Pongo una entrevista del 2010 a Julio martinez. Interesante varias cosas como saber para que lado dispara la liebre.
LOS MANDOS MILITARES ESTÁN ANESTESIADOS
Reportaje al diputado Julio Martínez, presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara Baja
En sus declaraciones, el legislador considera que el gobierno nacional no quiere colocar a la
política de defensa en un rango de interés importante y considera que tal conducta genera des-
aliento en el poder militar dada la escasez de recursos y de modernización que se padece en ese
plano.
Pregunta:
Dice un historiador que lo investigo a fondo, el americano Robert Postash, que uno
de los logros mas sólidos de nuestra deficitario sistema democrático consiste en que el poder mili-
tar ya no es un actor político. Es más, a fuerza de realidades la militar es la corporación que más
se ha reformulado para bien si uno mira la religión católica, la empresarial, la sindical y la política.
Sin embargo...
Respuesta: Sin embargo tenemos problemas de política de defensa. Aún admitiendo la disten-
sión imperante en el Conosur y la integración que se da con nuestros vecinos a partir de solucio-
nar diferendos limítrofes y la defensa de la democracia que nos identifica, igualmente hay que te-
ner política de defensa. Y no la tenemos, no está nítidamente expresada en la acción del gobierno
nacional.
Pregunta
:
Pero yo he leído declaraciones suyas en las que también computa que éste es un déficitde la oposición.
Respuesta: Efectivamente, tampoco la oposiciónha trabajado a favor de esa política.
Pregunta ¿Por qué?
Respuesta: Yo creo que a lo largo de toda la transición y, a posteriori, este tema vivió sacudido
por muchas cosas, confundido incluso por razones ideológicas fundadas en el pasado rol de los milita-
res en política...
Pregunta ¿Alentados por franjas de la sociedad civil o no?
Respuesta: ¡Por supuesto que sí! Pero es el poder militar el que paga el “grueso de los platos”.
También es cierto que más del 80 % de los militares hoy en actividad no lo eran al momento del
golpe 76 y cientos de miles de ellos ni siquiera habían nacido. Con esto no quiero decir que haya
que cerrar todo lo sucedido en materia de violaciones a los derechos humanos; quiero decir que
no podemos seguir haciendo blanco en estas fuerzas armadas de hoy con aquel tema. Pero lo que
subsiste es la carencia de debate sobre política de defensa... la política, toda la política, es respon-
sable de ésta carencia.
Pregunta: La política tampoco habla de la universidad; a ningún político se le cae un diagnóstico
ni una idea sobre la universidad...
Respuesta: La política está ganada por otras cuestiones, urgentes, sí; graves, muy graves,
también es cierto, pero esto no implica que no se pueda ocupar de la defensa...con un poder militar
que usa aviones de combate con un promedio de vida de 30 años, aunque algunos de esos siste-
mas tienen más de 40 años; buques con el mismo promedio y fuerzas terrestres con sistemas de
armas en igual situación. A través de los mandos de las fuerzas la Comisión que presido se ha
enterado de cuestiones alarmantes; por ejemplo, que para que funcione un avión hay que sacarles
piezas a otros, “canibalismo” le dicen los militares. Hoy nuestros pilotos vuelan en máquinas que
en cualquier momento se caen.
Pregunta:
Más de medio centenar de aviones y helicópteros militares se accidentaron en lo que
va de la democracia. Pero los temas de presupuesto suelen reflejar más decisiones políticas que
carencia de recursos ¿Qué los define más aquí para el caso militar?
Respuesta: Yo estoy convencido que o se prioriza el interés en tener una política de Estado en
favor de la defensa. No me parece que no estemos en condiciones de un mejor presupuesto para
Defensa.
Pregunta:
Por ley, las Fuerzas Armadas de Chile tienen para su funcionamiento un monto fijo,
anual de las exportaciones de cobre. Son varios cientos de millones de dólares ¿Cree que esa es
una política que, con relación con nuestras exportaciones, podría eventualmente reflexionar la Ar-
gentina para inyectar dinero a las Fuerzas Armadas?
