Relaciones: Rusia - Georgia

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Lecciones de la guerra entre Rusia y Georgia
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Fiodor Lukiánov

© RIA Novosti.
11:53 08/08/2013
Columna por Fiodor Lukiánov*
Han pasado tan sólo cinco años desde el enfrentamiento armado entre Rusia y Georgia por el control de Osetia del Sur, pero hoy parece que transcurrió mucho más tiempo.

En este periodo, muchas cosas han cambiado, tanto en Georgia como en Rusia, así como en los países que participaron indirectamente en el conflicto.

Empecemos por Georgia, que fue el primer país entre las exrepúblicas soviéticas en entrar en un conflicto armado abierto con Rusia. Un acontecimiento significativo, sin duda alguna. Georgia ha sufrido una transformación política y en otoño pasado vivió un cambio del poder. Aunque la Guerra de los Cinco Días no acarreó el derrumbamiento del entonces presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, como esperaban muchos en Moscú; es cierto que le hizo un gran daño moral y político. El régimen fue cambiando hacia otro menos reformista y más represivo, enfocado exclusivamente a la tarea de mantener el poder. Cuando tres años después apareció un rival fuerte ante Saakashvili, se hizo evidente que el poder era mucho más débil de lo que parecía.

La mayoría gobernante del partido Sueño Georgiano de hoy promete investigar las causas del conflicto armado y aclarar qué papel desempeñó entonces Tbilisi. Ciertos portavoces del gobierno reconocen los graves errores cometidos entonces, pero no cabe esperar que Georgia cambie su visión de esta guerra al 100%. El trauma es muy profundo. Más aun, todavía amenaza con impredecibles consecuencias políticas en caso de que algún líder de ahora intente cambiar la idea, habitual para los ciudadanos georgianos, de que fueron víctimas en este conflicto. Desde este punto de vista, no sería razonable hacerlo, aunque para las relaciones con Rusia significaría una revolución, una evolución en una dirección totalmente nueva.

El nuevo Gobierno tiene bastantes problemas. Según la mayoría de las predicciones, el Sueño Georgiano ganará fácilmente las elecciones presidenciales en octubre, y el partido de Saakashvili, el Movimiento Nacional Unido (MNU), está perdiendo terreno. Sin embargo hay que tener en cuenta que Georgia aun depende mucho de Occidente, y éste ve los intentos del Sueño Georgiano de arreglar la situación interna como una persecución política, aunque esté justificado.

Así que cierta precaución no les haría mal a los partidarios de Ivanishvili. Además, ahora que la gente se siente mucho más relajada sin la presión del régimen anterior, se ponen en evidencia los defectos de la democracia. En Georgia se habla y discute mucho, la vida política bulle, pero apenas se nota actividad constructiva eficaz. Y cuando el poder no tiene en esencia ninguna oposición la situación es peligrosa. Ahora que el MNU está desacreditado, no hay otra fuerza política seria. Y se sabe muy bien que la falta de oposición corrompe al poder. En todo caso, ahora no se vislumbran nuevas aventuras como las de antaño, Georgia ha sacado buenas lecciones de lo ocurrido.

También han sacado conclusiones en Occidente. La guerra de agosto de 2008 acabó con la idea de la expansión de la OTAN hacia Este, esto ya no figura en las discusiones políticas de Occidente. Para que este tema vuelva a ser prioritario, en EEUU debe ocurrir algún giro político muy brusco. Hipotéticamente, no puede excluirse, pero en realidad por ahora todo progresa en dirección contraria. La expansión de la OTAN ahora cede a los intentos de adaptarla a tareas reales. Y éstas tienen muy poco que ver con el Cáucaso así como con todo el espacio post soviético.

Para Rusia, los últimos cinco años han sido un período de búsqueda. La victoria en la guerra con Georgia fue percibida como un paso importante, como una revancha psicológica por los dos decenios de retroceso geopolítico. Pero al mismo tiempo se hizo evidente que no habría ninguna expansión en aras de la recuperación de lo perdido después de la desintegración de la URSS (que temían en Occidente y algunos países vecinos). Moscú poco a poco sustituye sus ambiciones postimperiales por nuevos intereses y la percepción distinta de su propio papel en sus relaciones con los vecinos. El proyecto de la Unión Aduanera, propuesto unos meses después de la guerra de 2008, era algo muy diferente de todo lo proyectado antes. La racionalidad económica y la lógica de la integración mutuamente provechosa predominan por encima de la idea de la reintegración por la reintegración que solía determinarlo todo antes.

No obstante, el reconocimiento de la independencia de Abjasia y Osetia del Sur fue una solución muy controvertida y complicada. En estos cinco años ningún actor internacional significativo llegó a reconocer la soberanía de Sujum y Tsjinval, y es dudoso que esto ocurra en un futuro próximo. La decisión de Moscú estaba condicionada por circunstancias concretas, fue una medida de estabilización forzada. Sin embargo, no resolvió el problema. El conflicto político-diplomático está congelado, pero no puede quedar en este estado siempre. Hasta que no esté elaborado un modelo que satisfaga a todos, el caso no estará cerrado, y esto quiere decir que algún día puede haber una exacerbación, aunque hoy por hoy el status quo es estable y nadie está interesado en una nueva escalada de tensiones.

Se puede decir que la guerra en el Cáucaso, que emana de la descomposición de la URSS, ha cerrado un capítulo. La crisis financiera mundial que estalló un mes después puso en tela de juicio los resultados de la época que empezó ya en 1990, el momento del triunfo de Occidente y el mercado. La crisis sirvió de catalizador de los procesos que trastocaron todo. La primavera árabe, que arrancó dos años y medio después, agravó la situación aun más. Habrá todavía muchas conmociones de este tipo hasta que se definan los contornos del nuevo orden global. Rusia, que tuvo un papel principal en la historia del siglo XX, y pagó por ello un precio muy alto, ya agotó su límite de conmociones. Y ahora se conformará con el papel de espectador. Si lo permite el argumento de la nueva pieza.

*Fiodor Lukiánov es presidente del Consejo de Política Exterior y Defensa. Director de la revista Rusia en la política global, una prestigiosa publicación rusa que difunde opiniones de expertos sobre la política exterior de Rusia y el desarrollo global. Es autor de comentarios sobre temas internacionales de
actualidad y colabora con varios medios noticiosos de Estados Unidos, Europa y China. Lukiánov se graduó en la Universidad Estatal de Moscú.
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Rusia salvó al pueblo de Osetia del Sur de una muerte segura


Foto: RIA Novosti

En vísperas del quinto aniversario de la agresión de Georgia a Osetia del Sur, el presidente de esta república, Leonid Tibílov, ofreció una entrevista telefónica a La Voz de Rusia.

Señor presidente, le agradecemos muy profundamente el tiempo concedido a nuestra emisora. Hace un lustro, Osetia del Sur devino sujeto paritario de derecho internacional. Actualmente, ¿con qué Estados ha establecido relaciones diplomáticas?

–Ante todo quiero expresar mi gratitud a La Voz de Rusia por la atención que brinda a los problemas de Osetia del Sur, y valoramos altamente vuestra labor. Hoy conmemoramos los días luctuosos del comienzo de la agresión georgiana contra el pueblo de Osetia del Sur. A continuación de aquello, el 26 de agosto de 2008 fue promulgado el decreto del presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, sobre el reconocimiento de la república de Osetia del Sur. Nos enorgullece que la independencia de Osetia del Sur sea reconocida por una gran potencia como la Federación de Rusia. Nuestra república ha sido reconocida, además, por Nicaragua, Venezuela, Nauru y Tuval, con los que tenemos relaciones diplomáticas. La República de Osetia del Sur estableció relaciones diplomáticas con Abjasia, con la República Moldava de Cisdniestría, donde funcionan embajadas de la República de Osetia del Sur y de la República de Abjasia, y un encargado de negocios en la República Moldava de Cisdniestría.

Trabajamos por que un número mayor de países reconozcan la independencia de nuestra república, pero chocamos con la resistencia enconada de Georgia y de los países que lo apoyan. A pesar de ello, nuestra política exterior está orientada al establecimiento de lazos estrechos con el mundo exterior, la elevación de la apertura, el desarrollo de la sociedad y del sistema estatal a través de la cooperación no solo con la Federación de Rusia, sino también con países europeos, asiáticos, con organizaciones e institutos internacionales.

–Señor presidente, ¿cómo se desarrollan hoy las relaciones de la república con los Estados vecinos?

–Osetia del Sur limita por el norte con el amistoso país de Rusia. Un eje de los más importantes de nuestra actividad política es la de continuar el estrechamiento con la Federación de Rusia y sus miembros. En el tiempo transcurrido desde agosto de 2008 han sido firmados unos setenta acuerdos internacionales de distinto nivel entre la república de Osetia del Sur y la Federación de Rusia. Estos documentos abarcan un vasto círculo de asuntos de la cooperación a nivel interestatal, intergubernament al e interministerial .

Rusia presta un respaldo máximo al desarrollo económico de Osetia del Sur y hace, además, un aporte sustancial al afianzamiento de la seguridad de nuestro territorio, ayuda a nuestro Estado en la solución toda una gama de problemas sociales. El pueblo de Osetia del Sur agradece a la Federación de Rusia, a su dirección política superior, aquellas decisiones importantes tomadas el 2008 que salvaron a nuestro pueblo de una muerte segura.

