IA-37P
Forista Sancionado o Expulsado
Chávez quiere comprar aviones a la FACH
Militares del país caribeño han realizado una serie de discretas visitas para inspeccionar los aparatos fabricados por Enaer. El negocio entusiasma a la Fuerza Aérea chilena, aunque los aviones utilizan piezas de fabricación estadounidense, lo que otorga a Washington la posibilidad de vetar la operación.
Nación Domingo
Raúl Sohr
Las Fuerzas Armadas venezolanas desean adquirir una partida de aviones de entrenamiento T-35 Pillán. Miembros de la Armada del país caribeño han realizado una serie de discretas visitas para inspeccionar los aparatos fabricados por la Empresa Nacional de Aeronáutica (Enaer). Como era de esperar, los mandos de la FACh están encantados con la idea de vender su producto estrella. No es tanto un interés comercial, pues la venta de una decena de aviones, o quizás una docena, representa una transacción modesta, inferior a los 10 millones de dólares. La eventual venta, sin embargo, tendría una gran importancia política.
De concretarse la transacción, Chile establecería vínculos privilegiados con los militares venezolanos. El interés de Caracas también alcanza a la manutención de aviones Mirage III y la compra de lanchas patrulleras a Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar). En las ventas y acuerdos de manutención se traban relaciones que van más allá de los gobiernos de turno. Los lazos permanecen después que se esfuman los colores políticos que tiñen la contingencia.
Para el general Ricardo Ortega, comandante en jefe de la FACh, la venta de los Pillán es deseable, pues Venezuela “es un mercado que ofrece muchas posibilidades. Es además nuestro especial interés mantener las mejores relaciones con todos los países de la región. El Pillán no tiene ninguna capacidad bélica, pues sólo sirve para entrenar pilotos. Es necesario recordar, por lo demás, que tenemos excelentes relaciones con los pilotos de la Fuerza Aérea de Venezuela. De hecho, algunos de sus oficiales siguen cursos de Estado Mayor en nuestra Academia de Guerra Aérea”.
El asunto, sin embargo, no es tan simple. Las relaciones entre el Presidente Hugo Chávez y Washington van de mal en peor, al punto que Estados Unidos decidió suspenderle la venta de todo armamento. Y ya no sólo armas estadounidenses, sino que cualquier equipo bélico que tenga algún componente de ese origen. Así, quedan bloqueadas las transferencias de todos los países que incorporan piezas “made in USA”. En la era de los mercados globales, la mayoría de los fabricantes compran sus insumos allí donde resultan más convenientes y, por lo tanto, es normal que figuren equipos con patentes estadounidenses. El Pillán no es la excepción, pues cuenta, entre otras partes, con un motor norteamericano IO-470 Lycoming. A fin de cuentas, el Pillán es un derivado del modelo Dakota, fabricado por la empresa estadounidense Piper Aircraft Corp. El avión ha tenido cierto éxito exportador, con ventas a España, Panamá, República Dominicana, El Salvador y Ecuador.
¿EL SILENCIO OTORGA?
Brasil y España, por su parte, negociaron importantes contratos aeronáuticos con Venezuela, pero Estados Unidos los vetó señalando, como lo estipulan los contratos, que todo traspaso de sus componentes a terceros países requiere de su autorización. En definitiva, Chávez no se incomodó demasiado y terminó comprando grandes partidas de armas rusas, que incluyen 24 aviones Sukhoi 30 y más de 40 helicópteros y submarinos. ¿Por qué piensa Enaer que Washington autorizará la venta del Pillán, vulnerando su política de embargo a las ventas militares a Caracas? Los mandos aeronáuticos han sondeado a algunos altos oficiales norteamericanos del Comando Sur. Fueron escuchados, sin que se les dijera que la propuesta estaba fuera de lugar. Ello no significa que tienen luz verde para vender, pero entienden que, como dice el refrán, el que calla otorga.
