Operaciones británicas en el continente - lo que sabemos hoy

Relato de la desastrosa operación "Plum Duff" (Budín de ciruela...el que pensó el nombre de la operación todavía debe estar internado por el esfuerzo...) traducido del original en el libro "Exocet Malvinas" de Ewen Southby-Tailyour editorial Pen & Sword (...aclaro la fuente, así los adoradores de Nelson y lustradores del sable corvo de Wellington pueden dar el conforme...):

"...Estaba oscuro, y había un frío glacial, eran las 0800 GMT (NT Hora Greenwich). O, mejor dicho, "las 5 de esta maldita mañana, en la hora local". Detrás del capitán, los soldados del SAS estaban arrastrando su equipo sobre el rocío del pasto patagónico. La penúltima etapa de la larga aproximación para el combate por parte del sexto Pelotón (NT troop equivale a pelotón en los ejércitos del Commonwealth), había terminado. Desde aquí le correspondía a ellos.
En cuanto el estruendo distintivo del helicóptero Sea King se desvaneció hacia el oeste-noroeste (NT notar que es más hacia Chile), el comandante de las tropas, capitán Andrew Lawrence, (NT aparentemente es un seudónimo) se permitió un momento para reflexionar. Tenía una rara sensación en el estómago y un mal presentimiento.
La tarea era llegar a Río Grande, una base aérea cercana bien defendida a unos 70 kilómetros de distancia. Una vez allí, debían atacar a un destacamento de aviones de combate Súper Etendard de la Argentina y su carga mortal de misiles Exocet.
Ellos ya habían destruido un barco y ahora amenazaban a toda la Task Force británica en las Islas Malvinas. El objetivo era claro, aun siendo suicidamente peligroso. Pero muy poco más tenía sentido en esta misión.
Había ocho de ellos en la unidad, demasiados para una larga aproximación en forma clandestina a campo traviesa en una zona totalmente "pelada". Cuatro habría estado bien, dos mejor aún.
Y encima se encontraban del lado equivocado. Estaban en Chile, no Argentina. La frontera estaba todavía a unos 40 kilómetros de distancia hacia el este.
Ante la llegada del invierno, el clima iba deteriorándose, y su ropa y el equipo todavía no estaban completamente secos de cuando se habían lanzado en paracaídas en el mar recientemente, (NT lanzados en paracaídas desde un Hércules proveniente de Ascención, sobre la Task Force) Lawrence (no es su nombre real) sólo podía hacer una mueca de desesperación. La patrulla tenía provisiones para sólo cuatro días.
La luna menguante ya no era visible y la niebla se había disipado, para ser reemplazada por el aguanieve que los humedecía por si misma. Estaba completamente oscuro. Aparte del viento susurrando misteriosamente a través de la hierba áspera de las pampas, no había otro ruido, sólo la desolación, geográfica y física, de su posición. "Es hora", pensó Lawrence, "de decirle a los muchachos sobre las malas noticias."
Estaba en una sala de reuniones en Hereford (NT cuartel del SAS en Inglaterra, en los Midlands cerca de Gloucester) sólo cuatro días antes de que, finalmente, se confirmara la misión. El Brigadier Peter de la Billiere, director del SAS, miró a su alrededor, con la intención de atrapar todas las miradas, y habló: "Todos ustedes son sin duda conscientes de la fragilidad de la posición de la Task Force y lo que podría suceder, si se perdiera uno de nuestros portaaviones", dijo. "Su misión es identificar la ubicación de los aviones enemigos y, si es posible, destruirlos.'
Estas órdenes se emitieron el 14 de mayo de 1982, diez días después de que los argentinos hubieran lanzado dos de sus cinco misiles Exocet y destruido a HMS Sheffield. Así que tres de los misiles de fabricación francesa estaban aún en Río Grande. . .
A las 0500 la mañana siguiente, partiría el sexto pelotón.
Por donde se la imagine, la Operación Plum Duff era una tarea difícil, más aun por la falta de inteligencia, mapas coherentes o sesiones informativas adecuadas. Estaba claro para todos los miembros de la patrulla que se les había pedido "llevar a cabo un asalto frontal a lo desconocido '.
La posición exacta de la base aérea de Río Grande seguía siendo un misterio. Lo mismo sobre sus defensas. ¿Había alambrados perimetrales? ¿Había campos minados o cobertura de fuego enemigo? ¿Había patrullas, perros, luces de seguridad?
El cronograma era el siguiente:
El 15 de mayo, el equipo volaría a la Isla Ascensión, en el Atlántico Sur. Desde allí serían llevados en un avión de transporte C130 RAF Hércules a las aguas de las Malvinas. Luego, tras lanzarse en paracaídas, la Royal Navy los recogería del océano y los llevaría a bordo del portaaviones. Por último, viajarían - probablemente en helicóptero - a cumplir su misión.
