Operativo Independencia

y que mas hizo por sus CAMARADAS MAYORES, por su FAMILIA como dice usted y un monton de reinvindicadores se hacen llamar, NADA, NADA de NADA, solo escribir en las paginas de la Web de que es una injusticia, la guerra no es romanticismo ni papel, en cambio yo por lo menos me la jugue en las rebeliones y asi termine, no me arrepiento de nada, considero una causa justa, pero no defiendo asesinos, acaso los va a visitar a Marcos Paz, hicieron alguna sentada, fueron al Edificio Libertad al Edificio Condor al Estado mayor al Ministerio de Defensa, con carteles y solicitudes, acompañan a la familia a los Juzgados, por favor bien enterado estoy de que los abandonaron completamente , hasta las mismas promociones, mire la Señora Pando tiene mas ovarios que muchos reindivicadores de la WEB, por lo menos fue escuchada en su pedidos, el resto , no existen
 
No participe y Usted ?

resentimiento es decir la verdad, es tipico del pensamiento Facsista y autoritario, con que se manejarban, es resentimiento pensar distinto

si , linda frase, pero están detenidos injustamente, no arrojo culpas a nadie, hay gente que quiere hacer pasar fusilamientos por un combate y eso a mi no me lo pasan, combates fueron Acheral , El Cadillal, Azul, Viejo Bueno, Formosa , etc etc
para ellos esta frase

pero los fusilamientos como en Palomitas Salta y otros mas fueron sacar detenidos de la carcel, llevarlos a un lugar alejados y simular un enfrentamiento, lisa y llanamente asesinato y fusilamiento, ni estaban en capacidad de seguir combatiendo o atentando, ya estaban detenidos

, no pueden pedir lo mismo, aca es donde se equivocan, comparar al Soldado Suboficial Oficial que combatio cara a cara al Terrorista o guerrillero y aquel que amparado en la oscuridad , secuestro y asesino personas civiles por pensar distinto o por sospechas,

no es lo mismo, No señor, no me haga comparaciones los de los Soldados de Manchala son valientes los que mataron en Palomitas son asesinos, lisa y llanamente.
Lo dejamos aca mi viejo. Suerte!!!
 

El-comechingón

Fanático del Asado
Antes de ayer estuve en Caspinchango. Fui hasta el lugar donde le dieron al Tte. Berdina.

Digo "le dieron" porque empecé a indagar testimonios y las historias que me cuentan son distintas.

1. Lo abatío un francotirador y murió ahi.
2. Bajando con su grupo, el quedó para demorar a los seguidores y lo abatieron ahí.
3. Estaba solo.
4. Estaba con Montero, el que murió ahí es Montero, Berdina falleció en el hostpital
5. Le dieron en el río (hay un cañadón por a unos 70m... el río está bastante lejos) y el pudo llegar hasta ahí.

Etc.

Alguno sabe algo cierto?
 
Antes de ayer estuve en Caspinchango. Fui hasta el lugar donde le dieron al Tte. Berdina.

Digo "le dieron" porque empecé a indagar testimonios y las historias que me cuentan son distintas.

1. Lo abatío un francotirador y murió ahi.
2. Bajando con su grupo, el quedó para demorar a los seguidores y lo abatieron ahí.
3. Estaba solo.
4. Estaba con Montero, el que murió ahí es Montero, Berdina falleció en el hostpital
5. Le dieron en el río (hay un cañadón por a unos 70m... el río está bastante lejos) y el pudo llegar hasta ahí.

Etc.

Alguno sabe algo cierto?

Luego de cumplir una misión de dos días se juntan dos secciones, una de ellas a cargo del Subteniente Berdina, quedando a las órdenes de este último, mientras el Jefe de la otra sección gestiona los camiones para transporte. Muy cerca de la salida del monte y casi a un par de minutos de juntarse las dos secciones nuevamente -agrega-, los hombres más adelantados de Berdina chocan y sorprenden a varios guerrilleros (una mujer entre ellos) y se inicia un tiroteo. Berdina se adelanta a la carrera a tomar impresión personal de la situación con el soldado Maldonado, sobrepasando a los dos Suboficiales que le indican la presencia del enemigo".

"Al sobrepasar a todas las fracciones, Berdina y Maldonado son alcanzados por disparos, muriendo el soldado instantáneamente". "Como usted podrá darse cuenta -continúa la carta dirigida al padre del oficial, capitán de corbeta (RE) Horacio Berdina- su hijo corrió personalmente los máximos riesgos , asumiéndolos, sin arriesgar a uno solo de sus hombres. Por eso aquí lo consideramos un héroe".

"En cada oportunidad en que Berdina concurrió al campo lo tuve a mis órdenes, y créame que supe apreciar su delicada personalidad, su afán de asumir misiones difíciles, su prestigio con los soldados y, en fin, todas las condiciones de un gran soldado. Se podrá usted imaginar nuestra pena ante el camarada caído y mi personal congoja por la pérdida del Subteniente que iniciaba su vida de soldado, pero pienso que este drama en que estamos y que lamentablemente no todos perciben exigirá la vida de mucha gente como Berdina y el soldado Maldonado. Para mí ha muerto el mejor -termina diciendo la carta-, el primero de los Oficiales a mis órdenes. Y Dios quiera que el País perciba su sacrificio. A ustedes, padres y hermanos de este héroe, les digo: su temprana muerte en combate embellece toda su breve vida y eleva su apellido al nivel de los elegidos de la Patria. Nosotros aquí, trataremos de ser dignos del ejemplo que nos marca Rodolfo Berdina".

(Carta enviada a los familiares del Sbt
Rodolfo Berdina por su Jefe directo)
PD: El Tte (PM) Berdina fallece en el Hospital.
 
Última edición:
La guerra en 1976

La primera medida adoptada por el general Bussi una vez en el mando, fue la puesta en marcha de la Operación "Lamadrid", consistente en una serie de emboscadas y rastrillajes que cerrarían a la guerrilla toda vía de escape (29 de diciembre de 1975).
La época del año en la que el plan se puso en marcha no era la adecuada debido a las lluvias y altas temperaturas propias de toda región subtropical. Sin embargo, se efectuaron prolongadas recorridas y misiones de exploración por el llano, el monte y la espesura, capturando uno a uno los campamentos y depósitos que el enemigo iba abandonando.
Entre el 19 y el 25 de enero de 1976 se puso en marcha la segunda fase del plan, consistente en un rastrillaje intensivo por la región selvática próxima al río Salí y sus afluentes, utilizados por los guerrilleros para sus desplazamientos.


