Otro comentario sobre el "Poker de Héroes" en Córdoba. Pertenece al jefe de los comandos que pelearon en Top Malo House, el entonces capitán José Vercesi:
Mis queridos amigos:
No tengo la envidiable prosa de Pablo Carballo, que en minutos logró sintetizar lo que nos invadía a cada uno de nosotros este jueves tan inolvidable, ni la transmisión de emociones tan perfecta que nos hizo sentir Carlos Vázquez, aún más con sus silencios que con sus palabras.
Tengo tanto en el corazón para transmitirles, pero no me siento capaz de hacerlo en su verdadera dimensión.
Me quedé muy angustiado por la sensación de haber perdido la oportunidad de decir muchas cosas ese día, así que voy a tratar de corregir el error en parte.
Les quise decir muchas cosas; cosas que había previsto y tratado de marcar como guías de mis palabras, pero fue demasiada la sorpresa y la emoción cuando descubrieron esa maravilla; y eso que Walter Speroni me había dicho minutos antes, “preparate para lo que vas a ver”.
Créanme, cuando ví aquello tuve que respirar muy hondo porque estuve a punto de largar el llanto como un chico!!!
Qué bien materializado todo, lo que siento, lo que vivo, cada día, cada hora desde ese 31 de mayo!!
Ese agujero en el medio del metal, ese metal que da la vuelta de la vida que me permite llegar a mi dulcísima nieta, cómo no me voy a sentir un privilegiado, si después de 31 años de sentirme aislado en territorio enemigo, en mi propia Patria, son HOMBRES (no quiero usar la palabra chicos) de no más de 22 años los que me hacen reencontrarme con seres humanos que sienten la Patria como la vivimos en aquellos tiempos.
Para quienes no conocen la historia completa, no exagero cuando digo que me he sentido aislado en territorio enemigo en mi propia Patria; sepan que el "embajador" Balza, hace años, nombró al Teniente Espinosa, muerto en Top Maló por una granada que le pegó en el pecho, como "un falso héroe que ni siquiera había ido a las islas"; que uno de mis hombres había torturado soldados, cuando nunca tuvimos soldados en nuestra fracción, ni siquiera tiempo en Puerto Argentino (menos de 24 hs).
Creí que todo estaba perdido y sólo quedaba esperar mansamente la llamada de Dios, o irme a vivir a otro país menos hostil, pero me han hecho revivir la esperanza.
Pero no sé si logré transmitir eso, porque quería hacerles entender que los militares profesionales no somos monstruos que amamos la violencia, somos un poco infantiles y más simples de entender; simplemente pensamos que tiene que haber alguien que haga lo que otros no quieren o no pueden hacer y que es fundamentalmente defender lo que uno ayudó a construir, este bendito, confundido y desconcertante país.
Me da un poco de vergüenza que me hayan puesto a la par de leyendas vivientes como Pablo Carballo, Owen Crippa, Carlos Vázquez, Raúl Castañeda o “Esquirla” Echeverría; pero bueno, soy consciente de que la historia de mi hija y mi yerno le dan un valor agregado a lo mío que lo hace tan merecedor de estudio.
Y me siento también acongojado por ser receptor inmerecido de todas estas caricias; sólo mis hombres merecen reconocimiento, hicieron más allá de lo que debían hacer, y cuánto más.
Gracias, gracias infinitas por todo lo que me han hecho vivir!!
Gracias Nico Kasanzew, que no descansás un minuto en esta cruzada por Malvinas, a pesar de todos los obstáculos que te ponen, y que inspiraste a estos magníficos héroes de este tiempo, como los definió Pablo.
Gracias Diego Speroni, por tanta inteligencia, talento y bonhomía, que permitieron lograr esta conjunción de sentimientos y emociones que nos han hecho sentir tan vivos y tan queridos, y darme la oportunidad de conocer a esos grandes que me sentaste al lado.
Gracias Raúl Burgo y Guadalupe, por creer en vuestra gente y permitirles la audacia de liberar su imaginación, por liberarse de prejuicios, y permitirnos mostrarnos ante sus alumnos como somos; quién puede decir que quien arriesga o entrega la vida por sus amigos no ha “superado el individualismo y ha entendido profundamente el sentido de bien común”, o “se ha contrapuesto a la conveniencia personal” (Revista Despierta Nro. 1) .
Gracias Martín Fontana, por esta carrera tan ajena a nuestras consideraciones cotidianas y tan metida en todo lo que usamos, y ahora en nuestras propias almas.
Gracias, Walter Speroni, por tu generosidad sin límites, no sólo en lo material, sino también en lo afectivo. Tu punto de vista sobre el peso de mi mochila me ha permitido descargarle unos cuantos kilos.
Y a esos únicos e inolvidables alumnos de este curso que me han llegado a lo más profundo del alma, a tal punto que, cuando me lo piden, no puedo describir los porqué del objeto, porque se me quiebra la voz cuando recuerdo ese vacío en el centro del metal, así que opto por mostrarles la memoria descriptiva!! Así de intenso es lo que han logrado en el interior de este viejo noble bruto!!!
Estoy feliz, muy feliz de haberlos conocido y espero verlos pronto!!
Un enorme abrazo!!!
José “Tano” Vercesi