Respuesta: No me parece. No considero conducente hacer eso dado que los precios de nues-
tras exportaciones, primarias en su mayoría, son muy fluctuantes, inestables, con lo cual se mane-
jaría esa política con mucha incertidumbre. Hay que trabajar con lo que es natural al presupuesto
nacional.
Pregunta:
Un especialista en seguridad y defensa, Alejandro Corbacho, sostiene en un intere-
sante artículo que las Fuerzas Armadas están “bajo desarme psicológico” como resultado de la
falta de una política de defensa y la carencia de medios. “Desarme psicológico” en tanto categoría
que describe una condición, un estado mental ¿Concuerda con este diagnóstico?
Respuesta: Si “desarme psicológico” implica desaliento. Y desaliento hay mucho entre los
miembros de las Fuerzas Armadas. Hay mucho “bajón”... si, si. Sienten que no cuentan y lo sienten
porque al no haber política de defensa ni medios con los cuales trabajar es natural que se interro-
guen sobre para qué están, un interrogante que siempre tiene un marco exigente: se eligió la pro-
fesión militar y el Estado gastó para formarlos. Además, el desaliento también se referencia con
los sueldos, que no son estimulantes pero aún así muchas veces procuran no irse de la fuerza
porque el que se va gana un 60% menos de lo que recibía en actividad. Pierden adicionales y et-
cétera, etcétera. Pero, claro, en las Fuerzas Armadas la movilidad ascendente se da en una es-
tructura piramidal, o sea que año a año hay muchos efectivos de distinto rango que se retiran; es
inevitable. Hay si, quienes se van para mejorar sensiblemente su situación económica y general-
mente gente con alto grado de preparación.
Pregunta
: ¿Los pilotos?
Respuesta: Exactamente
Pregunta: Según se pudo establecer a partir de diversas fuentes, en el lapso de 1985 a 2008 se
fueron, por razones económicas, 270 pilotos de la Fuerza Aérea, de la Aviación Naval y del Ejérci-
to, a lo que se suma un piloto de combate cuesta no menos de 3 millones de dólares como mínimo
¿Tiene datos actualizados sobre este tema?
Respuesta: No, pero la razón de esta sangría está clara: el grueso de los pilotos que dejan la
fuerza lo hacen rumbo a las líneas aéreas donde ganan, como mínimo, tres veces más de lo que
ganan en las Fuerzas Armadas.
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Pregunta:
Usted suele hablar de “anestesiados” a la hora de describir la conducta de los altos
mandos de las Fuerzas Armadas ante los problemas que enfrentan...
Respuesta: También he hablado de temor...
Pregunta
: Aceptemos que son caracterizaciones fuertes, máxime tratándose de definiciones
sobre planos de lo castrense. Anestesiados, temor ¿ha qué?
Respuesta: Es un estado de ánimo que se infiere cuando uno se interesa en conocer el estado
de ánimo que impera en los altos mandos en función de la relación con el gobierno...no es algo
explícito, pero si se detecta que –por caso- si están relacionados con la política a través de algún
político y ese político...bueno, no es afín al gobierno, el gobierno puede pasarlos a retiro. Ser militar
de alto rango y ser amigo de Duhalde, Cobos o de quién fuere; pero siempre en el marco de la
dirigencia política con gravitación, bueno, tiene su costo: el retiro, por ejemplo.
Pregunta:
¿El reciente caso del general Bruera?
Respuesta: Se han dado varios casos. Pero esto hace a los mandos superiores. En escalones
inferiores de la estructura hay desaliento por la precariedad de medios con que se mueven y esto
afecta la autoestima, sumado al problema salarial. A sueldos bajos que no se relacionan con lo
que costó formarlos ni con las responsabilidades que tienen se suma. El salario tiene un fuerte
componente que podemos definir como “en negro”, en tanto son adicionales por esto o por aquello
que conforman, en muchos casos, más de la mitad de lo percibido, monto que pierden si pasan a
retiro.