Campamento guerrillero tomado por el Ejército Argentino en pleno monte

La tercera arrancó el 27 de enero y se extendió hasta el 25 de febrero, destruyéndose 15 asentamientos con la correspondiente captura de armamento y equipo aunque sin combates dado que el enemigo evitaba a toda costa el enfrentamiento.
El 9 de enero se puso en práctica la Operación "Salud", un movimiento de pinzas sobre las termas de Río Hondo en el que dos columnas del Ejército, una desde San Miguel de Tucumán y otra desde Santiago del Estero, establecieron un rodeo tendiente a encajonar a los subversivos al sudoeste de la primera ciudad, cerco que sin embargo, no dio resultados.
Pese a ello, como refiere González Breard, “Si bien no se logró el aniquilamiento de los subversivos, ni la captura de los elementos materiales, se cumplió con la finalidad de tornar inestable la zona, negándosela como base de apoyo a los guerrilleros que operaban en Tucumán, mediante acciones menores en rastrillaje y patrullaje en las localidades”14.
Entre el 17 de enero y el 28 de febrero de 1976 se pusieron en marcha otras operaciones, una de ellas “Fanfarria”, con extensos recorridos por la región del río Salí; “Inmaculada”, en la ciudad de Concepción; “Monteros”, con allanamientos en esa localidad; “San Miguel de Tucumán”, también consistente en allanamientos masivos y selectivos en la capital provincial; “Tafi Viejo”; “Albergue”, con registros minuciosos en hoteles, posadas, hostales y pensiones que pudiesen haber sido utilizados por el enemigo y “Cerrojo”, en la que fueron bloqueadas todas las vías de acceso a San Miguel de Tucumán.


El Combate de "El Cadillal"

Por esa época, en vista de los reveses sufridos, el ERP probó abrir dos nuevos frentes en Embalse El Cadillal y Sierra de Medina, intento desesperado por mantener su presencia en el ámbito rural después de los repetidos fracasos y el descalabro de Monte Chingolo.
Por entonces, Montoneros había condenado a muerte a varios de sus jefes, acusándolos de traición y deserción. Al mismo tiempo intentó dar magnitud a sus acciones incursionando en el monte para apoyar al ERP. Prueba de ello fueron el viaje de reconocimiento de Juan Carlos Alsogaray, militante montonero, hijo del ex comandante en jefe del Ejército, Julio Alsogaray y el atentado contra el general Vilas en Buenos Aires, al cumplirse un año de la puesta en marcha del Operativo Independencia.
En esa ocasión, las autoridades militares habían organizado un almuerzo en el Regimiento de Infantería 1 con asiento en Buenos Aires, en el que la oficialidad pensaba agasajar al general Vilas por su brillante desempeño al frente de la operación.
Montoneros había planeado su ejecución encomendando la misión al Pelotón “Pueblo de Tucumán”, uno de cuyos integrantes, el soldado dragoneante Miguel Romero (clase 54), debía envenenar la comida a servir.


El fuerte olor que desprendían los platos alertó a los comensales y la intentona fracasó, lo que constituyó un nuevo fracaso en las acciones subversivas. Conocido el hecho, se impartió la orden de detener a Romero pero a esa altura el conscripto ya había abandonado el regimiento sin dejar rastros.
Era evidente que la Compañía de Monte se hallaba gravemente herida y que, por esa razón, sus jefes solicitaron refuerzos. La “cúpula” respondió enviando nuevos combatientes, pertenecientes a la compañía “Decididos de Córdoba”, especializada en operaciones urbanas, aunque sumamente combativa y fanática, refuerzos que sirvieron para levantar la moral y llevar adelante operaciones en El Cadillal, hacia donde el Ejército y la Policía enviaron numerosas patrullas y pelotones.
El 19 de febrero, se produjo un violento combate en la región de Merendero donde el ERP se topó con fuerzas regulares a escasos metros de la bifurcación de la Ruta Nacional Nº 9 con el acceso al Dique El Cadillal. Allí cayó abatido el médico subversivo Eduardo Pedro Palas, cuyos nombres de guerra eran teniente “Manolo” o “Médico Loco”, un veterano de la primera hora en Tucumán.
Mientras los guerrilleros escapaban hacia el interior del monte, las fuerzas leales se hicieron de un considerable botín consistente en 3 fusiles FAL, 1 carabina, 9 portacargadores, 12 mochilas, 11 cascos verde oliva, 8 bolsas de dormir, 7 caramañolas, 7 camperas verde oliva, 400 cartuchos calibre 7,62; 300 calibre 22,11, medicamentos, elementos de cirugía, vajilla y víveres.
El día 20 las FF. AA. procedieron a patrullar el sector utilizando helicópteros y el 21 se produjeron nuevos choques armados en los que cayeron tres guerrilleros más.
Un tercer combate tuvo lugar el 22, en el que murieron seis combatientes, entre ellos Héctor Raúl Penayo (teniente “Marcos”) y al día siguiente, en Burruyacu, una patrulla mixta de la policía provincial y el Ejército se enfrentó a un grupo de individuos que a la voz de alto abrió fuego. En el intercambio de disparos cayó su cabecilla que, para asombro de la opinión pública, resultó ser el mismo Juan Carlos Alzogaray mencionado anteriormente, hijo del comandante en jefe del Ejército en tiempos del teniente general Onganía.
La guerrilla perdía sus cabecillas y demostraba una vulnerabilidad desconocida hasta ese momento.

Fuente: "El Operativo Independencia. La guerra contra la guerrilla subversiva en Tucumán (1974-1975-1976)". (Alberto N. Manfredi)

 
Comandos en Acción

Según relata Ricardo Burzaco en "Infierno en el monte tucumano", a mediados de 1975 finalizó el curso de “Comandos” correspondiente a ese año. A instancias de su oficial instructor, el Mayor Mohamed Alí Seineldín, se elevó al alto mando la solicitud de que la última etapa de entrenamiento, se llevase a cabo en la Zona de Operaciones.
Concedida la autorización, se dispuso el alistamiento de la Compañía de Comandos 601, la misma que siete años después combatiría en Malvinas a las órdenes del Mayor Mario Castagneto.



