Más pruebas vinculan a la dictadura cubana con la argentina
Un audio revela que el embajador de la isla en Buenos Aires
ofreció en 1982 al dictador Leopoldo Galtieri hundir un barco británico durante la Guerra de Malvinas, librada entre el país sudamericano y el europeo
El mandatario cubano
Fidel Castro ofreció en 1982 al
dictador argentino Leopoldo Galtieri hundir un barco británico en plena Guerra de Malvinas, que llevaban a cabo el Reino Unido y la Argentina. Así se desprende de un
documento secreto al que accedió Diario de Cuba.
En una reunión con Galtieri,
el entonces embajador cubano en Buenos Aires, Emilio Aragonés Navarro, se mostró tan amable que propuso, si así lo deseaba el militar argentino, "enviar un submarino o hundir un barco, cualquier cosa" para colaborar con la posición del país sudamericano en la Guerra.
"Argentina no lo olvidará, ni ahora, ni lo va a olvidar por muchos años", respondió el dictador con elogios.
El diálogo, que tuvo lugar el 10 de abril de 1982, fue difundido este martes por el escritor
Juan Bautista Yofre, ex jefe de la Secretaría de Inteligencia (SI, ex SIDE) argentina durante el gobierno del peronista Carlos Menem (1989-1999).
En él, Galtieri reconoció que estaba ante un "problema" que podía traer "consecuencias internacionales". Aseguró:
"Esto se le va a ir de las manos a los Estados Unidos, a Rusia, a todos. Estoy consciente".
"Al señor Fidel Castro, dígale que le agradezco el espontáneo, decidido y firme gesto que ha tenido", indicó.
La Guerra de Malvinas se había iniciado pocos días antes de aquella conversación: el 2 de abril del mismo año, día del desembarco argentino en las islas. El régimen militar de la
Argentina intentó utilizar aquella expedición como modo de legitimar un gobierno muy cuestionado y con amplias presiones internacionales en favor de los derechos humanos que exigían ya una apertura política.
La batalla finalizó el 14 de junio de 1982, fecha en que se acordó un cese de hostilidades. Reflejo de la disparidad de fuerzas, las bajas argentinas excedieron largamente las británicas.
Según escribió Yofre este martes, el día previo a la contienda militar, el presidente de los Estados Unidos,
Ronald Reagan -que tenía afinidad con la premier británica
Margaret Thatcher-le dijo a Galtieri: "
Conozco a la señora Thatcher y sé que es muy decidida, contestará todo acto de fuerza con más fuerza. Sé que este es un tema muy sensible para la Argentina. Nosotros deseamos construir una relación duradera con la Argentina, Brasil y México y, como usted sabe, tenemos una relación muy cercana con el Reino Unido... Estoy también en proceso de acercar los países de Centroamérica, y esto lo hará fracasar".
El mandatario estadounidense prosiguió: "Sé que ha habido dificultades entre nuestros países, mi predecesor [James Carter] no manejó bien nuestra relación con la Argentina, situación que he tratado de cambiar. Si usted procede en su ataque mañana y Gran Bretaña resiste con fuerza, como sé que lo hará, no podrá evitar que mis conciudadanos no posibiliten el mantenimiento de nuestras relaciones. Le pediría a mi vicepresidente que viaje y trate de arreglar esta situación, pero, por favor, eviten el conflicto".
Galtieri agradeció, pero aseguró que era "tarde", porque "los hechos" ya estaban lanzados. "La Argentina es una nación soberana y tiene la libertad de decidir la utilización de sus medios diplomáticos o la fuerza". Reagan sintió allí la necesidad de advertir que si había "desembarco (argentino), habr(í)a resistencia y la violencia continuar(í)a".
"Si esta noche Gran Bretaña reconoce nuestra soberanía, el Gobierno argentino tiene muy buena voluntad para efectuar la transferencia durante el año 1982", contestó el dictador.
El presidente norteamericano sabía que no había logrado su cometido al llamar al argentino: "Lamento mucho esto,
vamos a ver un conflicto armado. Le ofrezco mis buenos oficios en Naciones Unidas o donde ustedes lo deseen. Creo que será una trágica situación de guerra en el Hemisferio Sur.
Hemos hablado de dos naciones, pero qué va a pasar con las 2.000 personas si ustedes van a la guerra".
La revelación del audio en el que se prueba el contacto entre los regímenes argentino y cubano tiene lugar en el marco de otros archivos que prueban su alianza diplomática y la
complicidad de Fidel Castro con la dictadura de Rafael Videla.
Días atrás,
Infobae dio a conocer que, en 1977,
Cuba pidió al gobierno de facto de la Argentina, presidido por
Jorge Rafael Videla, apoyo en la ONU para poder ingresar al Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La dictadura militar autorizó la operación y solicitó, en contrapartida, el voto de La Habana para la reelección de la Argentina en el Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC). Todo este intercambio quedó registrado en cables secretos difundidos por el
Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina.