Conferencias, entrevistas y programas de Nicolás Kasanzew.-

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Muchas gracias a todos! Hoy tuve el gusto de almorzar con los VGM Baruzzo, Daniel Marchi y Victor Bertone, amen de otros amigos. Cuando nos estabamos despidiendo, ya en la calle, en Combate de los Pozos e Hipólito Yrigoyen, escuchamos una frenada brusca. De un taxi saltó el chofer, a pesar de que llevaba un pasajero, y se abalanzó sobre Baruzzo. "Déjeme abrazarlo, usted me hizo llorar", repetía el hombre sin importarle la cola de vehículos que se habia formado detrás de su taxi, ya que había taponado la calle...
 
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Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Estimado Kamutan, que yo sepa, en Malvinas no estuvieron instructores de la FAP. Si, vi los SAM-7. Por ejemplo, la gente del Radar de la FAA tenia uno, y como me dijera su jefe, el mayor Silva, su sueño era pintarle un Harrier a su radar. Pero no se llegaron a utilizar en Puerto Argentino. En mi libro hay fotos de los hombres de Silva con un Sam-7. Saludos cordiales.
 
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Muchas gracias a todos! Hoy tuve el gusto de almorzar con los VGM Baruzzo, Daniel Marchi y Victor Bertone, amen de otros amigos. Cuando nos estabamos despidiendo, ya en la calle, en Combate de los Pozos e Hipólito Yrigoyen, escuchamos una frenada brusca. De un taxi saltó el chofer, a pesar de que llevaba un pasajero, y se abalanzó sobre Baruzzo. "Déjeme abrazarlo, usted me hizo llorar", repetía el hombre sin importarle la cola de vehículos que se habia formado detrás de su taxi, ya que había taponado la calle...

No hay que bajar los brazos, Nicolas... Estos hechos se van a repetir mucho más a medida que la gente sepa realmente lo que hicieron los VGM por Nosotros... El seguir divulgándolos es nuestra tarea, una manera de devolverles el reconocimiento que se merecen y que muchos quieren pasar por alto... Lamentablemente quienes tienen las herramientas para hacerlo los tienen olvidados y sólo se acuerdan de Ellos durante las campañas políticas...
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Entonces ¿si se confirma la presencia de este sistema de armas en el teatro de malvina y la presencia de los operadores de la FAP, tratando de capacitar lo mas rapido posible a sus pares argentinos en el uso de este misil?...Ya que aca entre comentarios se menciono que los oficiales argentinos que vinieron a ver los M-5P presenciaron un ejercicio del grupo de defensa aerea con sus STRELA y pidieron que estos sean parte de el equipo que partiera hacia Argentina, pero luego se menciono que los SA-7 que estuvieron en Malvinas eran gracias a los Sirios...de ahi nace la duda.


saludos.
Kamutan
La respuesta que buscas....
http://www.zona-militar.com/foros/t...cto-malvinas-fotos.16280/page-84#post-1200489
 

nestorboca

MALVINAS... VOLVEREMOS..!
Colaborador
Digno y merecido reconocimiento a nuestro amigo Nicolas Kasanzew...




Por cierto,
esos otros donde y con quienes se sientan..???:confused:

Digo por los que no han tenido un comportamiento acorde durante la Guerra...

.
 
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Mil gracias, a todos, queridos amigos! Seba, muy emotivo tu recuerdo.
gracias Nicolas y gracias por hacernos conocer a nuestros héroes , sobre todo a las nuevas generaciones , sos un ejemplo de lo que todos debemos hacer con los mas chicos, como en las viejas tradiciones indias el transmitirles la historia de nuestros héroes , no debemos dejar que la llama se apague
abrazo!
 
S

SnAkE_OnE

Ya le estan pidiendo mucho me parece, midiendo el termometro politico y mediatico..yo lo llevaria a Moyano antes que los VGM's, por mas que me duela reconocerlo.
 
Uno de los que intervinieron en el programa:

El soldado argentino que peleo hasta con un cuchillo contra los Royal Marines




Cabo ROBERTO BACILIO BARUZZO - RI 12

Por su heroísmo en la batalla del Monte Longdon, combatiendo herido por esquirlas de bombardeos en los días anteriores. En dicha batalla el Cabo Baruzzo transportó bajo fuego a lugares seguros a heridos, exponiéndose a sí mismo y arriesgando su vida en varias ocasiones, y continuando la pelea durante dichas maniobras contra infantería enemiga en combate cuerpo a cuerpo hasta agotar munición, e incluso intentando combatir con su cuchillo, hasta caer prisionero ante un pelotón de Royal Marines.