Provista de ropa de camouflage, borceguíes negros, boina verde y un sofisticado armamento consistente en fusiles FAL calibre 7,62 NATO, ametralladoras MAG, lanzacohetes, granadas, equipo de comunicaciones de última generación y puñales, los efectivos se trasladaron a la base aérea de El Palomar donde abordaron un avión Hércules C-130 en el que partieron rumbo al Teatro de Operaciones.
El terreno en el que se disponían a operar no les era del todo desconocido ya que, parte de su entrenamiento había tenido lugar en las selvas de Misiones y en el Delta del Paraná, con largas travesías por la jungla, “operaciones de asalto”, emboscadas y pruebas de buceo en las que pusieron a prueba su entereza física y resistencia corporal.
La Compañía llegó a Tucumán luciendo uniforme verde oliva e insignias de grado, como las tropas regulares que combatían desde 1974, debido a que el aeropuerto se hallaba bajo permanentemente vigilancia por parte del ERP y su aliado y se temía que pudiesen ser detectados.
Siguiendo directivas superiores, una vez en tierra su jefe, el Mayor Seineldín, se presentó ante el general Vilas para coordinar las acciones e implementar un cambio de tácticas consistente en patrullas por la fronda, desde el monte hacia los centros poblados, es decir, a la inversa de lo que se venía practicando desde comienzos de la guerra. Para ello, fue trazado sobre el mapa un rectángulo que abarcaba la zona de operaciones, con su frente en la Ruta Nacional Nº 9 y los contrafuertes sobre las sierras del Aconquija.
La primera misión de los Comandos se puso en marcha al día siguiente de su llegada, cuando la compañía, integrada por su jefe, su plana mayor, el grupo de apoyo y tres secciones de asalto (50 hombres en total), abordó diez helicópteros Bell UH-1H y partió en vuelo nocturno hacia la Zona de Operaciones.
Las aeronaves enfilaron hacia el sur, doblando luego hacia el oeste con la idea de rodear los cerros y aterrizar, aún de noche, en el área señalada para introducirse inmediatamente en la espesura.
Los helicópteros descendieron a pocos centímetros del suelo y los Comandos saltaron a tierra para dispersarse por el sector al mejor estilo VietNam, muy cerca del lecho seco de un arroyo.

Reagrupados en el punto establecido durante la planificación de la misión, las Tropas Especiales se introdujeron en la selva, en busca de los campamentos del enemigo mientras los aparatos se alejaban. Si llegaban a entrar en combate y el mismo se tornaba intenso, debían solicitar apoyo de artillería cuyos cañones Oto Melara de 105 mm. aguardaban listos en cercanías de Famaillá.

La misión se prolongó tres días, al cabo de los cuales, los comandos fueron reabastecidos mediante helicópteros, para permanecer otras tres jornadas en el área. En la oportunidad, el Mayor Seineldín reunió a sus jefes de sección y les comunicó que, a efectos de no delatar su presencia, la entrega de víveres se suspendería, no así la misión, ya que era prácticamente seguro que el paso de las aeronaves pondría en sobre aviso a las fuerzas del ERP.


Copamiento de un campamento por los Comandos

Impartida la directiva, se dispuso el racionamiento de los alimentos como para consumirlos con moderación a lo largo de las diez jornadas que quedaban por delante y evitar el reabastecimiento.
En esa primera misión, nuestras tropas de elite descubrieron varios campamentos en los que incautaron armas, documentación e indumentarias. Trece días después, regresaron a Famaillá satisfechos por el deber cumplido aunque un tanto decepcionados por no haber entrado en contacto con el enemigo. Había sido una marcha realmente extenuante en la que cada integrante de la compañía perdió entre 8 y 10 kilogramos de peso.
El bautismo de fuego de los Comandos tuvo lugar en el mes de octubre, al oeste de Famaillá, durante su segunda misión de patrulla, cuando en una serie de enfrentamientos, breves pero intensos, lograron abatir a numerosos guerrilleros y capturar otros campamentos. Mientras tanto, en Campo de Mayo, al norte de Buenos Aires, otras secciones de la 601 completaban su entrenamiento y se preparaban para marchar al frente con el objeto de relevar a sus compañeros. Las mismas, integradas por 30 efectivos, terminaban su período instrucción intensiva, al término de los cuales, se dispuso el primer recambio (diciembre), el primero de una serie que se prolongó hasta el fin de la contienda, constituyendo un arma novedosa y eficaz.

Fuente: "El Operativo Independencia. La guerra contra la guerrilla subversiva en Tucumán (1974-1975-1976)". (Alberto N. Manfredi)
 
“Me dirijo a aquellos que troncharon la vida de mi hijo, a los que sin mostrarse a la luz pretenden destrozar los pilares indestructibles de nuestra Patria. Soy la madre del Subteniente Berdina, de ese Subteniente con mayúsculas porque supo defender sus ideales de argentino y de militar, dando la cara, peleando de frente y de pie. Ni él, ni sus soldados necesitaron drogarse para ello. Porque el valor es así, conciente, claro, sin elixires que empañen su acción y sus ideas.

No los maldigo, les doy las gracias en nombre de él y de todos los héroes que dejaron su vida por amor a Dios, a la Patria y a la familia, porque todavía esa es la fe del soldado, esa es su meta.

Mi pérdida es irreparable, pero me siento henchida de orgullo porque sé que mi Rodolfo está en la gloria de Dios y en el corazón de todos los compañeros que lucharon o no a su lado. Gracias”
. Eve Solari de Berdina
 
11 de agosto de 1974

El Coronel Argentino del Valle Larrabure fue secuestrado el 11 de agosto de 1974, se cumplen hoy 39 años de ese infausto y trágico día. Un año después el 23 de agosto de 1975, (372 días) era asesinado por el ERP en pleno gobierno democrático de Isabel Perón.
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El 11 de agosto de 1974 comenzaba el calvario de la familia Larrabure. Esa noche, Argentino del Valle Larrabure, Mayor del Ejercito Argentino e ingeniero químico que se desempeñaba como Subdirector de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos Villa María (Pcia. de Córdoba) fue secuestrado por un comando terrorista de ERP.