En lo que respecta a sur de nuestra república, allí limitamos con Georgia, con la que hoy en día no tenemos relaciones algunas. El único espacio político en el que representantes de Osetia del Sur y de Georgia, junto con representantes de Rusia y de Abjasia y de otros países, pueden intercambiar opiniones sobre distintas cuestiones de seguridad humanitaria son las discusiones políticas de Ginebra. En los marcos de dichas discusiones funcionan mecanismos para la prevención y la solución de incidentes. Las reuniones en los marcos de ese mecanismo se celebran regularmente y, las partes debaten allí las cuestiones que pueden causar daño y menoscabo a los acuerdos alcanzados en las discusiones de Ginebra. No obstante los esfuerzos desplegados por Osetia del Sur, Rusia, Abjasia, las discusiones de Ginebra no han alcanzado, debido a la postura de la parte georgiana, aquel nivel que sería provechoso para todos. Quisiera destacar aquí que Osetia del Sur, después del reconocimiento en 2008, creó, para la determinación de su frontera estatal, una comisión independiente de delimitación y demarcación de las fronteras con los Estados vecinos.

Con la Federación de Rusia está prácticamente terminado el trabajo en ese sentido. Hasta ahora siguen sin respuesta nuestros llamados continuos hechos a Georgia sobre la frontera estatal. Por tal razón, con nuestras propias fuerzas, hemos procedido a la fijación de la frontera estatal. Pues, con Georgia no tenemos relaciones algunas.

–¿Cómo podría definir la situación económica y demográfica de la república?

–Durante veinte años estuvimos bajo presión continua de Georgia. La economía, como consecuencia de unas cuantas guerras cayó prácticamente en la recesión y, la situación demográfica cambió también, pero para peor.

Nuestra política consiste hoy día en el empleo de las tecnologías innovadoras en la industria y en la agricultura. Planeamos reanudar la extracción de materias primas y su tratamiento. Existen buenas posibilidades para la creación de centrales hidroeléctricas pequeñas: el potencial hídrico de la república es calculado por los especialistas en más de 120 megavatios. En la república hay numerosas fuentes de aguas minerales y está en marcha una labor seria destinada a determinar los mercados de su comercialización .

En las últimas dos décadas, como consecuencia de las guerras, impuestas a Osetia del Sur por Georgia, perecieron numerosos jóvenes defensores de la patria: prácticamente fue exterminado el patrimonio genético de Osetia del Sur. Muchos habitantes de Osetia del Sur se vieron obligados a abandonar el lugar de residencia y a emigrar. Todo ello influyó en la situación demográfica. Hoy día se observa el retorno de nuestros ciudadanos a la república. Además, se desarrolla a buen ritmo la rama de la salud pública.

–Señor presidente, ¿podría referirse al proceso de desarrollo de las FFAA de la soberana República de Osetia del Sur?

–Todo Estado debe contar con FFAA propias. Las FFAA de Osetia del Sur fueron, oficialmente, creadas en 1993. Ellas han recorrido el difícil camino del proceso de formación y desarrollo. Quienes sirven en las FFAA aprendieron el abecé de la ciencia militar en los campos de batalla, a causa de los ataques permanentes de los agresores georgianos. La experiencia de veinte años de lucha por la libertad de nuestro Estado, la seguridad férrea de que, en las condiciones que sean es necesario defender el suelo natal y a nuestro pueblo desempeñaron un papel decisivo en la formación de las FFAA de la república. En el robustecimiento de nuestro ejército, agradecemos a Rusia el que muchos de nuestros jóvenes reciben educación militar en instituciones de enseñanza superior de Rusia. Pienso que nuestras FFAA recibirán un desarrollo tal que, las harán capaces de defender la república y nuestro pueblo.

–Señor Tibílov, en el lustro transcurrido, ¿ha cambiado de alguna manera su evaluación de los hechos de agosto y septiembre de 2008?

–Nuestra evaluación de esos hechos es una sola: nadie puede olvidar los sufrimientos que debió enfrentar nuestro pueblo, el que se encontró al borde del exterminio. La ayuda oportuna de Rusia de imposición de la paz a Georgia agresora salvó, literalmente, a nuestro pueblo. La evaluación es la siguiente: no debemos olvidar lo ocurrido, que Georgia se abalanzó contra nosotros con la guerra, que quiso en el territorio de Osetia del Sur llevar a cabo la operación con el nombre codificado de “Suelo arrasado”, que perecieron civiles, defensores de la Patria, militares del Ejército de Rusia. La ayuda de la dirección política superior de Rusia, del pueblo de Rusia, eso, no olvidaremos nunca. La opción histórica de nuestro pueblo, y que vamos a observar, es la de estar por los siglos de los siglos con Rusia. Es la política exterior de nuestro pueblo y nosotros vamos a ahondar los procesos integracionistas con Rusia.

–Muchas gracias señor presidente. Le agradecemos en nombre de nuestra compañía, de nuestros auditores y lectores el tiempo y la atención que se dignó ofrecernos. Estamos siempre dispuestos a ofrecerles todo respaldo informativo y, confiamos en una cooperación fructuosa.

–Muchas gracias al personal de vuestra compañía. Quiero expresarles mi gratitud por el hecho que siempre han evaluado, objetivamente, los hechos ocurridos y que suceden en Osetia del Sur. Ese apoyo lo hemos sentido todo el tiempo. Muchas gracias, éxitos a todos y, suerte.
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Osetia del Sur y Abjasia celebran cinco años de libertad


Foto: RIA Novosti

Hace cinco años, el ejército georgiano invadió Osetia del Sur y atacó la base de la fuerza de paz rusa ubicada en esa región. La agresión nocturna segó la vida de cientos de civiles. Miles de personas resultaron heridas. Buena parte de la capital surosetia, Tsjinval, quedó en ruinas.

Rusia reaccionó de manera motivada y contundente defendiendo al pueblo de Osetia del Sur y forzando a las tropas georgianas a retirarse hacia su propio territorio. Poco después, en el mapa político del mundo surgieron dos nuevos estados: Osetia del Sur y Abjasia.

En estos días, ambos países celebran el quinto aniversario de su libertad, por la que tuvieron que pagar un precio tan alto. Durante dos décadas después de la disolución de la Unión Soviética los diversos gobiernos georgianos se esforzaron por asimilar a los osetios, recurriendo a la fuerza para hacerlos renunciar a su identidad e independencia. Pero en agosto de 2008 el entonces presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, los superó a todos, al ordenar la criminal agresión contra la población civil de Osetia del Sur y la fuerza de paz rusa desplegada en esa región. En horas de la madrugada, Tsjinval fue atacada con casi todos los tipos de armas, algunos de ellos prohibidos, cuyo uso fue demostrado posteriormente a raíz de una investigación detallada.

Los militares georgianos operaron fríamente, sin piedad ni escrúpulos. Por alguna razón pensaron que Rusia permanecería callada ante una violación tan escandalosa no solo de Derecho Internacional sino de las normas más elementales de la moral humana. Pero se equivocaron. Las tropas rusas entraron a Osetie del Sur y en pocos días derrotaron al ejército agresor expulsándolos hacia el interior de Georgia. Dos semanas más tarde, Rusia y luego otras naciones reconocieron la soberanía de Osetia del Sur y Abjasia. A estas alturas ya podemos evaluar objetivamente aquellos sucesos, su resultado y la decisiva postura de la dirección rusa, acota el analista Vladímir Zharijin:

–En los últimos cinco años, el conflicto no causó ni una sola muerte entre la población civil o militares rusos en Osetia del Sur. Antes la situación era distinta. Esto quiere decir que el desenlace de aquellos sucesos resultó benéfico para los habitantes de la región y nuestros soldados. Moscú reaccionó de manera adecuada. Causó graves pérdidas al ejército georgiano forzándolo a bajar sustancialmente su actividad. Rusia tiene un tratado militar con Abjasia y Osetia del Sur que califica cualquier agresión contra estas repúblicas como una agresión contra Rusia con todas las consecuencias derivadas de ello.

Aparte de la misión humanitaria, Moscú involuntariamente cumplió también otra tarea en 2008, de carácter notablemente geopolítico. Georgia, que limita con Rusia, quería sumarse la OTAN. Fue un deseo correspondido. EEUU estuvo incrementando todos los años su actividad militar en la región. Armó y entrenó a los militares georgianos que en agosto de 2008 agredieron a la población civil de Osetia del Sur. El presidente Saakashvili se había convertido en un mero títere de los estrategas occidentales pagándoles de esta manera el apoyo que le prestaban para su poder personal.

Está claro que a Moscú no le convenía en absoluto el acercamiento de la OTAN a sus fronteras nacionales. Sin embargo, se comportó con calma limitándose a fortalecer su defensa y evitando presionar sobre otras naciones, Georgia entre ellas, en sus decisiones políticas. Para Tbilisi era vital solucionar rápidamente sus conflictos territoriales, porque la OTAN no aceptaría nuevos miembros con ese tipo de problemas por no verse involucrada en ellos como alianza. No obstante, el bárbaro intento de apoderarse definitivamente de Osetia del Sur y Abjasia, emprendido por la jefatura georgiana, resultó contraproducente predestinando su muerte política y haciendo aplazar por un tiempo indefinido los planes de la OTAN con respecto de Georgia y Ucrania.