"Plum Duff" demostró ser la única incursión armada en el continente en toda la campaña de las Malvinas. Había claramente una carrera para destruir los misiles Exocet antes de que causaron más daño - a no ser que se tratara simplemente de un caso de la demostración de la voluntad política. "Tal vez sea mejor dejar eso a los políticos", pensó el capitán Lawrence. "Mientras tanto, esto es ahora y tenemos que dar lo mejor de nosotros."
En la tierra empapada de Tierra del Fuego, el sexto pelotón 6 quedó inmóvil. Incómodos después de tanto tiempo sobre un helicóptero Sea King pesado y sin asientos, anhelaban poder estirar sus extremidades frías.
Después de diez minutos, el comandante de la tropa se puso en pie y explicó a los rostros apenas visibles, ennegrecidos, que el primer lugar de aterrizaje en o cerca de la frontera con Argentina a unos 26 kilómetros de su destino, no había sido posible alcanzarlo. En su lugar, por temor a estar siendo seguidos por las defensas argentinas, se habían visto obligados a volar hacia Chile.
La única opción era empezar a moverse hacia el este hasta las primeras luces del día. Les quedaban tres horas. Las colinas bajas y cubiertas con grandes parches de marisma y pasto hacían difícil moverse con rapidez. Había nevado y les llovía en forma horizontal, casi congelándolos, sobre sus espaldas.
El secreto era esencial: los militares argentinos ya habían sido alertados por el ruido del Sea King, mientras que los chilenos, aunque amistosos en privado, oficialmente eran neutrales en el conflicto.
El progreso fue lento - cubrían menos de 1 ½ millas por hora. A ese ritmo les consumiría las raciones de dos días y medio hasta que alcanzaran la frontera.
Cada uno llevaba casi 80 libras, incluidos los explosivos y los temporizadores, el M15 Armalite estándar y una pistola Browning 9mm. Embalado en cada Bergen (NT mochila) había una red de camuflaje y un bolsa de dormir.
La patrulla simplemente no estaba equipada para un reconocimiento prolongado - sólo para una rápida intervención y extracción-, una operación de acción directa. Increíblemente, nadie llevaba equipos de visión nocturna. Y los explosivos fueron llevados a expensas de los alimentos y la ropa adecuada. Pero en el centro de la preocupación del comandante de la patrulla estaban los dos mapas.
Uno de ellos era una hoja frágil que parecía haber sido sacada de un atlas escolar del año 1930. La segunda era la edición del año 1943 de un mapa argentino impreso como 'Biblioteca de la Universidad de Cambridge 1967'.
Los mapas eran lo "mejor" que les habían podido conseguir. Ninguno mostraba la base aérea de Río Grande ni muchas características más destacadas aparte de las costas, ríos y lagos.
Lawrence había asumido que los mapas apropiados les serían entregados en la isla de Ascensión o a bordo de HMS Invincible, su punto de salida final. Estaba equivocado.
A medida que el aguanieve se filtró entre los hombros, la espalda y la Bergen, la patrulla con el tiempo se detuvo y dos hombres fueron enviados a buscar un mejor refugio. Cuando se hizo de día el 18 de mayo, no hubo ningún alivio, se encontraban enfermos, debilitados y con fiebre.
Era hora de llamar a Hereford. La radio, debido al chapuzón en el océano Austral, se negaba a funcionar. Cuando se pudo hacerla funcionar, notaron que en los cuarteles en casa no se encontraban precisamente complacidos. Las autoridades tuvieron conocimiento, por la fuerza, que la inserción en el continente no había ido como estaba previsto y que los mapas eran peor que inútiles.
Sin embargo, desde 8.000 millas de distancia, llegó una orden directa e inequívoca de que Lawrence tenía que continuar.
Contestó que iba a esperar 24 horas para que el pelotón se recupere. Lo que él deseaba decir, pero no lo hizo, fue que en la opinión colectiva de su equipo, Hereford se había, "preparado para descartarlos desde el principio".
Para el 19 de mayo y 20 de mayo los hombres yacían en sus tiendas de campaña, cubiertas de aguanieve, recuperándose. En cada dirección, no había más que llanuras onduladas con pasto pampeano, cubiertas de nieve o hielo. La realidad los acechaba rápidamente. Al caer la noche del día 20, reanudaron una caminata cada vez más inútil. Con raciones para sólo dos días, seguían estando a no menos de diez millas de la frontera, y de ahí al objetivo había otras 30 millas a través de territorio enemigo.
Al día siguiente, el juego había terminado. Lawrence llamó a Hereford y les dijo que un re-abastecimiento de alimentos - por vía aérea si era necesario - era imprescindible antes de entrar en Argentina.