En lo que toca a las autoridades chilenas, el tema pasa por los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores, y, dadas las movidas relaciones entre la Presidenta Michelle Bachelet y Chávez, el asunto terminará en el despacho presidencial. En la Cancillería existe el temor que las gestiones en curso pueden provocar turbulencias con Washington. Y no sólo eso, puesto que los vasos comunicantes entre la oposición venezolana, específicamente el Copei, que corresponde a la Democracia Cristiana, y sus pares nacionales son muy estrechos. Ello quedó a la vista el año pasado, con la abstención de Chile frente a la postulación de Venezuela a un sillón como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Los aviones chilenos no pueden venderse sin la anuencia norteamericana, pues así lo establecen los contratos. Pero si por algún motivo Washington se abstuviera de bloquear la venta, los mandos de la FACh tienen razón en intentarlo. Es del interés nacional de Chile mantener óptimas relaciones con el principal productor de hidrocarburos de la región. El país debe proyectar una política independiente con particular atención a su vulnerabilidad energética, y el Pillán podría dar más vuelo a un proceso de acercamiento con Venezuela.
EL EMBARGO DE EEUU A LA VENTA DE ARMAS A VENEZUELA
• Israel tuvo en sus manos un contrato para modernizar la flota de 21 aviones de combate F-16 del antiguo modelo A/B (Chile compró el modelo D). Estos aviones, que ya tienen varias décadas en sus fuselajes, fueron los más modernos de la región: su misión original era mantener bajo vigilancia a la Cuba castrista. Pero los tiempos han cambiado y Washington vetó la operación en octubre del 2005. Fue este incidente el que habría decidido a los venezolanos a reemplazar esos aviones por los rusos Sukhoi Su-30.
• España firmó en marzo del 2005 un contrato para la venta de una docena de aviones de transporte militar CASA C-295 y CN.235, junto a ocho buques patrulleros de alta mar. Era una de las mayores ventas bélicas realizadas por Madrid, por un total de 1.700 millones de dólares, pero Washington la objetó señalando que no era “consistente con los intereses de política exterior de Estados Unidos”. El Departamento de Estado acusó además al gobierno de Caracas de no realizar esfuerzos suficientes en la lucha contra el terrorismo y promover una carrera armamentista en Sudamérica. En España misma se desató un agrio debate entre el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de la oposición, Mariano Rajoy. El primero señaló la importancia del contrato para el empleo en las empresas bélicas, mientras el segundo subrayó el carácter opresivo del régimen de Chávez. Las industrias españolas intentaron modificar los aviones para prescindir de las partes norteamericanas, pero el costo resultó excesivo. Los buques, en cambio, si pueden entregarse.
• Brasil firmó un contrato para la venta de una docena de aviones Super Tucano, pero también en este caso la prohibición norteamericana fue insalvable. Pese a la irritación de ver anulada la venta, por un monto estimado en 120 millones de dólares, la empresa Embraer no tuvo más remedio que acatar la voluntad de Estados Unidos. El fabricante brasileño vende buena parte de sus aviones en el mercado estadounidense.
• Rusia es, hasta el momento, la gran ganadora de la política de embargo impuesta por Estados Unidos pues ha conseguido ventas a Caracas por más de tres mil millones de dólares.
El T-35 Pillán, inspirado en el popular Piper Dakota, ha sido exportado a España, Ecuador, Panamá, República Dominicana y El Salvador.
EL ESTRATÉGICO PILLÁN: El T-35 Pillán es un avión de entrenamiento militar, monomotor y biplaza, con asientos en tándem, producido por Enaer. Está diseñado para instrucción primaria y, al mismo tiempo, preparar al piloto alumno para volar aviones superiores. Posee dos cabinas, con instrumental completo en ambas. De todas formas, los vuelos con un piloto deben efectuarse sólo desde la cabina delantera. El motor instalado es un Lyncoming IO-540-K1K5 de fabricación estadounidense, con seis cilindros y una potencia de 300 BHP, que impulsa una hélice de tres palas de paso variable y velocidad constante.