El analista Andréi Aéshev, del Centro para el Estudio del Asia Central y el Cáucaso, evalúa la situación posterior a la fase “caliente” del conflicto:

–Por parte de Moscú fue un gesto bien lógico reconocer la soberanía de Osetia del Sur y Abjasia, porque algunos países occidentales, evidentemente, querían aprovechar el breve conflicto ruso-georgiano como una herramienta para debilitar las posiciones de Rusia no solo en el Cáucaso del Sur, sino también en el del Norte. Esta intención quedó reflejada en el famoso Plan Sarkozi que los intermediarios occidentales trataron de imponer a Rusia para desplegar una fuerza de paz en la OSCE en la región. En 2008, Rusia formalizó definitivamente el estatus político y legal de Osetia del Sur y Abjasia, lo que permitió evitar nuevos conflictos de gran envergadura.

Desde aquel entonces ambas repúblicas del Cáucaso Sur viven perfectamente protegidas por militares rusos de acuerdo al respectivo tratado, pudiendo desarrollar sus propias fuerzas de seguridad, restablecer la infraestructura y la economía y dar solución a los numerosos problemas sociales acumulados en el difícil período post-soviético ante las permanentes pretensiones territoriales y políticas por parte de Georgia. Rusia les presta apoyo financiero y organizativo. Pero lo más importante es que las jóvenes repúblicas están adquiriendo sus primeras experiencias como naciones soberanas, que es un proceso nada fácil. Y aunque dicen que este camino está lleno de espinas, cualquiera prefiere tener su propia casa para arreglarla y mejorarla dentro de lo posible, en vez de vivir arrinconado y marginado en la periferia de su patria histórica.
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Osetia del Sur cinco años después de la guerra

9 de agosto de 2013 Lana Parastáeva, Tsjinval; Olga Alénova, Kommersant Vlast
Tras la independencia de Georgia, Osetia del Sur todavía se debate entre la recuperación de la posguerra y la lucha contra la corrupción de sus políticos.


Las autoridades rusas han cambiado en varias ocasiones el régimen de financiación de Osetia del Sur y los planes de rehabilitación. Fuente: Reuters
Hace cinco años estalló la guerra en Osetia del Sur. El presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, ordenó la ejecución de una operación militar en esta república separatista. Al día siguiente de comenzar el conflicto, Rusia anunció la entrada de sus tropas en Osetia del Sur. Estos acontecimientos fueron bautizados como la ‘guerra de los cinco días’ y se convirtieron en el pretexto oficial para el reconocimiento, por parte de la Federación de Rusia, de la independencia de Osetia del Sur y Abjasia. Cinco años después, la prensa rusa ha tratado de averiguar qué le ha dado la independencia a Osetia del Sur.

Si se observa Tsjinval desde el aire cinco años después de la guerra, parece que se trate de una nueva ciudad, cubierta con una inflorescencia de tejados rojiverdes. El centro de la ciudad está relativamente reformado, constituyendo un agradable entorno para quienes lo visitan por un par de días. Sin embargo, si se presta atención a los detalles, es evidente que el proceso de recuperación aún no ha concluido. Muchos habitantes han habitado casas en ruinas durante varios años, y las condiciones de vida de algunos de ellos siguen sin alcanzar la normalidad.



Las autoridades rusas han cambiado en varias ocasiones el régimen de financiación de Osetia del Sur y los planes de rehabilitación: al principio había muchos intermediarios implicados en estos planes, incluido el Ministerio de Desarrollo Regional; pero los intermediarios ya se han ido y el proceso sigue en marcha. Los lugareños culpan de todo a la corrupción de los altos cargos, que se han limitado a robar miles de millones destinados a la rehabilitación de la república y han huido con ellos.

La administración de Osetia del Sur califica de ingratitud el descontento popular. En una charla extraoficial con un antiguo alto cargo, este comentó que “el pueblo no quiere ver nada, aunque se están haciendo muchas cosas”. El asesor del presidente de la república, Soslán Dzhusóev, cree que “no hay duda de que el proceso de rehabilitación no ha cumplido las expectativas, pero estas expectativas se habían exagerado desde el principio: la gente esperaba una rápida recuperación después de la guerra”.

Todos los interlocutores de Kommersant Vlast han expresado su preocupación, en mayor o menor medida, ya no solo por las amenazas externas, sino también a nivel interno. Serguéi Zaséev, presidente del Consejo de políticas juveniles, afirma que mientras Osetia del Sur se encontraba en estado de guerra con Georgia la sociedad estaba unida. Pero ahora que Rusia garantiza su seguridad y las amenazas externas han desaparecido, la sociedad es otra, está segregada. Una prueba de esto, según el joven funcionario, es el hecho de que se haya registrado en la república una “enorme cantidad de partidos políticos”.

La joven politóloga Alina Dzhióeva tiene su propia visión de lo sucedido: está convencida de que la profunda brecha que se está abriendo entre el pueblo y la administración podría provocar la formación de una sociedad civil más activa. “Dentro de un año se celebrarán aquí las elecciones parlamentarias, ya hay registrados 15 partidos políticos; la gente está intentando organizarse de alguna manera e influir en los procesos económicos y políticos vigentes”, explica. “Para mí, esto demuestra el deseo de la gente de cambiar su entorno. Cinco años después de aquel agosto de 2008 estamos empezando a entender que nadie va a hacer nada por nosotros. Y si lo hacen, nosotros no sacaremos ningún beneficio”.

En un contexto de recuperación prolongada y ante el velado descontento popular, parece que se han disipado los comentarios sobre la posible inclusión de la república como parte de la Federación de Rusia. Muchos miembros de la administración dicen ahora que el pueblo ha elegido la independencia.

La sociedad sigue percibiendo a Rusia como el Estado que ha reconocido la independencia de Osetia del Sur y ha librado a sus habitantes del horror de la guerra y de la incertidumbre, motivo que siempre será objeto de sus agradecimientos. La gran mayoría de los habitantes de Tsjinval están de acuerdo con que el principal logro de estos cinco años ha sido conseguir dormir sin temer la llegada de una nueva guerra.

Sin embargo, a veces da la sensación de que en la conciencia de estas personas existen dos imágenes de Rusia: la del país que les protegió, reconoció su independencia y les prestó ayuda; y la de un país que delegó en una serie de funcionarios corruptos capaces de lucrarse con la guerra.

“El reconocimiento de nuestra independencia por parte de Rusia fue sobre todo muy importante desde el punto de vista psicológico y moral”, comenta la directora del centro de comunicación y prensa IR, Irina Gaglóeva. “Rusia nos dio la oportunidad de construir un futuro”. Pero, en opinión de Gaglóeva, aún es pronto para relajarse: Osetia del Sur se enfrenta a numerosas amenazas; la mayor parte del mundo no reconoce su independencia, Georgia no ha perdido la esperanza de recuperar alguna vez esta república y la división social que se está empezando a manifestar en la actualidad favorece a los ‘detractores’.

“Hoy se pueden observar todos los ingredientes de una depresión nacional: la gente no cree en sí misma, en la sociedad, en las autoridades, en el país. La vida transcurre por pura inercia; no hay actividad. Quizás esto se deba a que la economía no avanza hacia ninguna dirección: de momento solo hemos vivido un estancamiento generalizado”, opina Gaglóeva.

Tanto las autoridades de Osetia del Sur como las de Moscú prometen que la economía de la república despertará por fin, y a principios del año 2014 ya se podrá hablar de desarrollo socioeconómico.

Mientras tanto, la relación entre Osetia del Sur y Georgia sigue siendo extremadamente tensa. Osetia del Sur lleva varios meses reforzando la franja fronteriza. Georgia, por su parte, advierte de que los guardias rusos están desplazando la línea fronteriza hacia su territorio, mientras que Osetia del Sur considera este proceso como una demarcación de la frontera común y corriente.

Al mismo tiempo, gran parte de las autoridades osetias afirman que, tarde o temprano, se tendrá que restablecer la relación con Georgia, su vecino más cercano. David Sanakóev está convencido de que Tsjinval solo podrá iniciar el diálogo con Tiflis cuando Georgia “garantice que no volverá a atacar Osetia del Sur, exponga una valoración de las actuaciones políticas y jurídicas emprendidas por su gobierno en relación con los ciudadanos de la república separatista, y cuando compense los daños que se le han causado”.

Según Alla Dzhióeva, a nivel de calle ya se están desarrollando relaciones entre Tsjinval y Tiflis, aun en ausencia de relaciones oficiales entre las dos capitales. Tiflis está geográficamente más cerca que Vladikavkás, y en invierno, cuando la autopista transcaucásica se cubre de nieve, la república queda aislada de Rusia durante varios días. “Los enfermos graves de Osetia del Sur acuden a nosotros solicitando que los traslademos a un hospital de Tiflis, precisamente”, cuenta Dzhióeva. “Creo que la diplomacia popular sí permitirá el desarrollo de estas relaciones: ni nosotros ni los georgianos nos vamos a mover a ninguna parte. En algún momento se tendrán que encontrar puntos en común”.
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Cinco años después de una guerra olvidada
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Un convoy de militares rusos camino a una base provisional en el territorio de Georgia, el 16 de agosto de 2008. A la derecha, un hombre georgiano.

© RIA Novosti. Maxim Avdeev
17:35 09/08/2013
Vadim Dubnov, RIA Novosti.
Hace cinco años, el 8 de agosto de 2008, Georgia atacó a Osetia del Sur.

Unos días después del conflicto, los sociólogos del Centro Levada preguntaron a los rusos su opinión sobre esta guerra: el 70% de los encuestados expresó que las autoridades rusas habían hecho todo lo posible para evitar la escalada militar.

