Una Historia de Las Fuerzas Armadas Venezolanas
Una Historia Militar de las Fuerzas Armada
A Isabel Bacalao.
La F.F.A.A. nacen en la invasión de los sesentas (1899), comandadas por Cipriano Castro, que estaba formada por sesenta hombres, que hacían el papel de oficiales y unos mil quinientos soldados, sacados mayoría del peonaje de las fincas de café, que se dedicaron en la campaña al pillaje, se alimentaban de los saqueos, abigeato y robos a las haciendas, en su trayecto hacia Caracas; derrotaron y se aliaron con los caudillos liberales descontentos: él los batió en Barquisimeto y en El Tocuyo, al ejercito Liberal Amarillo, comandado por el General Luciano Mendoza, que tenía el mérito de haber destruido al ejército Conservador, heredero indiscutible del Ejercito Patriota, forjador de la Independencia, en la batalla de Carabobo.
El ejercito se consolida con Cipriano Castro, está formado por 30 batallones de 400 efectivos cada uno, fusiles Mausser 1898, ametralladora de tiro rápido y batería de artillería de 80 mm Krupp y de montaña de 60 mm (1), tenía en línea aproximadamente 12.000 hombres y 2000 jinetes; el mejoró el rancho y el vestuario de los soldados, ha provisto de armas cortas y espadines a la oficialidad: aumentó el parque de fusiles a 40.000 Mauser, con una copiosa provisión de cápsulas, compró dos baterías completa de artillería de montaña, estableció la Maestranza de armas, mandó a fabricar telas a Manchester (Reino Unido) para los uniformes: diseñó, corto y cosió en el país los uniformes de la oficialidad y de los soldados(2), y purgó al ejército de aquellos elementos que desconfiaba (3)… Anunció Castro su propósito de dotarnos de una flota de guerra eficaz, para la vigilancia del litoral. Se creó el Arsenal de la Marina: compra de cruceros, cañoneros, transporte para el ejército de mar y tierra, y veleras auxiliares, para enfrentarse a los enemigos provenientes del mar, con sus oficiales y marineros (4).
La Caminata al Desastre.
El cabito apoya a los exiliados liberales colombianos, con el fin de reconstruir a la Gran Colombia, él como presidente, con la ayuda del General Rafael Uribe Uribe, y el presidente de Ecuador Eloy Alfaro: estos se unirían bajo su genio estratégico, con el fin de construir el imperio del liberalismo en América; protegió y financió a los liberales de Uribe Uribe en el Táchira, obligando al presidente de Colombia General José Marroquín del Partido Conservador, a armar a sus tropas y ponerla al frente del general y Doctor Carlos Rangel Garbiras, que ostentaba el liderazgo del Partido Liberal Nacionalista en los Andes; él apoyó a los desterrados venezolanos, a que atacaran en forma limitada a San Cristóbal, para tomar su parque de fusiles que eran una amenaza para Colombia, que serian utilizados en ayudar a la revolución liberal.
Las FF.AA se enfrentó en su primera prueba bélica a los soldados colombianos, comandados por el Doctor Rangel Garbiras, político opositor del Cabito, saqueo Capacho, La Fría y San Antonio, al grito de “Viva Rangel” (1), intentando tomar por asalto a San Cristóbal, siendo rechazado por el General colombiano Rafael Uribe Uribe, asistido por el General Celestino Castro con refuerzos traído de Maracaibo, en marcha forzada, para defender la ciudad, derrotó a los invasores el 29 de Julio de 1901 en San Cristóbal, obligándolos a retirarse a Cúcuta. El gobierno tomó a sus adversarios prisioneros, armas, pertrechos y cornetas. Las bajas de los colombianos, según testigos de la época alcanzaron la cifra de 800 hombres y las del gobierno a 300.