Amparados en la noche, varios terroristas comenzaron a organizarse en un motel cercano a la fábrica. Una pareja ajena a los criminales notó cosas extrañas, como la falta de luz, y cuando quisieron retirarse del lugar, los terroristas les dispararon sin dar en el blanco, por lo cual la pareja logró dar aviso a la policía. Durante el tiroteo que se produjo a raíz del intento de intervención de la policía, murió el Cabo 1ro. Marcelino Cuello. Mientras, desprendimientos del grupo terrorista se dirigían a copar la fábrica gracias a la complicidad del soldado entregador Mario E. Petiggiani. Una vez adentro, se dividieron: mientras algunos se hacían de armas y explosivos, otros se dirigían al Casino de Oficiales aprovechando una reunión social y el resto pretendía secuestrar al Cnl. Guardone, Director de la Fábrica, quien logró impedírselos.

Ya en el Casino de Oficiales, los terroristas secuestraron al Mayor Larrabure y al Capitán García, este ultimo abandonado al día siguiente con fracturas, quemaduras y disparos.

El Mayor Larrabure sería mantenido como rehén en una denominada “cárcel del pueblo” de 2 x 1,5 mts. escondida subterráneamente en una mercería atendida por una pareja de terroristas. El 'objetivo' de los terroristas era que Larrabure los asesore con su conocimiento sobre fabricación de explosivos, y pretendían intercambiarlo por cinco terroristas detenidos a raíz de la toma del Comando de Sanidad Militar en 1973. Hombre honesto, valiente, fuerte de principios, Larrabure se negó y ello le costó la vida después de más de un año de cruel cautiverio, torturas y tormentos ... Fue cobardemente ejecutado por sus captores ..., y su cuerpo encontrado el 23 de agosto de 1975 en Rosario con 40 kg menos de peso.

El Mayor Larrabure vicedirector d ela Fabrica era experto en Explosivos
 
REPORTAJE AL ENTONCES TTE I D. RODOLFO RICHTER

"...En el fragor de la dramática guerra revolucionaria acaecida en la Argentina en los años 70´, un tema tan esencial como poco explorado (y en torno del cual giró la contienda), fue el intento por parte del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo)- la organización guerrillera mejor preparada y más aguerrida del continente- de llevar la guerra a la selva de Tucumán con el propósito de dominar la provincia, expandir su imperio a las provincias del norte, segregar una porción del territorio argentino e intentar conseguir el aval de la comunidad internacional para que fuera reconocido Estado Independiente, y desde allí, bajar a Buenos Aires y hacer un golpe de estado de filiación castro-comunista.
Miles de combatientes del ERP al mando del emblemático guerrillero Mario Roberto Santucho, se lanzaron al ataque contra la democracia en búsqueda de ese objetivo. Para tal fin, montaron numerosos campamentos guerrilleros en la selva de Tucumán secundados por un formidable aparato de retaguardia tanto en zonas urbanas de esa Provincia como en las provincias aledañas. Atacaron numerosos cuarteles, guarniciones militares y dependencias policiales en todo el país, con el propósito de conseguir armamentos y reforzar la Compañía de Monte en la Cuna de la Independencia. Crearon sofisticadas fábricas de armas, imprentas clandestinas y llevaron adelante un plan sistemático de secuestros a empresarios y militares (muchos de ellos seguidos de muerte) para canjearlos por dinero o negociarlos por guerrilleros detenidos por las fuerzas legales.
Por entonces, la fresca experiencia cubana, el ejemplo del Che Guevara y otros episodios ideológicamente afines, fueron el faro que marcó la senda de la guerrilla “santuchista”. Pero sin dudas, fue la guerra de Vietnam la que atravesó y marcó por completo al ERP y la virtual guerra de secesión que vivió la Argentina entre 1974 y 1977. El Che Guevara había ordenado a sus feligreses “crear dos, tres, cien Vietnam” y encender la pradera revolucionaria en el Cono Sur. Santucho y sus miles de combatientes leían permanentemente a los doctrinarios vietnamitas, estudiaban sus estrategias, se entrenaban en función de ellas; a Buenos Aires la llamaban “Saigón”. Su objetivo era cumplir el papel del Vietcong (ejército irregular que peleó contra las tropas americanas en Vietnam) y para tal fin, escogieron la zona geográfica más parecida posible a la existente en Vietnam. Ahora la selva vietnamita sería reemplazada por la de Tucumán (que era más cerrada y espesa) y los cañaverales de azúcar ocuparían el lugar de los arrozales. Sendos ámbitos eran ideales para “pegar y esconderse” tal el dogma de la “guerra de guerrillas”. Asimismo, la gran densidad de población y la pobreza imperante en Tucumán, les permitiría ganarse el apoyo masivo de la gente.
El ERP no estaba sólo: peleó con tropas de refuerzo de guerrillas provenientes del MIR de Chile, del ELN de Bolivia, de Tupamaros del Uruguay y de otros países. El entrenamiento y adoctrinamiento fue proporcionado por el estado de Cuba y fue el único campo de batalla donde el ERP realizó tareas de guerra conjuntas con Montoneros.
En tanto, el gobierno nacional, en medio de una situación pre-anárquica en un país en grave riesgo de ser segregado, tras varios fracasos lanzó en febrero de 1975, el “Operativo Independencia”, ordenándole a las Fuerzas Armadas entrar en guerra y aniquilar a través de operaciones de combate el accionar de los elementos subversivos obrantes en Tucumán.

La guerra antisubversiva en Tucumán la inició un gobierno peronista: o sea el mismo partido político que 41 años después pretende disfrazar la historia.

Testigo del bautismo

Fue así como, mientras el 14 de febrero de 1975 Montoneros asesinaba al Diputado Nacional por Santa Fe Hipólito Acuña, en Tucumán se llevaba a cabo el bautismo de fuego del Operativo Independencia, en un dramático enfrentamiento denominado “El Combate de Pueblo Viejo”.

