Peru : Peruanos admiran a EEUU y Brasil
El país que más admiran los peruanos en el mundo es Estados Unidos, mientras que Brasil ocupa el primer lugar entre los países de América Latina al que los peruanos le tienen más admiración, señaló una encuesta divulgada el domingo por el diario El Comercio. Estados Unidos ocupó este primer lugar en las preferencias con un 27%. Le siguen Japón con 13%, España con 10%, Italia con 5%, Brasil con 5% y Cuba con 4%.
El más admirado en América Latina es Brasil con 34%, luego Chile con 17%, Argentina con 9%, Cuba con 5%, así como México y Venezuela, cada uno con 4%.
De otro lado, un 70% afirmó que, si pudiera, si iría vivir al extranjero. Un 28% señaló que emigraría a Estados Unidos, un 27% a España, un 10% a Italia, un 6% a Japón, un 6% a Brasil y un 3% a Canadá.
Finalmente, un 40% opinó que el gobierno peruano debería procurar tener más relaciones económicas con Estados Unidos, país con el que se busca concretar la ratificación de un tratado de libre comercio suscrito en junio del año pasado.
También un 19% consideró que deben aumentar las relaciones económicas con Brasil, un 6% con Japón, un 6% con Chile, un 5% con España y un 3% con China.
¿Y como ven a chile?
“Con Chile siempre debemos tener reservas”
Editor de un texto de historia comparativa, polémico y revelador: Perú-Chile/Chile-Perú 1820-1920. Desarrollos políticos, económicos y sociales, el historiador Cristóbal Aljovín es una voz autorizada para hablar sobre la relación bilateral ahora que resucitan las discrepancias y las heridas del pasado no terminan de cerrar.
Luego de un prometedor debut, con Toledo, las relaciones con Chile entraban en crisis constante. Con García la situación se recompuso pero surgieron, de nuevo, las discrepancias. ¿Estamos condenados a los eternos desencuentros?
–Las relaciones entre Perú y Chile son siempre complejas, complicadas, y en buena parte están marcadas por la historia, sobre todo por la Guerra del Pacífico. Pero si uno ve las cosas en perspectiva, ambos países tienen grandes posibilidades de ir mejorando su vecindad.
–Explíquenos por qué.
–Por múltiples motivos. Resalto un par: la Guerra del Pacífico cada vez está más lejos de la memoria de los peruanos. Una cosa era en 1940, cuando buena parte de la población la había vivido directamente o a través de los padres. Y otra es ahora. No digo que la memoria histórica se haya perdido, pero sí la pasión histórica respecto a hechos muy concretos del conflicto…
–Y hay vínculos entre los dos países.
–Comerciales y humanos, que son cada vez más fuertes. Hay un grupo importante de peruanos que viven en Chile, por poner un ejemplo. Obviamente que siempre habrá un montón de conflictos muy peculiares, como este tema de la empresa Gildemeister y la venta sobrevalorada de los patrulleros, o lo de Lan. Pero no son las únicas empresas chilenas que funcionan acá. Los lazos existen.
–Y también el diferendo marítimo.
–Ciertamente, es un problema. Y también lo es la compra de armamento por parte de Chile, lo cual está ligado, desgraciadamente, a una ley según la cual una parte de las ganancias del cobre, cuyo precio está altísimo, se va a las Fuerzas Armadas.
–La proporción es de 3 a 1.
–Eso es por el precio internacional del cobre y porque, no olvides, Chile es, actualmente, un país mucho más rico que el Perú. Hay un tema de desarrollo económico. Si hay dinero, las posibilidades de contar con un ejército bien armado son mucho mayores. Y a eso debes sumarle criterios distintos en las prioridades de gasto. Claro, se trata de un legado de la época de Pinochet.
–¿Y se puede hablar de una relación "normalizada" mientras exista una diferencia tan grande en el gasto militar?
–Las relaciones con Chile no solamente están vinculadas a los temas militares, sino a asuntos comerciales, migratorios…
–Pero una situación de inequidad tal provoca dudas por parte del más débil.
–Es verdad. Se generan recelos y la relación que se plantea es de no iguales. Pero eso, a la vez, es culpa compartida del Perú. Ya lo dije: estamos menos desarrollados y, encima, durante los últimos años los sucesivos gobiernos no se han preocupado por desarrollar a nuestras Fuerzas Armadas.
–Algunos sugieren que en el Perú vivimos en un estado de paranoia respecto a Chile. ¿Piensa que es así?
