país, ha recibido un duro golpe ante la inestabilidad de la situación. Numerosos países han emitido alertas de viaje sobre Tailandia.
En el fondo de la crisis se encuentra la profunda división de la política tailandesa entre los simpatizantes de Thaksin —procedentes en su mayoría de las clases más desfavorecidas y que veneran al magnate por haber introducido por primera vez mejoras sociales como la asistencia médica gratuita— y las fuerzas más conservadoras, apoyadas en general por las clases medias y altas y con mayor implantación en el sur, pero que han perdido todas las elecciones desde 2001.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/05/25/actualidad/1401023624_956886.html