Las mujeres necesitan mejor asistencia sanitaria en operaciones
Un grupo de trabajo del Ejército estadounidense, dirigido por mujeres, ha concluido que el Ejército no proporciona a las mujeres una asistencia sanitaria igual a la de los varones en operaciones, incluso en un momento en que aumentan las presiones para que tengan un papel más importante en los combates.
Los temas sanitarios y los relacionados con los uniformes son áreas en las que, si vamos a ampliar el papel de las mujeres (en combate), o incluso mantener su papel actual, se necesita hacer mejoras, para que las mujeres estén equitativamente atendidas," afirma la coronel del Ejército, Anne Naclerio, pediatra que dirige el grupo de trabajo.
De hecho, y aunque el Pentágono continúa prohibiendo a las mujeres servir en puestos de infantería, el secretario de Defensa, Leon Panetta en febrero amplió moderadamente el número de puestos que las mujeres pueden ocupar, permitiendo a muchas combatir realmente junto a unidades de infantería. Y desde 2001 han desplegado en Irak y Afganistán más de 275.000 mujeres (más de 15.000 en Afganistán este año), con 130 muertas y 800 heridas. Dos mujeres han sido condecoradas con la medalla Silver Star, la tercera condecoración estadounidense.
Ninguno de los problemas de salud esbozados en el informe impediría que las mujeres combatiesen pero provocan molestias físicas innecesarias, según la coronel Naclerio, como. por ejemplo, las infecciones de tracto urinario, de las que fueron tratadas unas 450 mujeres en 2011 en Afganistán, según datos del El Ejército.
Y para ello son necesarias mejoras básicas que ayuden a las mujeres a evitar elevadas proporciones de infecciones del trato urinario o vaginales, estrés provocado por dificultades menstruales y rozaduras, hematomas y hemorragias que causan los chalecos antibalísticos mal adaptados a la anatomía femenina, ya que están diseñados para hombres, según el grupo de trabajo.
En este sentido son las palabras de la senadora Patty Murray, presidenta del Comité de Asuntos de Veteranos: "Es preocupante que después de una década en guerra las mujeres no tenga acceso a alguna de las soluciones simples y de sentido común indicadas en este informe."
El grupo de trabajo sobre salud fue creado el año pasado por la teniente general Patricia Horoho, nueva Inspectora General de Sanidad del Ejército, para "estudiar realmente cuáles son los temas de salud específicos de mujeres que podemos apoyar, bien mediante cambios en las normas o siendo capaces de adaptar la atención que se proporciona para asegurar que están sanas y que están preparadas". Los miembros del equipo fueron a Afganistán, se reunieron con más de 150 mujeres y seleccionaron investigaciones sobre los temas de salud de las mujeres durante los despliegues.
Un hallazgo clave del grupo de trabajo es que los militares no forman adecuadamente a las mujeres para que se mantengan sanas. El resultado, según un estudio difundido el año pasado, es que la mitad de las mujeres que han sido reconocidas durante el despliegue habían sufrido infecciones urinarias o vaginales.
E
ntre los factores que contribuyen a estas infecciones se incluyen la tendencia de las mujeres a beber menos agua y retrasar el acto de orinar cuando están en misión y llevan el uniforme de combate completa. Una solución simple, descubierta por el grupo de trabajo, es un aparato que permite a las mujeres orinar de pie, pero que a las mujeres no se les ha informado de que este equipo está disponible en los despliegues.
Tampoco se informa a muchas mujeres a combatir el estrés provocado por ciclos menstruales dolorosos y no son conscientes de qué medidas pueden tomar antes y durante el despliegue para regular esos efectos con anticonceptivos.
Otros hallazgos y recomendaciones incluyen:
- Fabricar un kit simple que permita a las mujeres hacerse pruebas para saber si tienen infecciones urinarias o vaginales sin tener que ir al médico de la unidad, normalmente un varón, sobre sus síntomas y, según el resultado, permitirles obtener la medicación adecuada.
- Fabricar chalecos antibalísticos y uniformes de instrucción física adaptados a las mujeres. El Ejército ha indicado que en agosto realizará pruebas de chalecos antibalísticos adaptados a las mujeres.
- Proporcionar una mayor seguridad a tiendas de campaña y cuartos de baño para disminuir el riesgo de ataques sexuales.
- Alentar a que el Ejército, los "marines" y la Fuerza Aérea, de forma similar a la Armada, concedan doce meses de permiso a las mujeres para que sus hijos recién nacidos se beneficien de la lactancia materna.
- Patrocinar más investigaciones para comprender cómo afecta a la salud mental la separación de las madres de sus hogares cuando desplieguen en operaciones.
Según la Inspectora General, poner en práctica estas recomendaciones "ayudará a asegurar [que las mujeres] reciben la atención, la formación y el apoyo logístico que necesitan para que no comprometan su salud ni sean humilladas. cuando realizan sus misiones."
La presidenta del Comité Asesor de Defensa sobre la Mujer en las Fuerzas Armadas, Holly Hemphill, alabó el informe del grupo de trabajo por contener "recomendaciones muy sensatas" y que "cuando más y más mujeres dan un paso adelante para hacer los trabajos más difíciles en los entornos más duros, deben resolverse sus necesidades específicas de salud."
http://www.belt.es/noticiasmdb/home2_noticias.asp?id=14484