Fuente.
Militares del país caribeño han realizado una serie de discretas visitas para inspeccionar los aparatos fabricados por Enaer. El negocio entusiasma a la Fuerza Aérea chilena, aunque los aviones utilizan piezas de fabricación estadounidense, lo que otorga a Washington la posibilidad de vetar la operación.
Nación Domingo
Raúl Sohr
Las Fuerzas Armadas venezolanas desean adquirir una partida de aviones de entrenamiento T-35 Pillán. Miembros de la Armada del país caribeño han realizado una serie de discretas visitas para inspeccionar los aparatos fabricados por la Empresa Nacional de Aeronáutica (Enaer). Como era de esperar, los mandos de la FACh están encantados con la idea de vender su producto estrella. No es tanto un interés comercial, pues la venta de una decena de aviones, o quizás una docena, representa una transacción modesta, inferior a los 10 millones de dólares. La eventual venta, sin embargo, tendría una gran importancia política.
De concretarse la transacción, Chile establecería vínculos privilegiados con los militares venezolanos. El interés de Caracas también alcanza a la manutención de aviones Mirage III y la compra de lanchas patrulleras a Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar). En las ventas y acuerdos de manutención se traban relaciones que van más allá de los gobiernos de turno. Los lazos permanecen después que se esfuman los colores políticos que tiñen la contingencia.
Para el general Ricardo Ortega, comandante en jefe de la FACh, la venta de los Pillán es deseable, pues Venezuela “es un mercado que ofrece muchas posibilidades. Es además nuestro especial interés mantener las mejores relaciones con todos los países de la región. El Pillán no tiene ninguna capacidad bélica, pues sólo sirve para entrenar pilotos. Es necesario recordar, por lo demás, que tenemos excelentes relaciones con los pilotos de la Fuerza Aérea de Venezuela. De hecho, algunos de sus oficiales siguen cursos de Estado Mayor en nuestra Academia de Guerra Aérea”.
El asunto, sin embargo, no es tan simple. Las relaciones entre el Presidente Hugo Chávez y Washington van de mal en peor, al punto que Estados Unidos decidió suspenderle la venta de todo armamento. Y ya no sólo armas estadounidenses, sino que cualquier equipo bélico que tenga algún componente de ese origen. Así, quedan bloqueadas las transferencias de todos los países que incorporan piezas “made in USA”. En la era de los mercados globales, la mayoría de los fabricantes compran sus insumos allí donde resultan más convenientes y, por lo tanto, es normal que figuren equipos con patentes estadounidenses. El Pillán no es la excepción, pues cuenta, entre otras partes, con un motor norteamericano IO-470 Lycoming. A fin de cuentas, el Pillán es un derivado del modelo Dakota, fabricado por la empresa estadounidense Piper Aircraft Corp. El avión ha tenido cierto éxito exportador, con ventas a España, Panamá, República Dominicana, El Salvador y Ecuador.
¿EL SILENCIO OTORGA?
Brasil y España, por su parte, negociaron importantes contratos aeronáuticos con Venezuela, pero Estados Unidos los vetó señalando, como lo estipulan los contratos, que todo traspaso de sus componentes a terceros países requiere de su autorización. En definitiva, Chávez no se incomodó demasiado y terminó comprando grandes partidas de armas rusas, que incluyen 24 aviones Sukhoi 30 y más de 40 helicópteros y submarinos. ¿Por qué piensa Enaer que Washington autorizará la venta del Pillán, vulnerando su política de embargo a las ventas militares a Caracas? Los mandos aeronáuticos han sondeado a algunos altos oficiales norteamericanos del Comando Sur. Fueron escuchados, sin que se les dijera que la propuesta estaba fuera de lugar. Ello no significa que tienen luz verde para vender, pero entienden que, como dice el refrán, el que calla otorga.
