Relaciones: Rusia - Georgia

¿Quién teme a las maniobras Cáucaso-2012?




Si yo fuera georgino me compraría una pala y empezaría a cavar.


Un abrazo
 

Nocturno Culto

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Sebastian

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Ivanishvili acusa al presidente de Georgia de haber desatado la guerra en Osetia del Sur
El candidato al cargo de primer ministro de Georgia, Bidzina Ivanishvili, líder de la coalición Sueño Georgiano que ganó las legislativas del 1 de octubre, responsabilizó al presidente Mijaíl Saakashvili y a su Movimiento Nacional Unido de la guerra ocurrida en Osetia del Sur en 2008.
“La guerra de 2008 fue una gran provocación planeada por vosotros y por vuestro Comandante en Jefe”, declaró Ivanishvili al reunirse hoy con los representantes del expartido gobernante.
Recordó que lo confirmó en su declaración Heidi Tagliavini, jefa de la comisión internacional investigadora de los sucesos de agosto de 2008 y “lo reconocieron los estadounidenses y todos los europeos”.
A su juicio, habría sido posible evitar lo ocurrido, si Georgia “hubiera tenido los dirigentes sensatos”.
El Ejército de Georgia lanzó una ofensiva contra la república autoproclamada de Osetia del Sur el 8 de agosto de 2008. Rusia envió tropas a la región para proteger a los habitantes de Osetia del Sur, muchos de los cuales tenían nacionalidad rusa, y expulsó las tropas georgianas tras cinco días de hostilidades.
El 26 de agosto de 2008, Moscú reconoció la independencia de Osetia del Sur y de Abjasia, a lo que Tbilisi respondió con la ruptura de las relaciones diplomáticas con Rusia.
Según el Gobierno suroseta, en el conflicto murieron más de 1.500 personas. Las hostilidades también costaron la vida a 67 militares rusos, entre ellos, miembros del contingente de paz estacionado en Osetia del Sur.
http://sp.rian.ru/international/20121024/155360921.html
 

Sebastian

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La investigación confirma la financiación georgiana de disturbios en Rusia
El Comité de Investigación de Rusia reunió pruebas de que un grupo de opositores rusos recibieron financiación del diputado georgiano Guivi Targamadze con el objetivo de organizar disturbios, informó el portavoz de la entidad, Vladímir Markin.
Según Markin, durante la investigación preliminar se recopiló documentación que confirma el hecho de que las “actividades ilegales para preparar disturbios masivos” eran financiadas por Targamadze quien preside el Comité de Defensa y Seguridad del Parlamento georgiano.
Las pesquisas revelaron también que la pasada primavera se organizaron viajes de ciudadanos rusos a Lituania para asistir a un curso “dedicado a la toma del poder según el modelo de las revoluciones de colores”, agregó el funcionario.
La investigación de los hechos se inició a raíz de un polémico documental titulado “Anatomía de una protesta-2” y emitido en la cadena NTV que denuncia una supuesta conspiración financiada desde el extranjero para organizar desórdenes masivos en Rusia y derrocar así el Gobierno actual.
En particular, la cinta muestra supuestas reuniones entre el político georgiano y opositores rusos, incluido Serguéi Udaltsov, dirigente del Frente de Izquierdas y uno de los líderes de las recientes protestas contra el presidente Vladímir Putin. En una de estas reuniones, Targamadze y Udaltsov hablan sobre planes de un golpe de Estado en Rusia.
En octubre pasado el Comité de Investigación presentó contra Udaltsov cargos de preparar disturbios masivos, delito castigado en Rusia con hasta 10 años de cárcel. Este martes, el activista volvió a prestar declaraciones ante la entidad, a raíz de una citación que se produce a falta de pocos días para una nueva protesta de la oposición convocada para el sábado.
Junto con Udaltsov, en el mismo caso están imputados otros dos activistas opositores, Konstantín Lébedev y Leonid Razvoyyáev. Este último confesó su participación en la presunta conspiración golpista, aunque posteriormente se retractó de sus declaraciones afirmando que las hizo bajo presión.
Además, el Comité de Investigación llevó a cabo recientemente el registro en los domicilios de tres moscovitas que supuestamente viajaron a Lituania para participar en el cursillo “revolucionario”.
http://sp.rian.ru/neighbor_relations/20121211/155842463.html
 

Sebastian

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Rusia y Georgia tratan de normalizar sus relaciones
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, abordó el el tema de relaciones ruso-georgianas durante la reunión con las personas apoderadas del presidente ruso Vladimir Putin, celebrada el pasado 9 de diciembre.
El canciller ruso habló sobre estas relaciones como de un enfermo que todavía está lejos de curarse, pero cuyo estado de salud ya no empeorará, porque está al nivel más bajo y porque el plan de tratamiento está desarrollado.

Según Lavrov, Rusia está dispuesta a estudiar la posibilidad de restablecer la comunicación aérea regular entre Moscú y Tbilisi. Y está dispuesta también a reiniciar la importación de productos agrícolas de Georgia.
Además, los representantes de Rusia se reunirán en un futuro próximo con el enviado especial del primer ministro de Georgia para la normalización de relaciones con Rusia, Zurab Abashidze, declaró Lavrov.
No cabe duda que este encuentro se celebrará. Sólo su sentido práctico suscita dudas, porque es poco probable que este encuentro logre agregar algo más a las pocas declaraciones de Lavrov.
Los negocios continúan
Estas declaraciones no son nada fuera se lo comun. La comunicación aérea regular entre Moscú y Tbilisi se restableció hace mucho. La compañía aérea rusa S7 Airlines y la georgiana Airzena realizan dos vuelos al día. No hay nada extraordinario en eso.
El propio Lavrov destacó que los contactos de negocios entre Rusia y Georgia siguen desarrollándose sin interrupciones y recordó que “la energía eléctrica y gas se suministran a Georgia por las empresas con la participación rusa”. El canciller ruso podría continuar esta lista, al mencionar, por ejemplo, el grupo ruso de telecomunicaciones VimpelCom o el segundo banco más grande de Rusia VTB.

Los empresarios rusos y georgianos suelen concluir acuerdos sin la participación de las entidades gubernamentales. Y sería más lógico que el anuncio de que Rusia abre su mercado para los productos agrícolas provenientes de Georgia no lo hiciera el Ministerio ruso de Exteriores, que siempre descató los motivos políticos de este asunto, sino el Servicio de Protección al Consumidor de Rusia (Rospotrebnadzor).
Los actores rusos realizan giras por Georgia de manera regular y sin la ayuda política. Muchos turistas rusos llegan a Batumi, ciudad portuaria a las orillas del Mar Negro. En general, no había tantos turistas rusos en Georgia desde la época soviética.
¿Qué asuntos más pueden abordar los representantes especiales de Rusia y de Georgia?
La amistad se aplaza
Los recuerdos sobre el año 2008 siguen vivos en toda la Georgia. Pero estos recuerdos no impiden a votar por el líder del partido opositor y nuevo primer ministro de Georgia, Bidzina Ivanishvili, a los que están seguros de que podrán exportar vino a Rusia y adquirir a cambio molibdeno en Osetia del Norte y el trigo en la región de Krasnodar (sur de Rusia).
Nadie ha presentado hasta el momento proyectos de negocios y nadie tiene prisa por responder a los partidarios del actual presidente georgiano, Mijail Saakashvili que pregunta con sarcasmo por qué Georgia no se había enriquecido anteriormente, cuando sus fronteras estaban abiertas. Son pocos también los que creen que mañana ya se podrá poner en marcha. Para los que prefieren creerlo, un viejo refrán chino según el cual es mejor llevar a cabo las negociaciones que no hacerlo tiene un sentido profundo, pero irracional.