Esto convence a Cipriano Castro de intervenir en territorio colombiano, al mando del General José Antonio Dávila, destinada a invadir Colombia por la Guajira, cortando como un cuchillo la Península de la Guajira, llegando hasta Cartagena, cercando a las fuerzas regulares del Ejército colombiano que combatían en el Riohacha a los liberales, en apoyo a las fuerzas sublevadas, que estaban luchando en las riberas del río. La penetración del cuerpo expedicionario venezolano sería aplastada, al atacarlo los conservadores colombianos simultáneamente desde el Sur de Santa Marta y desde el Norte de las cabeceras del Riohacha, otra fuerza se dirigió al Norte, río abajo, acorralándolos cerca de Carazúa, en un ataque en pinzas, ya que en su desesperación les fue imposible escapar vadeando el río, atacándolo por la vanguardia y la retaguardia, masacrándolos en su orilla, el 13 de Enero de 1902 (2), persiguiendo a los sobrevivientes de la expedición de 5000 efectivos. Solo logró salvarse el General José Antonio Dávila y un puñado de oficiales, que abandonaron a la tropa a su suerte, logrando sobrevivir en su huida a la persecución a los indios guajiros y expatriados venezolanos, que los acosarían sin piedad, para robarles sus anillos de oro, cadenas, relojes y fusiles, liquidando “todo intento de posterior invasión”(3) Marroquín no explota la situación por el levantamiento y la presumible invasión americana a Panamá, lo que permitió al Cabito hacer las paces, y salvar la honra.
El cabito ha sido comparado muchas veces con Napoleón Bonaparte, la causa de la derrota además de un mando errático, falta de provisiones y el paludismo, fue la falta absoluta de logística, que permitirá el abastecimiento de la expedición, olvidándose que “todo ejército combate sobre su estómago”: adentrándose en un peladero de chivo, incapaz un terreno semidesértico de alimentarlo, Napoleón como consumado estratega hubiera previsto la logística para tal operación, escogiendo un terreno idóneo. Cipriano Castro no pasará de ser un vulgar imitador del Gran Corzo, con la desventaja que tendrá su Waterloo colombiano, desistiendo posteriormente de cualquier intento guerrerista (4).
Esta derrota dejó al Ejército Nacional sin las reserva estratégica necesaria para hacerle frente a la Revolución Libertadora, encabezada por el General Antonio Matos, lo que lo obligó a atrincherarse en la Victoria, esperó los refuerzos reclutados apresuradamente por Juan Vicente Gómez en Caracas y en los Andes, por los Generales: Leopoldo Baptista, Pedro María Cárdenas y Pedro Linares, ya que la expedición del General José Antonio Dávila destruyó el 40% de los efectivos del ejército. Esta situación ha sido en forma reiterativa ignorada por los historiadores que no son militares, y mucho menos poseen una intuición estratégica, de ahí que si hubieran avanzado los efectivos de la Revolución Libertadora por los Valles del Tuy que era su plan inicial, los habrían aplastado sin oposición alguna, liquidando sus fuerzas en Caracas, al tomarla por asalto, retirándose Cipriano Castro con sus efectivos a Ocumare del Tuy, embarcándose a Maracaibo, emprendiendo la reconquista, al avanzar en forma de tenaza, destruyendo a los Liberales Amarillo posteriormente, con la posibilidad de reagruparse en los Andes, mientras sus fuerzas heterogéneas sin cohesión alguna, se hubieran dispersado en una guerra de desgaste.