De todos los suboficiales de Ejército que estuvieron en Malvinas, solo dos recibieron la máxima distinción a que puede aspirar un hombre de armas argentino: la Cruz al Heroico Valor en Combate.

Uno fue el soldado paltromieri. El otro, sigue siendo un perfecto desconocido, aún para muchos estudiosos del tema Malvinas.

Si uno quiere averiguar por qué le fue conferido tan alto galardón, no se va a enterar ni googleándolo.

Se trata del cabo Roberto Baruzzo del Regimiento 12 de Infantería de Mercedes. Y vaya si su historia, de ribetes cinematográficos, vale la pena ser contada!

Tuve el honor de conocer a Baruzzo, oriundo del pueblo de Riachuelo, Corrientes, en el 2009, cuando el Centro de Ex-Combatientes de esa provincia me invitó a dar allí una charla.

Descubrí en él a un hombre de rostro aniñado, sin ínfula alguna, de perfil muy bajo, puro y transparente hasta rayar en la ingenuidad.

Su unidad había sido ubicada primero en el Monte Kent, para después ser enviada a Darwin.

Pero una sección compuesta mayormente de personal de cuadros, con Baruzzo incluido, se quedó en la zona, al mando del teniente primero Gorriti.

En los días previos al ataque contra Monte London, los bombardeos ingleses sobre esa área se habían intensificado. El mismo Baruzzo fue herido en la mano por una esquirla.

En una de las noches, el cabo oyó gritos desgarradores. A pesar del cañoneo, salió de su pozo de zorro y encontró a un soldado con la pierna destrozada por el fuego naval enemigo.

Sin titubear, dejó su fusil y cargó al herido hasta el puesto de enfermería, tratando de evitar que se desangrara.

Lo peor aún estaba por venir.



En la noche del 10 al 11 de junio, estuve observando desde Puerto Argentino el espectáculo fantasmagórico que ofrecía la ofensiva británica.

En medio de un estruendo ensordecedor, los montes aledaños eran cruzados por una miríada de proyectiles trazantes e intermitentemente iluminados por bengalas.

Se me estremecía el alma de imaginar que allí, en esos momentos, estaban matando y muriendo muchos bravos soldados argentinos.

Allí, en medio del fragor, la sección de Baruzzo ya se había replegado hacia el Monte Harriet, sobre el cual los ingleses estaban realizando una acción envolvente.

Varios grupos de soldados del 12 y del Regimiento 4 quedaron aislados. El teniente primero Jorge Echeverría, un oficial de Inteligencia de esta última unidad, los agrupa y encabeza la resistencia, Baruzzo se suma a ellos y ve a al oficial parapetado detrás de una roca, disparando su FAL.

Baruzzo despoja a uno de los caídos británicos de su visor nocturno. “Ahora la diferencia en recursos ya no será tan despareja”, piensa.

Con el visor va ubicando las cabezas de los ingleses que asoman detrás de las rocas, y tanto Baruzzo, como su jefe afinan la puntería.

Los soldados ingleses, por su parte, los rocían de plomo e insultos.




Las trazantes pegan a centímetros del cuerpo del oficial, hasta que finalmente éste es herido en la pierna y cae en un claro, ya fuera de la protección de la roca.

Cuando Baruzzo se le quiere acercar, un inglés surge de la oscuridad y le tira al cabo.

Y erra el primer disparo, aunque la bala pega muy cerca, pero antes de que pueda efectuar el segundo, Echeverría, disparando desde el suelo, lo abate.

Otro inglés le tira a Echeverría, pero Baruzzo lo mata de un certero disparo. Cerca de ellos, el conscripto Gorosito pelea como un león.

Los adversarios están a apenas siete u ocho metros uno del otro y sólo pueden verse las siluetas en los breves momentos en que alguna bengala ilumina la zona.

Echeverría está sangrando profusamente: tiene tres balazos en la pierna.


El joven cabo – de apenas 22 años – con el cordón de la chaquetilla del oficial, le hace un torniquete en el muslo.

La pierna de Echeverría parece teñida de negro y también luce negra la nieve a su alrededor. El teniente primero dice empero que no siente nada, solo frío. Baruzzo trata de moverlo.

Echeverría se levanta y empiezan a caminar juntos por un desfiladero, mientras a su alrededor siguen impactando las trazantes.

