LA INDUSTRIA CHINA DE AVIONES DE COMBATE EN EXPANSION
Por Bill Sweetman - 05 de noviembre 2012
Una media docena de años atrás, la industria de aeronaves china no había entregado un solo caza operacional competitivo de su propio diseño. Hoy en día dos cazas están en el servicio, JF-17 el de bajo costo y el J-10, este último aparentemente comparable a la mayoría de los cazas en producción, y China sigue entregando a precio de ganga evolucionado del clásico caza Mikoyan MiG-21. La industria del país ha desarrollado una versión indígena del Su-27 (los rusos podrían llamarlo algo menos meritorio) y está en proceso de hacer lo mismo con el miembro basado en portaaviones de la familia, el Su-33.
Por otra parte, los equipos de diseño de Chengdu y Shenyang han producido dos prototipos de cazas de próxima generación que incorporan tecnología furtiva, el ala en delta con canard J-20 y el J-31, claramente influenciado por los diseños de Lockheed. Se han desarrollado nuevos misiles aire- aire y aire-superficie de largo alcance para los nuevos cazas, junto con una nueva generación de sensores, incluyendo radares AESA y sistemas infrarrojos de búsqueda y seguimiento (IRST).
El programa insignia de China es el caza internacional JF-17 Thunder, desarrollado y producido por Chengdu, en cooperación con Pakistán, que lo ha utilizado como un vehículo para crear y hacer crecer su industria manejada por el gobierno. Se desarrolló a partir de una serie de estudios chinos de una radical modificación del MiG-21, pero ya era un avión totalmente nuevo en el momento en que se dio a conocer el diseño en el Salón Aeronáutico de París en 1999. Ese mismo año, Pakistán firmó el primer acuerdo de desarrollo conjunto con China National Aero-Technology Import & Export Corp. (CATIC).
"Al inicio del proyecto, Pakistán no tenía una base industrial y tecnológica", dijo el entonces jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Pakistán, el Mariscal en Jefe del Aire Rao Qamar Suleman en una conferencia el año pasado. Sin embargo, señaló que Pakistán ha participado en todas las etapas del diseño y ayudó a desarrollar el requisito para el caza. El diseño se definió en el año 2001 y el primer vuelo tuvo lugar en el 2003, los seis prototipos fueron seguidos por un lote de ocho aviones de fabricación china para su evaluación. La producción en Pakistán se inició en el 2005 y el primer avión construido localmente marcho en noviembre del 2009. De acuerdo con Suleman, el desempeño del tipo de "superó las expectativas", dando lugar a una decisión de realizar pruebas e introducirlo en el servicio en paralelo.
El objetivo de Pakistán es reemplazar el "vintage" de la flota, compuesta por más de 250 viejos cazas Mirages, F-7 y A- 5III, con el JF-17. El primer lote de 42 aviones, el último de ellos entregado a principios de este año, sustituyó a los A-5III (un desarrollo chino de 1970 del MiG-19), equipandoo a tres escuadrones. En general, dice Suleman, el JF-17 debería permitir a la fuerza aérea reemplazar a su flota de más edad (no necesariamente uno por uno, dada la mucho mayor capacidad de los nuevos aviones) a "un tercio a un cuarto" del costo de adquisición de cualquier otro caza moderno, con un ahorro similar en costos de operación.
El JF-17 se ha exhibido en los Espectáculos Aeronáuticos de Dubai y de Farnborough, y la industria de Pakistán ha hablado con los proveedores de aviónica de todo el mundo sobre el suministro de sistemas de la aeronave. Según la prensa rusa, el contrato original para los motores RD-93 del caza cubrian 100 motores con una opción de 500 más. Una versión repotenciada de 20.500 libras de empuje, el RD-93MA, está en desarrollo. Mientras tanto se reporta que un JF-17 esta volando en China con el motor Guizhou WS-13.
Esta aún en fase de negociación la venta a Pakistán del más grande Chengdu J-10B, una versión modernizada del delta canard J-10. Aunque el interés de Pakistán en el J-10 ha sido reportado desde el 2006, ningún contrato ha sido anunciado. Los informes más recientes indican que China ha ofrecido un escuadrón de J-10B. La nueva versión se diferencia de la original en que ofrece un radar AESA, IRST, una nueva toma de aire “más furtiva” y carenados subalares que apuntan a una mejora de la suite de guerra electrónica.
A diferencia del JF-17, ni el J-10 ni el J-10B se han mostrado fuera de China. La existencia del J-10B solo es conocida sólo a través de las fugas de Internet, pero su existencia hace que el J-10 se vea como un programa de puesta del sol. Además, la producción del J-10 todavía depende de los suministros de motores rusos.
