Daishi
Colaborador
Estado Islámico avanza sobre Kobane y Turquía pide una "operación terrestre" para detenerlo
Erdogan admitió que la ciudad siria fronteriza con su país "está a punto de caer" y tildó de insuficientes los ataques aéreos de Occidente
ESTAMBUL.- El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, admitió hoy que la ciudad kurda de Kobane, situada al norte de Siria y muy cerca de la frontera con su país, "está a punto de caer" en manos de la milicia terrorista de Estado Islámico (EI), y en ese sentido destacó la necesidad de una ofensiva terrestre el grupo jihadista.
"Kobane está a punto de caer", dijo ante refugiados en la ciudad de Ganziantep, en el suroeste de Turquía, y cerca de la frontera con Siria, informó la agencia de noticias turca Anadolu.
Erdogan calificó de insuficientes los ataques aéreos de Estados Unidos y sus aliados y pidió una ofensiva terrestre.
"Sólo con bombardeos aéreos no pueden poner fin a este terror. Si la coalición que cumple esta misión no establece unos movimientos [militares] terrestres, no podrá solucionarlo con ataques aéreos. Así han pasado meses sin resultado", cuestionó Erdogan.
Asimismo, dejó entrever que Ankara no hará nada para evitar que Kobane caiga en manos de los jihadistas, contrariamente a lo que el primer ministro, Ahmet Davutoglu, había prometido el jueves pasado.
"En este momento está cayendo Kobane. Nosotros queríamos tres cosas: uno, declarar una zona de exclusión aérea. Dos, declarar una zona paralela de seguridad. Y finalmente, un acuerdo para entrenar y equipar a la oposición moderada en Siria e Irak", especificó.
El mandatario no aclaró a qué grupos se refería, pero insinuó que las milicias kurdas no formarían parte de ellos.
"Turquía está tanto en contra del terror del Estado Islámico como está en contra del terror del PKK", aseguró Erdogan.
La prensa pro-gubernamental turca suele usar las siglas del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, para hacer referencia a las milicias kurdas de Siria, por su supuesta estrecha relación con la guerrilla turco-kurda.
Erdogan inició y cerró su discurso con amplias referencias religiosas, pidiendo "paciencia y confianza en Dios", y aprovechó para denunciar que el Estado Islámico "asesina en nombre del islam".
"Los musulmanes nunca deben quitar la vida, los bienes o la sangre a otros musulmanes", especificó el presidente turco.
UN REFUGIO BAJO AMENAZA
Desde mediados de septiembre Estado Islámico avanza hacia la ciudad kurda siria de Kobane y las unidades de protección popular kurdas están defendiendo la ciudad.
Según fuentes gubernamentales turcas, más de 185.000 personas huyeron de los combates en la región a la vecina Turquía. Desde el inicio de la guerra civil en Siria, Turquía ha acogido a más de 1,5 millones de refugiados sirios. La situación humanitaria en la frontera es crítica y se ha agravará si EI conquista Kobane.
Los combatientes kurdos han criticado desde el primer momento que no están suficientemente equipados y no cuentan con ninguna ayuda de fuera. El copresidente del partido kurdo sirio PYD, Salih Muslim, advirtió recientemente de una masacre si el EI conquista la ciudad.
Las unidades de protección popular que defienden Kobane están consideradas como el brazo armado del PYD, una formación próxima al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que está clasificado como organización terrorista en Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos.
La pérdida de Kobane para los kurdos tiene además un significado mucho mayor, pues supondría un duro revés para la administración autónoma que gozan en el norte de Siria. Desde el inicio de la guerra civil en el país árabe en 2011, se han establecido tres cantones de administración autónoma y con Kobane se perdería uno de ellos.
En la guerra civil, el enclave kurdo estaba considerado un lugar relativamente seguro para buscar refugio. Según datos de la ONU, 20.000 personas de otras partes de Siria huyeron allí de los combates en el resto del país. La ONU estima que antes de los fuertes combates en la región de Kobane unas 400.000 personas vivían en la zona.
En Siria se estima que hay unos dos millones de kurdos en Siria. La mayoría vive en el noreste o como migrantes en Alepo y Damasco.