Por eso, conforme a las reglas del juego en la bolsa, no es importante el efecto económico final sino la capitalización. Cualquier discusión del tema de negociaciones con Rusia sólo incrementa el coste de las acciones del equipo de Ivanishvili.
Pero parece que Moscú sólo echó un vistazo a la mano tendida y se volvió de espaldas. Varios días antes de la declaración de Lavrov hecha el pasado 9 de diciembre, los opositores a Ivanishvili no pudieron reprimir la alegría maliciosa. Su equipo ya tuvo que renunciar a los planes de construcción de la vía férrea que debía pasar a través de Abjasia hasta Armenia.

Esto puso a Tbilisi al borde de un serio conflicto con Bakú. Diez dias antes de la reunión de Putin con personal de confianza, el ministro ruso de Exteriores, Seguei Lavrov pidió a Tbilisi a “renunciar a la retórica antirrusa”, al afirmar que sólo esto contribuirá a la normalización de las relaciones económicas y comerciales entre los dos países. Debido a esto, las autoridades georgianos tuvieron que inventar los motivos de su benevolencia respecto a quienes no observan de manera clara la mano tendida.
No hay opciones
A juzgar por todo, Moscú, en realidad, buscaba la respuesta a la pregunta: ¿para qué necesita normalizar las relaciones con Tbilisi? Pero no logró encontrarla. Las posibilidades de que durante el gobierno de Ivanishvili, Georgia renuncie voluntariamente a Abjasia, Osetia del Sur y la OTAN son equiparables con las que había en la época del gobierno de Saakashvili.

Además, la ruptura de relaciones con Tbilisi permitía, al menos, no discutir el tema de intervención militar. En caso de la normalización de relaciones, estas condiciones inevitablemente están presentes en la agenda de las negociaciones, lo que será un éxito para Tbilisi, a diferencia de Moscú.
Así las cosas, Moscú no esperaba nada, como trataron de convencer los activistas georgianos a sus partidarios dispuestos a desilusionarse. No tenía qué esperar sino como si calculara cuánto más es posible dar largas y cómo reaccionar a las propuestas de Tbilisi, cuando ya será inapropiado dar largas.
O cuando esto puede afectar el equipo de Ivanishvili que, a pesar de todo, es más importante para Moscú que el equipo de Saakashvili. Al menos, porque es posible hablar con éste.

Pero parece que no habrá temas a abordar. No hay otra opción. Las declaraciones de Lavrov son un modo no vinculante de no perjudicar la reputación tanto de Moscú como de Tbilisi. El propio encuentro de los representantes de Rusia y Georgia anunciado por Lavrov pone en evidencia que las relaciones entre los dos países están normalizándose. Las partes no pueden ofrecer nada más una a otra y no esperan mucho.
http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20121213/155870240.html
 

Sebastian

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Luz al final del túnel
24 de diciembre de 2012 Ígor Gvritishvili, para Rusia Hoy
Las relaciones diplomáticas entre los dos países se rompieron tras la guerra de 2008. La cuestión del estatus de Abjazia y Osetia del Sur sigue siendo uno de los principales escollos. Aunque tras las legislativas georgianas se han producido acercamientos a nivel diplomático.
Hace poco, en Ginebra, tuvo lugar un acontecimiento significativo en las relaciones ruso-georgianas, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Grigori Karasin y el enviado especial del primer ministro de Georgia para relaciones con la Federación Rusa, Eduard Abashidze, tuvieron un encuentro. Ha sido el primer contacto directo entre representantes oficiales de Moscú y Tiflis en los últimos cuatro años.

En el encuentro las dos partes discutieron cuestiones exclusivamente bilaterales, y no trataron el tema de Abjazia y Osetia del Sur. Tal y como recalcó la víspera del encuentro Grigori Karasin, "no tenemos intención de discutir la cuestión de las relaciones con Abjazia y Osetia del Sur sin la participación de los abjazos y los osetios".
Karasin señaló que el encuentro se desarrolló “en clave práctica y constructiva”. “Nos pusimos de acuerdo para continuar el diálogo en las mismas condiciones de forma regular”, declaró el alto funcionario ruso.
¿Sobre qué pueden ponerse de acuerdo Rusia y Georgia? ¿Qué concesiones mutuas están dispuestos a hacer los países vecinos?

Hay demasiados escollos en el camino para un diálogo constructivo entre los dos países a consecuencia de la guerra de agosto de 2008, como resultado de la cual Rusia reconoció la independencia de Abjazia y Osetia del Sur. Entonces Georgia rompió relaciones diplomáticas con su vecino del norte y reconoció legalmente a sus antiguas autonomías como territorios ocupados.
Rusia está interesada en que Georgia retire la ley “sobre la ocupación”, que reconozca a las partes del conflicto y detenga su política en contra del reconocimiento de estas repúblicas.

Además de esto, a Moscú le gustaría que Tiflis abandonara su apoyo a los refugiados en la ONU y en otras organizaciones internacionales, en pocas palabras, que diera pasos concretos para demostrar que la “guerra” con Rusia ha terminado.
La realidad es que en diferentes países se están aprobando resoluciones en apoyo de Georgia reconociendo la ocupación. Georgia lleva a cabo una guerra en todos los foros internacionales para impedir que Rusia establezca la “independencia” de Abjazia y Osetia del Sur. Realiza numerosas consultas, visitas y reuniones con este fin.

Además, Rusia insiste en que Georgia debería detener su integración en la OTAN y en la Unión Europea. Lo cierto es que parece prácticamente imposible alcanzar un acuerdo que en estos ámbitos.

Lo más probable es que Georgia acceda tan solo a una rebajar su retórica antirrusa, a reanudar la emisión de los canales rusos de televisión en el territorio nacional, a la liberación de los ciudadanos rusos arrestados (incluidos aquellos acusados de espionaje) y a restablecer las comunicaciones por avión.
¿Qué es lo que puede obtener Georgia a cambio? Me parece que Moscú tan solo aceptará dar los siguientes pasos: la anulación o una sensible reducción del visado para los ciudadanos de Georgia, asumir la obligación de no utilizar la fuerza contra Georgia, frenar la política de reconocimiento de Abjazia y Osetia del Sur y el restablecimiento de las relaciones económicas y comerciales.
Además de esto hay otras cuestiones que se podrían solucionar con voluntad política. Por ejemplo, en Georgia no hay misiones de la OSCE ni y de la ONU porque Rusia ha utilizado su derecho a veto.