Pregunta
: ¿Usted me está diciendo que el salario de los militares se define como muy enfermo
en cuánto a su composición?
Respuesta: Sí, y es por esta razón que en Tribunales hay muchas causas presentadas por mili-
tares, muchas de las cuales el Estado perdió. Y este tema, esta trama tan compleja será un pro-
blema para el próximo Gobierno Nacional.
Pregunta
: Para eso ¿habrá que ganarle a Kirchner?
Respuestas: Y eso es lo que va a suceder en el 2011. El próximo Gobierno Nacional no será K,
será radical.
Pregunta: En un reciente libro, “Enemigos íntimos: los militares y Kirchner”, su autor, Guido
Braslavsky, sostiene que Kirchner tiene obsesión con mantener disciplinados a los militares. Su
método es la sanción rápida, terminante. El libro –muy sabroso en datos y conclusiones – habla de
irritaciones de Kirchner, por caso, con alguno de sus ministros, Rafael Bielsa, porque este habló
con marinos debido a la extradición de un oficial acusado de asesinatos. Kirchner terminó la con-
versación gritando “a los asesinos pan y agua, pan y agua” ¿Está de acuerdo con que éste ha sido
en mucho el método aplicado por el kirchnerismo para relacionarse con el poder militar?
Respuesta: El estilo K es el grito, el retar, el dividir, el excluir. O sea, ya para con los militares
ya para con el conjunto nacional, su estilo es siempre redoblar la apuesta ante situaciones que
visualiza como...no sé, poco favorables para con sus intereses políticos. En ese redoblar la apues-
ta, bueno, viene todo: el grito, el agravio; incluso hay cierta “crueldad” en los términos en que asu-
me las legítimas diferencias con lo que él piensa. “Crueldad” en el sentido de que no se maneja
racionalmente, no debate, ensucia el tratamiento de un tema vía la intolerancia, el prejuicio. Su
lógica política es la pelea permanente con todo el mundo, en consecuencia, ¿por qué no va a vivir
sospechando y enojándose con los militares?
LOS MANDOS MILITARES ESTÁN ANESTESIADOS
Reportaje al diputado Julio Martínez, presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara Baja
En sus declaraciones, el legislador considera que el gobierno nacional no quiere colocar a la
política de defensa en un rango de interés importante y considera que tal conducta genera des-
aliento en el poder militar dada la escasez de recursos y de modernización que se padece en ese
plano.
Pregunta:
Dice un historiador que lo investigo a fondo, el americano Robert Postash, que uno
de los logros mas sólidos de nuestra deficitario sistema democrático consiste en que el poder mili-
tar ya no es un actor político. Es más, a fuerza de realidades la militar es la corporación que más
se ha reformulado para bien si uno mira la religión católica, la empresarial, la sindical y la política.
Sin embargo...
Respuesta: Sin embargo tenemos problemas de política de defensa. Aún admitiendo la disten-
sión imperante en el Conosur y la integración que se da con nuestros vecinos a partir de solucio-
nar diferendos limítrofes y la defensa de la democracia que nos identifica, igualmente hay que te-
ner política de defensa. Y no la tenemos, no está nítidamente expresada en la acción del gobierno
nacional.
Pregunta
:
Pero yo he leído declaraciones suyas en las que también computa que éste es un déficitde la oposición.
Respuesta: Efectivamente, tampoco la oposiciónha trabajado a favor de esa política.
Pregunta ¿Por qué?
Respuesta: Yo creo que a lo largo de toda la transición y, a posteriori, este tema vivió sacudido
por muchas cosas, confundido incluso por razones ideológicas fundadas en el pasado rol de los milita-
res en política...
Pregunta ¿Alentados por franjas de la sociedad civil o no?
Respuesta: ¡Por supuesto que sí! Pero es el poder militar el que paga el “grueso de los platos”.