El Cabito dio instrucciones en el plan de contingencia, retirarse a Ocumare del Tuy, a través de la Colonia Tovar, camino a la costa, donde estaba fondeada la escuadra. Todas las tropas que sobreviviera a La Victoria, combatirían en guerrillas, mientras Castro se embarcaría a Maracaibo, con cinco mil Máuseres y un millón de balas, y con el material que disponía en los Andes, organizaría un nuevo Ejército para volver al Centro, utilizando el castillo de San Carlos y el Libertador, cuyas plazas se encontraban bien aprovisionadas y dirigidas por hombres de su confianza, que serviría de punto de reagrupamiento del Ejército Nacional, de fracasar en La Victoria o ser tomada Caracas, por asalto. (5)
El General Luciano Mendoza consiente de la delicada situación de Cipriano Castro, es partidario de una batalla decisiva que destruya a los Nacionalistas Restauradores para siempre, sin prever que sus fuerzas no poseían la logística ni la capacidad combativa necesaria para tal fin, de ahí el descalabro, ya que exponerse a guerra de desgaste los destruirías al minar su cohesión por las divisiones del liderazgo de Antonio Matos. No poseía la Revolución Libertadora ni artillería, ni fuerzas motorizadas, y suministros para romper la línea defensiva en extensión de Cipriano Castro, ubicada en la Victoria, obligándolos a retirarse ordenadamente a sus regiones, en vez de reagruparse y atacar en otra dirección (5).
* El concepto de Banda Armada se diferencia de Ejercito Nacional y Ejército Multinacional, ya que el Ejército Nacional, es un cuerpo armado de la nación, con los hombres de su país, que se ejercitan para la guerra, defendiendo el territorio y los intereses nacionales tanto económico como políticos de las ambiciones extranjeras o de grupo de presión interna, utilizando para ello la “política por otros medios” en base al Derecho de Guerra Internacional; El Ejército Multinacional es la organización de varios ejércitos nacionales encuadrado dentro de un mando único que busca restablecer el equilibrio ante una coyuntura regional o en alianzas. El concepto de Banda Armada, es aquel grupo armado que somete, depreda y canibaliza los recursos del territorio para beneficio propio y de extraños, en contra de la comunidad circundante, utilizando medios mafiosos o delictivos, que le permitan lucrarse en contra de los intereses de su propio del Estado y de sus ciudadanos, violando las convenciones internacionales, poniéndose al margen del Derecho Internacional.
Un ejemplo de ello fueron las Fuerzas de Defensa de Zaire dirigidas por Sese Seko Mobuto, que servían de defensora a los intereses de la claque política y de las compañías mineras transnacionales en contra de su propio pueblo, sometiendo a los diferentes grupos étnicos a su ambición, excluyendo de manera violenta o legal a la mayoría de la población, es la rapiña del grupo dominante, apoyando los países limítrofes el alzamiento de Laurent Kabila en contra de Mobuto, que daría al traste con el régimen. Otro ejemplo son las Fuerzas de Defensa de Panamá, que servían de soporte a la corrupción de la élite política en contra del pueblo panameño, justificando su preponderancia en el populismo o la defensa cosmética de algún baluarte nacional, ocultando el poder que detentaban, y la exclusión social a que sometían al resto de la población, interviniendo la U.S Army en Panamá, dado la corrupción del régimen podía afectar el uso del canal, desmantelando a la banda panameña. El “Ejército de Liberación Nacional de Liberia” de Charles Taylor, que saqueó a sus propios ciudadanos, recursos y desestabilizó a los países vecinos del África Ecuatorial, al acabárseles las riquezas propias, empobreciendo no solo a los liberianos, sino también a los de Sierra Leona, Costa de Marfil, Guinea y Gabón, exportando “la revolución africana”, que facilitaría el tráfico de diamantes, piedras preciosas, y armas; recurriendo a la Comunidad Africana a intervenir militarmente en Liberia, desalojándolo del poder por la fuerza.