La reanudación de estas misiones es perfectamente posible. Georgia también puede exigir que se abra la línea Transcaucásica (Transkam). Sin embargo surge la pregunta: ¿Acaso sería esto posible sin haber llegado a un acuerdo sobre el estatus de Abjazia y Osetia del Sur?
Desde mi punto de vista, a pesar de todo esto el diálogo es posible. A pesar de haber diferencias fundamentales sobre las cuestiones relacionadas con los territorios en litigio, se puede perfectamente iniciar el diálogo con Rusia, y con Tsjinval y Sujumi, y dar pasos concretos dirigidos a mejorar las relaciones bilaterales.

Esto solo podría suceder si Rusia y Georgia reconocen que no pueden llegar a un acuerdo sobre el estatus de Abjazia y Osetia del Sur y dejan de entorpecerse el uno al otro con temas relacionados con este problema.
Después de esto se podría llegar a un acuerdo para que ninguna discusión relacionada con el estatus de los territorios en litigio influyera en las relaciones entre los dos pueblos. Este enfoque debería ser el punto de partida en las relaciones entre los nuevos gobiernos de Georgia y Rusia.
¿Se solucionará este conflicto? No. Pero estos pasos permitirán convertir el conflicto en irrelevante.
Ahora mismo lo más importante es hacer un análisis sobrio y correcto de los fallos y los errores de cálculo en las relaciones bilaterales, renunciar a los reproches mutuos y comenzar a establecer un diálogo constructivo que, sin duda, están dispuestos a apoyar no solo los socios occidentales de Georgia y los aliados de Rusia, sino los pueblos de los dos países.
Igor Gvritishvili es politólogo, miembro de la dirección del movimiento social ruso "En nombre de Georgia".
http://rusiahoy.com/articles/2012/12/24/luz_al_final_del_tunel_23431.html
 

Sebastian

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Georgia espera recuperar la soberanía sobre Osetia del Sur y Abjasia

El primer ministro de Georgia, Bidzina Ivanishvili, ofreció el pasado 5 de febrero una amplia rueda de prensa con motivo de la celebración de los 100 días desde su nombramiento para el cargo.

Tras calificar como logro principal que “ha llegado a su fin la época de las mentiras creada por el presidente del país Mijail Saakashvili y sus partidarios”, Ivanishvili pidió aceptar la realidad y soportar a Saakashvili hasta el otoño próximo.

No se ha logrado iniciar el proceso de incapacitación presidencial, según preveían inicialmente los partidarios de Ivanishvili, y Mijail Saakashvili ocupará el sillón presidencial hasta el próximo mes de octubre.

Ivanishvili pidió también un poco de paciencia a los ciudadanos respecto a la ‘devolución' de los territorios por Rusia que anteriormente pertenecían a Georgia. El primer ministro dijo que entendía perfectamente que este proceso “llevaría tiempo”.
Además, Ivanishvili advirtió a los ciudadanos de Georgia de que no depositen grandes esperanzas en la reanudación de los suministros de vinos georgianos al mercado ruso, porque “esto tampoco será fácil”.

Por otro lado, Ivanishvili volvió a confirmar que iba a continuar orientándose al espacio euroatlántico en la política exterior.
Al fin y al cabo, por primera vez en la novísima historia de Georgia, el Gobierno y su jefe decidieron no asistir al discurso del presidente del país, Mijail Saakashvili, ante el Parlamento, programado para el 8 de febrero. “¿Va a decir algo nuevo?”, preguntó Ivanishvili a los periodistas.

Ivanishvili no se enfoca al electorado
El primer ministro georgiano anunció los resultados conseguidos durante los primeros 100 días pasados desde su nombramiento para este cargo. “Logramos reducir un 21% las tarifas de energía eléctrica; y un 10%, los precios de combustible. Las tarifas de gas se reducirán un 10% desde febrero y planeamos reducirlas aún más. Además, logramos reducir considerablemente, del 30% al 50%, los precios de fármacos”, según dijo el primer ministro citado por un corresponsal de Trend.az.

Mientras, según los expertos georgianos, la reducción de un 10% de los precios de la gasolina es un poco exagerada. El precio de gasolina bajó desde 2,05 de lari (aproximadamente un euro) en varios céntimos y sólo en las gasolineras de la mayor petrolera privada de Rusia, Lukoil. Según los expertos, esta reducción se debe al hecho de que Lukoil ha ganado el concurso de adjudicación de contrato de suministro de gasolina por pedidos del Gobierno.
Mientras, nadie ha notado la bajada de los precios de medicamentos. Y los precios de la energía eléctrica se redujeron sólo para los que gastan menos de 300 kilovatios al mes, pero no hay muchas personas así, porque los equipos de calentamiento que usan en invierno los georgianos suelen ser eléctricos.
La reducción de las tarifas del gas en un 10% en comparación con las promesas electorales de bajar el precio de este hidrocarburo al menos a la mitad es una concesión hecha a los electores.

Pero parece que no es necesario hacer tales concesiones y las autoridades lo entienden perfectamente. Al dar promesas, Ivanishvili no arriesgaba nada y no lo arriesga ahora.

Georgia necesita a un mago
Ivanishvili puede seguir sin cambiar su imagen enigmática que tenía cuando apareció inesperadamente en la arena política de Georgia.
En su informe Bidzina Ivanishvili declaró, entre otras cosas, que suspendía el trámite legal de la renuncia a la ciudadanía francesa. La legislación georgiana prohíbe al primer ministro del país tener la doble ciudadanía, por eso Ivanishvili inició los respectivos trámites para ocupar este cargo.

Ahora Ivanishvili declaró que no iba a consentir los caprichos de las autoridades anteriores. Del mismo modo, Ivanishvili declaró en la antesala de las elecciones parlamentarias que permanecería en la política dos años, después de los cuales abandonaría su puesto. Pero al ganar las elecciones y ocupar el cargo del primer ministro cambió de opinión, lo que hizo sonreír incluso a sus partidarios.

Hay muchos motivos serios para acusar a Saakashvili, pero no se le puede reprochar de la carencia de una postura clara y de falta del deseo de defenderla. Es evidente que el mandatario georgiano perseguía el objetivo de quedar inscrito en la historia. Las personas que no son vanidosas prefieren estar aparte de los juegos políticos.

Se pudo odiarle, lo que hacía una mitad de los georgianos, pero las iniciativas del presidente le hicieron ser admirado inicialmente hasta por esta parte de la población. Poca gente le consideraba culpable de orientarse al modelo vertical del poder, sentir desprecio hacia la democracia parlamentaria y estar convencido en que se puede y se debe realizar las reformas pasando por alto las opiniones de estos diputados.

