Mucho ruido, pocas nueces
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Los operarios creen que Fadea no produce al tope de su capacidad por falta de materiales.
Los operarios creen que Fadea no produce al tope de su capacidad por falta de materiales. Los funcionarios aseguran que el país está “en una etapa de reindustrialización”.
“Hacen muchos anuncios, todo muy lindo, pero es a mediano plazo; falta que nos digan: esto tienen que hacer, empiecen a trabajar ya este proyecto”, se quejaba un operario mientras veía entusiasmado los Pampa pasar por el cielo.
Lejos quedó aquella década de 1960, en la que miles de operarios salían a la tarde montados en sus motos Puma y ocupaban media calzada de la ruta 20, con dirección a la ciudad de Córdoba, para volver a sus hogares luego de una jornada de intenso trabajo. De aquellos seis mil trabajadores que recuerdan de aquellos años los operarios, en 1995, cuando el ex presidente
Carlos Menem entregó la concesión de la fábrica a Lockheed Martin, quedaron sólo 800.
Hoy, Fadea cuenta con 1.067 operarios y se dedica al mantenimiento de los aviones de las Fuerzas Armadas y de la remotorización y modernización de los aviones Pampa y Pucará. También, la fábrica trabaja en conjunto con el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA), para el diseño y desarrollo aerodinámico.
El presidente de Fadea, Raúl Argañaraz, recordó el anuncio del proyecto de fabricación de 40 aviones Pampa IA 63, realizado en agosto, y por un término de cuatro años.
“Ya hay 18 células (aviones) en producción; es muy importante este proyecto si se tiene en cuenta que en toda la historia se hicieron sólo 22 Pampa”, señaló Argañaraz.
Vuelo de bautismo
El ministro de Defensa de la Nación, Arturo Puricelli, realizó ayer su vuelo de bautismo en un avión IA 63 Pampa. Vestido de mameluco verde con las insignias de la Fuerza Aérea, el ministro bajó del avión con una sonrisa. El Pampa, que alcanza una velocidad máxima de 815 kilómetros por hora, partió desde Fadea, cruzó el dique Los Molinos, Falda del Carmen, el lago San Roque y retornó a Córdoba en sólo 20 minutos.