Las características organizativa de una Banda Armada son: baja cohesión ante enemigos organizados, desintegrándose en los combate; carencia de mandos endurecidos ante fuego real; baja capacidad táctica e incapacidad estratégica para realizar operaciones concreta, que no sea la represión de civiles desarmados; uso de sus armas como herramientas de poder más que de defensa territorial; el desprecio mutuo entre los distintos componentes de la banda armada, que dificultad cualquier acción de combate, por mínima que sea; falta de respeto hacia los oficiales distinguidos, por envidia y ambición; respuestas impredecibles ante enemigos internos o externos; irrespeto tanto a la población civil nativa como extranjera; perdida gradual del sentido de la realidad, al no poder diferenciar situaciones de protestas, tensión o de guerra, produciendo una conciencia enloquecida de la realidad; utilización del asesinato masivo como elemento disuasorio ante la población civil; irresponsabilidad por sus acciones, sin medir las consecuencias de las mismas, ya que son viscerales e instintivas; el saqueo de los bienes particulares, y estadales, y el asesinato como respuesta a situaciones de crisis; falta de un sentido de mística militar, etc. En cambio son partidario de un pragmatismo de poder que les permita lucrarse en lo personal y mantener posiciones de autoridad, obtener gratificaciones sexuales, carencia de una disciplina combativa; … etc. Esa es la razón que me dirigiré a los que se dicen integrantes de las Fuerzas Armadas como Banda Armada, que es el concepto más apropiado, ya que al utilizar ese término ofende a los miembros de las Fuerzas Armadas y Ejército de otros países, que son personas decentes y honestas.
Acorazados en el Caribe.
Su segunda prueba, fue el bloqueo a las costas venezolanas de los acorazados de la clase Predrenaugth, apoderándose sin disparar un tiro de la escuadra anclada en La Guaira, que utilizarían como trofeos y blancos de tiro, sus barcos según Castro en alocución al Congreso eran nuevos, sus tripulante en vez de hacerle frente a los invasores con una formación o hundir sus barcos, prefirieron lanzarse al agua, hubo casos en que estos se entregaron mansamente a cambio de helado y te, dada la negligencia mostrada en la formación por Román Delgado Chalbaud. Los reportes del Almirantazgo de la Marina Imperial Alemana, dados por el Teniente de Navío Eckerman los califica: “de una partida de cobardes, sin ánimo de combatir, ni de huir” (1), los que los motivó a formar improvisadamente entre los marineros del Panther, una compañía de asalto que toma las instalaciones del puerto sin disparar un solo tiro. El ataque por sorpresa a lo Nelson de la Marina Imperial Alemana tomo por sorpresa a la escuadra venezolana, que no colocó vigías ni protegió la entrada a la bahía, destruyó de un solo golpe la escuadra venezolana, neutralizando todo esfuerzo posterior de ataque a la Flota Combinada.
El destructor Panther se enfrentó y abordó a la goletas, torpederas y cañoneras: 23 de Mayo, El Totumo, El General Crespo, Zamora, El Zumbador y El Margarita, en el Puerto de La Guaira, convirtiéndose en botín de guerra. El grupo de asalto formado apresuradamente, ante el eminente éxito en la captura de los buques, asaltó sin resistencia La Guaira, para rescatar a los Cónsules y tomar por asalto el puerto, el 9 de Diciembre de 1902, uniéndose el Crucero Inglés HMS Caribdis, mientras el resto de la flota combinada esperaba en mar abierto. El 13 de Diciembre atacan la amurallada de Puerto Cabello, bajo el mando de los comodoros Montgomery del Crucero HMS Caribdis, que protege la bahía de un contraataque y el alemán Vineta bajo el mando del capitán de navío Sheeder, quienes abren fuego después de un ultimátum, sorprendiendo al jefe del Castillo, Carlos Silverio, que amolaba en el patio las espuelas de un gallo, llevándose como botín de guerra las campanas y los cañones de bronce del fuerte.
