Sebastian
Colaborador
parte 2
Sin hacer alarde
A nivel nacional, los amerindios no obtuvieron la nacionalidad estadounidense hasta 1924, años después de que terminara la Primera Guerra Mundial, aún cuando más de 12.000 de ellos habían peleado en el frente de batalla, de acuerdo con el Museo Nacional de Indios Americanos.
Se ofrecieron como voluntarios para luchar porque defender a su pueblo y su tierra era parte de su cultura y su tradición.
Había pocos registros escritos en choctaw: apenas la Biblia
y algunos himnos.
"Era una extensión del rol tradicional de guerrero", dice Reed. "Los hombes protegían y proveían para aquellos que no podían hacerlo por sí mismos o no se esperaba que lo hicieran.
Es parte de lo que significa ser hombre y ser líder. Los guerreros eran tratados con el mayor de los respetos por sus comunidades. Era lo mismo con los veteranos; aún es así hoy en día".
Todos los miembros del escuadrón teléfonico regresaron a casa con sus familias, dice Meadows. Por décadas, su papel como locutores de claves era prácticamente desconocido fuera de la tribu y sus esfuerzos pasaron sin ser reconocidos.
En algunos casos, sus propias esposas y familiares sabían muy poco del asunto.
"Los choctaw no creen en hablar de sus propios logros; es cosa de otros alabarlos", dice Nashoba. "Los locutores de clave no contaban muchas historias de sí mismos. Consideraban lo que habían hecho como su deber.
Cuando mi bisuabuelo fue entrevistado por una publicación local cuando regresó de la guerra, simplemente dijo 'fui a Francia, vie el país y regresé vivo'. Sólo eso".
También era un tema delicado para el gobierno. Habría sido difícil explicar que la misma lengua que estaban tratando de erradicar en Estados Unidos había sido fundamental para las comunicaciones en el campo de batalla.
El buró de Asuntos Indios y el gobierno no recalcaron su uso, dice Meadows. Además, los líderes militares también se dieron cuenta del potencial que había en usar lenguas nativas y no querían que la estrategia se diera a conocer.
"Aunque los locutores de claves navajos de la Segunda Guerra Mundial fueron objeto de atención pública cuando su código fue desclasificado en 1968 y recibieron reconocimiento del Congreso y medallas de plata en 2001, todos los demás locutores de claves siguieron sin ser reconocidos a nivel federal", dice Meadows.
Reconocimiento, al fin
Pero la atención que recibieron los navajos pronto despertó el interés por los choctaw.
Familiares de los hombres y la tribu reunieron la información que pudieron con un puñado de documentos existentes y con los relatos de los pocos veteranos que estaban vivos.
Trabajaron duro e hicieron campaña junto con otras tribus para que se reconociera el trabajo de sus hombres.
En 1989, el gobierno francés les otorgó la Orden Nacional al Mérito en forma póstuma a los locutores de claves choctaw de la I y de la II Guerra Mundial, así como a los locutores de claves comanches de la Segunda Guerra Mundial.
Los choctaw enfrentaban una contradicción: su lengua era valiosa en la guerra y castigada en casa.
Pero no fue hasta 2008 que la Ley de Reconocimiento de Locutores de Claves fue aprobada en el Congreso, rindiendo homenaje a cientos de locutores de claves de diferentes tribus que habían sido ignorados, incluidos los choctaw.
Finalmente, en noviembre del año pasado, cada gobierno tribal recibió medallas de oro del Congreso, la distinción civil de más alto nivel en Estados Unidos. Llevaban grabado un diseño exclusivo que representaba a su tribu. Las familias de cada locutor de claves recibió una versión similar en plata.
En la ceremonia, el senador Harry Reid dijo: "En la hora de mayor necesidad de esta nación, los lenguajes nativos americanos demostraron tener un gran valor. El gobierno de Estados Unidos recurrió a la gente y a la lengua que había tratado de erradicar".
Fue un momento agridulce, dice Nashoba. "Los locutores de claves originales nunca llegaron a ver el día (en que se reconoció su trabajo) y muchos de sus familiares, que habían hecho tanta campaña por ellos, también habían muerto. Pero también fue un momento increíble, no puedo expresar con palabras la alegría y el orgullo que sentí. Esos hombres merecían ser honrados".
Nadie podría haber adivinado que una conversación escuchada por casualidad terminara siendo tan significativa, dice Meadows. "A veces las grandes cosas ocurren por accidente".
El escuadrón telefónico choctaw
Memorándum del comandante de la 142da División de Infantería, coronel A. W. Bloor, a los cuarteles de división, 23 de enero de 1919.
Se reconoció que, de los diferentes métodos de enlace, el teléfono presentaba las mayores posibilidades (...). Se sabía, sin embargo, que los alemanes eran maestros en el arte de "escuchar" (...). Estábamos seguros de que el enemigo sabía demasiado.
En consecuencia, era necesario codificar cada mensaje importante, y codificar y decodificar tomaba un tiempo valioso.
El regimiento poseía una compañía de indígenas (...) Las posibilidades eran de una en un millón de que Fritz pudiera traducir estos dialectos, y el plan de hacer que estos indígenas transmitieran mensajes telefónicos fue adoptado.
Los indígenas fueron utilizados repetidamente en preparación para el asalto a Forest Farm (...) La total sorpresa del enemigo evidenció que no pudieron descifrar los mensajes.
Fuente: Nación choctaw de Oklahoma.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/05/140521_cultura_codigos_guerra_finde_yv.shtml
Los indígenas que dejaron perplejos a los alemanes en la Primera Guerra Mundial
Sin hacer alarde
A nivel nacional, los amerindios no obtuvieron la nacionalidad estadounidense hasta 1924, años después de que terminara la Primera Guerra Mundial, aún cuando más de 12.000 de ellos habían peleado en el frente de batalla, de acuerdo con el Museo Nacional de Indios Americanos.
