Defesa@Net 11 Outubro 2009
Informe Otálvora
*** Comienza aplicación de la nueva legislación militar: Gobierno crea unidades paramilitares de defensa rural
*** Áreas de defensa militar reemplazarían a gobernantes municipales
*** La Milicia operará como cuerpo de defensa armada de empresas
*** Milicianos actuarán en estados de excepción y adquieren la categoría de militares sujetos a leyes de guerra.
Con la nueva reforma militar, tres instancias no profesionales quedaron contempladas en el esquema de defensa de la revolución chavista: la Milicia Territorial, los Cuerpos Combatientes y los Comités de Defensa Integral de los Consejos Comunales.
La nueva reforma de la estructura de defensa venezolana se produjo esta semana. El Ministro de Defensa, coronel Ramón Carrizalez, actuando en su carácter de Viceministro Ejecutivo, remitió el 30 de septiembre a la Asamblea Nacional el texto de una reforma a la Ley de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Esa Ley había sido aprobada en julio del 2008 mediante un decreto presidencial. La reforma ahora solicitada por el Ejecutivo fue aprobada por la Asamblea Nacional en el brevísimo plazo de una semana.
Aparte de cambios denominativos en los componentes militares, la reforma se detiene de manera especial en dos campos que forman parte privilegiada en el esquema militar de defensa conceptualizado por el régimen: la división del país en áreas militares y la organización militarizada de la población civil.
La legislación aprobada en el año 2008 contemplaba la creación de una división territorial del país la cual se sobrepone a la división político-territorial civil existente.
Por mandato del Presidente de la República, obviamente sin proceso electoral mediante, son designados jefes regionales con amplísimas funciones que abarcan desde la restitución del orden público hasta temas como el desarrollo de la región asignada. Esta división territorial militarizada contempla cuatro niveles jerárquicamente precisados: “regiones estratégicas de defensa”, “zonas operativas de defensa”, “áreas de defensa” y “distritos de defensa”. Estos últimos eran de carácter “temporal” en la legislación del año 2008 y en lo sucesivo serán permanentes.
Hugo Chávez, basándose en su ley militar del 2008, impuso el año pasado una división territorial basada en cinco grandes regiones de defensa. Para cada una de ellas designó su respectivo Comandante. Cada región creada tiene jurisdicción en grupos de entre tres y seis estados del país.
La nueva legislación militar aprobada esta semana cubre vacíos conceptuales presentes en la ley dictada en el 2008:
* La nueva reforma establece que las “zonas operativas de defensa” estarán conformadas por uno o varios estados de la República.
* Las “áreas de defensa” corresponderán a los límites de los actuales municipios.
* Los “distritos de defensa” serán áreas geográficas menores a los municipios.
Con estas especificaciones se completa el proceso de creación de una armazón militar que tiende a neutralizar o reemplazar la estructura del poder civil en cada instancia, cuando así lo ordene el poder central.
La doctrina de guerra combinada, guerra convencional con guerra popular de resistencia, fue confirmada en la nueva legislación militar venezolana.
La reforma de este año ratifica la existencia de la Milicia Nacional Bolivariana, introduciendo cambios en su organización y expandiendo su radio de acción. Estos milicianos se definen como fuerza “complementaria” a los componentes militares y actuarán en cualquier hipótesis de conflicto tanto interno como externo. De hecho, en los “Estados de Excepción” que decrete el Presidente, los milicianos deben presentarse en sus respectivas unidades para ser movilizados.
En medios de prensa local y extranjera corrió esta semana un craso error sobre el tema militar venezolano, asegurando que la reforma militar creaba las milicias nacionales. Incluso una publicación de alto prestigio internacional en temas militares como Jane´s, cometió el desliz de asegurar que la reforma legal de este año “formalizaba la milicia”.
La Milicia como parte de la fuerza militar venezolana ya estaba contemplada en la ley de julio del 2008. No fue la reforma aprobada esta semana la que dio carácter legal a esos milicianos.
La principal reforma incluida este año en el tema de la Milicia fue la creación de los “Cuerpos de Combatientes”, con lo cual las milicias adquieren forma de comités militares a nivel de empresas.
Estos Cuerpos de Combatientes serían unidades conformadas por el personal de “instituciones públicas y privadas”. Su papel es “garantizar la integridad y operatividad” de la institución donde funciona.
De esa manera la reforma otorga existencia legal a grupos paramilitares que han sido creados en empresas del Estado durante los últimos años. Dichos grupos reciben entrenamiento de guerra y están doctrinalmente dirigidos a defender “la revolución bolivariana” e impedir acciones de sabotaje contra dicha revolución. Las acciones huelgarias en empresas estatales han sido políticamente definidas por el Estado venezolano como actos de sabotaje contra el “proceso revolucionario” y, ya han sido incorporadas como delitos en la legislación penal.
La creación de Cuerpos de Combatientes a nivel rural en Venezuela, aunque sin utilizar ese nombre específico, ya había sido adelantada por Elías Jaua, el ministro de Agricultura y Tierras.
Según Jaua, “milicias rurales” comenzarían a actuar bajo el patrocinio oficial antes de que concluya el presente año. Oficialmente tendrán como misión defender a los campesinos de acciones de “paramilitares” colombianos.
Analistas militares consultados resaltan la analogía entre las “milicias rurales” que está creando el gobierno Chávez con las cooperativas CONVIVIR que funcionaron en Colombia. Las Convivir fueron creadas durante la presidencia de César Gaviria para la “autodefensa agraria”. Luego encontraron un fuerte promotor en Álvaro Uribe Vélez durante su mandato como gobernador del departamento de Antioquia. La izquierda colombiana suele señalar a las Convivir como cuna de violentos grupos paramilitares en la zona del Magdalena Medio.
Aparte de los Cuerpos de Combatientes, la “Milicia Bolivariana” está formada también por la llamada “Milicia Territorial”, la cual ya fue definida en la ley del 2008. En medio del galimatías de términos y conceptos de la ley, se entiende que esa “Milicia Territorial” está formada por grupos de “ciudadanos y ciudadanas” que voluntariamente se organizan para cumplir funciones de defensa. Parte de esas funciones es operar en medio de los Consejos Comunales.
Tanto la Milicia Territorial como los Cuerpos de Combatientes son definidos como partes de la Fuerza Armada Nacional pero distintos a los componentes tradicionales (Ejército, Armada, Aviación y Guardia Nacional) y a la reserva. Su línea de mando es directa desde la Presidencia de la República por intermedio del Comandante Estratégico Operacional.
Los milicianos, según la reforma recién aprobada, adquieren la “categoría militar”, por lo cual pierden su condición de civiles y quedan sujetos a las leyes internacionales de la guerra.
La reforma de la ley militar ha ratificado que el cargo de mayor poder dentro del estructura militar venezolana, aparte del Comandante en Jefe, es el Comandante Estratégico Operacional. El CEO controla los componentes militares, las regiones militares y las estructuras milicianas.
Fuente: Defesa@Net