El Tte. Rodolfo Richter, uno de los principales protagonistas, de manera estremecedora nos lo relata de manera exclusiva:

RR:“Estábamos por el pueblo Los Sosa, hicimos un reconocimiento con un equipo de combate, cerca de Los Sosa, al sur del Río Pueblo Viejo, éramos unos 60 (el Equipo de Combate del Grupo de Artillería de Montaña 5, más un grupo del Regimiento de Infantería del Monte 28) y los dos Comandos (el Tte. Cáceres y yo) más el Capitán Jonest, que era el Jefe del Equipo de Combate.
Yo era punta de infantería, encabezaba la columna y atrás venían soldados y suboficiales, unos diez hombres en mi grupo. El ERP sacó la propaganda de que “los oficiales mandábamos a los conscriptos como carne de cañón”, para desmentir eso, se adelantó la posición de marcha de los oficiales, incluso más delante de lo que marca la doctrina, porque un Teniente no encabeza una columna.
Cinco de la tarde, había llovido, estaba nublado, hacía calor, estaba húmedo, pegajoso. Fuimos por camino de marcha hasta las compuertas del Río Pueblo Viejo, por camino de senda. Había árboles altos, el río crecido, vegetación tupida, íbamos bordeando el río.
Nos detuvimos a descansar, teníamos que volver, y decidimos volver por otro camino porque si los guerrilleros nos veían pasar nos iban a esperar en la misma senda y nos iban a emboscar. Íbamos marchando, en un momento la senda se bifurca, y yo quedo encabezando mi columna y otra la encabeza Orellana.
Unos 40 minutos antes del enfrentamiento llegamos a una zona de monte que estaba muy oscuro, estaba bien cubierto y yo entré por un clarito, entré con temor, estaba silencioso, íbamos encolumnados…con algunos metros entre hombre y hombre. Íbamos sin hacer ruido, íbamos muy concentrados. Cuando de repente veo a un guerrillero, fue un shock de adrenalina, de repente verlo, y verlo como lo vi, la cara, el cuerpo entero, con el arma en la mano, creo que el sintió exactamente lo mismo porque en el rostro del tipo también la sorpresa se veía, estaba a 20 metros delante mío, en la misma senda que habrá sentido ruido y salió. Yo lo veía de cuerpo entero salvo debajo de la rodillas, porque lo tapaba la vegetación. Yo venía con el fusil con las dos manos, el fuego lo inicié yo, él salió corriendo para un costado y yo salí detrás de él, tirando arriba y abajo por los arbustos por donde el guerrillero se había metido, ¿pero qué pasó?, cuando yo me adelanto tirándole sobrepaso a un guerrillero que estaba en un costado, de seguridad en esa senda, y siento un disparo en la espalda y caigo. Y grito ¡Cáceres estoy herido!, yo estaba tirado en un clarito de monte, de 5×5 metros mas o menos, y Cáceres salta, se tiró cuerpo a tierra al lado mío, me dijo: ´quedate tranquilo que ya te saco´. Y yo me sorprendí porque vi que Cáceres había arriesgado demasiado. Nos abrieron fuego nuevamente, el Tte Cáceres emite un pequeño gemido y queda inmóvil al lado mío. La bala penetró por el hombro, se desvío en el omóplato y pegó en el corazón, muere en el acto. Cáceres queda muerto al lado mío, pegado. Mi fusil se había caído, estuve a punto de arrastrarme para tomarlo, pero al levantar la vista, había un guerrillero que me estaba observando a diez metros, entonces si yo estiraba la mano para tomar el fusil el guerrillero me iba a tirar, y en ese momento no me tiraba porque estaba preocupado por los ruidos que se sentían, de tiros y avance de soldados nuestros. Como no podía tomar el fusil, llevé la mano a la cintura en donde tenía una granada (MK3 creo que se llamaban, unas redonditas...), y la saqué, saqué la chaveta, pero mantuve el seguro en la mano, miré al guerrillero que me estaba observando y vi que se estaba desplazando, solté el seguro pero no la tiré inmediatamente, me quedé con la granada un segundo más por las dudas el tipo me la devolviera (tarda unos tres segundos en explotar), y le tiré la granada y le cayó cerca del cuerpo y en ese momento cuando la granada cae él se detiene en el arrastre; en tanto le tira el Subteniente Arias con munición de guerra. Arias se lanza al asalto y al ver la granada que sale de mi mano retrocede para no ser alcanzado por la explosión, el guerrillero muere, nunca supe si murió por la granada o por disparos de Arias, pero cuando Arias se lanza al asalto el guerrillero le dispara con una escopeta y le pega en el cuello, fue alcanzado por dos perdigones, le sangraba una barbaridad, y de todos modos Arias logra disparar al guerrillero.
Hasta el día de hoy me resulta difícil poder describir todo lo que sentí en esos minutos. Cuando lo veo al guerrillero es un shock, y ahí uno se enardecía y empezaba a tirar. Después caer, de nuevo la sorpresa, después la angustia de sentirse herido. El temor a que te rematen, una especie de vergüenza de que los guerrilleros nos estuvieran ganando, entonces también un poco de temor a que me vieran cuando saqué la granada, de nuevo el enardecimiento cuando tiro la granada, luego la angustia. A mi me salió sangre por la boca, ahí pensé que estaba bien perforado por dentro, me penetraron diez perdigones de 9 mm creo que de Itaca. Uno pegó en la columna, en la sexta, séptima dorsal, dos penetraron en el pulmón, de ahí la sangre por la boca, y el resto quedó en la zona sin mayor penetración. El que me pegó en la columna me dejó parapléjico a nivel dorsal. Otro rompió una costilla, caí, y al caer no sentí ni las piernas ni la cintura, nada. Con el tiempo, adquirí una sensibilidad profunda (siento las vísceras, mis piernas, pero por dentro). Mi pulmón se salvó, estuve varios días con una manguera que extraía sangre del pulmón"


NM: "¿Y qué pensaba en ese momento? ¿En su familia?."

RR: "Hubo un momento en que quedé solo. Entre el ataque a los guerrilleros y el momento en que vino alguien y me llevó al punto de reunión de heridos, yo quedé en el monte por espacio de un minuto completamente solo con Cáceres muerto al lado. Y ahí miré para arriba y vi que el claro de monte se cerraba, como una cúpula pero dejando un huequito donde se veía el cielo. Y me acuerdo que ahí dije: ¨Dios mío no quiero morir, porque soy muy joven y no he hecho nada ¨, ahí se me vino a la cabeza que yo en la vida no había hecho nada. Un recuerdo imborrable, clarito, clarito.

