La Cancillería y el Ministerio de Defensa resolvieron reducir la dotación de la base Belgrano II a la mitad de su personal para la campaña antártica de verano. La base está a cargo del Ejército Argentino y aloja científicos de la Dirección Nacional del Antártico (DNA). La medida se tomó para achicar los costos de la operación de relevos y abastecimiento de esa base -la más polar-, pues debido al incendio del rompehielos Irízar, el gobierno nacional decidió
tercerizar el servicio de apoyo logístico en lugar de aprovechar la ayuda de algunos países miembro del Tratado del Antártico. Gran Bretaña y los Estados Unidos habían ofrecido colaboración de sus rompehielos.
De una planta estable de 11 personas, se pasaría a seis y habrá reaprovisionamiento de emergencia; los entrantes tendrán que sobrevivir con el acopio de víveres que dejan los once salientes. Según la normativa logística militar, cada establecimiento antártico dispone de lo necesario para vivir dos años sin necesidad de nuevas provisiones.
Contrato
El 6 de agosto se firmará el contrato de alquiler con la empresa Antartic Logistics Centre International Ltd. (ALCI) para contar con un avión Blaster Turbo BT-67 que trasladará la gente de Belgrano II y su equipo a un costo de 444.610 dólares por 57 horas de vuelo.
Esta base, por su ubicación geográfica, requería del sostén de un buque con alta clasificación para la navegación en zona de hielos. El fuego que consumió al Irízar la dejó aislada. Es habitual que el mar de Weddell se cierre e impida la llegada a Belgrano II si no se cuenta con un rompehielos. La alternativa es desplazar a la gente por avión, pero el país no cuenta con equipos de performance adecuada.
El aparato rentado pertenece a una empresa rusa con asiento en Sudáfrica especializada en la prestación de servicios polares. Tiene una capacidad máxima de carga de 3.000 kilos o 19 pasajeros con sus equipos.
La Orientación del Comandante Operacional del Estado Mayor Conjunto para la campaña antártica 2007/ 2008, firmada por el general de brigada Daniel Camponovo, había establecido las siguientes prioridades para el apoyo logístico: 1º) medios navales y/o aéreos propios, 2º) medios navales preferentemente polares, de países amigos con capacidad para operar helicópteros pesados y, 3º) medios navales polares arrendados con capacidad para operar helicópteros pesados.
De acuerdo con el Decreto N° 207/03, el titular del Estado Mayor Conjunto, en este caso el brigadier general Jorge Chevalier, a través del comandante operacional, es el organismo que tiene la responsabilidad primaria en la planificación, dirección y ejecución de la actividad logística antártica. Pero el escalón político tanto de la Cancillería como de
Defensa se inclinó por resolver toda la maniobra antártica con contratos de alquiler, más acostumbrados quizás al manejo de cifras millonarias que los uniformados. En el detalle de las Operaciones Componentes para la campaña antártica se contempla en la Operación Este, en alusión a las bases situadas al oriente de la península Antártica: Belgrano II y Marambio, el apoyo en
«dos esfuerzos diferenciados». Para Belgrano II, la contratación del avión sudafricano; y para
Marambio,el alquiler del rompehielosruso Golovnin y un helicóptero pesado Kamov 32 que opera desde la plataforma del buque ruso. El rompehielos Golovnin le cuesta al país 2.865.600 dólares por 100 días de operación, mientras que por 100 horas de operación del helicóptero pesado habrá que pagar 475.000 dólares. El costo total del arriendo en un escenario optimista de 120 días de operación para completar la campaña es de 3.785.210 dólares.
Flotilla
La Operación Oeste de relevo, despliegue científico y aprovisionamiento de las bases San Martín, Orcadas, Jubany y Esperanza, más las bases transitorias Decepción, Brown, Primavera y Campamento Livingston, estará a cargo de una flotilla de buques de la Armada, el transporte Canal Beagle, el buque logístico Patagonia, el aviso Suboficial Castillo, el oceanográfico Puerto Deseado y la cooperación del buque polar brasileño Ary Rongel. Eso sí, aún no hubo acuerdo sobre quién aporta los recursos para poner a punto los navíos de la Marina, maltrechos por la navegación a esta altura del año. El almirante
Jorge Godoy sueña con partidas de refuerzo presupuestario, mientras que el
general Camponovo interpreta que ya hay dinero suficiente, disponible en las cuentas antárticas que no utilizará el malogrado rompehielos Irízar.
Blaster BT-67. Versión mejorada de los viejos DC-3, con esto se confirma que no hay C-130 disponibles...(sin palabras)
http://www.ambitoweb.com/diario/noticia.asp?id=342519&seccion=Información General