"Veo por mi diario que el 17 de marzo de 1885, nos embarcamos a bordo del "Targus" del R. M.S.P.C·, mi esposa y mis hijos Inés y Roberto; los dos últimos de 11 y 10 años respectivamente. En mi ida al nativo "llevaba un lindo pedazo de la adoptiva".
De la patria a la patria.
Pero, ¿Que es la patria?
¿ Es el lugar donde abrió uno, por primera vez, los ojos a la luz del sol y a las miserias de la vida, o es el lugar donde estas miserias desaparecen; donde se forma el hogar, se reconcentra el cariño, todo el afecto, toda la amistad, todos los anhelos, todas las esparanzas?
"Vaterland", dicen los alemanes.
"Patrie", los franceses.
" Patria " , los de habla española.
En ingles dicen sencillamente "country.
Nada más. Se sobrentiende sin duda, país de padre , de madre, de hogar con familia, toda ella llena de un sentimiento de amor intenso.
Pero no lo dicen.
¡ Ah ! No me condenen sin reflexionar mis queridos compatriotas de ultramar, si afirmo, hoy más que nunca, que mi viaje era de la "patria" al "country"; es decir, del centro de mis afecciones vivas, de la tierra de mis afecciones verdaderas, a las costas muertas.
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A ALDERSHOT
Vamos a visitar ese campamento del ejército inglés, a de ser un modelo de cuarteles perfeccionados, de disciplina correctísima, el todo trazado sobre lineas admirables de la ciencia y arte militar modernos.
Presentamos nuestras credenciales de Lord Granville al Gral. Anderson en su cuartel general.
Un alojamiento bastante inferior al que ocupé más tarde en el Challao.
Nos recibió muy atentamente a los dos "extranjeros", pues así nos miraban. Dio una orden.Un capitán nos entregó una carta para visitar los cuarteles de caballería y de infantería. Nos acompañó un subteniente. Esta nos suministraba informes.
De las tres armas hbria un total de 15000 hombres.
En ejercicio constante de día y de noche. Tiro al blanco, servicio de campaña, mucho trabajo, poca comida, insubordinación frecuente; faltas más notables. la ebriedad y los trompis.
¡ Bah!, dije entre mí, no veo que nos aventajen en nada.
El viejo ejército de linea de la Argentina, aquel de los soldados duros e invencibles que tantos días de gloria habían dado a la patria por su valor, por sus virtudes sobrias, por sus energías e incansable resistencia, también en la vida de guarnición hacían los mismos ejerciciosy caían en las mismas faltas. En vez de cervezas, ginebra; en vez de trompis, cuchilladas.
Y pasamos a los cuarteles.
Por acá dijo un capitán.
Entramos en una gran cuadra que ocupaba la primera compañia del 36, fusileros.
Noté que no se pararon, ni formaron con al rapidez de resorte que la disciplina exige en la Argentina. Y ocho o diez que habían juntado dos tarimas, escondían velozmente un naipe criminal, que les servía de pasatiempo.
¡ Bah! lo mismo que allá , pensé; pero allá les metían en la guardia a los delincuentes.
Aqui se hacia el ciego el oficial.
Y así en todas partes; yo que venía a instruirme, a llenarme de admiración, por la incomparable organización, la perfecta instalación y la disciplina ejemplar, me retiré convencido de que en todas partes se cuecen habas; que no había nada de que asombrarse y que el cuartel del 7mo de infantería en Formosa, era tan bueno o mejor que la instalación de un batallón de linea en el centro del grande y poderoso Imperio Británico"
Ignacio H. Fotheringham
General de división
LA VIDA DE UN SOLDADO
O reminiscencias de las fronteras
A este libro editado por el Círculo militar, edición de 1970
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