La mayoría estaba cansada, acostumbrada a un confort patriarcal y descontenta de que alguien tratase de poner fin a este confort.
Ivanishvili no se parecía a un político, esto no correspondía al estilo de su victoria. Los políticos georgianos no podían hacer nada con Saakashvili, mientras que Ivanishvili llegó como un mago. Y aquel que puede hacer realidad un milagro no debería meterse en política.
Un político nunca daría la promesa de abandonar su cargo dentro de dos años y pensaría muchas veces antes de renunciar en público a ello. Pero Ivanishvili puede hacerlo todo.

Grandes maniobras
Ivanishvili está por encima de la política y esto es el mejor nicho para los que entienden de eso.
Su intento de restablecer el tramo de la vía férrea entre Rusia y Georgia que debía pasar a través de Abjasia hasta Armenia pudo causar risa. Pero para Ivanishvili esto fue sólo un signo de reconciliación. No se ve obligado a saber que el proceso de construcción de una vía férrea no sólo prevé la colocación de traviesas y carriles sino que forma parte de la infraestructura estratégica de toda la región del Cáucaso.
Si Armenia sueña con construir tal vía férrea, Azerbaiyán que tradicionalmente fue el principal aliado de Tbilisi en esta región, se pronuncia en contra de esto.

Pero Ivanishvili no debe observar las reglas del decoro diplomático. En la antesala de su visita a Armenia, el primer ministro georgiano destaca la importancia de la integridad territorial de Azerbaiyán. Al confirmar que sigue fiel al rumbo euroatlántico en la política exterior durante su visita a Ereván, Ivanishvili siente envidia por el desarrollo de estrechas relaciones entre Rusia y Armenia involucrada en la Unión Aduanera.

Los partidarios de Ivanishvili califican su conducta de ‘maniobras’. Pero el propio primer ministro lo pasa por alto. Sus partidarios no tienen otro remedio que apoyarle. Hay sólo dos opciones: él o Saakashvili. Así las cosas, Ivanishvili vuelve a ganar.

El líder del partido derechista Nuestra Georgia: Demócratas Libres, Irakli Alasania, fue nombrado para el cargo de ministro de Defensa en el Gobierno de Ivanishvili el. Hasta hace poco ocupaba también el cargo de viceprimer ministro.

Alasania pudo soportar muchas extravagancias de Ivanishvili, pero la idea de nombrar el presidente en el Parlamento no le gustó tanto, así que lo declaró en público. Además, Ivanishvili ya conoce el nombre de este presidente y este nombre no es Alasania. Y no ocupa más el cargo de viceprimer ministro.
Pero no ha estallado ningún escándalo. Alasania que no tiene a dónde ir no se ofende. Es un asunto común y corriente.
A juzgar por todo, Ivanishvili bien podría continuar comportándose de ese modo hasta el octubre. A día de hoy, es difícil imaginar qué podría salvar del colapso al equipo de Saakashvili cuyo nivel de aceptación sigue bajando.

Pero tras el próximo mes de octubre, Ivanishvili también debería cambiar de conducta y entregarse a la política. Pero es poco probable que para aquel momento el primer ministro adquiera en este ámbito más experiencia que hoy.

Antes de las elecciones, el propio Ivanishvili pronosticaba que la coalición opositora de Georgia no estaría unida durante mucho tiempo. Según muestra la experiencia, la escisión en el seno de los triunfadores abre una nueva combustión interna de las autoridades de Georgia.

Y el triunfo sobre Saakashvili puede tener consecuencias negativas para Ivanishvili. Georgia puede dejar de temer elegir entre Saakashvili e Ivanishvili y descubrir que el último no es un mago y ni siquiera un buen primer ministro, porque el precio de la gasolina puede quedarse a nivel de un euro. Así es el mercado.
Y no se puede descartar que Ivanishvili tenga que recordar su promesa de abandonar la arena política dentro de dos años.
http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20130208/156355054.html
 

Sebastian

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Georgia y Rusia deben superar el pasado y mirar al futuro​

Georgia parece estar entrando en la fase final de un proceso de cambios.
En las próximas semanas quedará claro si el presidente Mijail Saakashvili, quien ocupará el sillón presidencial hasta el próximo mes de octubre, está dispuesto a hacer frente al Gobierno de Bidzina Ivanishvili.

El país se encuentra en la situación de dualidad del poder, ya que el presidente retiene amplias atribuciones. Por ejemplo, puede disolver el Gobierno y proclamar nuevas elecciones parlamentarias. Pero tiene un lapso de tiempo muy breve para hacerlo -en abril- porque no puede llevarlo a cabo según la Constitución ni medio año antes y ni un año después de las elecciones.

Así que le quedan unos cuantos días entre los comicios parlamentarios y los presidenciales para ejecutar esa jugada. Muchos creen que en el caso de haber nuevas elecciones la representación del partido del presidente se reducirá todavía más, pero la ley le permite nombrar un gobierno temporal mientras tanto: así podría tal vez lograr un golpe de efecto que cambiase la tendencia electoral. Para evitarlo, el primer ministro se propone modificar la ley fundamental, por lo cual en estos últimos días Georgia está sometida a una creciente confrontación.

Las protestas de la oposición estarán dirigidas no tanto a llamar la atención de los ciudadanos como a formar la opinión pública en Occidente, donde Saakashvili cuenta con muchos partidarios. Para este fin les servirá como argumento seguro la acusación, según la cual sus adversarios se acercan a Rusia y se alejan de la opción euroatlántica.

La ola de optimismo que se percibía por de las elecciones de octubre, no se ha esfumado. Todavía se nota el alivio por la derrota de Saakashvili. El decisivo y cruel experimento para transformar la sociedad y su conciencia nacional que el equipo de los reformadores georgianos estuvo realizando desde 2003 obtuvo el apoyo de la mayor parte de la población. Algunos ven en Saakashvili un intento de modernización. Pero en todo caso Georgia mostró una vez más que es imposible imponer la felicidad por la fuerza.

Una de las causas de la derrota del equipo de Saakashvili es su incapacidad de construir cualquier tipo de relaciones con Rusia. Y en cierta medida el apoyo expresado por la población a Ivanishvili y su Sueño Georgiano se debe a que prometió sacar de la vía muerta los contactos con Moscú. Por ahora es bastante fácil avanzar. Las propias medidas para el desmontaje del sistema construido en los años de Mijaíl Saakashvili son en realidad pasos que llevan más cerca de Moscú. Y el nuevo Gobierno no repara en darlos para afianzar sus propias posiciones: el viejo modelo consistía en oponerse a Moscú conceptual y políticamente.

