La policía ucraniana libera a decenas de prorrusos en Odessa
La policía ucraniana ha liberado a decenas de prorrusos detenidos en Odessa después de que un millar de personas intentaran asaltar la sede del Ministerio del Interior de esa ciudad. Los liberados fueron recibidos por familiares, amigos y simpatizantes concentrados en el patio interior del edificio al grito de "Odessa, ciudad rusa", según informan medios locales.
Según la página web de la policía, 67 de participantes en los desórdenes del 2 de mayo fueron puestos en libertad. La Fiscalía regional de Odessa decidió poner en libertad a los participantes en los desórdenes "por exigencia de los manifestantes", según un comunicado emitido por la policía y divulgado por la agencia UNIAN.
Los detenidos pudieron abandonar los calabozos, después de que en el edificio se personara uno de los jefes del Ministerio del Interior en la región de Odessa. Entre las personas puestas en libertad, figurarían también partidarios de la integridad de Ucrania.
Ahora, la policía intenta convencer a los congregados para que se dispersen, pero éstos se niegan, ya que aducen que a los liberados no les han devuelto sus documentos de identidad, por lo que podrían volver a ser apresados. En total, 127 personas permanecían detenidas por participar activamente en los disturbios protagonizados por prorrusos y proucranianos.
Todo comenzó a primera hora de la tarde cuando un millar de activistas prorrusos atacó con piedras la sede del Ministerio del Interior en la ciudad de Odessa. Rompieron algunos cristales e intentaron forzar la entrada para exigir la liberación de camaradas detenidos en los disturbios de los últimos días e impedir que estos sean trasladados a los tribunales de primera instancia para que el juez dicte medidas cautelares.
Decenas de efectivos antidisturbios equipados con escudos y cascos intentaron impedirles el paso. Previamente, los asaltantes habían bloqueado la calle adyacente y colgado en paredes y los árboles carteles con lemas como 'Libertad para los héroes de Odessa', 'Ni olvidamos, ni perdonamos el sangriento 2 de mayo' y 'Liberad a la gente, asesinos'.
Los manifestantes llegaron a la comisaría tras marchar por las calles de la ciudad desde la Casa de los Sindicatos, donde un incendio se cobró el viernes la vida de unas 40 personas, en su mayoría prorrusos partidarios de la federalización de Ucrania. Se sumaron a los cientos de familiares y amigos de los detenidos que se concentraron horas antes frente al edificio para exigir su puesta en libertad.
Rusia llama a presionar a Kiev
Por su parte, Rusia ha llamado este domingo a la comunidad internacional a presionar a Kiev para que renuncie al uso de la violencia en el sureste del país, donde las autoridades ucranianas se proponen continuar la operación de castigo contra los bastiones prorrusos.
"Son necesarias urgentes medidas de presión sobre las autoridades de Kiev para poner fin a su línea criminal. La tragedia de Odessa, donde murieron decenas de jóvenes, consternó al mundo entero", ha asegurado Grigori Karasin, viceministro de Asuntos Exteriores, a la agencia oficial Itar-Tass.
El diplomático ha señalado que Rusia está "indignada" con Kiev por no cumplir "ni uno" de los acuerdos alcanzados el pasado 17 de abril en Ginebra, "en primer lugar, la renuncia al uso de la fuerza en su propio país".
"Continúan las acciones punitivas de fuerza en el sureste de Ucrania. Los ultranacionalistas campan libremente por el sur, lo que es absolutamente inadmisible. Expresamos nuestras condolencias a las familias de los muertos en Odessa, Slaviansk y Kramatorsk", ha dicho.
Mientras, los partidarios de la sublevación contra Kiev, que tiene su epicentro en las regiones de Donetsk y Lugansk, han colgado una gran bandera tricolor rusa en la fachada de la Casa de los Sindicatos.
Yatseniuk apunta a las fuerzas de seguridad
Rusia se ha comprometido a continuar sus esfuerzos para el cumplimiento de los acuerdos, tanto los de Ginebra como los sellados el 21 de febrero en Kiev entre el entonces presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, y la antaño oposición con mediación internacional.
El presidente ruso, Vladimir Putin, está en permanente contacto con los dirigentes de otros países para encontrar una salida a la crisis, mientras "las autoridades ucranianas abordan la situación de manera irresponsable e incompetente", ha subrayado.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, pidió ayer al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que obligue a Ucrania a suspender "de inmediato" las acciones militares y retirar las tropas del este rusohablante del país.
Por su parte, el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, ha instado este domingo a la Fiscalía a investigar "el rastro ruso" en los enfrentamientos violentos ocurridos el viernes en la ciudad de Odessa en los que murieron 46 personas, en su mayoría prorrusos.
Yatseniuk, ha afirmado que las fuerzas de seguridad son en parte responsables de la tragedia de Odessa. Si la policía trabajase bien, la situación se habría calmado a tiempo, ha apuntado Yatseniuk durante una visita a la ciudad. Toda la cúpula de las fuerzas de seguridad del lugar será destituida, pues actuó de forma "ineficiente" y rompió el reglamento, ha declarado.
Yatseniuk ha acusado además a los manifestantes prorrusos de haber "provocado" la violencia. "Encontraremos a todos los instigadores y organizadores", ha prometido.
Al respecto, Moscú ha acusado a Kiev de "tener las manos manchadas de sangre", ha exigido una investigación exhaustiva de lo ocurrido y ha advertido que, en caso contrario, acudirá a los tribunales internacionales.
Por su parte, EEUU ha tachado de "inadmisible" el brote de violencia vivida por Odessa y ha instado a Kiev a encontrar y castigar a los culpables.
Con todo, Kiev proseguirá su ofensiva contra los bastiones insurgentes prorrusos en el este del país, ha adelantado Andréi Parubiy, secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania.
http://www.elmundo.es/internacional/2014/05/04/53663569e2704e61068b456e.html