Ese fue un número de esa revista que me amargó mucho. Estando yo en Miami, un compañero de trabajo de Telemundo, Sergio Roitberg, me andaba persiguiendo para que le diera una entrevista para Noticias. Me negué varias veces diciendo que me iban a tergiversar cualquier cosa que yo dijera. Pero me juró y juró que no me iban a cambiar nada. Insistió tanto que acepté. Cuando vi la revista, me enfurecí. Había pasado lo que preví. Lo llamé Judas, pero él juró y juró que le habían prometido no cambiar nada y después en la redacción hicieron lo que les vino en gana. Para colmo, junto a la entrevista publicaron un recuadro donde el cronista de Telam, gran inventor de noticias falsas de la guerra, Diego Perez Andrade, me acusaba por primera vez de ser un traidor (!). Diez años después de la guerra, durante los cuales, hasta ese momento, había mantenido un trato muy cordial conmigo, me invitaba a comer, etc... Quien era entonces el verdadero traidor?