La respuesta fue rápida e inesperada. La patrulla debía regresar para encontrarse con una misión de ayuda de emergencia dirigida por el Capitán Pete Hogg del SAS. Hogg había volado originalmente a Chile para interrogar a los Royal Marines capturados en Abril, en la defensa de las Georgias del Sur, y que fueran posteriormente liberados. Lawrence nunca había sido informado que dicho plan de emergencia sería o podría ser activado. Un lugar de encuentro se acordó - un puente - elegido de un mapa sin contornos ni cuadrícula.
Hogg se reuniría con ellos la noche siguiente cuando el encuentro sólo estaría disponible por hasta una hora después de la puesta del sol.
Después de esa conversación final, el sistema de comunicaciones de la patrulla dejó de funcionar, finalmente y de forma irreversible.
Al caer la tarde del 22 de mayo, el sexto pelotón creía que estaba en el lugar correcto. Bajando sobre la maleza empapada, esperaban el anochecer. No pasó nada esa noche ni durante los próximos tres días.
En la mañana del 26 de mayo, Lawrence y otro de los comandos se pusieron sus abrigos de civiles sobre sus chaquetas camufladas, guardaron sus pistolas Browning de 9 mm y se dirigieron al pueblo más cercano, Porvenir, a más de 50 kilómetros de distancia.
Hicieron dedo y en un camión maderero fueron hacia el pueblo con la esperanza de poder hacer una llamada telefónica al cónsul británico. En Porvenir, los orientaron hacia una cabaña de madera, donde estaba el único radio-teléfono comunal, operado por un solo hombre.
El cónsul se puso al teléfono. Lawrence recuerda: "Hablé con él y él estaba horrorizado, ya que no había sido informado. Estaba aterrorizado.
"Le dije: '' Tengo todos estos muchachos en el campo, sin comida y tengo que hacer algo al respecto," pero lo único que pudo decir fue: "Mi consejo es que se entreguen".
La falta de comprensión o asistencia de un funcionario de la Cancillería británica fue una decepción profunda e inesperada.
Esa noche, caminando por Porvenir, Lawrence se sorprendió al toparse con los hombres del SBS que se suponía debían rescatar a su tropa.
Él dice: "Lo creas o no, ni bien entramos por la puerta abierta de una casa de comidas, miramos y vimos no sólo a Pete Hogg del SAS sino también a otros colegas como Brummie Stokes y Bronco Lane".
Era obvio para Lawrence que - por razones que hasta hoy siguen sin estar claras - el equipo de rescate no había hecho ningún intento para llegar a la cita de emergencia en la noche elegida, o en cualquier noche posterior.
Pero el 30 de mayo, los ocho hombres - ahora vestidos de civil, y en el más estricto secreto - abordaron una avioneta hacia Santiago. El 8 de junio, se les ordenó regresar a casa.
Desde el principio, "Plum Duff" generó preguntas inquietantes. Un miembro del Grupo de Operaciones Especiales formado en Londres para apoyar al grupo de trabajo dijo: "Toda esta operación fue por los "Hereford hooligans" (NT literalmente los barrabravas de Hereford, en referencia a un sector del SAS que exigía participar en la guerra en forma inmediata) exigiendo una operación para ayudar a" mantener el mito ". Había un equipo de planificación en Hereford muy fuerte que se estaba muriendo para conseguir algo de acción.
Con el fracaso de "Plum Duff", Lawrence se enfrentó a una comisión de investigación y encontró que su carrera militar había terminado, afectado principalmente por su creencia de que el punto de aterrizaje original era inseguro, y su decisión de aterrizar más en Chile. Él dijo: "Yo no quiero estar en el ejército si no puedo estar en el SAS", por lo que pidió la baja.
"Hay riesgos asociados con lo que hacemos y aceptamos eso, pero siempre nos gusta ser enviados a una misión para algo que creemos que es razonablemente correcto y con una posibilidad razonable de un resultado positivo". "Plum Duff" parece haber sido diferente."
Es cierto que había mucho en juego. Los misiles Exocet habían destruído al HMS Sheffield, el MV Atlantic Conveyor, y estuvieron a punto de hacer algo mucho, mucho peor (NT ¿tal vez alguna referencia al ataque al HMS Invincible?). El miedo a los misiles Exocet afectaron todo el plan de batalla de la Task Force, y al hacerlo así dio lugar, sin duda, a la pérdida de más vidas.
La historia muestra, sin embargo, que el capitán Lawrence y sus hombres del escuadrón B del regimiento 22 del SAS, hicieron todo lo que se les pidió, de buen grado, en forma profesional y sin dudarlo.
A pesar de las terribles circunstancias a las que se enfrentaron, el equipo inadecuado y los alimentos, la falta de cualquier forma de inteligencia, dos mapas inútiles y la realidad inevitable de saber que habían sido descartados y no esperan que sobrevivieran, ellos actuaron en las más altas tradiciones del regimiento..."