Después cuando me llevan al lugar de reunión de heridos, aparecen los helicópteros y nos tiran un cohete a nosotros. En lugar de tirar del otro lado del río nos tiran a nosotros, porque cuando ellos entran deben haber visto guerrilleros de los dos lados. El que venía con nosotros, el Capitán Grandinetti, que hoy es General, dijo: "...informen donde están y quienes son porque tiro de nuevo", y tiró. Y ahí justo la radio del Capitán Jonest entró en comunicación con Grandinetti y les dijo que estaban del otro lado del río.
Nosotros llevamos al Hospital Militar de Tucumán a dos muertos de ellos y un tercero que lo abatieron mientras cruzaba el río y como estaba crecido el río se lo llevó…No tendría que haber bajado ningún helicóptero, porque ellos estaban del otro lado del río y si bien se replegaron…el monte no permitía desplegar tropas, y Grandinetti bajó, con gran riesgo. Yo le debo la vida a Grandinetti, porque si él se hubiera puesto en una actitud puramente racional, no habría bajado, porque no tenía la seguridad de que no hubiera guerrilleros. Era la decisión incorrecta, pero bajó igual y yo llegué al Hospital con cierto tiempo para que me hicieran una transfusión de sangre y después me operaran. ¿Con dos perforaciones de pulmón cuánto iba a durar? Me dolía mucho, estaba dolorido.
En el ínterin en la otra senda, Orellana es herido por un disparo de FAL en su espalda; quedó inutilizado de un brazo y cae, un guerrillero se levanta de su posición para hacerle un tiro a Orellana, se le traba el arma y retrocede a su posición, y con el brazo que le quedó sano Orellana apuntó, tiró y cuando se levantó el guerrillero lo abatió.
Esto fue el 14 de Febrero del 75, el día de los enamorados. Nosotros estábamos enamorados del país, de la Patria, de la Nación, del Ejército. Todas esas cosas que hoy suenan a pavadas, para nosotros eran reales. Creíamos en eso. Creíamos que el E.R.P debía ser aniquilado, no porque nos dieran una orden, o porque le tuviéramos bronca, sino porque la Patria no podía vivir con el E.R.P… yo entré al monte con un objetivo de combate que era aniquilar al enemigo. Yo me considero un veterano de guerra…"


NM: ¿Usted perdona al ERP, por lo que le hicieron?

Richter: El que me tiró a mí, me tenía que tirar por una cuestión de supervivencia, si no le tiraba yo. Sería casi un absurdo tener que perdonar o no perdonar, son las reglas del juego. Lo que detesto son a aquellos del ERP que vienen a levantar la bandera de los derechos humanos, cuando jamás fue su política.
Con un hombre del ERP que estuvo en Tucumán yo puedo hablar sin problema, no tendría ningún inconveniente. Pero porque puedo hablar con cualquier persona que tenga honestidad, no podría sentarme en una mesa con el asesino de la hija del Capitán Viola. Pero con los que combatieron conmigo en Pueblo Viejo sí, no tengo ningún problema. No vi ninguna crueldad, ni nada. Yo puedo hablar con el Jefe del ERP hoy, pero no puedo hablar con el Gral. Martin Balza por ejemplo. El en su famosa autocrítica condena implícitamente a los que combatieron como Cáceres, como Jonest, como yo, como muchos que murieron en combate heroicamente. Se está enlodando a los que combatieron y a los que murieron heroicamente. Le importa un bledo a Balza los que murieron en combate, esa es la verdad, le importó un bledo el nombre y el honor de un héroe. Un militar no puede mentir, es el código sanmartiniano…Balza mintió.


NM: ¿A cambio de qué mintió Balza?

Richter: Habrá que preguntarle a él. Este gobierno lo puso de embajador en Colombia, habrá especulado con sacar ventajas políticas. Pero no lo sé, no tengo pruebas.

NM: ¿Usted pudo hablar con él?

Richter: No, no podría hablar con él, porque siento un rechazo hacia su persona de tal magnitud que no puedo…”

El bautismo de fuego del Operativo Independencia no empezó nada bien para el Ejército. Además de las bajas y heridos, desde febrero de 1975 Richter vive en una silla de ruedas. Actualmente dicta clases en la Universidad Católica Argentina en la cátedra de “Historia de las Ideas Políticas”.
Desde entonces unos 500 dramáticos combates se sucedieron en la selva hasta que, al finalizar 1977, el terrorismo castro-comunista encarnado en el ERP fue definitivamente derrotado.


Fragmento extraído del libro “El Vietnám Argentino, la guerrilla marxista en Tucumán”, de Nicolás Márquez

PD: Comento un recuerdo personal. Cuando Richter es herido de gravedad con secuelas irreversibles, el Ejercito Argentino (como corresponde), lo declara DAF con un indice de discapacidad severa. Cierto dia mi Padre vino de su laburo, con el comentario acerca de que habia trascendido que el Tte Richter, ante la eventualidad de ser separado de las filas de la Fuerza, se habia apersonado ante un Oficial Jefe de su confianza planteando su intencion de quitarse la vida. Posteriormente nos enteramos que siguio ligado al EA cumpliendo tareas exclusivamente administrativas en el Edificio Libertador. Muchos años despues, lo hemos visto circulando en su silla de ruedas por los pasillos del HMC...Dios lo bendiga!.


 
Última edición:

FerTrucco

Colaborador
Militares y guerrilleros, recordando la guerra sucia, 40 años después
Crónicas del nuevo milenio.Daniel Gutman