En el Kremlin y en el ministerio de Asuntos Exteriores ya se han convencido de que Ivanishvili no es un personaje secundario al quien las anteriores autoridades logren vencer y desplazar pronto. Moscú ha empezado a hacer gestos. Primero se celebró el encuentro entre el comisionado del primer ministro de Georgia para la normalización de relaciones con Rusia, Zurab Abashidze, con el vicecanciller ruso, Grigori Karasin. Luego en Davos se dieron un apretón de manos los primeros ministros de los dos países. El presidente ruso recibió al patriarca georgiano, iniciaron las negociaciones sobre el regreso del vino y agua mineral de Georgia al mercado ruso.

Una tras otra nacen iniciativas a diferentes niveles y se mantienen encuentros entre periodistas y expertos. La semana pasada fue presentado en Tbilisi un informe sobre las posibles salidas de esa vía muerta política, un texto preparado por los investigadores de la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO) que despertó un interés enorme.

El documento fue duramente criticado, como era predecible, y hasta hubo manifestaciones en el lugar de la reunión. Pero todos reconocieron que es el primer intento por parte de Moscú de ofrecer un programa positivo en muchos años. La historia de las relaciones entre Rusia y Georgia en el periodo postsoviético es más rica en conflictos y pasos sin vuela atrás que en gestos amistosos.

Para Rusia la actual fase de normalización también es relativamente fácil. Consiste en reducir las restricciones de entrada y salida y manifestar más disponibilidad para el trabajo pendiente. Pero luego habrá que elaborar una táctica mucho más complicada y aprovechar esta situación favorable con cuidado.

Rusia a menudo olvida que, debido a la diferencia de peso y tamaño con los países vecinos, cualquier idea, aunque sea expresada de paso, tiene una repercusión muy grande en los países adyacentes, se discute allí durante semanas o hasta meses. Cuando Rusia mencionó que ahora es posible discutir el regreso de Tbilisi a la Comunidad de Estados Independientes (CEI), esto provocó toda una tormenta y fue utilizado contra el Gobierno.

En la conciencia política georgiana hay barreras insuperables por ahora, por muy prometedoras que sean las perspectivas. Es el caso del reconocimiento del estatus de Abjasia y Osetia del Sur fuera de la jurisdicción georgiana y asunto de la “opción europea”. Nadie espera un progreso en el futuro próximo tratándose de conflictos relacionados con la soberanía, pues son los más complicados en las relaciones internacionales. Rusia tampoco va a ceder y negarse al reconocimiento de ambos Estados nuevos. Esto haría daño irreparable al prestigio del país y perjudicaría a todo el Cáucaso Norte.

La mayoría de los interlocutores georgianos se da cuenta de que Georgia no tiene ninguna oportunidad de entrar en la OTAN o en la Unión Europea. Pero Georgia no ve otras metas en su desarrollo que no tengan que ver con la integración en la comunidad occidental. La opción rusa no puede considerarse ahora: no hay confianza ni entusiasmo. Moscú no puede ofrecer ahora nada tan atractivo como la idea europea, aunque es cierto que la UE está atravesando un difícil periodo de revisión de su propia identidad.

Es evidente que Georgia sobrevalora su propia importancia para Rusia. Pero en Rusia son bastantes los políticos y ciudadanos de a pie quienes preguntan si tiene sentido intentar arreglar las relaciones con Georgia. ¿Para qué? El tema de la OTAN no es relevante ya. Tampoco figura en la agenda de hoy una política hostil en el Cáucaso del Norte. Tbilisi no controla sus antiguas autonomías. No se vislumbran perspectivas de una unión estrecha y no hay intereses que justifiquen tantos esfuerzos.

Pase lo que pase en el ámbito de las relaciones políticas, Rusia y Georgia tienen mucho en común en su historia y su cultura. En el mundo actual de integración superficial no se pueden menospreciar estos ‘activos’. Porque no hay líderes para siempre y nadie puede decir qué pasará en el futuro.

*Fiodor Lukiánov, es director de la revista Rusia en la política global, una prestigiosa publicación rusa que difunde opiniones de expertos sobre la política exterior de Rusia y el desarrollo global. Es autor de comentarios sobre temas internacionales de actualidad y colabora con varios medios noticiosos de Estados Unidos, Europa y China. Es miembro del Consejo de Política Exterior y Defensa y del Consejo Presidencial de Derechos Humanos y Sociedad Civil de Rusia. Lukiánov se graduó en la Universidad Estatal de Moscú.
http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20130214/156398929.html
 

Sebastian

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Rusia puede desplegar fuerza de reacción rápida en Abjasia y Osetia del Sur en caso necesario

Rusia puede enviar sus unidades aerotransportadas como fuerza de reacción rápida a Abjasia, Osetia del Sur y países de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en caso necesario, declaró hoy el Comandante de las Tropas Aerotransportadas de Rusia, general Vladímir Shamánov.
"Existen determinadas circunstancias relacionadas con el reconocimiento de Abjasia y Osetia del Sur por parte de Rusia y también tenemos compromisos con nuestros aliados de la OTSC", dijo Shamánov a RIA Novosti.

El miércoles pasado, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigú, encargó estudiar el uso de tropas aerotransportadas como fuerza de reacción rápida "en caso de necesidad creciente de atajar situaciones de crisis".

El general Shamánov también mencionó países como Armenia, Tayikistán y Kirguizistán a donde podrían ser enviadas unidades aerotransportadas rusas como fuerza de reacción rápida.

Comentó que los paracaidistas pueden ser utilizados en situaciones de crisis asimismo en el territorio de Rusia y a este respecto recordó los acontecimientos ocurridos en el Cáucaso del Norte.

En agosto de 2008, el Ejército de Georgia lanzó una ofensiva contra Osetia del Sur. Rusia envió tropas a la región para proteger a los habitantes de la república autoproclamada, muchos de los cuales tienen nacionalidad rusa, y expulsó las tropas georgianas tras cinco días de hostilidades.
Dos semanas después del conflicto, Moscú reconoció a Osetia del Sur y a Abjasia, que ya habían buscado independizarse de Georgia antes de la desintegración de la Unión Soviética. En respuesta, Tbilisi rompió las relaciones diplomáticas con su antiguo socio en la URSS.
http://sp.rian.ru/Defensa/20130301/156521895.html
 

Sebastian

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Rusia y Georgia dan pasos para normalizar las relaciones diplomáticas
8 de marzo de 2013 Informes combinados, Inna Soboleva
En el año 2008, después de que Rusia reconociera la independencia de Abjasia y de Osetia del Sur, Tbilisi rompió las relaciones diplomáticas con Moscú. Ahora, el servicio de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso anuncia que en los últimos meses “ha habido cambios positivos en una serie de aspectos”.
De acuerdo con el comunicado publicado la semana pasada en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, en la reunión celebrada en Praga entre el viceministro ruso, Grigori Karasin, y el representante georgiano del Primer Ministro para las Relaciones con Rusia, Zurab Abashidze, se pudieron constatar los cambios positivos.