También es cierto que más del 80 % de los militares hoy en actividad no lo eran al momento del
golpe 76 y cientos de miles de ellos ni siquiera habían nacido. Con esto no quiero decir que haya
que cerrar todo lo sucedido en materia de violaciones a los derechos humanos; quiero decir que
no podemos seguir haciendo blanco en estas fuerzas armadas de hoy con aquel tema. Pero lo que
subsiste es la carencia de debate sobre política de defensa... la política, toda la política, es respon-
sable de ésta carencia.
Pregunta: La política tampoco habla de la universidad; a ningún político se le cae un diagnóstico
ni una idea sobre la universidad...
Respuesta: La política está ganada por otras cuestiones, urgentes, sí; graves, muy graves,
también es cierto, pero esto no implica que no se pueda ocupar de la defensa...con un poder militar
que usa aviones de combate con un promedio de vida de 30 años, aunque algunos de esos siste-
mas tienen más de 40 años; buques con el mismo promedio y fuerzas terrestres con sistemas de
armas en igual situación. A través de los mandos de las fuerzas la Comisión que presido se ha
enterado de cuestiones alarmantes; por ejemplo, que para que funcione un avión hay que sacarles
piezas a otros, “canibalismo” le dicen los militares. Hoy nuestros pilotos vuelan en máquinas que
en cualquier momento se caen.
Pregunta:
Más de medio centenar de aviones y helicópteros militares se accidentaron en lo que
va de la democracia. Pero los temas de presupuesto suelen reflejar más decisiones políticas que
carencia de recursos ¿Qué los define más aquí para el caso militar?
Respuesta: Yo estoy convencido que o se prioriza el interés en tener una política de Estado en
favor de la defensa. No me parece que no estemos en condiciones de un mejor presupuesto para
Defensa.
Pregunta:
Por ley, las Fuerzas Armadas de Chile tienen para su funcionamiento un monto fijo,
anual de las exportaciones de cobre. Son varios cientos de millones de dólares ¿Cree que esa es
una política que, con relación con nuestras exportaciones, podría eventualmente reflexionar la Ar-
gentina para inyectar dinero a las Fuerzas Armadas?
Respuesta: No me parece. No considero conducente hacer eso dado que los precios de nues-
tras exportaciones, primarias en su mayoría, son muy fluctuantes, inestables, con lo cual se mane-
jaría esa política con mucha incertidumbre. Hay que trabajar con lo que es natural al presupuesto
nacional.
Pregunta:
Un especialista en seguridad y defensa, Alejandro Corbacho, sostiene en un intere-
sante artículo que las Fuerzas Armadas están “bajo desarme psicológico” como resultado de la
falta de una política de defensa y la carencia de medios. “Desarme psicológico” en tanto categoría
que describe una condición, un estado mental ¿Concuerda con este diagnóstico?
Respuesta: Si “desarme psicológico” implica desaliento. Y desaliento hay mucho entre los
miembros de las Fuerzas Armadas. Hay mucho “bajón”... si, si. Sienten que no cuentan y lo sienten
porque al no haber política de defensa ni medios con los cuales trabajar es natural que se interro-
guen sobre para qué están, un interrogante que siempre tiene un marco exigente: se eligió la pro-
fesión militar y el Estado gastó para formarlos. Además, el desaliento también se referencia con
los sueldos, que no son estimulantes pero aún así muchas veces procuran no irse de la fuerza
porque el que se va gana un 60% menos de lo que recibía en actividad. Pierden adicionales y et-
cétera, etcétera. Pero, claro, en las Fuerzas Armadas la movilidad ascendente se da en una es-
tructura piramidal, o sea que año a año hay muchos efectivos de distinto rango que se retiran; es
inevitable. Hay si, quienes se van para mejorar sensiblemente su situación económica y general-
mente gente con alto grado de preparación.
Pregunta
: ¿Los pilotos?
Respuesta: Exactamente
Pregunta: Según se pudo establecer a partir de diversas fuentes, en el lapso de 1985 a 2008 se
fueron, por razones económicas, 270 pilotos de la Fuerza Aérea, de la Aviación Naval y del Ejérci-
to, a lo que se suma un piloto de combate cuesta no menos de 3 millones de dólares como mínimo
¿Tiene datos actualizados sobre este tema?