Se ofrecieron como voluntarios para luchar porque defender a su pueblo y su tierra era parte de su cultura y su tradición.
Había pocos registros escritos en choctaw: apenas la Biblia
y algunos himnos.
"Era una extensión del rol tradicional de guerrero", dice Reed. "Los hombes protegían y proveían para aquellos que no podían hacerlo por sí mismos o no se esperaba que lo hicieran.
Es parte de lo que significa ser hombre y ser líder. Los guerreros eran tratados con el mayor de los respetos por sus comunidades. Era lo mismo con los veteranos; aún es así hoy en día".
Todos los miembros del escuadrón teléfonico regresaron a casa con sus familias, dice Meadows. Por décadas, su papel como locutores de claves era prácticamente desconocido fuera de la tribu y sus esfuerzos pasaron sin ser reconocidos.
En algunos casos, sus propias esposas y familiares sabían muy poco del asunto.
"Los locutores de clave no contaban muchas historias de sí mismos. Consideraban lo que habían hecho como su deber"
Nushi Nashoba, presidente de la Asociación de Locutores de Claves choctaw
Nushi Nashoba, presidente de la Asociación de Locutores de Claves choctaw
"Los choctaw no creen en hablar de sus propios logros; es cosa de otros alabarlos", dice Nashoba. "Los locutores de clave no contaban muchas historias de sí mismos. Consideraban lo que habían hecho como su deber.
Cuando mi bisuabuelo fue entrevistado por una publicación local cuando regresó de la guerra, simplemente dijo 'fui a Francia, vie el país y regresé vivo'. Sólo eso".
También era un tema delicado para el gobierno. Habría sido difícil explicar que la misma lengua que estaban tratando de erradicar en Estados Unidos había sido fundamental para las comunicaciones en el campo de batalla.
El buró de Asuntos Indios y el gobierno no recalcaron su uso, dice Meadows. Además, los líderes militares también se dieron cuenta del potencial que había en usar lenguas nativas y no querían que la estrategia se diera a conocer.
"Aunque los locutores de claves navajos de la Segunda Guerra Mundial fueron objeto de atención pública cuando su código fue desclasificado en 1968 y recibieron reconocimiento del Congreso y medallas de plata en 2001, todos los demás locutores de claves siguieron sin ser reconocidos a nivel federal", dice Meadows.
Reconocimiento, al fin
Pero la atención que recibieron los navajos pronto despertó el interés por los choctaw.
Familiares de los hombres y la tribu reunieron la información que pudieron con un puñado de documentos existentes y con los relatos de los pocos veteranos que estaban vivos.
Trabajaron duro e hicieron campaña junto con otras tribus para que se reconociera el trabajo de sus hombres.
En 1989, el gobierno francés les otorgó la Orden Nacional al Mérito en forma póstuma a los locutores de claves choctaw de la I y de la II Guerra Mundial, así como a los locutores de claves comanches de la Segunda Guerra Mundial.
Los choctaw enfrentaban una contradicción: su lengua era valiosa en la guerra y castigada en casa.
Pero no fue hasta 2008 que la Ley de Reconocimiento de Locutores de Claves fue aprobada en el Congreso, rindiendo homenaje a cientos de locutores de claves de diferentes tribus que habían sido ignorados, incluidos los choctaw.
Finalmente, en noviembre del año pasado, cada gobierno tribal recibió medallas de oro del Congreso, la distinción civil de más alto nivel en Estados Unidos. Llevaban grabado un diseño exclusivo que representaba a su tribu. Las familias de cada locutor de claves recibió una versión similar en plata.
En la ceremonia, el senador Harry Reid dijo: "En la hora de mayor necesidad de esta nación, los lenguajes nativos americanos demostraron tener un gran valor. El gobierno de Estados Unidos recurrió a la gente y a la lengua que había tratado de erradicar".
Fue un momento agridulce, dice Nashoba. "Los locutores de claves originales nunca llegaron a ver el día (en que se reconoció su trabajo) y muchos de sus familiares, que habían hecho tanta campaña por ellos, también habían muerto. Pero también fue un momento increíble, no puedo expresar con palabras la alegría y el orgullo que sentí. Esos hombres merecían ser honrados".
Nadie podría haber adivinado que una conversación escuchada por casualidad terminara siendo tan significativa, dice Meadows. "A veces las grandes cosas ocurren por accidente".
El escuadrón telefónico choctaw
Memorándum del comandante de la 142da División de Infantería, coronel A. W. Bloor, a los cuarteles de división, 23 de enero de 1919.
Se reconoció que, de los diferentes métodos de enlace, el teléfono presentaba las mayores posibilidades (...). Se sabía, sin embargo, que los alemanes eran maestros en el arte de "escuchar" (...). Estábamos seguros de que el enemigo sabía demasiado.
En consecuencia, era necesario codificar cada mensaje importante, y codificar y decodificar tomaba un tiempo valioso.
El regimiento poseía una compañía de indígenas (...) Las posibilidades eran de una en un millón de que Fritz pudiera traducir estos dialectos, y el plan de hacer que estos indígenas transmitieran mensajes telefónicos fue adoptado.
Los indígenas fueron utilizados repetidamente en preparación para el asalto a Forest Farm (...) La total sorpresa del enemigo evidenció que no pudieron descifrar los mensajes.
Fuente: Nación choctaw de Oklahoma.
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/05/140521_cultura_codigos_guerra_finde_yv.shtml