El ministerio hizo hincapié en que los contactos entre los dos países se han restablecido recientemente y en que se han celebrado reuniones de alto nivel.
En Moscú, el presidente ruso Vladímir Putin se reunió con el Patriarca de Toda Georgia, Iliá II, mientras que en Davos tuvo lugar un breve encuentro entre el primer ministro Dmitri Medvédev, y el primer ministro de Georgia, Bidzin Ivanishvili. Por otra parte, en Estrasburgo se reunieron los representantes de los círculos parlamentarios de ambos países.

“Todos esos encuentros han creado una atmósfera positiva necesaria para la resolución de problemas prácticos en algunas áreas”, señalaron desde el Ministerio de Exteriores de Rusia.

Los vinos georgianos vuelven a exportarse
Después de la reunión celebrada en Praga, Karasin aseguró que los esfuerzos para restablecer la importación de vino y agua mineral de Georgia a Rusia seguirán su curso.
En la primavera del 2006, el Servicio Federal de Protección de los derechos del Consumidor y de la Salubridad de los productos (Rospotrebnadzor) prohibió la importación de estos productos tras el empeoramiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. La razón oficial fueron las reclamaciones que se hicieron respecto a la calidad.

La reunión celebrada en Praga ha sido el segundo evento de este tipo en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre ambos países. La primera reunión de los Representantes Especiales de Georgia y Rusia se celebró en Ginebra, el pasado día 14 de diciembre de 2012. Las partes acordaron celebrar reuniones cada dos meses.​

A finales del pasado mes de febrero, un grupo de expertos del Rospotrebnadzor visitó Georgia para estudiar las condiciones necesarias para la reanudación de las exportaciones.
“Todo esto transcurrió en un contexto de reiteradas explosiones de ira por parte de Saakashvili, presidente de Georgia. Sin embargo esto no impidió que, al final, el viaje tuviera un efecto positivo y permitiera continuar con la exportación de vino y agua georgianos al mercado ruso. Esta labor seguirá adelante”, declaró Karasin.

Vuelos directos entre los dos países
En la reunión entre los diplomáticos, también se discutió la posibilidad de reanudar los vuelos directos. “Hablamos sobre cuestiones de transporte terrestre y aéreo, en particular en lo referente a la posibilidad de dar un carácter regular al transporte aéreo”, comunica el informe del Ministerio de Asuntos Exteriores. “Con gran satisfacción se constata que se ha llegado a un acuerdo respecto a la renovación del funcionamiento del puesto fronterizo Verjni Lars (Rusia) – Kazbegui (Georgia) en régimen intensivo.”

Suavizar el régimen de visados
Además, según Karasin, Rusia podría suavizar el régimen de visados introducido en el año 2000. “La parte georgiana está interesada. Nosotros constatamos que, como es natural, el régimen de visados es bastante estricto entre aquellos países con los que no mantenemos relaciones diplomáticas. Sin embargo, en los últimos años se han ampliado las posibilidades de visitar Rusia para determinados ciudadanos de Georgia. Nos plantearemos la posibilidad de aprovechar las oportunidades que vayan surgiendo para suavizar aún más el presente proceso. Esos son los deberes que nosotros tenemos que hacer a nivel interinstitucional”, comunicó Karasin.

Participación de los atletas georgianos en los Juegos Olímpicos de Sochi
Según informó el ministerio, los altos funcionarios acordaron que serán los respectivos Comités Olímpicos Nacionales los que discutan punto por punto, junto con otros asuntos relevantes, los temas relacionados con los Juegos Olímpicos.

“En general, la reunión ha sido constructiva y hemos logrado avanzar en una serie de problemas prácticos”, se subrayó desde el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso. “Se acordó que la próxima reunión se celebrará a finales de mayo o en junio del año en curso”, informaron.
Tbilisi rompió las relaciones diplomáticas con Rusia después de que Moscú reconociera la independencia de Abjazia y de Osetia del Sur en agosto de 2008. Los representantes del nuevo gobierno georgiano, que llegaron al poder tras las elecciones parlamentarias el pasado 1 de octubre, han señalado que la normalización de las relaciones diplomáticas con la Federación Rusa es una de las principales prioridades de la política exterior del país.
Para redactar este artículo se han utilizado materiales publicados por RIA Nvosti y Vzgliad.
http://rusiahoy.com/internacional/2...a_normalizar_las_relaciones_diplom_25589.html
 

Sebastian

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Georgia abre una investigación sobre la guerra de 2008 con Rusia​

1/04/2013, 8:53 EFE
"El Tribunal de la Haya nos exige que establezcamos si se cometieron crímenes de guerra", precisó

Con este fin, agregó Kbilashvili, la Fiscalía General ha creado un grupo especial que "investigará de manera objetiva las circunstancias de la guerra con Rusia".

"No excluyo que habrá que interrogar al presidente Mijaíl Saakashvili", señaló el fiscal general, que resaltó que según las leyes georgianas cualquier ciudadano puede ser interrogado.

A fines de 2008, una comisión investigadora del Parlamento georgiano, ante la que compareció Saakashvili, estableció que Georgia no estaba preparada para la guerra, pero achacó toda la responsabilidad de ésta a Rusia, a la que acusó de "agresión".

Tras la guerra ruso-georgiana, que duró cinco días y concluyó con la derrota de Georgia, Moscú reconoció las independencias de Osetia del Sur y Abjasia, dos regiones separatistas en la frontera con Rusia.

El anuncio de hoy de la Fiscalía General georgiana coincide con un notoria mejora de las relaciones entre Rusia y Georgia, que comenzó después de que el partido de Saakashvili perdiera las elecciones legislativas de octubre pasado, tras lo que fue nombrado primer ministro Bidzina Ivanishvili.

Ivanishvili, quien labró su fortuna en Rusia, por lo que es acusado por Saakashvili de ser un agente ruso, aboga por normalizar las relaciones con Moscú, primero en el ámbito económico, cultural y humanitario, y sólo después en el terreno político.

El Gobierno de Tiflis ha insistido en que la reanudación de las relaciones diplomáticas con el vecino del norte pasa necesariamente por que Rusia retire sus embajadas de Osetia del Sur Abjasia.
http://rusiahoy.com/noticias/2013/0..._sobre_la_guerra_de_2008_con_rusia_26353.html
 

Sebastian

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Moscú califica de infundada la inquietud de Georgia por los ejercicios sorpresa rusos

Las declaraciones de Georgia de que los ejercicios militares rusos en el mar Negro presentaron amenaza a la estabilidad regional son infundadas y concuerdan mal con sus afirmaciones sobre la aspiración a normalizar relaciones con Rusia, declaró hoy el portavoz de la cancillería rusa Alexandr Lukashévich.

“No es la primera vez que la parte georgiana recurre a la táctica de exagerar la amenaza rusa con el fin de encubrir su propia política de confrontación. Basta con recordar el ruido levantado en torno a las maniobras rusas del año pasado (…). La inclinación de Tbilisi a recurrir a tales trucos propagandísticos concuerda mal con sus aseveraciones de que quiere normalizar relaciones con Rusia”, dijo.

