Mueren 120 palestinos en Gaza tras el fracaso del alto el fuego
Capturado un oficial israelí que buscaba túneles de Hamás
Juan Gómez Gaza
1 AGO 2014 - 21:56 CEST2372
Casas en Beit Hanun destruidas por los bombardeos. / Reuters-LIVE! / EFE
La tregua de tres días en
Gaza se quedó en 90 minutos. A las nueve y media de la mañana ya se libraban combates entre las tropas israelíes y las milicias palestinas al sur de la Franja. El
Ejército israelí anunció poco después su sospecha de que las milicias de Hamás habían
capturado a uno de sus oficiales, el teniente Hadar Goldin, en plena operación de rastreo de túneles en una zona de Gaza próxima al paso de Rafah, en la frontera con Egipto. En la misma refriega murieron al menos otros dos militares. Israel bombardeó duramente diversas posiciones en la región sureña donde asegura que se produjo la captura. En esos ataques murieron 54 palestinos. Los combates y los bombardeos se extendieron después a todo el enclave costero palestino. Ocho cohetes disparados desde Gaza impactaron en
Israel.
A las ocho comenzaba la tregua de 72 horas propuesta por EE UU y la ONU y anunciada por sorpresa la noche del jueves. Era la iniciativa diplomática más potente para poner fin a esta ofensiva que empezó hace 26 días.
Israel acusó a
Hamás de haber roto el alto el fuego al capturar al soldado a las ocho y media. Hamás, por su parte, sólo reconoce que se produjeron combates a las siete de la mañana, antes del cese de hostilidades. Los portavoces políticos de grupo islamista tampoco habían confirmado anoche la captura del oficial israelí.
El primer ministro israelí,
Benjamín Netanyahu, aseguró que “Israel tomará todos los pasos necesarios contra quienes reclaman su aniquilación y aterrorizan a sus ciudadanos”, según un comunicado oficial.
Más de 120 palestinos murieron en total durante los bombardeos tras el colapso de la tregua. Las playas donde se aventuraban los pescadores y los bañistas a primera hora de la mañana estaban vacías poco después de mediodía. También las calles y los mercados más céntricos se fueron vaciando según avanzaba la jornada. Las colas en los bancos, en las panaderías y en los mercados se redujeron de golpe, hasta que muchos empezaron a cerrar.
Los gazatíes sólo pudieron pisar la calle durante 90 minutos
El alto el fuego era un recuerdo a las dos de la tarde en Gaza, bajo las bombas israelíes desde el pasado 8 de julio. El número de muertos palestinos ya ronda los 1.500, tres cuartas partes de ellos, civiles.
Con la muerte de dos soldados ayer, Israel ha sufrido 63 bajas militares, y los cohetes de Hamás han matado a 3 civiles.
Dos manifestantes fallecen en marchas de protesta en Cisjordania
Ésta es la tercera ofensiva
desde 2008 que sufre el enclave palestino, donde viven 1,8 millones de personas en condiciones muy duras también en tiempos de calma. Israel cerca la Franja por tierra, mar y aire. Egipto cerró sus fronteras hace un año, tras el
golpe de Estado que derrocó al islamista Mohamed Morsi.
El Ejército de Israel impuso un toque de queda el viernes por la tarde en la localidad de Rafah y sus inmediaciones. Eyad Baba, vecino de la ciudad de 180.000 habitantes, contaba por teléfono que “todos están aterrados” desde los bombardeos artilleros de la mañana. Detalló que hay “decenas de cadáveres tirados por las calles, porque nadie se atreve a recogerlos”. El Ejército de Israel ha enviado mensajes de texto ordenando a los ciudadanos que “no se muevan de sus casas” ni utilicen la carretera que une Rafah con la ciudad de Jan Yunis. El viernes era imposible acercarse a Rafah sin arriesgar la vida, pero los duros bombardeos de artillería se oían a kilómetros.
En Juza, una localidad al sureste del enclave, los bombardeos tampoco permitían acceder a media mañana a la parte más próxima a la frontera con Israel. El viernes fue la primera vez que se pudo entrar en el lugar tras varias semanas de ocupación por las fuerzas de Israel.
El portavoz del Ejército israelí, Peter Lerner, confirma la desaparición de uno de sus soldados en Gaza. / Reuters Live!
Muchos palestinos, como Mohamed Qudeh, de 32 años, aprovecharon para rescatar a sus muertos. La tregua pretendía dar un respiro a los gazatíes para enterrar a sus deudos y comprar víveres mientras se buscaba una salida diplomática.
Contaba Qudeh que hace diez días se refugió “con otros 20 vecinos” en casa de un familiar también llamado Mohamed Qudeh, un hombre de “unos 70 años”: “Cuando el Ejército entró en la casa, Mohamed creyó que el pasaporte extranjero le daría seguridad y se acercó a ellos”. Sudando al sol mientras las explosiones parecían acercarse desde el este, contó que “un soldado le disparó en el pecho en cuanto se dirigió a él en inglés”. Después llegó un capitán “que obligó a todos a desnudarse” y fue interrogándoles uno por uno hasta asegurarse de que no eran milicianos de Hamás.
Al menos dos ambulancias palestinas se turnaban para llevarse los cadáveres de las casas y de las calles por donde rodaron poco antes los tanques israelíes. Ya olía a podrido desde las inmediaciones de la parte de Juza más castigada por las bombas, una zona en la que sólo quedaban ruinas. El alcalde del pueblo de 7.000 habitantes, Farid Qudeh, lamentaba a gritos la devastación: “Lo han matado todo: al ganado, a las aves, a los caballos, todo”.
Apartándose del paso veloz de las ambulancias que sorteaban cascotes y despojos de mulas abrasadas, el alcalde abría mucho los ojos para describir los horrores que había visto. Mataron, dijo, “hasta a una niña en su silla de ruedas”. Contó que quedarían “unas diez personas vivas, atrapadas en algunas partes del pueblo”. Lo demás, cadáveres descomponiéndose bajo toneladas de escombros.
Miles de palestinos salieron a las calles en el territorio palestino de Cisjordania contra la ofensiva en Gaza. Dos manifestantes murieron por disparos de las fuerzas de seguridad de Israel en sendas marchas, según confirmó la media Luna Roja, informa
Carmen Rengel. Hamás había convocado un nuevo viernes de la ira. Unos 50 palestinos resultaron heridos por munición real y balas recubiertas de goma, según la Media Luna. El Ejército de Israel informó de que va a “investigar” las muertes de los manifestantes. Once habían fallecido y unos 600 fueron heridos en las protestas cisjordanas contra la ofensiva de Gaza, según la
Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas en Cisjordania (OCHA).
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/01/actualidad/1406877145_523663.html