Rodolfo Richter es un teniente coronel que fue gravemente herido por un disparo de un guerrillero en el monte tucumano. Fue el 14 de febrero de 1975, durante uno de los escasos combates que libraron la Compañía de Monte del Ejército Revolucionario del Pueblo(ERP) y el Ejército Argentino. El choque fue inesperado para los dos bandos, que no estaban listos para entrar en acción. Los guerrilleros, que soñaban con que los obreros del azúcar y los campesinos pobres los acompañaran en su gesta revolucionaria, estaban aislados en sus campamentos y no contaban con una preparación bélica adecuada.
El Ejército, por su lado, había salido unos días antes de los cuarteles y desplegado más de 3.500 hombres en el territorio de Tucumán. Apenas comenzaba el Operativo Independencia, ordenado por la presidenta Isabel Perón con el fin de acabar con “la subversión apátrida”. Pero el plan no era subir a los cerros e ir en busca de los guerrilleros. En cambio, se utilizarían lo que el general Acdel Vilas, jefe del Operativo, llamaba “métodos no convencionales”, que incluían la instalación en la provincia de los primeros centros clandestinos de detención que conoció la Argentina. En ellos serían torturados -todavía en democracia- cientos de tucumanos sospechosos de simpatizar con la lucha armada o, simplemente, de tener ideas de izquierda.
Ese 14 de febrero de 1975, un pelotón del ERP buscaba salir de la zona de operaciones militares, mientras una fuerza de tareas del Ejército volvía de una excursión de reconocimiento del terreno. Cuando sus caminos se cruzaron, cerca del río Pueblo Viejo, se produjo el combate, en el que murieron un oficial del Ejército y dos guerrilleros.
Las heridas que sufrió Richter ese día, hace más de 40 años, le dejaron secuelas irreversibles: desde entonces se desplaza en silla de ruedas. No es, sin embargo, un hombre resentido. Muy por el contrario, se siente orgulloso de ser oficial del Ejército y está agradecido de que la vida le haya dado la oportunidad de hacer aquello para lo cual todos los militares se preparan pero muy pocos llegan a poner en práctica: combatir.
Luego del Operativo Independencia, Richter se licenció en Ciencias Políticas y se dedicó a investigar si en la Argentina de los 70 existían o no las condiciones para lanzar la lucha armada revolucionaria, como lo creyó el ERP. Sobre ese tema realizó en la Universidad Católica Argentina (UCA) su tesis doctoral, que defendió ante un jurado académico hace pocos días, en un clima de gran expectativa. Decenas de personas fueron a verlo al aula 307 del edificio Santo Tomás de Aquino, en Puerto Madero. Yo llegué diez minutos después de la hora anunciada y casi no encuentro un lugar libre.
Me senté y empecé a sorprenderme. En primera fila estaba Luis Mattini, secretario general del ERP a partir de julio de 1976, cuando Mario Roberto Santucho murió en un enfrentamiento con el Ejército.
Antes, en diciembre de 1973, Mattini, había cumplido una misión de alto nivel en La Habana, según cuenta en uno de sus libros, en busca del apoyo de Cuba a la guerrilla rural que el ERP se aprestaba a lanzar en el monte tucumano. Fidel Castro lo recibió una noche, en la que conversaron hasta la madrugada.
Mattini, sin embargo, no lo pudo convencer: el líder cubano le dijo que de ninguna manera su gobierno respaldaría la acción armada en la Argentina contra un gobierno constitucional, y menos con un presidente de la popularidad de Juan Perón en la Casa Rosada. Mattini volvió a la Argentina frustrado y le contó el resultado de su gestión a Santucho, quien decidió que la guerrilla rural sería igualmente instalada en Tucumán, en condiciones de gran precariedad, sin entrenamiento ni respaldos.
Richter y Mattini –me enteré- son amigos. De vez en cuando comparten asados y hablan sobre los 70. Conversé unos pocos minutos con los dos antes de que Richter comenzara su exposición y noté que existe una corriente de admiración recíproca entre ellos. “¿Sabe lo que pasa? Hoy el enemigo es otro”, me explicó Richter, ante mi gesto de perplejidad. “¿Ah, sí? ¿Cuál?”, le pregunté. “La corrupción”, me contestó.
Cuando recorrí visualmente el aula con más detenimiento noté que varias caras me resultaban conocidas. Como dos estudiantes compartían banco Aldo Rico, símbolo de los levantamientos carapintadas que pusieron bajo fuego a la joven democracia de los 80, y Emilio Nanni, con su llamativo parche sobre el ojo derecho, resultado de una herida recibida durante la defensa del cuartel militar de La Tablada, en 1989. Nanni ha sido un crítico feroz de la política de derechos humanos del kirchnerismo que, según él, ha sido llevada adelante por funcionarios que fueron “terroristas”.
Más atrás estaba Eduardo Anguita, periodista simpatizante del kirchnerismo y ex militante del ERP. Anguita pasó 11 años de su vida preso, por haber participado en el copamiento del Comando de Sanidad del Ejército, en Parque Patricios, durante el cual murió el oficial del Ejército Juan Duarte Ardoy. Fue en septiembre de 1973. Apenas cuatro meses antes, el peronismo había vuelto al poder después de 18 años de proscripción, pero el ERP había denunciado “la farsa electoral” y seguía adelante con la lucha armada.
Muy cerca de Anguita conversaban Carlos Gabetta y Gustavo Breide Obeid. Gabetta es un periodista prestigioso --ex director de Le Monde Diplomatique, leída por cierta intelectualidad de izquierda- que en los años 70 fue militante del ERP.
Breide Obeid fue la mano derecha del coronel Seineldín durante el levantamiento de diciembre de 1990 y desde entonces ha sido dos veces candidato a presidente por el Partido Popular de la Reconstrucción, de orientación nacionalista católica. En Internet se pueden encontrar videos suyos en los que denuncia que “se intenta destruir a las Fuerzas Armadas ante la opinión pública”.
Richter hizo un análisis marxista de la decisión del ERP de lanzar la lucha armada y concluyó que, en la Argentina de los 70, existían las “condiciones objetivas” pero no las “subjetivas”. Cuestionó a la organización guerrillera por “militarista”, ya que “el trabajo por captar a las masas fue a la zaga de la lucha armada”. Y opinó que el ERP se engañó a sí mismo con una “versión mítica” de la Revolución Cubana, que sostenía que 300 guerrilleros derrotaron a un ejército profesional de 40.000 hombres.
La tesis mereció una calificación de 9 puntos por parte del jurado integrado por tres profesores, entre ellos Vicente Massot, director del diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca e imputado en una causa por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura (en marzo pasado, un juez determinó que no hay pruebas suficientes para procesarlo, pero tampoco para sobreseerlo). El flamante doctor en Ciencias Políticas, saludado con un cálido aplauso del público, agradeció entonces a distintas personas que lo ayudaron durante su carrera académica, especialmente a los ex integrantes del ERP que entrevistó. “A medida que pasa el tiempo –reconoció- uno los ve menos como enemigos”.
Pasaron varios días, durante los cuales esa tarde en Puerto Madero volvió muchas veces a mi cabeza. A veces pienso que lo que vi es un ejemplo extraordinario de reconciliación entre enemigos del ayer, que muchos aplaudirían. Otras veces, en cambio, me asusto. El ERP tenía un himno, que prometía que sus integrantes combatirían “hasta vencer o morir”. No fue una consigna vacía; la mayoría de sus miembros dejó la vida en el sueño frustrado de conquistar una Argentina socialista y sus operaciones armadas provocaron muchas víctimas.
Por su lado, las Fuerzas Armadas, respondieron de manera criminal, sembrando la Argentina de campos clandestinos de detención en el que no sólo fueron torturados y asesinados guerrilleros, sino también miles de personas que jamás habían tocado un arma. ¿La convivencia de hoy entre unos y otros no es una banalización de un pasado que ensangrentó la Argentina? La respuesta es difícil. La tragedia de los 70 está ahí, siempre volviendo, aunque la queramos alejar.