El 22 de Diciembre de 1902, el vicealmirante inglés Archibald Lucas Douglas, bajó a la Guaira, e hizo publicar en el diario El Heraldo de La Guaira, lo siguiente: “Por la presente se notifica que un bloqueo ha sido declarado para los puertos de La Guaira, Carenero, Guanta, Cumaná, Carúpano, y las bocas del Orinoco, y será efectivo desde el 20 de Diciembre…” (2). Ellos se apoderaron de los puertos y aduanas, que permanecieron en poder de los Ingleses hasta 1938, al serle comprada a la Gran Bretaña por Eleazar López Contreras al cancelar la deuda pendiente en 1938. Solo el 17 de Enero del 1903 en la Fortaleza de San Carlos, el General Jorge Bello se decide a resistir el ataque del destructor alemán, obligando la combinación de fuego del Crucero Vineta, que mantendrían un duelo de artillería de ocho horas de duración con los artilleros del Cuartel San Carlos, antes de retirarse, ya que hubo una reacción militar, y la consiguiente protesta americana ante el ventajismo de las potencias aliadas.
El ataque al Castillo Libertador y al Fortín Solano de Puerto Cabello, se debió a la quema de la bandera inglesa, solo el Coronel Antenor Ugueto, repelió el ataque en el Fortín Solano con disparos de fusilería, mientras el Castillo Libertador fue ocupado sin resistencia por la marina enemiga (3).
El Presidente no toma el sendero de las armas tras el triste papel de La Guaira y Puerto Cabello, y la experiencia amarga de Colombia, prefiere producir dividendos a corto plazo. Ordena el acuartelamiento y el reconocimiento de los invasores con caballería ligera, encendiendo la llama del patriotismo de un país ofendido, mediante elocuentes alocuciones que provoca un entusiasmo general, que se puede sintetizar en la frase: ¨ La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria”. Expide un decreto de amnistía e inicia una campaña publicitaria contra las potencias bloqueadoras, a través de articulistas tarifados en Madrid, Bruselas, Paris y Nueva York, obteniendo algunos triunfos políticos mas no militares, lo que les permite a los caudillos Liberales Amarillo obtener un respiro, y reagruparse en sus regiones.
La causa de la agresión fue la falta del pago de la deuda externa venezolana, aunque se especula de una posible maniobra de los alemanes, para medir la reacción de los norteamericanos en una acción combinada de los Imperios Europeos en Sudamérica. Se ha pasado por alto los desacuerdos de la Cancillería Imperial y el Foreing Office, por el apoyo alemán a la guerra de independencia de los Boers en Sur África, siendo una acción conciliadora, y a los desacuerdos en Marruecos, dándose cuenta los británicos que ello conllevaba a la ruptura de la alianza anglo-americana, aceptando el dialogo de Teodoro Rooselvelt, para no encontrarse desamparados ante una posible guerra continental.
El pobre papel desempeñado por el Ejército Nacional se debió al carecer de un espíritu de combate, que las motivará a luchar contra un enemigo superior tecnológicamente; falta de oficiales instruidos, que improvisen soluciones a los problemas de campo; carencia total de iniciativa; falta de artillería naval moderna, y el deseo de no arriesgarse a confrontarlos, ante una eventual derrota. El caso más patético es de la Armada, que un solo destructor, abordó y desarmó a los seis barcos de guerra como si fueran niños con caramelos, mientras el resto de la flota anglo-germana permanecía a la distancia disfrutando el espectáculo con los catalejos, esta será una grave advertencia que se sucederá en posteriores ocasiones. Es una carencia alarmante de falta de preparación para actuar en formación, agresividad de mando e instrucción militar, así no es extraño que el propio Cipriano Castro se excusara con vergüenza al decir que: -“(eran) tres vapores indefensos de nuestra Armada, que habían entrado al dique para recibir reparaciones mayores” (4). -La derrota siempre tiene excusas.
No por ello dejo de tomar medidas efectivas que tendrán una gran trascendencia en el conjunto, aunque no las capacitó para defender el territorio nacional. La creación de la Academia Militar en los ramos: infantería, caballería, artillería, ingeniería militar y Estado Mayor, que se constituirá, decretando su fundación el 4 de Julio de 1903, y se inaugurará oficialmente el 5 de Julio de 1910 (5); y les indicó a los jefes de los puertos y de las base navales que debían atacar a los buques enemigos antes de llegar a la rada, dotó a los puertos de guarniciones y compró artillería naval para defender las instalaciones portuarias, para que no pudieran acercarse las naves contrarias(6), y diseñó el dispositivo de despliegue de los batallones de infantería, que se mantendrá en vigencia hasta nuestros días, que vería su fracaso en el Golpe de Estado del 19 de Diciembre de1 1e 1908, precipitado por las potencias extranjeras, que propiciaría el movimiento sedicioso, dada la falta de confianza de los conjurados en sus Fuerzas Armadas.
