Moscú y Washington profundizaron aún más las acusaciones mutuas por la crisis en el Cáucaso
Mientras la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, criticó una vez el manejo ruso del conflicto, Moscú no dudó en señalar al gobierno de George W. Bush como responsable directo de la ofensiva georgiana.
"Estoy segura de que Rusia entiende que lo que está haciendo aumenta su aislamiento y que no tiene vía de salida si no cumple sus compromisos", afirmó Rice en Lisboa después de reunirse con el ministro de Exteriores portugués, Luis Amado.
La funcionaria estadounidense se refirió así al acuerdo de seis puntos que puso fin a las hostilidades entre Georgia y Rusia por Osetia del Sur y que incluye el retiro total de fuerzas rusas de territorio georgiano.
Como inmediata respuesta, Rusia aseguró hoy que el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, alentó la ofensiva de Tbilisi en Osetia del Sur para acelerar la entrada de Georgia en la OTAN.
"Las nuevas promesas a Tbilisi relacionadas con su pronta adhesión a la OTAN, sencillamente refuerzan la peligrosa sensación de impunidad que vive el régimen de (el presidente de Georgia Mijail) Saakashvili y alientan sus peligrosas ambiciones", declaró el vocero de la Cancillería rusa, Andrei Nesterenko.
El propio Cheney aseguró ayer en Tiblisi al presidente Saakashvili, que su Gobierno apoyará la entrada de su país en la Alianza Atlántica.
El 8 de agosto Georgia lanzó una ofensiva militar en gran escala en Osetia del Sur. Rusia reaccionó con el envío de fuerzas militares a Georgia, acción condenada por Occidente.
Pero no fue la única acusación disparada hoy por Estados Unidos, ya que Rice fue tajante al rechazar el paralelo entre la ex provincia serbia de Kosovo y las regiones separatistas de Georgia, Osetia del Sur y Abjazia, a las que Rusia les reconoció su independencia.
"La independencia de Kosovo ocurrió después de un muy extenso proceso internacional", a diferencia del reconocimiento de los enclaves separatistas georgianos por parte de Moscú que "se produjo en abierta violación de los acuerdos con la Unión Europea conseguidos por el presidente francés, Nicolas Sarkozy", afirmó.
Por tal razón, Rice manifestó también su satisfacción por "la condena europea" al reconocimiento de la independencia de Osetia del Sur y Abjazia.
Gracias a los resultados de la colaboración entre Estados Unidos y la UE "estamos reforzando a Georgia y mostrando a Rusia que no aceptamos este tipo de acción", afirmó en declaraciones que reproduce la agencia de noticias DPA.
En otro orden, el gobierno ruso puso hoy en duda la legitimidad del arribo al puerto georgiano de Poti de la nave militar estadounidense "Mount Whitney", perteneciente a la sexta flota, según expresaron fuentes del Ministerio de Exteriores a la agencia Interfax.
"Moscú no se propone por ahora reaccionar a lo que considera una posible violación a la Convención de Montreux, de 1936, sobre el régimen de la navegación en el Mar Negro", agregaron las fuentes.
"Pero si fueran encontradas violaciones, Rusia recurrirá a la ONU y a otras organizaciones internacionales para plantear el tema, que se inscribe en el enfrentamiento con Occidente a propósito de la crisis del Cáucaso", advirtieron.
La perplejidad de Moscú se refiere a las razones para el uso de una nave de este tipo que en teoría es el transporte de ayudas humanitarias tras el conflicto militar de agosto entre Rusia y Georgia a propósito de la región separatista Osetia del Sur.
Finalmente, el gobierno ruso desmintió hoy que planee construir un muro divisorio entre Georgia y Osetia del Sur, información que fue publicada por medios georgianos que mencionaron también una hipótesis similar para Abjazia.
"No puedo siquiera imaginar quién podría defender un muro y por eso lo definiría como puras fantasías, aunque sugestivas", afirmó Andre Nesterenko, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso en declaraciones que reproduce la agencia de noticias Ansa.
Poco antes, el general Anatoli Zitsez, jefe de estado mayor de Abjazia, que junto con Osetia del Sur pretenden independizarse de Georgia, rechazó una hipótesis similar.
"Es otra fábula inventada por Tbilisi", dijo el militar, quien agregó que reforzarán la frontera con Georgia "pero no construiremos un segundo muro de Berlín de 80 kilómetros de largo.
Esto requeriría inversiones de miles de millones y no hay ninguna necesidad de hacerlo".
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TELAM