En aquel entonces todo parecía muy claro y la mitad de los encuestados creía entender perfectamente lo que estaba sucediendo.

Cuatro de cada diez opinaban entonces que el conflicto con Georgia supondría para Rusia algunas ventajas. Sin embargo, un sondeo realizado el año pasado arrojó que sólo el 28% compartía esa opinión. Pero quizá lo más interesante de la encuesta de 2012 es que el 48%, casi la mitad de los encuestados, manifestó que la guerra no había dado al país resultados aparentes: ni positivos ni negativos. Como si no hubiera tenido lugar.

Y son datos que confirma otra encuesta reciente del Centro Levada: uno de cada dos rusos opina que el reconocimiento de la independencia de Abjasia y Osetia del Sur no ha aportado ningún resultado a Rusia, ni positivo ni negativo.

En agosto de 2008, podría dar la impresión de que por parte de Rusia el conflicto tenía cierto carácter personal. Moscú puso de manifiesto que, mientras siguiera gobernando Mijaíl Saakashvili, no habría ningún tipo de relaciones con Georgia. Dmitri Medvédev, el entonces presidente, sugería a su homólogo georgiano que más le valdría mostrar su agradecimiento hacia Rusia por no haber llevado sus tropas hasta Tiflis. Ahora, pasados cinco años, Medvédev afirma que nunca se contempló la posibilidad de llegar hasta Tiflis para cambiar el régimen político georgiano y castigar a Saakashvili.

Sin embargo, hace cinco años los rusos creían poder atribuir el conflicto militar en gran medida al factor personal. Además, los sondeos de entonces muestran otros factores como la influencia de EEUU y el deseo de Georgia y su presidente de acercarse a Occidente y a la OTAN. Todo esto, para muchos rusos, servía como pretexto suficiente para iniciar las acciones militares en la región.
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Está claro que todo había empezado mucho antes de la llegada al poder de Mijaíl Saakashvili. Incluso antes de que pilotos de aviación, llamada abjasia, atacaran a las abigarradas unidades del ejército georgiano. Antes incluso de que los sectores cosmopolitas de la sociedad georgiana se inclinaran ante la pesada mirada de su primer presidente Zviad Gamsajurdia. Ni siquiera eso dio origen a los problemas actuales.

La Georgia idílica, sea la de los tiempos de los zares o sea de la época soviética, no es sino una de las caras de una moneda que tiene en su otro lado el descontento siempre latente y susceptible de convertirse en rebeliones en las plazas. O incluso capaz de adquirir forma de interminable disidencia contra el poder soviético, un movimiento que se filtraba a todas las capas de la inteligencia georgiana, siendo casi su rasgo distintivo.

Georgia estuvo en la vanguardia de esa disidencia, junto con las repúblicas bálticas y Ucrania. Gamsajurdia, Shevardnadze o Saakashvili, tan diferentes en estilo, no son sino distintas expresiones de una idea de rebelión anti-imperialista. Y dentro de esa idea latían también sus propias ambiciones imperiales, sobre las que advirtió en su momento el académico Andréi Sájarov (lo que nunca le perdonaron los liberales georgianos).

Durante el mandato de Saakashvili, las relaciones entre los dos países se encontraban en un estado pésimo, pero por lo menos la actitud que tenían ambas partes era completamente sincera. Y como continuación lógica de esta actitud en un momento dado estallaron las acciones bélicas.

Saakashvili simplemente dijo lo que Shevardnadze había disfrazado con bonitas palabras sobre la amistad de los pueblos. Dijo que su país buscaría la cooperación con Occidente y con la OTAN, lo que es incompatible con tener buenas relaciones con Moscú.

Otra cosa es que el presidente georgiano se comportara con altanería, pero ello difícilmente desempeñó el papel decisivo, porque las discrepancias entre Rusia y Georgia eran demasiado evidentes y fundamentales. Pese a las declaraciones oficiales, daba la sensación de que en aquellos momentos la guerra como posible desenlace de la situación ya no se veía como una catástrofe. Sin embargo Moscú y Tiflis aparentemente seguían creyendo que se la podría evitar.

A partir de julio de 2008, en la frontera de Osetia del Sur se produjeron constantes provocaciones y ataques con artillería. Los militares impávidos afirmaban que era imposible determinar quién había sido el primero en disparar, dado que nada ya respondía a la lógica ni a las previsiones. Tsjinval disponía de artillería desde el principio, muientras Georgia la desplegó a propósito.

Fue una guerra muy extraña, paradójicamente, era inevitable y al mismo tiempo fácil de evitar. Y se intentó prevenirla hasta el 8 de agosto, fecha en la que todo esfuerzo se volvió inútil.

Han transcurrido ya cinco años y ya nadie indaga qué día las tropas rusas habían entrado en Osetia del Sur, por qué el inicio de las acciones bélicas casi había coincidido con el comienzo de las maniobras del Distrito militar del Cáucaso del Norte ni quién había sido el primero en disparar. Occidente también parece haberse formado una opinión definitiva al respecto.

Verdad es que algunos periodistas no han dejado de preguntar a los participantes en aquellos acontecimientos sobre cómo ocurrió todo. Hace cinco años, cuatro de cada diez encuestados mostraban su entusiasmo por el asunto y en 2012 su número se redujo hasta sólo dos personas de cada diez. Algo estaba fallando: es posible que aquella guerra efectivamente haya sido la continuación por otros medios, no de la política, sino de las relaciones entre Rusia y Georgia, tan ricas en ofensas calladas.

Georgia nunca llegaría a ingresar en la OTAN por unas razones bastante objetivas. Tampoco podría haberlo hecho en 2008, sus posibilidades eran más bien escasas y ello se le dio a entender a Tiflis de forma inequívoca en primavera de 2008 durante la cumbre de la OTAN celebrada en Bucarest.

Para agosto de 2008, los países occidentales se habían cansado ya del presidente georgiano y la Casa Blanca buscaba desesperadamente una manera de ocultar su hastío. De modo que el George Bush hijo y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, le dijeron a Saakashvili abiertamente que no contara con su apoyo en caso de perder los papeles en Osetia del Sur o Abjasia. Creyendo que lo estaban diciendo por decir, Mijaíl Saakashvili no hizo sino provocar un distanciamiento definitivo. No hubo otras consecuencias geopolíticas de aquella guerra. Eso si dejamos a un lado que Tiflis se ha ahorrado problemas con el estatus de Osetia del Sur y Abjasia.

Después de agosto de 2008, Saakashvili -por un breve período- logró reforzar su régimen: justo después del conflicto armado, incluso la oposición le mostró su respaldo. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que el presidente no era ningún salvador de la patria, pero esto no impidió a Saakashvili aguantar otros cuatro años en el poder.

Tras la guerra, el presidente perdió el interés de promover reformas, pero nadie lo achacó a las consecuencias del conflicto. Ni Osetia del Sur ni Abjasia, que consiguieron la independencia, aunque en una medida muy limitada, parecen haberse beneficiado de la guerra. Porque antes, siendo el centro de la intriga política, lograban maniobrar para su provecho entre Moscú, Occidente y Georgia.
Mientras tanto, en Georgia está ocurriendo lo que hace cinco años podría haber constituido uno de los objetivos de Moscú: Mijaíl Saakashvili se va.

¿Será ahora el momento idóneo para restablecer contactos con Georgia? Quizás, pero, al igual que antes, no tendríamos de qué hablar.
http://sp.rian.ru/opinion_analysis/20130809/157767630.html
 

Sebastian

Colaborador
Georgia no restablecerá relaciones diplomáticas con Rusia


Fotо: RIA Novosti

Zurab Abashidze, el representante especial para el restablecimiento de las relaciones de Georgia con Rusia, concedió una entrevista exclusiva para La Voz de Rusia sobre las relaciones de Rusia y Georgia en la etapa actual y la búsqueda de nuevos puntos de encuentro.

−Usted ha declarado que Tiflis está listo para una segunda etapa de normalización de las relaciones entre Georgia y Rusia. Pero primero quisiéramos conversar acerca de la primera etapa: la económica. ¿Han sido resueltos los problemas principales en la interrelación de los dos países?

Yo quisiera decir un par de palabras sobre el quinto aniversario de ésta trágica guerra. Nosotros, seguramente, no estaremos de acuerdo durante mucho tiempo con la parte rusa en cuanto a la valoración de éstos sucesos. Pero nuestra posición es la siguiente: debemos mirar hacia adelante y por medio del diálogo, que ya comenzamos el pasado año, avanzar con pasos pequeños. En lo que respecta a la primera etapa, nosotros desde el mismo principio señalamos cuestiones tales como el restablecimiento de los vínculos comerciales, las comunicaciones y el transporte, las cuestiones humanitarias y culturales. En éste plano hemos logrado determinado progreso. Nosotros acordamos de inmediato no abordar los llamados “temas complejos”. Porque sabemos que Rusia no va a negarle su reconocimiento en calidad de estados independientes a Abjasia y a Osetia del Sur. Pero Georgia no estará, nunca, de acuerdo con ello. Pero hay que tratar de seguir delante de alguna manera, mirar hacia el futuro. La siguiente etapa va a ser más compleja, porque los asuntos a tratar, seguramente serán más complejos.

−¿O sea, que en el plano económico no se ha logrado todo lo esperado?