En 1908, también declara inexistentes sus relaciones diplomáticas con Venezuela, abandona la capital Mr Bowens, mientras en Caracas circula panfletos señalando: “El tirano Castro tiene 24 mozas” con pensiones que oscilan de 600 a 1200 Bolívares mensuales de sueldo (7), quienes al caer Castro sus casas serán saqueadas, y lanzadas a la calle. Teodoro Roosevelt le dice a su Secretario de Estado, en Washington DC, al enterarse de la expulsión del embajador: “Voy a mandar un acorazado para que me traigan ese mono”, cosa que aceleró la decisión de Juan Vicente Gómez de ejecutar el “Golpe de Estado”, el nuevo gobierno - se cree-, que pide los barcos a Washington, para evitar la reacción de los castristas, exime de multas a la The New York and Bermúdez Company, impuesta por Castro, y les paga el nuevo gobierno presidido por Gómez indemnizaciones.
La última proclama del Presidente Castro, dice a los venezolanos: “Circunstancias especiales me obligan hoy, por breves días, a partir para Europa… Constitucionalmente queda encargado de la Presidencia el Primer Vicepresidente, General Juan Vicente Gómez. Rodeadlo y prestadle vuestra colaboración en el desempeño de su alta misión, como si fuera yo mismo, y habréis cumplido con vuestro deber”… Abrazo entre lágrimas se lleva a cabo en la estación de trenes de Gato Negro el 24 de Noviembre de 1908, al finalizar la alocución Castro se despidió: -“ahí les dejo a Juan Vicente, que es como si fuera yo mismo”, y partió para Europa a operarse de los riñones, en Berlín. (8).
El doce de diciembre de 1908, un barco holandés, presiona al entrar a La Guaira en actitud de ataque, captura a varias cañoneras, aprende al guardacostas Alexis frente a Tucacas, el crucero holandés “Gelderland”, se invoca el espíritu nacionalista de los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela a la plaza Bolívar, para el día 13 de Diciembre, con la excusa de protestar por la agresión holandesa, armando la tarima para el “Golpe de Estado”, sorprendiendo a los Castristas, que no esperaban una traición de los estudiantes, quiénes se prestaron para la traición. La sorpresa del Gobernador de Caracas, Pedro María Cárdenas, quiénes asintieron a las manifestaciones, y resultaron arrestados o asesinados en los días siguientes, estos habían sido alertado por Cipriano Castro, enviándole un telegrama a sus partidarios, desde Berlín, que decía: “La culebra se mata por la cabeza”, ya que exigía el asesinato de los conjurados.
Los oradores son en la plaza Bolívar: Elías Toro, Román Delgado Chalbaud, Leopoldo Baptista, y Eliseo Sarmiento hablan, no sobre la agresión de Holanda sino de echar a Castro del poder, reflejo del temor por la incursión Anglogermana de 1902, coincide con el público presente, que se desplaza de la Plaza Bolívar a El Paraíso, a la casa de Gómez, quienes llaman a Juan Vicente Gómez, y lo aclaman bajo los gritos de: “Viva Gómez, muera Castro”, y llevan a Gómez en brazos a la Casa Amarilla, mientras la multitud saquea la imprenta oficial, la botica y la lavandería Enrique Thielen, yerno de Enrique Tello Mendoza, la mano derecha de Castro, para las parrandas y las vagabunderías, y las casas de sus amantes (9).
Atentamente Kelder Toti