En el mapa siguiente, en rojo remarcado la probable área en la que habría operado el comando SAS:



Me he tomado el trabajo de traducirlo para compartirlo, para que vean los innumerables errores que los ingleses también cometían, incluso tropas de elite como el SAS, para compensar un poco esa muletilla "desmalvinizadora" que nos difunden una y otra vez sobre que nosotros eramos unos "carlonchos" y ellos eran superiores e invencibles por el hecho de ser "más profesionales", acción sicológica que aun hoy nos sigue imponiendo el enemigo, repetida por los inveterados "adoradores del Imperio" con DNI.

Saludos
 
Última edición:

thunder

Veterano Guerra de Malvinas
Miembro del Staff
Moderador
Me he tomado el trabajo de traducirlo para compartirlo, para que vean los innumerables errores que los ingleses también cometían, incluso tropas de elite como el SAS, para compensar un poco esa muletilla "desmalvinizadora" que nos difunden una y otra vez sobre que nosotros eramos unos "carlonchos" y ellos eran superiores e invencibles por el hecho de ser "más profesionales", acción sicológica que aun hoy nos sigue imponiendo el enemigo, repetida por los inveterados "adoradores del Imperio" con DNI.

Saludos
Bien ahi!
 

Willypicapiedra

Miembro del Staff
Moderador
Justamente por no analizar esos "errores profesionales" a conciencia sobre el desempeño del SAS/SBS, pero sobre todo el primero es que siguieron cometiendo GRAVES ERRORES en los conflictos que les tocó intervenir. (es que había que mantener una reputación que por supuesto los resultados no salieron del campo de combate, con excepciones)
 

Andrés A. Gazzo

Veterano Guerra de Malvinas
Muy bueno ese aporte MPersano y el punto de vista final, al igual que Willy.
Recuerden que un ERROR no admitido, tratado y subsanado, se transformará en un futuro HORROR en una próxima operación.
Una FF.EE. no supone nada, sino por el contrario, siempre VALIDA.
Ante un error, aprende, corrije y transmite.
Ante el éxito, no se durme en los laureles y busca optimizar aún más los resultados y mejorar.
De lo contrario, como dijo un forista en forma muy acertada, el ENO te lo hará saber en el combate y de la manera más dura.
Saludos.
QUEKA
 

bagre

2º inspector de sentina
Estimado VGM ANDRES A GAZZO
La frase estaba pintada en la entrada de la cuadra de la CAINGASALANF de la entonces AGRINGANF 601 (hoy BINGANF 121) fue extraida de un libro de la guerra de Vietnam, donde las tropas del Vietcong dieron fiera lucha a una de las potencias hegemonicas de entonces, por el entonces TTE 1ro VGM JORGE "PATO" DURAN que nos dio una instrucción muy exhaustiva, tanto que la frasecita la tengo grabada en mi alma:
SI EL COMBATIENTE COMETE UN ERROR EN EL CAMPO DE BATALLA EL ENEMIGO NO TARDARA EN HACERSELO SABER DE LA FORMA MAS SANGRIENTA.
Cordialmente
bagre
 