China ha pedido un total de 399 motores AL-31FN a Rusia, según la base de datos de Stockholm International Peace Research Institute, el último pedido por 123 motores se colocó el año pasado. De ellos, 276 habían sido entregados antes del 2011. La mayoría de éstos van destinados al J-10, pero otros se han destinado a los Shenyang J-11B y J-15, las versiones "pirata", respectivamente, de los Su-27 y Su-33. El motor indígena WS-10A Taihang está en desarrollo y se señala que está siendo probando en los prototipos del J-10B y J-11B, pero los pedidos del 2011, que abarcan cuatro años de producción a las tasas observadas hasta el momento, sugieren que la producción completaen cantidades del WS-10A no se espera hasta 2015.
Tecnológicamente, el J-10B puede ser un trampolín para el J-20 y J-31. El estado del programa furtivo de China se ha vuelto mucho más claro desde la sorpresiva aparición del peso pesado J-20 a finales del 2010. Sin embargo, la revelación del más pequeño J-31 -aproximadamente similar en tamaño al Joint Strike Fighter – apunta a que los dos diseños son complementarias y no alternativos. A pesar de sus diferentes formas y tamaños, el J-20 y J-31 son similares en que parece que han avanzado más allá de la etapa de ser puros demostradores de tecnología. Ambos son más grandes que el J-10, apuntando a una futura fuerza compuesta de tres niveles.
En los próximos años, el ritmo de desarrollo de los cazas chinos puede ser fijado por los recursos disponibles y el gran número de programas. En 2005, China tenía tres grandes proyectos de cazas en marcha: el JF-17, el J-10 y el J-11B. Hoy en día, tiene el J-10B y el J-15, y los cazas furtivos de Chengdu y Shenyang.
Un caza más viejo que al parecer sigue en producción es el Chengdu J-7, desarrollado a partir de los MiG-21, pero con cambios que incluyen ún ala doble-delta y nueva cúpula del cockpit. En 2011, la fuerza aérea de Bangladesh anunció que iba a recibir este año un escuadrón de 15 cazas F-7BGI, equipados con una cabina con tres pantallas de cristal, head-up display y mandos HOTAS. Éstos comenzarán a reemplazar la fuerza mixta de viejos cazas F-7, A-5III y MiG-29.
Fuente: http://www.aviationweek.com/Article.aspx?id=/article-xml/AW_11_05_2012_p72-508347.xml
Por Bill Sweetman - 05 de noviembre 2012
Una media docena de años atrás, la industria de aeronaves china no había entregado un solo caza operacional competitivo de su propio diseño. Hoy en día dos cazas están en el servicio, JF-17 el de bajo costo y el J-10, este último aparentemente comparable a la mayoría de los cazas en producción, y China sigue entregando a precio de ganga evolucionado del clásico caza Mikoyan MiG-21. La industria del país ha desarrollado una versión indígena del Su-27 (los rusos podrían llamarlo algo menos meritorio) y está en proceso de hacer lo mismo con el miembro basado en portaaviones de la familia, el Su-33.
Por otra parte, los equipos de diseño de Chengdu y Shenyang han producido dos prototipos de cazas de próxima generación que incorporan tecnología furtiva, el ala en delta con canard J-20 y el J-31, claramente influenciado por los diseños de Lockheed. Se han desarrollado nuevos misiles aire- aire y aire-superficie de largo alcance para los nuevos cazas, junto con una nueva generación de sensores, incluyendo radares AESA y sistemas infrarrojos de búsqueda y seguimiento (IRST).
El programa insignia de China es el caza internacional JF-17 Thunder, desarrollado y producido por Chengdu, en cooperación con Pakistán, que lo ha utilizado como un vehículo para crear y hacer crecer su industria manejada por el gobierno. Se desarrolló a partir de una serie de estudios chinos de una radical modificación del MiG-21, pero ya era un avión totalmente nuevo en el momento en que se dio a conocer el diseño en el Salón Aeronáutico de París en 1999. Ese mismo año, Pakistán firmó el primer acuerdo de desarrollo conjunto con China National Aero-Technology Import & Export Corp. (CATIC).
"Al inicio del proyecto, Pakistán no tenía una base industrial y tecnológica", dijo el entonces jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Pakistán, el Mariscal en Jefe del Aire Rao Qamar Suleman en una conferencia el año pasado. Sin embargo, señaló que Pakistán ha participado en todas las etapas del diseño y ayudó a desarrollar el requisito para el caza. El diseño se definió en el año 2001 y el primer vuelo tuvo lugar en el 2003, los seis prototipos fueron seguidos por un lote de ocho aviones de fabricación china para su evaluación. La producción en Pakistán se inició en el 2005 y el primer avión construido localmente marcho en noviembre del 2009. De acuerdo con Suleman, el desempeño del tipo de "superó las expectativas", dando lugar a una decisión de realizar pruebas e introducirlo en el servicio en paralelo.