Agencias EFE y DPA
Erdogan admitió que la ciudad siria fronteriza con su país "está a punto de caer" y tildó de insuficientes los ataques aéreos de Occidente
ESTAMBUL.- El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, admitió hoy que la ciudad kurda de Kobane, situada al norte de Siria y muy cerca de la frontera con su país, "está a punto de caer" en manos de la milicia terrorista de Estado Islámico (EI), y en ese sentido destacó la necesidad de una ofensiva terrestre el grupo jihadista.
"Kobane está a punto de caer", dijo ante refugiados en la ciudad de Ganziantep, en el suroeste de Turquía, y cerca de la frontera con Siria, informó la agencia de noticias turca Anadolu.
Erdogan calificó de insuficientes los ataques aéreos de Estados Unidos y sus aliados y pidió una ofensiva terrestre.
"Sólo con bombardeos aéreos no pueden poner fin a este terror. Si la coalición que cumple esta misión no establece unos movimientos [militares] terrestres, no podrá solucionarlo con ataques aéreos. Así han pasado meses sin resultado", cuestionó Erdogan.
Asimismo, dejó entrever que Ankara no hará nada para evitar que Kobane caiga en manos de los jihadistas, contrariamente a lo que el primer ministro, Ahmet Davutoglu, había prometido el jueves pasado.
"En este momento está cayendo Kobane. Nosotros queríamos tres cosas: uno, declarar una zona de exclusión aérea. Dos, declarar una zona paralela de seguridad. Y finalmente, un acuerdo para entrenar y equipar a la oposición moderada en Siria e Irak", especificó.
El mandatario no aclaró a qué grupos se refería, pero insinuó que las milicias kurdas no formarían parte de ellos.
"Turquía está tanto en contra del terror del Estado Islámico como está en contra del terror del PKK", aseguró Erdogan.
La prensa pro-gubernamental turca suele usar las siglas del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, para hacer referencia a las milicias kurdas de Siria, por su supuesta estrecha relación con la guerrilla turco-kurda.
Erdogan inició y cerró su discurso con amplias referencias religiosas, pidiendo "paciencia y confianza en Dios", y aprovechó para denunciar que el Estado Islámico "asesina en nombre del islam".
"Los musulmanes nunca deben quitar la vida, los bienes o la sangre a otros musulmanes", especificó el presidente turco.
UN REFUGIO BAJO AMENAZA
Desde mediados de septiembre Estado Islámico avanza hacia la ciudad kurda siria de Kobane y las unidades de protección popular kurdas están defendiendo la ciudad.
Según fuentes gubernamentales turcas, más de 185.000 personas huyeron de los combates en la región a la vecina Turquía. Desde el inicio de la guerra civil en Siria, Turquía ha acogido a más de 1,5 millones de refugiados sirios. La situación humanitaria en la frontera es crítica y se ha agravará si EI conquista Kobane.
Los combatientes kurdos han criticado desde el primer momento que no están suficientemente equipados y no cuentan con ninguna ayuda de fuera. El copresidente del partido kurdo sirio PYD, Salih Muslim, advirtió recientemente de una masacre si el EI conquista la ciudad.
Las unidades de protección popular que defienden Kobane están consideradas como el brazo armado del PYD, una formación próxima al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que está clasificado como organización terrorista en Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos.
La pérdida de Kobane para los kurdos tiene además un significado mucho mayor, pues supondría un duro revés para la administración autónoma que gozan en el norte de Siria. Desde el inicio de la guerra civil en el país árabe en 2011, se han establecido tres cantones de administración autónoma y con Kobane se perdería uno de ellos.
En la guerra civil, el enclave kurdo estaba considerado un lugar relativamente seguro para buscar refugio. Según datos de la ONU, 20.000 personas de otras partes de Siria huyeron allí de los combates en el resto del país. La ONU estima que antes de los fuertes combates en la región de Kobane unas 400.000 personas vivían en la zona.
En Siria se estima que hay unos dos millones de kurdos en Siria. La mayoría vive en el noreste o como migrantes en Alepo y Damasco.
Agencias EFE y DPA