Andrés A. Gazzo

Veterano Guerra de Malvinas
Gracias Bagre por volver a recalcarlo y es muy cierto.
Como ha dicho el Tucu Cervera, coincido en que el personal de la FAA (Militar, soldados y civiles), ya sea sin especialidad o con especialidad en etapa 1, 2, 3 ó 3 experto; bien o poco instruídos, siempre lo tuvo claro y se le demostró ello muy bien a los ingleses.
Así se ganó el respeto, en aire, en tierra y en agua.
Así se suplió en gran parte esa diferencia tecnológica y armamentista que existía, sumado al ingenio criollo (Con coheteras caseras, etc.).
Aprendimos a ser infantes y buzos.
Aprendimos a navegar bien en forma terrestre, con o sin cartas.
Aprendimos a reglar -como se pudo- el fuego de artillería.
Aprendimos a entender bien las operaciones y fuego naval.
Aprendimos cada día a dar gracias de poder seguir aprendiendo "todo eso" y rogado a Dios darnos el valor y entereza de haberlo sabido aplicar bien en el momento oportuno.
Aplicamos bien algunos pasajes del Martín Fierro y jamás subestimamos a nadie, por el contrario, los sobreestimamos y actuamos en consecuencia, con resultados favorables en cada ocasión.
Así los "NIDOS DEL CONDOR" nunca fueron descubiertos, tomados o eliminados por la elite de las fuerzas británicas.
En el continente también subestimaron y fallaron, aún con ayuda.
Cada día se sabe más de ello.
Un abrazo a todos.
Queka
 

Daniel G. Gionco

Veterano Guerra de Malvinas
Su Graciosa Majestad tendría que darle una buena patada en el **** a sus fuerzas especiales. Fallaron en localizar y/o destruir la ITB, fallaron en el Glaciar Fortuna, fallaron en Camber, fallaron en esto que se está hablado.

(y me parece que me olvido de algún otro fracaso)

Creo que lo único que les salió bien fue lo de Borbón.
 

FerTrucco

Colaborador
Ojo que hubo operaciones de fuerzas especiales en Malvinas previas al desembarco, como avanzada de observación y reconocimiento (no con la idea de tirotearse con nadie).
De todas maneras, las operaciones en el continente fueron tan limítrofes en cuanto a su riesgo y factibilidad que incluso algunos de sus propios jefes dijeron que era un divague lo que se estaba planificando (me refiero específicamente a la Operación Mikado).
 

bagre

2º inspector de sentina
Ojo que hubo operaciones de fuerzas especiales en Malvinas previas al desembarco, como avanzada de observación y reconocimiento (no con la idea de tirotearse con nadie).
De todas maneras, las operaciones en el continente fueron tan limítrofes en cuanto a su riesgo y factibilidad que incluso algunos de sus propios jefes dijeron que era un divague lo que se estaba planificando (me refiero específicamente a la Operación Mikado).
Estimado FerTrucco
Hace unos días alguien hablo de un apelativo yankee, algo asi como "clusterfuck" que los britt en general y los de esas "noble estirpe" del sbs y el sas, hicieron muchas tareas efectivas de inteligencia, pero algunas operaciones son dignas de una pelicula de Torrente, de no ser por las tragicas consecuencias que comportaron.
Cordialmente
bagre
 
A

Andy Green

Aun no ha llegado mi copia de este nuevo libro de Southby-Tailyour, pero ha aparecido una crítica en Amazon que me parece bastante cierto.

Abajo es: bastante crítico de los líderes altos.

This is a very well-told and researched account of three disparate missions that were dreamed up to remove the threat to our Malvinas War task force from air-launched Exocet missiles. One was aborted and two were cancelled, but their study provides lessons far beyond the difficulties caused by ‘Fog of War’. The stories of their conception exemplify a belief in action as a substitute for thought.

The author emerges from his other careers as yachtsman, Commando, and popular author as now a serious professional historian. The acknowledgments, let alone numerous attributions in the text, show how complete his inquiries have been, aided by his personal acquaintance with many of the senior players stemming from his own time ‘down South’ both before and during the Malvinas War. His ability to tap into and interview Argentinians suggests an engaging personality.