De repente, de atrás de un peñasco, entre la neblina y las bengalas, surge la silueta de un inglés, quien dispara, y le da de lleno a Echeverría. Baruzzo contesta el fuego y el atacante se desploma muerto.

Esta vez Echeverría había sido herido en el hombro y el brazo: una sola bala le causo dos orificios de entrada y dos de salida.

El teniente primero cae boca abajo y Baruzzo ve que le está brotando sangre por el cuello. “Se me está desangrando!”, se desespera el cabo.




Aún hoy, el suboficial no puede hablar de su jefe sin emocionarse:

“Él es uno de mis más grandes orgullos. Un hombre de un coraje impresionante. Allí, con cinco heridas de bala, estaba íntegro, tenía una tranquilidad increíble, una gran paz. Con total naturalidad, me ordenó que yo me retirara, que lo dejara morir allí, que salvara mi vida. Me eché a llorar. Como iba a hacer eso? Yo no soy de abandonar a nadie! Y encima a este hombre, que era mi ejemplo de valentía!

Tenía conmigo intacta la petaquita de whisky que la superioridad nos había dado junto a un cigarrillo; es que yo no bebo ni fumo. Y le di de tomar. “Esto sí que está bueno", me comentó.

En cierto momento, no me hablaba más, había perdido el conocimiento. La forma en que sangraba, era una guarangada. Lo cubrí, lo agarré de la chaquetilla y empecé a arrastrarlo”.



Súbitamente, Baruzzo se vio rodeado por una sección de Royal Marines del Batallón 42.

Sin amilanarse, desenvainó su cuchillo de combate, pero uno de los ingleses con el caño de su fusil le pegó un ligero golpe en la mano, como señalándole que ya todo había terminado. Baruzzo, cubierto de pies a cabeza con la sangre de Echeverría, dejó caer el arma.

Al amanecer, al ver que no tenía heridas graves, sus captores le ordenaron que, con otros argentinos, se dedicara a recoger heridos y muertos. “Yo personalmente junté 5 ó 6 cadáveres enemigos”, me cuenta Baruzzo. “Pero en internet los ingleses dicen que en ese combate sólo tuvieron una baja!”

Echeverría fue helitransportado por los británicos al buque hospital “Uganda”, sobrevivió, recibió del Ejército Argentino la medalla al Valor en Combate y hoy vive con su mujer y dos hijas en Tucumán (la menor tenía dos añitos en el 82).

Baruzzo también tiene dos hijas, a las que bautizó Malvina Soledad y Mariana Noemí, y vive en su Corrientes natal.



En su pago chico ha tenido un par de halagos que merecía: hay una calle con su nombre y hasta le fue erigido un busto en vida. Pero aún así, nadie repara en su existencia, ni conoce su proeza.

Poco después de la guerra, el 15 de noviembre del 82, Baruzzo recibió una carta del teniente primero, donde éste le agradece su “resolución generosa y desinteresada, su sentido del deber hasta el final, cuando otros pensaron en su seguridad personal.

Toda esa valentía de los “changos”, son suficiente motivo para encontrar a Dios y agradecerle esos últimos momentos. Pero, así Él lo decidió, guardándome esta vida que Usted supo alentar con sus auxilios”.

El oficial le cuenta que lo ha propuesto para la máxima condecoración al valor y le manifiesta su “alegría de haber encontrado un joven suboficial que definió el carácter y el temple de aquellos que forman Nuestro Glorioso Ejercito, y de los cuales tanto necesitamos”.

Personalmente, Baruzzo volvió a encontrarse con Echeverría recién 24 años después de aquella terrible noche.

Ambos lloraron, el oficial le mostró sus heridas, dijo que el cabo había sido su ángel de la guardia, y le regaló una plaquetita, con la inscripción: “Estos últimos 24 años de mi vida testimonian tu valentía”.

También le contó que en el buque-hospital los médicos británicos dejaron que le siguiera manando sangre un buen rato, para que así se lavara el fósforo de las balas trazantes.

“You have very good soldiers” (“Usted tiene muy buenos soldados”), le espetaron los militares ingleses al ensangrentado teniente primero.

Un reconocimiento que la sociedad argentina, en pleno, aún le debe a Echeverría, a Baruzzo, a Gorosito, a Pinzos y a tantos otros callados y acallados héroes de Malvinas.



ECHEVERRÍA y BARUZZO. El reencuentro 24 años después.


http://www.taringa.net/posts/imagen...rgentino-que-peleo-hasta-con-un-cuchillo.html

Fuente: capítulo del libro de Nicolas Kasanzew
 
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