En lo que toca a las autoridades chilenas, el tema pasa por los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores, y, dadas las movidas relaciones entre la Presidenta Michelle Bachelet y Chávez, el asunto terminará en el despacho presidencial. En la Cancillería existe el temor que las gestiones en curso pueden provocar turbulencias con Washington. Y no sólo eso, puesto que los vasos comunicantes entre la oposición venezolana, específicamente el Copei, que corresponde a la Democracia Cristiana, y sus pares nacionales son muy estrechos. Ello quedó a la vista el año pasado, con la abstención de Chile frente a la postulación de Venezuela a un sillón como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Los aviones chilenos no pueden venderse sin la anuencia norteamericana, pues así lo establecen los contratos. Pero si por algún motivo Washington se abstuviera de bloquear la venta, los mandos de la FACh tienen razón en intentarlo. Es del interés nacional de Chile mantener óptimas relaciones con el principal productor de hidrocarburos de la región. El país debe proyectar una política independiente con particular atención a su vulnerabilidad energética, y el Pillán podría dar más vuelo a un proceso de acercamiento con Venezuela.
EL EMBARGO DE EEUU A LA VENTA DE ARMAS A VENEZUELA
• Israel tuvo en sus manos un contrato para modernizar la flota de 21 aviones de combate F-16 del antiguo modelo A/B (Chile compró el modelo D). Estos aviones, que ya tienen varias décadas en sus fuselajes, fueron los más modernos de la región: su misión original era mantener bajo vigilancia a la Cuba castrista. Pero los tiempos han cambiado y Washington vetó la operación en octubre del 2005. Fue este incidente el que habría decidido a los venezolanos a reemplazar esos aviones por los rusos Sukhoi Su-30.
• España firmó en marzo del 2005 un contrato para la venta de una docena de aviones de transporte militar CASA C-295 y CN.235, junto a ocho buques patrulleros de alta mar. Era una de las mayores ventas bélicas realizadas por Madrid, por un total de 1.700 millones de dólares, pero Washington la objetó señalando que no era “consistente con los intereses de política exterior de Estados Unidos”. El Departamento de Estado acusó además al gobierno de Caracas de no realizar esfuerzos suficientes en la lucha contra el terrorismo y promover una carrera armamentista en Sudamérica. En España misma se desató un agrio debate entre el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de la oposición, Mariano Rajoy. El primero señaló la importancia del contrato para el empleo en las empresas bélicas, mientras el segundo subrayó el carácter opresivo del régimen de Chávez. Las industrias españolas intentaron modificar los aviones para prescindir de las partes norteamericanas, pero el costo resultó excesivo. Los buques, en cambio, si pueden entregarse.
• Brasil firmó un contrato para la venta de una docena de aviones Super Tucano, pero también en este caso la prohibición norteamericana fue insalvable. Pese a la irritación de ver anulada la venta, por un monto estimado en 120 millones de dólares, la empresa Embraer no tuvo más remedio que acatar la voluntad de Estados Unidos. El fabricante brasileño vende buena parte de sus aviones en el mercado estadounidense.
• Rusia es, hasta el momento, la gran ganadora de la política de embargo impuesta por Estados Unidos pues ha conseguido ventas a Caracas por más de tres mil millones de dólares.
El T-35 Pillán, inspirado en el popular Piper Dakota, ha sido exportado a España, Ecuador, Panamá, República Dominicana y El Salvador.
EL ESTRATÉGICO PILLÁN: El T-35 Pillán es un avión de entrenamiento militar, monomotor y biplaza, con asientos en tándem, producido por Enaer. Está diseñado para instrucción primaria y, al mismo tiempo, preparar al piloto alumno para volar aviones superiores. Posee dos cabinas, con instrumental completo en ambas. De todas formas, los vuelos con un piloto deben efectuarse sólo desde la cabina delantera. El motor instalado es un Lyncoming IO-540-K1K5 de fabricación estadounidense, con seis cilindros y una potencia de 300 BHP, que impulsa una hélice de tres palas de paso variable y velocidad constante.
Fuente.