La Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (Fadea) extendió un mes más la suspensión de actividades los viernes, a la vez que cerrará este mes con unos 300 trabajadores menos en su plantel fruto de jubilaciones anticipadas, corte de contratos y algunos despidos.
La Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (Fadea) extendió un mes más la suspensión de actividades los viernes, a la vez que cerrará este mes con unos 300 trabajadores menos en su plantel fruto de jubilaciones anticipadas, corte de contratos y algunos despidos.
Mientras intenta reordenar la herencia, la nueva conducción se prepara para firmar nuevos contratos, entre los que aparece uno con la Policía Federal para la ´provisión de chalecos antibalas.
Ércole Felipa, presidente del directorio, confirmó a LA NACION que los viernes de junio no se trabajará, lo que implica un ahorro que ronda el 1,5 millón de pesos. El objetivo del esquema -instrumentado a mediados de abril- fue "evitar costos innecesarios"; en la jornada de suspensión el personal cobra el 75 por ciento de los haberes.
El año pasado, conducida por La Cámpora, Fadea perdió 1400 millones de pesos, según una auditoría de Deloitte. Felipa señaló a este diario que "el ordenamiento está en marcha" y que "hay potencialidades" para explotar en una empresa que, hasta ahora, tiene como único cliente a la Fuerza Aérea.
"Un solo cliente y al que se maltrataba no entregando a tiempo o incumpliendo -agregó-. Hemos iniciado conversaciones para hacernos cargo del mantenimiento también de los aviones del Ejército y de la Armada". De hecho, una unidad de la Armada lleva tiempo en la planta con un arreglo demorado.
Felipa insiste en que esos son los aspectos a "corregir". También están renegociando los términos del acuerdo con la brasileña Embraer, no sólo para poner al día lo que estaba firmado por el avión KC 390 sino para ampliar la provisión de aeropartes. La crisis de Brasil, por supuesto, también complica los planes.
La nueva dirección entiende que el área de materiales pesados de Fadea está "desaprovechada" ya que -junto a la de Embraer- es la más importante de Latinoamérica y puede ampliar su línea de negocios.
En las instalaciones hay una fábrica de paracaídas que hoy opera al 20 por ciento de su capacidad. Felipa adelantó a este diario que están a punto de cerrar un acuerdo con la Policía Federal para proveer los chalecos antibalas que usa la fuerza.
"Hay segmentos de producción para los que existen posibilidades y clientes y que estaban sin explotar", resumió Felipa.