En lo que respecta a la exportación, el proceso funciona. Los negocios rusos en Georgia nunca han tenido problemas. Aquí funcionan aproximadamente doscientas compañías rusas. Georgia derogó completamente el régimen de visados desde el año 2011 y no le hace falta visa alguna a los ciudadanos rusos. En lo que respecta a nuestros negocios, ha habido limitaciones desde el año 2006, pero las mismas van desapareciendo poco a poco y nuestra producción está regresando a Rusia por etapas. Nosotros queremos tener una visión pragmática y realista de las cosas, buscar puntos de acercamiento e intereses comunes.

−¿Sería factible hablar del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países en el transcurso de cierto tiempo?

En la etapa actual nosotros no estamos en condiciones de analizar este punto. De nuestra parte el restablecimiento de relaciones diplomáticas implicaría el reconocimiento de Abjasia y a Osetia del Sur como estados. Nosotros no podemos hacer eso. Si nuestro diálogo conduce a resultados notables, entonces aparecerá en el orden del día el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Ahora esto es simplemente imposible, por cuanto desde el año 2008, particularmente por el reconocimiento de estas regiones como estados independientes, se creó un callejón sin salida. Y nadie sabe cómo salir del mismo. Nosotros estamos buscando una salida ahora. Nuestro diálogo crea un fondo tranquilo y positivo para la negociación. El primer ministro de Rusia ofreció una amplia entrevista la televisión de Georgia. En los últimos seis o siete días esta es su segunda entrevista, la primera a la televisión rusa, ahora, a la de Georgia. En ellas se habló de todo esto. Vemos que esto también influye en la opinión pública.

Lo más importante es que entre nuestros pueblos nunca hubo fobias. Actualmente cada día crece el número de turistas rusos. En la frontera hay filas de automóviles rusos. Los turistas nos visitan y esto se ha incrementado en un 30-40 %.

−¿Usted creen en la posibilidad de cambios en la política exterior de Georgia, incluyendo el tema de las relaciones con Rusia, después de las elecciones presidenciales de vuestro país?

Nuestra política exterior está definida en muchas etapas, incluyendo referéndums en los que el pueblo pudo expresarse. Nosotros actuamos acorde a los procesos integracionistas con la Unión Europea. Por ahora no se trata de convertirnos en miembro de la UE. Seguramente ésta es una perspectiva muy
lejana. Pienso que a fines de año firmaremos un acuerdo de miembros asociados. Con la OTAN colaboramos estrechamente. Tampoco es una perspectiva inmediata. Nosotros queremos organizarnos y construir en Georgia un estado europeo moderno. Naturalmente, basado en nuestros valores tradicionales. Al mismo tiempo queremos tener buenas relaciones con todos nuestros vecinos. Tenemos buenas relaciones con Armenia, Azerbaiyán, Turquía, con los países de la región del Mar Negro. Quiera Dios que con Rusia también marchemos hacia adelante.
http://spanish.ruvr.ru/2013_08_09/Georgia-no-restablecera-relaciones-diplomaticas-con-Rusia-7023/
 

Sebastian

Colaborador
Georgia y Rusia dan tímidos pasos para la normalización de sus relaciones


13 de agosto de 2013 Yuri Simonian, para Rusia Hoy
Las posiciones en torno a la soberanía de Abjazia y Osetia siguen ancladas en el pasado. Sin embargo el régimen después de Sakashvili se muestra más ambiguo en sus declaraciones.


Cinco años después de la guerra no existe un orden público para la mejora de los lazos entre los dos países. Fuente: Reuters
En el aniversario de la guerra ruso-georgiana de 2008, los oficiales de Moscú y Tbilisi muestran en posiciones no muy diferentes de las que tenían hace cinco años.

El nuevo gobierno georgiano de Bidzina Ivanishvili culpa del desastre del 8-8-2008 al presidente Mijaíl Saakashvili y a su gobierno, aunque al mismo tiempo sigue llamando a Rusia “fuerzas de ocupación”, y jura que Abjazia y Osetia del Sur serán liberadas. Eso sí, sin una nueva guerra, solo por medios pacíficos.

La dualidad en el nuevo gobierno de Georgia se observa también en las relaciones con Rusia. Por un lado, Ivanishvili declara que no se pueden restaurar las relaciones diplomáticas con Moscú hasta la retirada de las tropas rusas del territorio georgiano, es decir, de Abjazia y Osetia del Sur, que Tbilisi sigue considerando suyas. Por otro lado, habla de la necesidad de mejorar de arriba a bajo las relaciones bilaterales.

En Moscú, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas también se aceptaría con condiciones: Georgia debe reconocer las nuevas realidades, es decir, resignarse a la soberanía de sus antiguas autonomías.

Unas demandas formuladas tan rígidamente no permiten esperar que, en un futuro próximo, en las embajadas en Moscú y Tbilisi comiencen a ondear, respectivamente, banderas nacionales georgianas y rusas.

Ahora mismo los contactos entre Moscú y Tbilisi se llevan a cabo en dos formatos. A través de las consultas multilaterales de Ginebra, para evitar tensiones en Abjazia y Osetia del Sur, que se celebran cada uno o dos meses; y en las conversaciones directas sobre temas económicos y humanitarios entre el viceministro de Asuntos Exteriores ruso Grigori Karasin y el representante especial del primer ministro georgiano para las relaciones con Rusia, Zurab Abashidze, que tienen lugar en Praga, y rara vez en Ginebra.

Por supuesto, no es normal que dos vecinos no se hablen entre sí. Aunque analizando la situación desde el punto de vista de las sociedades rusa y georgiana, la cuestión de la restauración de las relaciones diplomáticas no parece tan tópica. No existe un orden público sólido que empuje el liderazgo de ambos países para hacer frente a este problema.

Por parte de los rusos, la ausencia de misiones diplomáticas en Tbilisi es más bien una cuestión de imagen. Los rusos en Georgia no tienen problemas; ni siquiera necesitan visado y las inversiones rusas no complacen menos que las de Estados Unidos o cualquier otra, el mercado está lleno de todo tipo de productos rusos, Dostoievski y Pushkin se siguen considerando vértices del genio humano para los georgianos, y en el país se aceptan canales rusos de televisión (no locales pero sí películas rusas que no se traducen al georgiano y esto a nadie le parece abusivo).

Por parte de los georgianos, la ausencia de relaciones diplomáticas despierta alguna molestia. Aunque sólo sea porque algunos de los ciudadanos de Georgia que viven en el territorio de la Federación Rusa tienen que resolver sus problemas a través de la embajada de Suiza. Aunque si Rusia, tal y como se prevé, elimina o al menos suaviza el régimen de visados para los ciudadanos de Georgia, las autoridades de Georgia podrían, quizás, adherirse a las condiciones deseadas para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Moscú. Desde el punto de vista práctico, no hay pérdidas visibles.

Rusia ha abierto su mercado a los productos georgianos, está a punto de convertir un servicio de vuelos chárter en transporte regular, y desbloquear los accesos por tierra y agua. ¿Con qué otro país tiene Georgia un contacto más amplio? Es difícil encontrarlo. Y aún más en cuestiones cotidianas. Por ejemplo, en los mercados agrícolas de sus vecinos Azerbaiyán y Turquía, considerados socios estratégicos por Tbilisi, habrá productos georgianos a largo plazo.

Y con su tan amada Georgia Oriental es aún más difícil debido a la competencia y el proteccionismo de sus propios productores. Así que el mercado ruso era indispensable para Georgia y su regreso es muy importante para la economía del país.

Sería ingenuo, sin embargo, suponer que la tendencia a la mejora de las relaciones ruso-georgianas es irrevocable. El cambio de poder en Georgia no ha cambiado sus objetivos de política exterior. En cualquier caso, en palabras de Ivanishvili, su prioridad es unirse a instituciones occidentales como, entre otras, la OTAN.

Moscú, como sugiere la reciente entrevista al primer ministro, Dmitri Medvédev para el canal de televisión georgiano Rustavi-2, no aceptará la posible adhesión de Georgia a la OTAN, y no verá con buenos ojos este proceso, si es que llega.

Con el mismo cometido, para entrar en el mercado ruso las mercancías georgianas podrán someterse a análisis en cualquier momento; y una vez más mostrarán que contienen sustancias nocivas para el cuerpo humano. Y puede que, como sugiere la experiencia del reciente aniversario de las relaciones ruso-georgianas, sea sólo el preludio de una nueva crisis interestatal.
http://rusiahoy.com/internacional/2...asos_para_a_normalizacion_de_sus_r_31069.html
 

Grulla

Colaborador
Colaborador
Conflicto Ruso-Georgiano, derribo del bombardero Tu-22m3

Fuente: http://charly015.blogspot.com.ar/2013/02/conflito-ruso-georgiano-derribo-del.html

El 9 de Agosto del 2008 durante el conflicto ruso-georgiano ocurrió un incidente singular cuando un bombardero ruso Tupolev Tu-22M se estrelló en Georgia después de ser alcanzado por los misiles de un sistema de defensa antiaérea Georgiano.

Las primeras informaciones del mando ruso a cargo del Coronel-General Anatoly Nogovitsyn afirmaron que un aparato Tu-22M en funciones de reconocimiento había sido derribado en Georgia. Inmediatamente todas las miradas se centraron en el Tu-22MR de los que llevan a cabo esas funciones en la Fuerza Aérea Rusa (VVS) rumoreándose la opción de un Tu-22MR del 929º GLITs de Ajtubinsk.