We are first introduced to the political milieu in London where a cabal of sea-blind, anti-naval and defeatist FCO staff, Secretary of Defence (Nott), CGS and CAS were brought to order by First Sea Lord Sir Henry Leach’s intervention with the Prime Minister. S-T’s scathing criticisms are well justified and the only mystery is how the man who appears to have been the architect of our woes - for his plan to sell HMS Invincible and scrap the landing ships and the Ice Patrol ship must have sent a clear signal to the Argentine junta - was knighted after the war was over. Quite rightly the author does not suffer fools gladly, for in war fools cost lives and the more so the more senior the fool. Hysterical nationalism apart, S-T points out that possession of the Malvinas gave the Argentines the opportunity to develop an air base out of range of their intended Chilean next adversaries.

We move on to the ridiculous, irresponsible and unprofessional refusal of the SAS, from spurious considerations of security but perhaps from other motives, to coordinate their activities with the other services.

The first mission recounted, Plum Duff, involved an idea of using a one-way trip in a naval helicopter to land a patrol on Tierra del Fuego to reconnoitre, and perhaps assault, the Rio Grande base from which the Exocet strikes were launched. This was planned in a complete intelligence vacuum with old maps (brought to us as illustrations in the book) that did not even show where the base was. Unsurprisingly this all went completely wrong.

I get the impression that the SAS seniors wanted the ill-briefed and ill-equipped Plum Duff patrol to perish so that the story of its want of planning, intelligence, and coordination would die with them. This bespeaks an apparent want of care, even contempt for the soldiers under command and their Fleet Air Arm chauffeurs. Previous exhibition of physical courage, however exemplary, is not enough in a commander. There has to be moral courage as well. For the senior echelons of the SAS safe behind their desks to set up a Roman Holiday for political purposes is not leadership, nor was the apparent later cowardly scapegoating of the (here anonymous) Plum Duff patrol leader, who took a very courageous decision to abort his patrol when it became clear that the sacrifice of his men could yield no useful outcome.

As it was there were two results - the destruction of a much-needed helicopter and the removal from the board of an RAF Nimrod which had been operating from Chilean territory and in Chilean airspace.

The pilot of the helicopter involved, Richard Hutchings (also RM), has told his part of the Plum Duff story in ‘Special Forces Pilot’ (cited).

‘Mikado’ was a hare-brained plan to land two Hercules at Rio Grande out of which would roar a company of SAS who would charge off and destroy the remaining Exocets, their Super Etendard carriers, and the aircrafts’ pilots. The concept was founded in an imbecilic false analogy between the Israelis raiding the well-lit, undefended civil airport at Entebbe and landing a Hercules against a defended military airbase. It would have cost us the only two Hercules capable of in-flight refuelling and thus of supplying the Malvinas task force by air, and they would probably have been shot out of the sky before ever landing their troops. The story exposes the senior officers, of an RAF run until 2013 for and by fighter pilots, as managers rather than leaders (as later exemplified in relation to the losses of Chinook ZD576 in the Mull of Kintyre in 1994 and Nimrod XV230 near Kandahar in 2006). The intellectual shortcomings of the air marshals are contrasted with the can-do professionalism of the 47 Squadron’s Special Forces Flight.

The third adventure, Kettledrum, mercifully also called off, involved landing an SBS team at Puerto Deseado, an airstrip with no involvement in Exocet at all. For reasons of seamanship (see the chart in the book) the insertion from the submarine should have been seen to have been wholly impractical.

As the story unfolds Symonds-Tailyour gives us valuable correctives showing what real help we received from France, and also more cautiously from Spain and Chile. Per contra we see how the Argentine aggressors were helped by Israel under its anti-British terrorist leader Menachim Begin.

The work is densely packed with facts at every level. It is copiously and professionally referenced and indexed and is served by a comprehensive bibliography. We are well served by its maps. S-T has done an amazing job in obtaining photographs from British and Argentine sources, which I am sure are nearly all new to us.
 

J@vier63

Veterano Guerra de Malvinas
Su Graciosa Majestad tendría que darle una buena patada en el **** a sus fuerzas especiales. Fallaron en localizar y/o destruir la ITB, fallaron en el Glaciar Fortuna, fallaron en Camber, fallaron en esto que se está hablado.

