El incendio del Irízar no causó daños ambientales
TAMPOCO PROBLEMAS DE SALUD A TRIPULANTES
Así lo aseguró la inspección realizada por técnicos de la Secretaría de Ambiente de la Nación Argentina. La alarma se había generado a partir del problema que podían causar las 80 toneladas de residuos peligrosos que transportaba el rompehielo.
El incendio en el rompehielos Almirante Irízar no causó daños ambientales ni provocó problemas de salud a sus tripulantes, según las primeras derivaciones de la inspección realizada por técnicos de la Secretaría de Ambiente de la Nación Argentina.
La alarma se había generado a partir del problema que podían causar las 80 toneladas de residuos peligrosos que transportaba el buque insignia de la Armada Argentina.
Es que se temió que el incendio pudo haber producido la combustión de gran parte de la carga de residuos peligrosos que llevaba el rompehielos.
La inspección al rompehielos estuvo a cargo de un equipo encabezado por el subsecretario de Fiscalización y Control Ambiental, Raúl Vidable.
La valoración de impacto ambiental se efectuó el último fin de semana en la dársena de la base naval Puerto Belgrano, a 30 kilómetros de Bahía Blanca, donde se encuentra amarrado el buque de la Armada desde el viernes pasado.
Los trabajos de inspección se concretaron en la bodega del Irízar, donde estaban almacenadas 80 toneladas de residuos peligrosos.
Entre otros elementos, el Irízar llevaba combustibles, aceites, solventes, resinas y desperdicios generados por la actividad de los laboratorios de investigación en las bases antárticas.
La carga peligrosa iba ser traslada hasta el puerto de Buenos Aires ya que el denominado "Continente Blanco" es territorio libre de basura, declarado como tal por tratados internacionales.
A partir de ahora, la Secretaría de Ambiente de la Nación controlará el desembarco, transporte, tratamiento y disposición final de los residuos.
La inspección al rompehielos Irízar había sido dispuesta por el juez federal de Rawson, Ricardo Sastre, quien lleva adelante la investigación judicial del siniestro por solicitud de la Armada.
Luego de estas pericias, el Irízar ingresará en el Dique Seco, dentro de la base naval Puerto Belgrano, donde se revisarán las incidencias en el casco.
De ser necesario, esa parte del buque será carenado, que consiste en reparar o componer el casco de la nave. Luego de todos estos trámites -que demandarían unos tres meses-, el Irízar volvería a ser remolcado hasta el astillero Río Santiago, donde se le va a hacer el arreglo y lo necesario para suplir todo lo que afectado por el incendio.
Las primeras refacciones se realizarán sobre la zona del hangar, una de las más afectadas por el siniestro suscitado por una falla en un generador de la sala de máquinas.
Asimismo, en el marco de la segunda vida del buque, se renovarían los equipos con aparatos de última generación, según las especificaciones técnicas de la Armada Argentina.
Toda esta tarea englobaría un trabajo de entre uno y dos años, por lo que recién podrá volver a navegar a fines de 2009.
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