Tu-22MR

La polémica estaba servida -si fue así- porque nadie podía entender cómo se envió a un avión inadecuado para llevar a cabo esa misión habiendo otros sistemas tácticos más adecuados en servicio en la VVS.

La tripulación del bombardero tuvo un destino impreciso, inicialmente. Al final de las hostilidades se demostró que 3 de los 4 tripulantes había muerto y el 4º estaba en poder de los Georgianos.

Al detalle:
Después de analizar toda la información que he podido encontrar he llegado a las siguientes conclusiones:

el día 9 de Agosto del 2008 en la base aérea de Mozdok se estaba preparando un raid aéreo contra dos concentraciones de tropas; una en el NorOeste de Osetia del Sur y otra un convoy que se dirigía de Korbouli-Kareli-Gori. Allí estaban desplegados los bombarderos Tupolev Tu-22M3 del 52º GvTBAP de la base aérea de Shaikovka.

La formación de la VVS estaría compuesta de 6 bombarderos Tupolev Tu-22M3 'Backfire C' que despegaron de la base aérea de Mozdok hacia el SurOeste de Osetia del Norte. 3 estaban al mando del Teniente Coronel Aleksander A. Koventsov que pilotaba el bombardero Tu-22M3 'Rojo 36'.

su misión era bombardear el convoy militar Georgiano que circulaba por la carretera Korbouli-Kareli-Gori, una ruta entre montañas que parecía un embudo perfecto para la VVS. El caso es que enfilando la garganta y entrando por el NorOeste uno de los bombarderos fue alcanzado por los misiles de un sistema de defensa antiaérea Buk M georgiano que protegían el convoy en la zona entorno a Korbouli, algo inesperado por los aviones rusos que no tenían conocimiento de que Georgia hubiese desplegado ese tipo de equipos en la zona para la protección del convoy. En concreto, el sistema defensivo era una versión mejorada adquirida por Georgia en Ucrania y, probablemente, operada por técnicos Ucranianos, ya que su entrada en servicio fue relativamente cercana como para pensar que las tripulaciones Georgianas hubiesen logrado el grado operacional necesario...


Probable carga de armas del Tu-22M3








Por lo que ha trascendido, el bombardero alcanzado fue el pilotado por el propio Teniente Coronel Aleksander A. Koventsov, el Tu-22M3 'Rojo 36' del 52º GvTBAP. Después de ser alcanzados por el misil Georgiano el comandante Koventsov intentó regresar a territorio amigo. En este caso Osetia del Sur. Al mismo tiempo se inicio la secuencia de emergencia para la tripulación en vista de que el aparato estaba perdido.

El SAM impactó en la zona de la bodega de armamento, probablemente por coincidir aprox. con el núcleo principal del avión, o sea, con el eco radar principal (RCS). La fragmentación de la cabeza de combate del misil dañó la parte trasera de la cabina donde se alojaban el navegante (Mayor Victor Pryadkin) y el Operador de Armas (Mayor Igor Nesterov) que murieron y la zona del copiloto (Mayor Vyasheslav Malkov) que pese a los daños logró eyectarse con éxito.


Disposición de los puestos en la cabina del Tu-22M3


El comandante Koventsov no logró eyectarse.

Pese al intento de Koventsov de llegar a territorio amigo el avión se estrelló en la zona montañosa al NorOeste del distrito Georgiano de Kareli, en las cercanías del Monte Shvilgisi. Malkov (el copiloto) llegó a tierra a salvo aunque herido en la pierna y en la cabeza y fue capturado por tropas Georgianas...

Al ser una zona muy agreste, los equipos de rescate no lograron llegar a la zona del impacto hasta un més después del incidente. Entre los restos encontraron los cadáveres de la tripulación aunque se generó una suerte de leyenda urbana sobre el destino final del Comandante Koventsov que sirvió de tira y afloja entre Moscú y Tblisi. Los rusos afirmaron que se utilizaba a Koventsov como medida de presión contra Moscú en un juego del escondite sórdido.

El 19 de Agosto del 2008 el único superviviente de la tripulación del bombardero Tu-22M3 'Rojo 36' regresó a la Federación Rusa tras un intercambio de prisioneros con Georgia.

El 16 de Septiembre del 2008 se entregaron los cadáveres del resto de la tripulación aunque, de nuevo, el de Koventsov provocó algún roce entre Georgia y la Federación Rusa ya que no estaban seguros que fuera el suyo. Posteriores análisis de ADN en comparación con la familia del teniente coronel eliminaron las dudas.

Los 3 muertos fueron enterrados con honores en la Base Aérea de Shaikovka de donde procedían.


Imagen del Tu-22M3 'Rojo 36' desde la TV Georgiana


La tripulación del Tu-22M3 'Rojo 36':
Comandante Teniente Coronel Aleksander Koventsov ... muerto

Copiloto Mayor Vyasheslav Markov ... herido leve

Navegante Mayor Victor Pryadkin ... muerto

Operador de Armas Mayor Igor Nesterov ... muerto


Comentario: El derribo del Tupolev Tu-22M3 'Rojo 36' del 52º GvTBAP fue una chapuza de la VVS Rusa. Enviar bombarderos medios a realizar tareas de bombarderos tácticos ya fue un error manifiesto pero el hacerlo sin obtener inteligencia actualizada sobre el blanco lo fue peor. Esto supuso entrar en una zona protegida por un sistema antiaérea avanzado que encontró en el Tu-22M3 'Rojo 36' una perita en dulce ya que, además, el aparato no disponía de medios electrónicos para protegerse ante esa amenaza.

Aparentemente, el vuelo de los bombarderos se llevó a cabo en altura para evitar las defensa de corto alcance pero el sistema Buk M Ucraniano no estaba en el guión y sorprendió a los rusos con los resultados de sobra conocidos.

El conflicto con Georgia del 2008 significó un punto y aparte en la VVS. A partir de ese momento los rusos -pese al enorme éxito logrado- han decidido dar un salto cualitativo en sus equipos y sistemas y, probablemente, el incidente del 'Rojo 36' habrá contribuído, sin duda, al cambio de opinión.
 

Barbanegra

Colaborador
Biden expresa el respaldo de EE.UU. a Georgia para su integración en la OTAN
El vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, destacó hoy el apoyo de Washington a Georgia en sus aspiraciones de integrarse en la OTAN, en una conversación telefónica que sostuvo con el primer ministro de ese país, Irakli Garibashvili.

Según un comunicado de la Casa Blanca, Biden abordó también en la conversación con Garibashvili el respaldo estadounidense a los esfuerzos de Georgia por atraer inversión extranjera, con el fin de contribuir al crecimiento de la economía de ese país.

Igualmente, el vicepresidente destacó el compromiso de Washington por salvaguardar la soberanía y la integridad territorial georgiana reconocida por la comunidad internacional.

Los dos líderes estuvieron de acuerdo en la necesidad de poner en marcha reformas para fortalecer el mandato de la ley en Georgia y atraer mayores inversiones extranjeras.

Antes de finalizar la llamada telefónica, también acordaron afianzar las relaciones bilaterales y mantenerse alerta en lo que se refiere a los recientes eventos que han contribuido a la inestabilidad de la región, como es el caso de Ucrania, entre otros.

Después del voto de confianza otorgado por el Parlamento de Georgia el 26 de julio por una profunda remodelación de su Gabinete, Garibashvili subrayó que su país continuará su política de integración en la OTAN, de desarrollo de las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea, así como de normalización de los vínculos con Rusia.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha expresado su confianza en que los líderes de la Alianza reconozcan en la cumbre que celebrarán en septiembre en Gales (Reino Unido) los "progresos" de Georgia para entrar en la organización.

http://noticias.terra.com.mx/mundo/...5388944b85ef7410VgnCLD200000b1bf46d0RCRD.html
 

Barbanegra

Colaborador

La mayoría de los rusos respalda la independencia de Osetia del Sur y Abjasia
Más del 50% de los rusos opina que Osetia del Sur y Abjasia deben ser independientes tanto de Georgia como de Rusia, mientras en 2009 el porcentaje de personas que compartían esa opinión era del 40%, según los resultados de una encuesta realizada por el Centro Levada.

Cerca del 23% contestó que el reconocimiento de independencia de Abjasia y Osetia del Norte por parte de Rusia tuvo efecto favorable mientras el 10% opina lo contrario.

En 2008, durante la guerra con Georgia, el 40% calificó de correcta la decisión de Rusia, y el 15% como errónea. El 28% de los encuestados mantuvo una postura neutral.

El 43% de los rusos califica las relaciones entre Rusia y Abjasia como “normales y tranquilas”, el 22% como “buenas y de buena vecindad”, y el 14% como “amistosas”. Solo el 1% piensa que las relaciones actuales entre Rusia y Abjasia son hostiles.

El 43% aplaude el apoyo financiero de Rusia a Abjasia y Osetia del Sur, mientras el 9% no está de acuerdo con eso.

En la noche del 8 de agosto de 2008, el Ejército de Georgia abrió fuego del sistema artillero Grad contra Osetia del Sur y tropas georgianas invadieron la república. Quedó en ruinas parte de su capital, Tsjinvali.

Rusia envió tropas a la región para proteger a sus habitantes, muchos de los cuales tenían nacionalidad rusa, y expulsó las tropas georgianas tras cinco días de hostilidades.