Señaló que el carácter artificial de las preocupaciones de Tbilisi salta a la vista en medio de una reacción completamente normal por parte del resto de la comunidad mundial.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dio la orden de realizar ejercicios a gran escala en el mar Negro el jueves de la semana pasada mientras regresaba de la cumbre del BRICS en Sudáfrica.

Los ejercicios contaron con la participación de unos siete mil efectivos, incluidas unidades de despliegue rápido, aerotransportadas y de misiones especiales; 250 vehículos blindados, más de 20 aviones y helicópteros de combate y unos 30 buques de guerra de diversos tipos.

Ese simulacro “sorpresa” fue realizado por las Fuerzas Armadas de Rusia en una región donde dentro menos de un año se desarrollarán los Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad rusa de Sochi. La seguridad de ese evento deportivo fue planteada como tarea prioritaria para las fuerzas del orden público y las Fuerzas Armadas de Rusia.
http://sp.rian.ru/international/20130401/156752908.html
 

Sebastian

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Primer ministro de Georgia cuestiona la actuación de Tbilisi en el conflicto con Rusia en 2008

Las autoridades georgianas actuaron de una manera improcedente al iniciar una operación militar en Osetia del Sur en agosto de 2008, considera el actual primer ministro de Georgia, Bidzina Ivanishvili.
“Me parece incorrecto el hecho de que las operaciones militares comenzaron antes de que las tropas rusas cruzaran la frontera. Lo que tenía que hacer nuestro
Gobierno era llamar a observadores internacionales y evacuar a la población de localidades fronterizas”, dijo Ivanishvili.
En su opinión, hasta ahora muchas incógnitas rodean el origen del conflicto.

“El asunto de la guerra de agosto (de 2008) es turbio, pero su investigación no perjudicará la imagen de Georgia, ni el del Gobierno anterior”, aseguró el jefe del Ejecutivo.
Ivanishvili cree que así, Tbilisi habría logrado prevenir la guerra con Rusia.
El primer ministro georgiano tampoco ve inconveniente interrogar del actual presidente Mijaíl Saakashvili en relación a los acontecimientos del agosto de 2008.

Según él, ese interrogatorio no supone una falta de respeto.
Anteriormente, el ministro de Justicia del país caucásico, Tea Zulukiani, declaró que Saakashvili puede ser interrogado en el marco de la investigación del conflicto armado que estalló entre Tbilisi y Moscú en verano de 2008.

Zulukiani está convencido de que Georgia puede aclarar el asunto sin la ayuda de organismos internacionales.
“Nuestro problema lo hemos de resolver nosotros mismos. Es mi tarea y la del fiscal investigar la guerra del 2008”, manifestó.
Las tropas georgianas atacaron el 8 de agosto de 2008 a Osetia del Sur y destruyeron una parte de su capital, Tsjinval. Rusia envió tropas a la región para proteger a los habitantes de la república autoproclamada, muchos de los cuales tienen nacionalidad rusa, y expulsó las tropas georgianas tras cinco días de hostilidades.

os semanas después del conflicto, Moscú reconoció a Osetia del Sur y a Abjasia, que habían buscado independizarse de Georgia ya antes de la desintegración de la Unión Soviética. En respuesta, Tbilisi rompió relaciones diplomáticas con Moscú.
http://sp.rian.ru/international/20130410/156823384.html
 

Sebastian

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Fiscalía General de Georgia crea una comisión para investigar la guerra de 2008

La Fiscalía General de Georgia creó una comisión para investigar el conflicto armado de agosto de 2008 en Osetia del Sur, declaró hoy el fiscal general, Archil Kbilashvili.

"Ningún funcionario público que debe ser indagado esquivará el interrogatorio durante la investigación", dijo Kbilashvili en rueda de prensa.

El miércoles pasado, el primer ministro de Georgia, Bidzina Ivanishvili, comentó que las autoridades georgianas actuaron de una manera improcedente en agosto de 2008 y admitió que el actual presidente Mijaíl Saakashvili también podía ser interrogado en el marco de la investigación.

Después de las elecciones legislativas del 1 de octubre de 2012, el Movimiento Unido Nacional encabezado por Saakashvili perdió las posiciones del partido gobernante y pasó a la oposición mientras que la coalición Sueño Georgiano de Ivanishvili se adjudicó el triunfo electoral.

En agosto de 2008, Georgia lanzó una ofensiva contra Osetia del Sur. Rusia envió tropas a la región para proteger a los habitantes de la república autoproclamada, muchos de los cuales tienen nacionalidad rusa, y expulsó las tropas georgianas tras cinco días de hostilidades.

Dos semanas después, Moscú reconoció a Osetia del Sur y a Abjasia que habían buscado independizarse de Georgia ya antes de la desintegración de la Unión Soviética. En respuesta, Tbilisi rompió las relaciones diplomáticas con Moscú.
http://sp.rian.ru/international/20130411/156831857.html
 

Sebastian

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Medvédev endosa a Saakashvili la responsabilidad por la guerra ruso-georgiana

4/08/2013, 15:40 EFE
El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, endosó hoy al presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, toda la responsabilidad por la guerra ruso-georgiana en vísperas del quinto aniversario del estallido del conflicto, que se recuerda el próximo día 8.

La guerra, que tuvo una duración de cinco días y terminó con la victoria de las armas rusas, fue "error de determinados dirigentes del país (Georgia) que degeneró en un crimen", dijo Medvédev en una entrevista al canal de televisión ruso RT, que emite en varios idiomas.

Así calificó el jefe del Gobierno ruso, que al momento del estallido del conflicto ejercía la jefatura del Kremlin, la irrupción de las tropas georgianas en la región separatista de Osetia del Sur ordenada por Saakashvili.

Agregó que no fue una guerra "entre los países y menos aún entre los pueblos de Rusia y Georgia, sino una operación para imponer la paz que tenía fines absolutamente locales".

Medvédev insistió en que las acciones de las tropas rusas, que llegaron a estar a tiro de cañón de Tiflis cuando se firmó el acuerdo de alto el fuego, tenían como único fin defender a la población civil y a los militares rusos que encontraban en Osetia del Sur.

Fuentes rusas indicaron que en los cinco días de conflicto, que Moscú siempre llamó "operación para imponer la paz", el ejército georgiano sufrió unas 3.000 bajas mortales, casi diez veces más de las admitidas por Georgia.

Según el Ministerio de Defensa de Rusia, un total de 64 efectivos rusos murieron en el conflicto, cifra que Georgia elevó a más de 400.

En la entrevista de hoy, Medvédev salió al paso de las denuncias de Saakashvili de que el objetivo de Rusia en la guerra de 2008, además de anexionar Osetia del Sur y Abjasia, otra región separatista georgiana, era apartarle poder e incluso eliminarlo físicamente.