Respuesta: No, pero la razón de esta sangría está clara: el grueso de los pilotos que dejan la
fuerza lo hacen rumbo a las líneas aéreas donde ganan, como mínimo, tres veces más de lo que
ganan en las Fuerzas Armadas.
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Pregunta:
Usted suele hablar de “anestesiados” a la hora de describir la conducta de los altos
mandos de las Fuerzas Armadas ante los problemas que enfrentan...
Respuesta: También he hablado de temor...
Pregunta
: Aceptemos que son caracterizaciones fuertes, máxime tratándose de definiciones
sobre planos de lo castrense. Anestesiados, temor ¿ha qué?
Respuesta: Es un estado de ánimo que se infiere cuando uno se interesa en conocer el estado
de ánimo que impera en los altos mandos en función de la relación con el gobierno...no es algo
explícito, pero si se detecta que –por caso- si están relacionados con la política a través de algún
político y ese político...bueno, no es afín al gobierno, el gobierno puede pasarlos a retiro. Ser militar
de alto rango y ser amigo de Duhalde, Cobos o de quién fuere; pero siempre en el marco de la
dirigencia política con gravitación, bueno, tiene su costo: el retiro, por ejemplo.
Pregunta:
¿El reciente caso del general Bruera?
Respuesta: Se han dado varios casos. Pero esto hace a los mandos superiores. En escalones
inferiores de la estructura hay desaliento por la precariedad de medios con que se mueven y esto
afecta la autoestima, sumado al problema salarial. A sueldos bajos que no se relacionan con lo
que costó formarlos ni con las responsabilidades que tienen se suma. El salario tiene un fuerte
componente que podemos definir como “en negro”, en tanto son adicionales por esto o por aquello
que conforman, en muchos casos, más de la mitad de lo percibido, monto que pierden si pasan a
retiro.
Pregunta
: ¿Usted me está diciendo que el salario de los militares se define como muy enfermo
en cuánto a su composición?
Respuesta: Sí, y es por esta razón que en Tribunales hay muchas causas presentadas por mili-
tares, muchas de las cuales el Estado perdió. Y este tema, esta trama tan compleja será un pro-
blema para el próximo Gobierno Nacional.
Pregunta
: Para eso ¿habrá que ganarle a Kirchner?
Respuestas: Y eso es lo que va a suceder en el 2011. El próximo Gobierno Nacional no será K,
será radical.
Pregunta: En un reciente libro, “Enemigos íntimos: los militares y Kirchner”, su autor, Guido
Braslavsky, sostiene que Kirchner tiene obsesión con mantener disciplinados a los militares. Su
método es la sanción rápida, terminante. El libro –muy sabroso en datos y conclusiones – habla de
irritaciones de Kirchner, por caso, con alguno de sus ministros, Rafael Bielsa, porque este habló
con marinos debido a la extradición de un oficial acusado de asesinatos. Kirchner terminó la con-
versación gritando “a los asesinos pan y agua, pan y agua” ¿Está de acuerdo con que éste ha sido
en mucho el método aplicado por el kirchnerismo para relacionarse con el poder militar?
Respuesta: El estilo K es el grito, el retar, el dividir, el excluir. O sea, ya para con los militares
ya para con el conjunto nacional, su estilo es siempre redoblar la apuesta ante situaciones que
visualiza como...no sé, poco favorables para con sus intereses políticos. En ese redoblar la apues-
ta, bueno, viene todo: el grito, el agravio; incluso hay cierta “crueldad” en los términos en que asu-
me las legítimas diferencias con lo que él piensa. “Crueldad” en el sentido de que no se maneja
racionalmente, no debate, ensucia el tratamiento de un tema vía la intolerancia, el prejuicio. Su
lógica política es la pelea permanente con todo el mundo, en consecuencia, ¿por qué no va a vivir
sospechando y enojándose con los militares?