El 26 de agosto de 2008, Moscú reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, repúblicas secesionistas que tras el desmoronamiento de la URSS no habían reconocido la jurisdicción de las autoridades de Georgia. Actualmente, Rusia ayuda a estas repúblicas a reconstruir su economía.

La soberanía de Osetia del Sur y de Abjasia fue reconocida también por varios Estados.

La encuesta se llevó a cabo a finales de julio con la participación de 1.600 personas de 46 regiones de Rusia. El margen de error estadístico no excede del 3,4%.

http://sp.ria.ru/neighbor_relations/20140821/161396934.html
 

Barbanegra

Colaborador

Abjasia no prevé asociación con Rusia
El candidato a presidente y ex primer ministro de Abjasia, Raúl Jadzhimba, defiende la firma de un nuevo acuerdo entre Sujumi y Moscú que permita una mayor integración en cuestiones de Defensa, pero considera excesivas las relaciones asociadas entre su país y Rusia.

“No sé a qué relaciones asociadas se refiere”, dijo Jadzhimba al comentar la información sobre la firma de un nuevo acuerdo con Moscú.

“Estamos hablando de procesos integracionistas con Rusia. Si aparece un acuerdo así, va a estar relacionado con la posible labor de defender nuestra pequeña Abjasia, de proteger la colaboración fronteriza, de resolver las cuestiones del intercambio socio-económico con Rusia. No existen ningunas otras premisas para el desarrollo de las llamadas relaciones asociadas”, aclaró el político durante una entrevista a esta agencia.

Las relaciones asociadas son una variante de unión entre dos países, uno de los cuales, el más pequeño, conserva formalmente su independencia y soberanía, pero delega una parte considerable de su poder gubernamental al estado más poderoso. Por regla general, se trata de las funciones de las Fuerzas Armadas y de la política exterior.

Anteriormente Jadzhimba declaró que si Georgia firmara un acuerdo con la Unión Europea, Abjasia deberá fortalecer su frontera de sur y fomentar la integración con Rusia como garantía de su independencia.

El 24 de agosto en Abjasia tendrán lugar elecciones presidenciales extraordinarias. Además de Jadzhimba, entre los candidatos se encuentran Aslán Bzhania, jefe interino de Seguridad Nacional, Merab Kishmaria, ministro de Defensa en funciones, y el exjefe del Ministerio del Interior, Leonid Dzapshba.

Un sondeo reciente de la opinión pública, realizado por el Instituto de Marketing Social, muestra que un 51% de los electores prevén votar por Jadzhimba. Bzhania, que solo cedía la semana pasada un 4% al líder de la campaña, actualmente cuenta con el apoyo de solo un 30% de los encuestados. Los expertos advierten que existe la posibilidad de una segunda ronda de elecciones.

Rusia reconoció a Abjasia y a otra antigua autonomía georgiana, Osetia del Sur, tras la guerra de agosto de 2008 que enfrentó las tropas rusas con el Ejército de Georgia en territorio suroseta.

http://sp.ria.ru/international/20140820/161371392.html
 

Sebastian

Colaborador
Rusia reconoce los resultados de las elecciones presidenciales en Abjasia
26 de agosto de 2014 Yuri Simonián, para RBTH
Moscú ha aplaudido la elección de Raúl Jadzhimba como presidente de la República de Abjasia. Vladímir Putin, le ha felicitado por su victoria y ha reiterado su disposición a comenzar un trabajo conjunto. Los politólogos rusos señalan que el nuevo gobernante tiene ante sí dos complejas tareas: resolver el cisma en las élites del país y convertir a Abjasia, un estado no reconocido por la mayoría de los países del mundo, en un lugar atractivo para los inversores y los turistas.

Los expertos rusos consideran estos comicios los primeros totalmente libres de influencia exterior. Fuente: ITAR-TASS
Raúl Jadzhimba ha ganado las elecciones anticipadas a la presidencia de Abjasia, celebradas el 24 de agosto. El presidente Putin fue uno de los primeros en felicitarle por su victoria. Anteriormente, Jadzhimba declaró que es necesario firmar un acuerdo interestatal entre Sujumi y Moscú que ofrezca un mayor apoyo al ámbito de la seguridad en el país, aunque considera innecesarias unas relaciones de asociación entre Abjasia y la Federación de Rusia.

Abjasia y Osetia del Sur, otra región georgiana fronteriza con Rusia, se escindieron de facto de Georgia a comienzos de los años 90 tras sendos conflictos armados, que dejaron miles de muertos y causaron el éxodo de decenas de miles de refugiados. Después de la guerra ruso-georgiana de cinco días en agosto de 2008 en Osetia del Sur, conflicto que concluyó con la derrota de las armas georgianas, Moscú reconoció como Estados independientes a las dos entidades separatistas. Desde entonces, las independencias de Osetia del Sur y Abjasia han sido reconocidas también por Venezuela y Nicaragua.

Abjasia es un estado reconocido por Rusia y varios países, aunque la mayoría de los estados consideran ilegales las recientes elecciones. Algunos políticos ya han pronunciado sus declaraciones al respecto.

El Ministro Estatal de Conciliación e Igualdad Civil, Paata Zakareishvili, declaraba a RBTH que “a Tbilisi le interesa todo lo que sucede en Abjasia”. Cabe recordar que el gobierno de Tbilisi considera a Abjasia parte de Georgia y se niega a reconocer su independencia. “Sin duda, seguimos las elecciones de cerca, aunque no las consideremos vinculantes. Al mismo tiempo, estamos dispuestos a iniciar un diálogo y colaborar con el líder que resulte elegido por la sociedad abjasia”, subraya Zakareishvili.

El politólogo abjasio Ilán Jashig señala en una entrevista para RBTH que la victoria de Jadzhimba no se debe a ninguna injerencia externa. “Realmente, a diferencia de los años pasados, durante la actual campaña electoral la república no ha recibido ninguna influencia desde el exterior. Por esta razón debemos tener en cuenta que ha sido únicamente el pueblo de Abjasia quien ha elegido”.

Jadzhimba, antiguo director de la KGB de Abjasia y ex vice presidente, ha conseguido convertirse en presidente tras tres intentos infructuosos. En dos ocasiones perdió contra Serguéi Bagapsh y en una ocasión contra Alexander Ankvab. Sin embargo, el primer presidente de Abjasia, Vladislav Ardzinba, había declarado su deseo de ver a Jadzhimba como su sucesor, aunque entonces, en 2004, Jadzhimba perdió tras una intensa campaña que estuvo a punto de desencadenar una guerra civil.

Una herencia problemática
Según señala el director del Instituto de Nuevos Estados de Moscú, Alexéi Martynov, ante el ganador de las elecciones presidenciales figura una complicada tarea: formar un equipo de economistas profesionales capaces de sacar a la república de su estancamiento económico. “Además, es muy importante definir el formato de las relaciones con los estados vecinos, Rusia y Georgia”, declara Martynov a un corresponsal de RBTH.

El director del Instituto de Investigaciones Políticas y miembro de la Cámara Pública, Serguéi Márkov, ha expresado a RBTH su esperanza de que Raúl Jadzhimba sea un buen presidente para Abjasia. “Cuenta con una enorme experiencia política. Muchos en su lugar, después de varios fracasos en las elecciones, se habrían escondido en la sombra. Pero Jadzhimba ha continuado con su batalla política y ahora es un poderoso político con mucha experiencia”, opina Márkov.

Según el experto, el nuevo presidente de Abjasia tiene ante sí unas tareas cuya solución es imperativa para alcanzar un notable progreso en el país. “Jadzhimba deberá encontrar una vía de conciliación para los dos grupos enfrentados de la élite abjasia”, - declara Márkov a RBTH. Otra tarea no menos importante será ofrecer garantías a los posibles inversores. “Convertir Abjasia en un centro de turismo internacional no será posible sin una inversión significativa. Y existen muchas posibilidades para que esto sea posible. La naturaleza ha dotado a esta región de todo lo necesario para ello”, opina Serguéi Márkov.
http://es.rbth.com/politica/2014/08...as_elecciones_presidenciales_en_ab_43065.html
 

Barbanegra

Colaborador

Rusia, Abjasia y Osetia del Sur consideran una respuesta común a la OTAN
Osetia del Sur está negociando para adherirse al acuerdo de amistad y apoyo mutuo entre Rusia y Abjasia que prevé la creación de un espacio de seguridad común para finales de 2014, escribe Izvestia.

Las autoridades de Abjasia confirman que las negociaciones al respecto están en marcha precisando que se trata de la creación de la base para una futura alianza militar que pretende “contrarrestar a la OTAN”.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió con el nuevo presidente de Abjasia, Raúl Jádzhimba, a finales de agosto. Al término de esta reunión se anunció que Moscú y Sujum firmarán para finales del año en curso un acuerdo de amistad y apoyo mutuo que anunciará también la creación de un espacio común de seguridad.

“Consideramos que la firma de un acuerdo tripartito será una respuesta adecuada a los pasos de la OTAN y su socio Georgia que pretende ser miembro de la OTAN”, dijo el vicepresidente de Abjasia, Vitali Gabnia.