–Parte de una política responsable tiene que ver con seguridad, y todo país debe y tiene el derecho de ser muy cuidadoso con todas sus fronteras. Así será mientras existan estados – naciones y ejércitos–. Respecto a Chile siempre debemos tener reservas, igual que con Ecuador y otros.
De halcones y palomas
–¿Cómo cree que nos ven desde Chile?
–Allá hay dos bandos: los halcones, que se sienten amenazados no solamente por Perú sino por Bolivia y Argentina…
–Sus enemigos tradicionales.
–Lo que pasa es que Chile ha tenido muy malas relaciones con estos tres países.
–¿Y estos halcones los ubica usted principalmente en el campo militar?
–Muchas veces están vinculados con civiles que juegan sus propias cartas. Al mismo tiempo, cada vez hay más gente dentro de la administración chilena que desearía mejorar notablemente sus relaciones con los países limítrofes. Les es muy caro mantener un estado de tensión permanente y creen que el desarrollo económico pasa por una situación más distendida.
–¿Qué opina de la política de Torre Tagle?
–El gobierno intenta mejorar la vecindad. No olvides, además, un elemento emocional importante. Chile siempre fue un refugio para los apristas exiliados.
–¿Siente predisposición en ambos países para que el diferendo marítimo se lleve a la Corte de La Haya?
–No creo. Al menos, pienso que la cancillería chilena no lo haría. ¿Ellos qué van a ganar con eso? Y si el Perú pierde, el costo político sería bastante alto. Se trataría de una derrota.
Una pesada herencia
Mochila pesada. “La Guerra del Pacífico marca mucho las relaciones entre Perú y Chile, incluso hasta nuestros días”.
–El recuerdo de la guerra sigue siendo una mochila pesada.
Es, definitivamente, un punto bastante negativo, que marca mucho las relaciones entre ambos países, incluso hasta nuestros días. Es curioso, pero los peruanos no nos preocupamos de cuántos misiles y tanques tienen los brasileños, o los mismos ecuatorianos, con quienes tuvimos un conflicto en 1995, hace apenas 12 años. Pero al final todos somos vecinos, ¿y qué nos queda sino convivir?
–¿Ayudaría a sanar heridas que los chilenos devuelvan botines de guerra como el Huáscar?
–Uno tiene que diferenciar botín de guerra de saqueo. Los libros robados de la Biblioteca Nacional sí son pasibles de devolución. Pero hablar de que el Huáscar puede retornar, es francamente ilusorio.
–Se dice que en Chile hay una sensación de superioridad…
–No solamente respecto al Perú sino frente a toda América Latina. Se ven como un país que ha logrado un desarrollo institucional importante.
–¿Diría que hay una obsesión en los peruanos por compararse con los chilenos?
–Sí. Te pongo un ejemplo: los historiadores peruanos que revisan el siglo XIX reflexionan sobre el gobierno autoritario de Portales, que logró institucionalizar a Chile. Y más recientemente, hay peruanos que admiran a Salvador Allende, al mismo Pinochet.
–Pero no es una actitud recíproca. Es decir, los chilenos no admiran nada de los peruanos.
–También es verdad que vivimos en una época en la cual Chile nos ha sacado gran ventaja. Por eso vemos con admiración el modelo que ha resultado más exitoso.
–Usted ha dicho que la guerra con Chile aceleró de manera salvaje el discurso negativo sobre nosotros mismos.
–Ese enfrentamiento implicó miles de muertes, destrucción de equipos, de empresas y, sobre todo, pérdida de territorio. Valgan verdades, la riqueza principal de Chile se encuentra en lo que fue antes territorio peruano – boliviano. Pero a la vez, perdimos autoestima. Si lees a los intelectuales nacionales, tú verás que menosprecian mucho al Perú. No quiero decir que no tengan razón en algunas cosas. Ayer como hoy se ven demasiadas desigualdades y maltratos de los que no podemos sentirnos orgullosos, pero es innegable que la visión tan nefasta que tenemos sobre el siglo XIX…
–Cinco años de guerra que enlutaron un siglo.
… nos hizo perder nuestra esperanza de futuro. Es parte de la herencia.
–¿Desde siempre hubo una relación tan complicada con Chile?
–Se puede discutir. En el Virreinato ellos (chilenos) nos detestaban pues controlábamos todo el negocio de comercio. Se trataba casi de un monopolio. Los referentes intelectuales también eran limeños. Chile era una capitanía lejana, pobre, de segundo nivel. Por eso, uno de los grandes traumas de la clase alta peruana después de la guerra fue el haberla perdido precisamente con un rival así. Era impensable.
http://www.larepublica.com.pe/content/view/146680/