El objetivo de Pakistán es reemplazar el "vintage" de la flota, compuesta por más de 250 viejos cazas Mirages, F-7 y A- 5III, con el JF-17. El primer lote de 42 aviones, el último de ellos entregado a principios de este año, sustituyó a los A-5III (un desarrollo chino de 1970 del MiG-19), equipandoo a tres escuadrones. En general, dice Suleman, el JF-17 debería permitir a la fuerza aérea reemplazar a su flota de más edad (no necesariamente uno por uno, dada la mucho mayor capacidad de los nuevos aviones) a "un tercio a un cuarto" del costo de adquisición de cualquier otro caza moderno, con un ahorro similar en costos de operación.
El JF-17 se ha exhibido en los Espectáculos Aeronáuticos de Dubai y de Farnborough, y la industria de Pakistán ha hablado con los proveedores de aviónica de todo el mundo sobre el suministro de sistemas de la aeronave. Según la prensa rusa, el contrato original para los motores RD-93 del caza cubrian 100 motores con una opción de 500 más. Una versión repotenciada de 20.500 libras de empuje, el RD-93MA, está en desarrollo. Mientras tanto se reporta que un JF-17 esta volando en China con el motor Guizhou WS-13.
Esta aún en fase de negociación la venta a Pakistán del más grande Chengdu J-10B, una versión modernizada del delta canard J-10. Aunque el interés de Pakistán en el J-10 ha sido reportado desde el 2006, ningún contrato ha sido anunciado. Los informes más recientes indican que China ha ofrecido un escuadrón de J-10B. La nueva versión se diferencia de la original en que ofrece un radar AESA, IRST, una nueva toma de aire “más furtiva” y carenados subalares que apuntan a una mejora de la suite de guerra electrónica.
A diferencia del JF-17, ni el J-10 ni el J-10B se han mostrado fuera de China. La existencia del J-10B solo es conocida sólo a través de las fugas de Internet, pero su existencia hace que el J-10 se vea como un programa de puesta del sol. Además, la producción del J-10 todavía depende de los suministros de motores rusos.
China ha pedido un total de 399 motores AL-31FN a Rusia, según la base de datos de Stockholm International Peace Research Institute, el último pedido por 123 motores se colocó el año pasado. De ellos, 276 habían sido entregados antes del 2011. La mayoría de éstos van destinados al J-10, pero otros se han destinado a los Shenyang J-11B y J-15, las versiones "pirata", respectivamente, de los Su-27 y Su-33. El motor indígena WS-10A Taihang está en desarrollo y se señala que está siendo probando en los prototipos del J-10B y J-11B, pero los pedidos del 2011, que abarcan cuatro años de producción a las tasas observadas hasta el momento, sugieren que la producción completaen cantidades del WS-10A no se espera hasta 2015.
Tecnológicamente, el J-10B puede ser un trampolín para el J-20 y J-31. El estado del programa furtivo de China se ha vuelto mucho más claro desde la sorpresiva aparición del peso pesado J-20 a finales del 2010. Sin embargo, la revelación del más pequeño J-31 -aproximadamente similar en tamaño al Joint Strike Fighter – apunta a que los dos diseños son complementarias y no alternativos. A pesar de sus diferentes formas y tamaños, el J-20 y J-31 son similares en que parece que han avanzado más allá de la etapa de ser puros demostradores de tecnología. Ambos son más grandes que el J-10, apuntando a una futura fuerza compuesta de tres niveles.
En los próximos años, el ritmo de desarrollo de los cazas chinos puede ser fijado por los recursos disponibles y el gran número de programas. En 2005, China tenía tres grandes proyectos de cazas en marcha: el JF-17, el J-10 y el J-11B. Hoy en día, tiene el J-10B y el J-15, y los cazas furtivos de Chengdu y Shenyang.
Un caza más viejo que al parecer sigue en producción es el Chengdu J-7, desarrollado a partir de los MiG-21, pero con cambios que incluyen ún ala doble-delta y nueva cúpula del cockpit. En 2011, la fuerza aérea de Bangladesh anunció que iba a recibir este año un escuadrón de 15 cazas F-7BGI, equipados con una cabina con tres pantallas de cristal, head-up display y mandos HOTAS. Éstos comenzarán a reemplazar la fuerza mixta de viejos cazas F-7, A-5III y MiG-29.
Fuente: http://www.aviationweek.com/Article.aspx?id=/article-xml/AW_11_05_2012_p72-508347.xml