(y me parece que me olvido de algún otro fracaso)

Creo que lo único que les salió bien fue lo de Borbón.
Con el debido respeto, con que criterio decis que lo único que les salió bien fue lo de Borbon?
 

rodrigocarra

RED OBSERVADORES DEL AIRE
Hay que entender, que los "errores" de estas operaciones, dejan notar también la desesperación de los ingleses. Cuando alguien está desesperado, suele tomar malas decisiones. No esperaban sorpresas y se encontraron con muchas.
Saludos
 
Su Graciosa Majestad tendría que darle una buena patada en el **** a sus fuerzas especiales. Fallaron en localizar y/o destruir la ITB, fallaron en el Glaciar Fortuna, fallaron en Camber, fallaron en esto que se está hablado.

(y me parece que me olvido de algún otro fracaso)

Creo que lo único que les salió bien fue lo de Borbón.

Habría que preguntarle qué piensa al que se "olvidó el borcego" en medio de la pista... que tan bien le salió lo de Borbón...

Cuál fue el éxito de ésa operación? Destruír aviones que por distintos factores (técnicos en algunos casos, y sobre todo operacionales: MET y condiciones de pista horrendas) hacía unos cuántos días no operaban, y con vistas a seguir en ésa condición varios días más en la mejor de las suertes?
No me parece que el objetivo haya sido ese...
El objetivo fue tomar la Isla Borbón por su importancia estratégica en pos del desembarco que se venía un par de días después... y? lograron tomarla?
 
Última edición:

Daniel G. Gionco

Veterano Guerra de Malvinas
Estabamos hablando de los fracasos en los "golpes de mano" de las fuerzas especiales británicas. Y por el contrario, mencioné su éxito en Borbón.

En forma simplificada, podemos decir que los "golpes de mano" de esas fuerzas no tienen como objetivo "matar gente" ni "ocupar territorio", sinó "destruir objetivos".

Y si las fuerzas especiales británicas rápidamente destruyeron los aviones allí estacionados, no puede calificarse tal acción como un fracaso.



El objetivo estratégico principal era Puerto Argentino. Era la pieza clave de la campaña, porque allí estaba asentado el poder político, era el asiento de la mayor parte de la población y allí estaban ubicados el principal puerto y aeropuerto.

Para llegar a la capital, los británicos trataban de establecer una cabeza de playa en San Carlos, apoyar a los tropas en tierra y protegerlas de ataques aéreos. En esa inteligencia atacaron Borbón.

No creo que buscaran ocupar territorio. Ni siquiera se "distrajeron" en ocupar la isla Gran Malvina.
 
Última edición:

J@vier63

Veterano Guerra de Malvinas
No entiendo tu duda. Por favor, desarrollala un poco mas. Un abrazo...
Vos aseveras que lo único que les salió bien fue lo de Borbon, a lo que te pregunté "con que criterio decis que lo único que les salió bien fue lo de Borbon?"
Paso a darte informacion, asi podes cruzarla con la que vos tengas, y de esa manera puedas sacar conlusiones y no preguntarme cual es mi duda (Yo no tengo ninguna duda, estuve ahi).
Mision del S.A.S. :
* Destruir los aviones (cumplida)
* Destruir deposito de combustible (no la cumplerion)
* Destruir el deposito de municiones (no la cumplerion, estuve combatiendo a 50 metros como mucho, si lo hubieran volado, dificilmente podria estar escribiendo esto)
* Destruir el radar (no la cumplerion, no existia!!!!!!)
* Ponerse en contacto con los isleños (no la cumplerion, no tuvieron oportunidad, por la intensa respuesta armada por parte nuestra)
* Supuestamente tomar la pista, por ende la isla, pero no tengo confirmacion
Mision BIM 3:
* Defender la pista y en caso de no poder resisitr, volarla (cumplida)
Debo reconocer un error. Al inicio del combate no preguntamos si era un ataque comando o un desembarco, estuvimos flojos ahi.
Al margen la pista siguio operativa hasta el 15 de junio que fue el dia que entregamos el armamento por que nos dieron la orden desde Puerto Argentino, debido a que se habia firmado el cese de fuego.
Nosotros fallamos en proteger los aviones y es algo que duele no haber podido cumplir, desde hace 32 años, pero, ellos se llevaron 2 heridos y dicen las malas lenguas que algo mas, pero como no tengo confirmacion...
Podria agregar mas datos, pero creo que con esto alcanza.
Saludos
 
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