"Como comandante supremo nunca ordené (a las tropas) entrar en Tiflis, cambiar allí el régimen político y ajusticiar a Saakashvili", dijo el primer ministro.

Recalcó que él mismo tomó las decisiones militares en su condición de jefe del Estado y recordó que Vladímir Putin, el actual presidente ruso y jefe del Gobierno a la sazón, se hallaba en China cuando estalló el conflicto.

"No combatimos con Georgia. Necesitábamos defender los intereses de Rusia. Su destino personal (de Saakashvili) nunca me interesó. Siempre partí de la base de que su suerte la determinaría el pueblo georgiano", subrayó Medvédev.

Destacó, en ese sentido, que Georgia ya emitió su veredicto: el partido de Saakashvili, el Movimiento Nacional Unificado, sufrió una derrota aplastante en las elecciones parlamentarias celebradas el año pasado, las primeras desde 2008.

Después de la guerra, Rusia reconoció las independencias de las de Osetia del Sur y Abjasia, que se habían escindido de facto de Georgia a comienzos de la pasada década de los 90 tras sendos conflictos armados.

Georgia, a su vez, rompió relaciones diplomáticas con Rusia y abandonó la postsoviética Comunidad de Estados Independientes.

"Estamos dispuesto a restablecerlas (las relaciones diplomáticas) con algunas condiciones, que son sencillas: reconocer lo que ocurrió", dijo Medvédev, en alusión a que Georgia debe admitir que atacó a Osetia del Sur y, con lo mismo, desencadenó la guerra.

El primer ministro ruso se mostró convencido de que Rusia y Georgia superarán la "página más triste" de sus relaciones y que ésta "quedará en el pasado con la desaparición de la arena política de Saakashvili y otras personas involucradas en la toma de la decisión criminal" de atacar Osetia del Sur.

Destacó que las nuevas autoridades de Georgia tienen una posición más pragmática, lo que ayudará al restablecimiento de los nexos entre ambos países.

Medvédev aludía al Gobierno que encabeza el primer ministro Bidzina Ivanishvili, que en virtud de una reforma a la Constitución de Georgia se supedita exclusivamente al Parlamento.

La modificación constitucional, que entró en vigor el año pasado, dejó prácticamente sin atribuciones al presidente de Georgia, cargo que Saakashili debe abandonar en octubre de este año.

A la pregunta de si cree posible la reunificación de Osetia del Sur, Abjasia y Georgia, el primer ministro ruso contestó que ello dependerá de la voluntad de sus pueblos.

"Quisiéramos que vivan en paz. Sus relaciones son asunto de ellos y no vamos a influir en esos procesos. Pero nosotros, desde luego, vamos a defender los intereses nacionales de Rusia", puntualizó.
http://rusiahoy.com/noticias/2013/0...esponsabilidad_por_la_guerra_ruso-_30777.html
 

Sebastian

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Rusia y Georgia recuerdan el quinto aniversario de la guerra de Osetia

8/08/2013, 18:55 EFE
Rusia y Georgia, cada país con su propia lectura, recordaron hoy el quinto aniversario de la guerra que les enfrentó en Osetia del Sur, mientras poco a poco comienzan a restablecer su vínculos económicos.

Rusia le ha achacado al presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, toda la responsabilidad por el estallido del conflicto armado, que tuvo una duración de cinco días y terminó con la victoria de las armas rusas.

"Todo lo que ocurrió en 2008 fue un aventura militar, un error de cálculo político que se convirtió en un crimen de guerra". Con esas palabras el primer ministro ruso, Dmitri Medévdev, definió la actuación de Saakashvili cuando hace un lustro ordenó a sus tropas entrar en la región separatista georgiana de Osetia del Sur.

En una entrevista con el canal de televisión georgiano Rustavi-2, Medvédev, que a la sazón ejercía la jefatura del Estado de Rusia, dijo que la decisión que tomó entonces de intervenir militarmente fue "difícil, pero correcta", y que hoy, en una situación similar, volvería hacerlo.

Según el primer ministro, no fue una guerra "entre los países y menos aún entre los pueblos de Rusia y Georgia, sino una operación para imponer la paz que tenía fines absolutamente locales".

En otras declaraciones previas a la efeméride, Medvédev insistió en que las acciones de las tropas rusas, que llegaron a estar a tiro de cañón de Tiflis cuando se firmó el acuerdo de alto el fuego, tenían como único fin defender a la población civil y a los militares rusos que había en Osetia del Sur.

Fuentes rusas indicaron que en los cinco días de conflicto el ejército georgiano sufrió unas 3.000 bajas mortales, casi diez veces más de las admitidas por Georgia.

Según el Ministerio ruso de Defensa, 64 efectivos rusos murieron en el conflicto, cifra que Georgia elevó a mas de 400.

En Georgia, mientras, todos coinciden en que el país fue víctima de una agresión, pero importantes sectores, incluida la actual coalición de Gobierno, considera que se cometieron graves errores en al gestión de la crisis previa al estallido de la guerra.

El primer ministro georgiano, Bidzina Ivanishvili, que derrotó a Saakashvili en las elecciones parlamentarias de octubre del año pasado, ha declarado que el nuevo Gobierno ha conseguido grandes progresos en la mejora de las relaciones con Rusia.

"Todo lo que se ha podido lograr en tan poco tiempo en cuanto a las relaciones con Rusia se ha logrado: en particular se han restablecido las relaciones comerciales", indicó el jefe del Gobierno, que cohabitará en el poder con Saakashvili hasta octubre próximo, cuando expira el mandato presidencial.

Según Ivanishvili, muy pronto podría ser restablecida la comunicación aérea regular entre Tiflis y Moscú.

"Debemos restablecer plenamente las relaciones amistosas con Rusia y ese objetivo será alcanzado", indicó el primer ministro georgiano en declaraciones a un radio local.

Saakashvili, en cambio, opina que es imposible llegar a acuerdos con los actuales gobernantes rusos y que es una "ingenuidad" creer que se puede "coexistir pacíficamente" con ellos.

"Aquellos que en el quinto aniversario de la guerra dicen que Georgia tuvo la culpa no hacen más que repetir la propaganda del agresor", dijo hoy a la prensa Sakashvili al visitar el cementerio en el que están sepultados los soldados georgianos caídos en el conflicto con Rusia.

Tras la guerra de agosto de 2008, Rusia reconoció las independencias de Osetia del Sur y Abjasia, otra región separatista que al igual que la primera se escindió de facto de Georgia a comienzos de la pasada década de los 90.

En respuesta, Georgia no sólo rompió relaciones diplomáticas con Rusia, sino que abandonó la postsoviética Comunidad de Estados Independientes y potenció su política con vistas a su integración en en OTAN y la Unión Europea.
http://rusiahoy.com/noticias/2013/0...o_aniversario_de_la_guerra_de_oset_30923.html
 
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