Líbano: presencia de refugiados inquieta a políticos y religiosos
El rechazo de autoridades religiosas a que El Líbano naturalice a palestinos y sirios corroboró hoy el grado de inquietud que suscita la presencia de casi dos millones de refugiados, cuyo retorno reclaman también líderes políticos. A la ya sabida posición del Gobierno y de dirigentes de las distintas facciones políticas se sumó el llamado del vicepresidente del Consejo Supremo Islámico Chiita, Abdel Amir Kabalan, quien consideró un "derecho sagrado" el regreso de los desplazados provenientes de la ocupada Palestina y Siria.
Kabalan dedicó el sermón del viernes a defender la necesidad de que políticos nacionales y las potencias mundiales trabajen a favor de crear condiciones para poner fin al drama de los 1,5 millones de sirios y los más de 470 mil palestinos distribuidos en distintos campamentos en el país.
Al mismo tiempo, expresó su rotundo rechazo a la naturalización de esas personas "en cualquier país y principalmente en El Líbano", donde la presencia de ese número de refugiados equivale a cerca del 25 por ciento de la población libanesa residente, estimada en poco más de 4,5 millones.
"El Líbano debe trabajar por el retorno de los refugiados sirios a su país. Nuestro gobierno debe cooperar con el sirio en ese sentido", sugirió el clérigo chiita, quien también aludió a la situación de los palestinos llegados a esta nación desde la expulsión por Israel en 1948.
Pero el creciente flujo de personas que huyen de las precarias condiciones creadas por más de cinco años de guerra en Siria sigue en el centro del enfrentamiento entre líderes políticos, que no pocas veces utilizan el tema con afán proselitista, más ahora en vísperas de las elecciones municipales.
En un recorrido por Zahle, el diputado y jefe del partido Kataeb (Falange), Sami Gemayel, indicó que los pobladores de la región de la Bekaa, limítrofe con Siria, son minorías en comparación con los refugiados radicados allí.
"Debemos sonar la alarma de esta insoportable situación. Hay zonas seguras en Siria, los refugiados deben regresar a sus hogares de modo que podamos vivir libremente y con dignidad", comentó el líder del partido derechista al recordar que los libaneses "hemos ofrecido mucho a palestinos y sirios".
A su vez, el legislador por el movimiento Mustaqbal (Futuro, en árabe) Jean Ogassapian ratificó el rechazo de su bancada "al retorno voluntario de los refugiados sirios" e instó al Gobierno a trazar un plan claro para mejorar la situación de éstos y hacer que vuelvan a su tierra.
El político afín al bloque 14 de Marzo, rival del 8 de Marzo que encabeza el movimiento de Resistencia Hizbulah (Partido de Dios), cuestionó igualmente la transparencia de recientes acciones de la ONU y la Unión Europea (UE).
"Este despertar de Occidente vino cuatro años tarde por miedo a la infiltración de terroristas en las filas de los refugiados", comentó Ogassapian en alusión a las visitas al país del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la jefa de la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini.
Otros, como el diputado Fadi Awar, creen que no hay más alternativa que un entendimiento directo entre los gobiernos sirio y libanés "como paso preliminar hacia un camino que conduzca al retorno de los desplazados", idea que Beirut ve sensata e inevitable, pero que inquieta a Occidente.
Nadie duda de la creciente presión externa, particularmente de Europa, que sufre El Líbano en el asunto de los refugiados, pues desde las costas de la norteña ciudad de Trípoli zarpan varias de las embarcaciones que trasladan a los sirios a suelo chipriota y griego.
De hecho, fuentes políticas comentaron que no es mera coincidencia la agenda que priorizaron en Beirut Mogherini, Ban y el secretario británico de Asuntos Exteriores, Philip Hammond, quien visitó el país esta semana.
Todos brindaron apoyo al Ejército libanés para su lucha contra grupos terroristas que tienen sus bases en Siria y reforzar la seguridad del país, ayuda para aliviar la carga de los refugiados sirios, y pidieron revertir el vacío presidencial imperante desde el 25 de mayo de 2014.
Según vaticina el diario An Nahar, la visita que hará el presidente francés, Francois Hollande, a El Líbano el 16 y 17 de este mes tampoco será la excepción, pues no vendrá con las manos vacías y traerá al menos un mensaje de apoyo al país frente a las repercusiones adversas de la guerra en Siria.
Mientras más demora el logro de un arreglo político en el vecino país, más voces se suman a la inquietud generalizada por la presencia de quienes aquí son considerados una pesada carga que amenaza la situación social, la economía, la ya frágil armonía política y la infraestructura de El Líbano.
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