La ONU dejará de alimentar a casi 1,7 millones de sirios por falta de fondos
Tan solo cinco días. Esto es lo que tienen casi 1,7 millones de refugiados sirios de los más de tres que huyen del conflicto armado que asola su país hacia los países vecinos —Líbano, Jordania, Egipto y Turquía— para proveerse de alimentos y afrontar un crudo invierno. A partir del 13 de diciembre, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) que depende da la ONU, cancelará la ayuda alimentaria que ofrece desde el comienzo de la guerra siria en 2011. El programa, con sede en Roma y que ayudaba a la mitad de los refugiados de ese país, alertó el pasado lunes de una nueva “crisis financiera” en sus arcas, que responde a “promesas de financiación insatisfechas”.
“Esto no ha podido ocurrir en un momento peor”, señaló desde Ginebra (Suiza) el alto comisionado para los refugiados, Antonio Guterres. Después de tres años y ocho meses de intensos combates entre las fuerzas del presidente Bachar el Asad y sus detractores —el Frente al Nusa, la Coalición Nacional Siria y, desde hace algunos meses, el EI, entre otros grupos minoritarios— el reparto de comida a los desplazados sirios es todavía un gran desafío.
“La suspensión de la ayuda alimentaria será desastrosa para muchas familias que ya están sufriendo”, vaticina Erthain Cousin, directora del PMA. Si los donantes no aportan 64 millones de dólares (51,23 millones de euros) “inmediatamente”, la organización suspenderá la ayuda alimentaria para los desplazados sirios en Turquía, Egipto, Líbano y Jordania, la mitad de todos los refugiados sirios registrados en la región: 3.249.038, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La Comisión Europea ha anunciado este lunes una ayuda de 5,5 millones de euros para el PMA. "Estamos explorando todas las vías para aumentar la movilización de recursos". afirmó el comisario europeo de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides. Noruega, por su parte, tiene la "intención" de aportar ocho millones de euros para el PMA, según un comunicado del Ministerio de Exteriores. Estas cantidades, sin embargo, no cubren las necesidades "urgentes" que reclama la ONU.
Esto significa que, de momento y hasta el mes de febrero, solo seguirán recibiendo alimentos los 225.373 ciudadanos de Siria que huyeron a Irak, país azotado por otra guerra —esta vez contra el Estado Islámico (EI)—, y que ha generado también oleadas de refugiados en países limítrofes.
La situación es catastrófica. Al duro invierno —ya se han alcanzado temperaturas mínimas de 0 grados centígrados en algunos puntos de la zona— hay que sumar la necesidad de impermeabilizar muchos refugios. Y la dura realidad se extiende ahora por casi toda la región de Oriente Próximo, según el PMA. En Egipto, más de la mitad de los 137.504 desplazados sirios registrados, según los últimos datos de ACNUR del 1 de diciembre, han comenzado ya a ver cómo las cartillas de racionamiento se han devaluado. Su valor ha bajado de 30 dólares a solo 13. Y lo mismo ocurre en Turquía, donde la ONU ha rebajado de 30 dólares a 13,6 el valor de esas cartillas, que permiten a 230.000 refugiados de los 963.540 registrados por ACNUR comprar bienes de primera necesidad como arroz, aceite de girasol, harina, azúcar y pasta.
“El armario está completamente vacío”, asegura desde su oficina en Roma (sede del PMA) Emilia Casella, una de las portavoces de la organización. Además, UNICEF (la agencia de la ONU para la infancia), resaltó el jueves en un comunicado que "muchos niños [sirios] podrían verse obligados a trabajar para contribuir a los ingresos familiares con los que adquirir alimentos básicos".
El caso más dramático es, no obstante, el de Líbano, donde reside el grueso de los refugiados sirios, más de 1,1 millones. Allí, el PMA “ya ha suspendido la ayuda alimentaria”, según Casella. Además, el 56% de las necesidades están aún por cubrir económicamente, según ACNUR. Aun así, la organización para los refugiados ha conseguido recaudar 56 millones de dólares para que unas 660.000 personas puedan superar este invierno.
"Si recibimos dinero suficiente en diciembre, la asistencia a los refugiados sirios se reanudará", asegura el comunicado del PMA. Podría sonar a llamada desesperada para recaudar fondos en tiempo récord. Lo cierto es, sin embargo, que la situación en Siria es "muy preocupante", según apunta desde Ginebra Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch, una ONG independiente cuya misión es controlar el trabajo de la ONU sobre el terreno. "No podemos emitir un juicio respecto a la necesidad desesperada de fondos del PMA, puesto que no tenemos información desde dentro de las misiones que realiza la organización", sostiene Neuer.
El pasado abril, la ONU ya se vio obligada a reducir las raciones de los sirios que permanecían aún en sus hogares en un 20% por “falta de liquidez”. Además, como explicó entonces Jaled Erksussi, encargado de la misión conjunta entre ACNUR y la Media Luna Roja que repartía alimentos en Siria, era peligroso adentrarse en las zonas rebeldes, donde se registraba una de las crisis humanitarias más graves.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/02/actualidad/1417545366_842708.html