La OTAN no reconoció los comicios presidenciales celebrados en Abjasia el 24 de agosto que, según la Alianza, no contribuyen al duradero arreglo de la situación en Georgia. Los miembros de la OTAN tampoco reconocen a Abjasia y Osetia del Sur como Estados independientes.

http://sp.ria.ru/revista_de_prensa/20140903/161604417.html
 

Barbanegra

Colaborador

Georgia: La provincia de Abjasia tendrá nuevo presidente
La provincia georgiana de Abjasia eligió su líder de la oposición Raúl Khadzimba como el nuevo presidente el domingo pasado, 24 de agosto (2014). Abjasia es una provincia separatista apoyada por Rusia, en el territorio de Georgia. El Presidente de la Comisión Batal Tabagua dijo a los periodistas que Khadzimba recibió 50.57 por ciento de los votos, mientras su principal rival Aslan Bzhania recibió 35.91 por ciento. Según la agencia de noticias Itar-Tass de Rusia los cuatro candidatos para presidente apoyan el fortalecimiento de las relaciones cercanas con Rusia, pero ninguno de ellos apoya la inclusión de Abjasia como parte de Rusia.

El ex – líder Alexander Ankvab fue obligado de renunciar por acusaciones de corrupción y la mala gestión. En mayo, los manifestantes entraron en el edificio de la administración presidencial en la ciudad principal Sujumi, para demostrar sus quejas en contra la corrupción y el nepotismo. Abjasia es una provincia en la región del Mar Negro, junto con otra región georgiana, Osetia del Sur, había sido el punto focal de una guerra entre Georgia y Rusia en 2008. Ahora Abjasia depende de la ayuda financiera y política de Moscú. Según la agencia de noticias Interfax, La Republica de Georgia considera las recientes elecciones en Abjasia ilegal.

En una nota de prensa sobre dichas elecciones presidenciales, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Georgia enfatizo: “El 24 de agosto del 2014 la región de Abjasia tuvo las elecciones presidenciales extraordinarias; este es un acto ilegal y representa otro intento fallido de ocultar la limpieza étnica de cientos de miles de personas por parte de elementos que pretenden una gobernabilidad democrática.

Durante los últimos veinte años las personas desplazadas de las regiones ocupadas de Georgia se ven privados del derecho a regresar a sus lugares de residencia, mientras que los derechos y libertades fundamentales de un pequeño número de la población aún viven en estas regiones, en particular sus derechos civiles, económicos y sociales, se violan todos los días por los regímenes de ocupación. De grande preocupación son las declaraciones del régimen de facto que pide la persecución, y en algunos casos incluso esta a favor de la expulsión de los georgianos étnicos que viven en la región de Abjasia.

Las disposiciones del Acuerdo de Cesación del Fuego están siempre violadas en forma paralela a la grave situación de derechos humanos en las regiones ocupadas. Los observadores internacionales, entre ellos representantes de la Misión de Observación de la UE le han negado el acceso a las regiones de Abjasia y Tsjinvali para cubrir la situación de elecciones allí. Hay acciones destinadas para quebrantar el formato acordado y la agenda del dialogo internacional en Ginebra, en el presente hay dificultades en abordar temas importantes en la agenda.

Las llamadas “elecciones presidenciales” celebradas ilegalmente en la región ocupada de Abjasia, en el 24 de agosto del 2014 representan la falta de respeto y el abandono de los principios fundamentales del Derecho Internacional, en particular, el principio de la soberanía, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras reconocidas internacionalmente. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Georgia pide a la comunidad internacional, en base de su posición firme con respecto a la soberanía e integridad territorial de Georgia, para condenar las llamadas “elecciones presidenciales” celebradas ilegalmente en la región de Abjasia. [2]

El 25 de Agosto del 2014, en una nota de prensa, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Azerbaiyán reitero su apoyo a la soberanía y la integridad territorial de la Republica de Georgia y declara que no reconoce las llamadas “elecciones presidenciales” llevadas a cabo en Abjasia, Georgia el 24 de agosto de 2014. [3]

Después del colapso de la Unión Soviética, Abjasia se separó del dominio de Georgia en una guerra de 1992-1993. Moscú lo reconoció como un estado independiente, años después Rusia se enfrento en una guerra de cinco días con Georgia en 2008, y al mismo tiempo reforzó el control sobre la región.

Con solo 240 mil habitantes, Abjasia esta compuesta de varios grupos étnicos, esta ubicado cerca de la frontera con la ciudad de Sochi.

http://eurasiahoy.com/26082014-georgia-la-provincia-de-abjasia-tendra-nuevo-presidente/
 

Barbanegra

Colaborador

El Ejército ruso efectúa ejercicios militares en Osetia del Sur
Unidades del Distrito Militar Sur (DMS) y las Fuerzas Armadas de Osetia del Sur realizaron ejercicios conjuntos con la participación de unos 700 militares, informó hoy el DMS en un comunicado.

Según la nota, “unidades acorazadas, de artillería e infantería demostraron sus capacidades de destruir blancos utilizando el armamento moderno como tanques T-72, vehículos blindados BTR-80, obuses autopropulsados Akatsia, lanzaderas múltiples Grad, morteros Podnos, lanzagranadas AGS-17 y RPG-32, y también armas de infantería".

Las maniobras militares se llevaron a cabo en un polígono del territorio de Osetia del Sur e implicaron a 200 unidades del material bélico.

En el marco de los ejercicios, los militares rechazaron un ataque aéreo, atravesaron una zona contaminada tras el uso de armas de exterminio masivo, pasaron a la ofensiva y tomaron las posiciones ventajosas.

http://sp.ria.ru/Defensa/20140924/162037471.html
 

Barbanegra

Colaborador

Georgia está por mantener buenas relaciones con Rusia
Georgia quiere mantener buenas relaciones con Rusia pero no en perjuicio de su soberanía e independencia, declaró el primer ministro Irakli Garibashvili en una reunión de la Asamblea General de la ONU.

"Nosotros, georgianos, estamos por tener buenas relaciones con Rusia pero no en perjuicio de nuestra soberanía e independencia. Nos ocupó mucho tiempo para lograrla", dijo Garibashvili.

Agregó que las nuevas autoridades de Georgia eligieron otro camino, distinto del de sus antecesores.

"Por una parte, hemos empezado el diálogo con Rusia para reanudar relaciones comerciales, económicas, culturales y humanitarias sin condiciones preliminares. Y por otra, seguimos con el objetivo de arreglar el conflicto de 2008 por vía pacífica", subrayó el político.

Indicó que el primer ámbito estratégico de la colaboración llevó a resultados significativos y ayudó a reducir la escalada de tensión entre Georgia y Rusia.

Destacó que Georgia "hizo muchos pasos constructivos" y hará todo para lograr la reconciliación con los abjasios y los osetios.

En la noche del 8 de agosto de 2008, el Ejército de Georgia abrió fuego del sistema artillero Grad contra Osetia del Sur y tropas georgianas invadieron la república. Quedó en ruinas parte de su capital, Tsjinvali.

Rusia envió tropas a la región para proteger a los habitantes, muchos de los cuales tenían la nacionalidad rusa, y expulsó las tropas georgianas tras cinco días de hostilidades.

El 26 de agosto de 2008, Moscú reconoció la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, repúblicas secesionistas que tras el desmoronamiento de la URSS no habían aceptado la jurisdicción de las autoridades de Georgia.

En respuesta a eso, Tiflis rompió relaciones diplomáticas con Moscú y calificó las repúblicas de territorios ocupados.

http://sp.ria.ru/international/20140927/162111537.html
 

Barbanegra

Colaborador
Presidente de Georgia dispuesto a reunirse con Putin
El presidente de Georgia, Gueorgui Margvelashvili, ratificó su disposición a reunirse con su par ruso, Vladimir Putin, en procura del restablecimiento de lazos amistosos entre los dos Estados vecinos, reportó hoy el canal Rustavi-2. Las autoridades de Tiflis declararon la ruptura de las relaciones diplomáticas con Moscú, en 2008, tras el reconocimiento por Rusia de la independencia de las proclamadas Repúblicas trascaucásicas de Abjasia y Osetia del Sur, separadas de Georgia, tras cruentas guerras civiles a inicios de la década de 1990.

El gobierno de Margvelashvili, vencedor en las elecciones legislativas del 1 de octubre de 2012, declaró como una de las prioridades de la política exterior georgiana la normalización de los vínculos con Rusia.

Comentó Margvelashvili en vivo al canal Rustavi-2 que su país proponía a Rusia unas relaciones de buena vecindad y amistosas, sobre la base "de la integridad territorial de Georgia".

Dijo que asumió con seriedad los pronunciamientos de Putin en febrero pasado, cuando dio como probable, de su parte, un posible encuentro entre los jefes de Estado.

En Tiflis consideran que la reunión entre los dos mandatarios requiere una detallada y seria preparación, y debe estar circunscrita solo a los problemas que conciernen a los dos países.

El representante especial del primer ministro para los nexos con Rusia Zurab Abashidze ratificó la semana pasada la voluntad de su gobierno para realizar ese encuentro, pero insistió en que debe prepararse detalladamente para que resulte exitoso en procura de un arreglo de las relaciones bilaterales, apuntó.

Abashidze descartó, sin embargo, que en esta etapa se lleven a cabo acciones de preparación de la reunión de alto nivel.

El portavoz del Kremlin Dmitri Peskov consideró, a su vez, en declaraciones al canal georgiano Imedi que debe madurar la situación y creado el entorno adecuado para un encuentro como ese.

Según Peskov, Moscú espera de Tiflis una señal concreta. De parte de Georgia debe existir una voluntad política, subrayó.

Agregó que el presidente Putin dejó claro que si recibía una señal de la parte georgiana, la cita se efectuaría.

http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=3219451
 
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