http://www.clarin.com/opinion/Opera..._argentino-ERP-Tucuman-1975_0_1430257035.html
 

Sebastian

Colaborador
Richter hizo un análisis marxista de la decisión del ERP de lanzar la lucha armada y concluyó que, en la Argentina de los 70, existían las “condiciones objetivas” pero no las “subjetivas”. Cuestionó a la organización guerrillera por “militarista”, ya que “el trabajo por captar a las masas fue a la zaga de la lucha armada”. Y opinó que el ERP se engañó a sí mismo con una “versión mítica” de la Revolución Cubana, que sostenía que 300 guerrilleros derrotaron a un ejército profesional de 40.000 hombres.
Existen números reales y comprobados de cuantos guerrilleros tenia el ERP en su apogeo y cuantos las FF.AA
 
Existen números reales y comprobados de cuantos guerrilleros tenia el ERP en su apogeo y cuantos las FF.AA
Le aporto la composicion y disposicion de las fuerzas del Ejercito Argentino y de las FFSS en la Zona de Operaciones:

1. Fuerza de Tareas "Rayo" (FT "Rayo"):Entre el Río Colorado y el Río Caspichango, al mando de un Teniente Coronel con su Plana Mayor Reducida y dos Subunidades: Un Escuadrón de Caballería, del Destacamento de Exploración de Caballería 140 de Salta y una Compañía de Ingenieros, del Batallón de Ingenieros de Combate 141 de Santiago del Estero. Contaba, además, con un Escalón Logístico y un Escalón de Comunicaciones.
2. Fuerza de Tareas "Aconquija" (FT "Aconquija"):Se hallaba situada entre el Río Caspichango y el Río Los Sosa, compuesta por una Plana Mayor Reducida y dos Subunidades: Una Compañía de Infantería, del Regimiento 19 de Infantería de Tucumán y una Compañía del Regimiento 28 de Infantería de Monte, de Tartagal, Salta.
3.Fuerza de Tareas "Chañi" (FT "Chañi"):Más al Sur, entre el Río Los Sosa y el Río Pueblo Viejo, compuesta por Subunidades del Regimiento de Infanteria de Montaña 20 y del Grupo de Artilleria de Montaña 5.
Sabiendo que el ERP estaba concentrado con el grueso de la Compañía de Monte en la zona sudoeste de la provincia, el Plan Tactico era cortarle toda vía de reclutamiento y comunicación con la ciudad capital, impidiéndole, en la medida de lo posible, que no pudiese desarrollar incursiones entre la Ruta Nac. Nro. 38 y la Línea, más adelantada, de Exploración y Seguridad próxima al borde del monte, entre el Río Colorado al norte y el Pueblo Viejo al sur.
4.Escuadrón de Gendarmería "San Juan" dispuesto en la Zona de La Angostura y El Mollar, para evitar la evasión y escape del enemigo hacia el Valle del Tafí.
5.Guardia de Infantería de la Policía Federal Argentina:Unos 200 efectivos. Tenía a su cargo el control de las poblaciones a caballo de la Ruta Nac. Nro. 38.

En cuanto al efectivo del ERP, esta organizacion criminal tenia en la llamada Zona de Contacto a 200 hombres, en el campamento intermedio a 70 delincuentes y en la zona base a otros 30. La "Compañía de Monte", ocupaba, según informaba "El Combatiente", órgano del ERP, una franja de territorio que se extendia desde El Siambon hasta las márgenes del Río Colorado, con una longitud de unos 150 Kms. aproximadamente. Sumaba a sus filas ademas a integrantes bolivianos, chilenos, uruguayos y hasta algunos cubanos. La OLAS a pleno....
Aclaro que estamos hablando solo del efectivo dispuesto para el combate directo en el Monte cerrado. A modo ilustrativo y para que se entienda la magnitud de la maquinaria terrorista montada en suelo tucumano, presento el Cuadro de Organizacion de la OPM.

Organización de Frentes y Células:

La Regional TUCUMAN se hallaba articulada en torno de sus principales dirigentes y de sus células militares, de agitación, propaganda y de sus postas sanitarias. La abundancia de elementos dirigentes así como las posibilidades que tenía en el reclutamiento de nuevos militantes, como consecuencia del nulo hostigamiento de la propia fuerza en el ámbito urbano había fortalecido la estructura del ERP, otorgándole capacidad para ejecutar acciones de gran envergadura en el orden provincial. Además, la coyuntura político-socio-económica nacional que se vivía en 1975 con reflejos negativos en lo regional, favorecía su accionar y compensaba cualquier debilidad estructural y operacional en su objetivo de captación de masas.

Los objetivos del ERP, tendientes, en su última instancia a la toma del poder, eran varios, a saber:

1) La confección de un Plan Táctico para operar en el ámbito rural y urbano, sin descartarse la posibilidad de realizar actividades de significación, en un futuro inmediato, en las provincias de Catamarca, Jujuy y Santiago del Estero.

2) El desarrollo de un Plan de propaganda que apoyase la actividad de ayuda a los presos subversivos de la Cárcel de Villa Urquiza y tratase de captar el sector gremial y estudiantil aprovechando la situación socio-económica.

Así, pues, el ERP trataba de unir la lucha "democrática" a la "reivindicativa", incorporando consignas como: "la libertad de los presos", "la derogación del Estado de Sitio", "la eliminación de terrorismo de las 3 A", "la congelación de precios", "nuevos aumentos de salarios", "defensa de las fuentes de trabajo", etc. Ante el constante aumento del costo de la vida y el desabastecimiento, Santucho planteaba movilizaciones de protesta, comisiones populares de Control de Precios y asimismo el ejercicio de la violencia, la toma de supermercados, depósitos, trenes, etc. tanto en acciones de comando como en acciones de masa para aprovisionarse.
Ante la falta de pagos, suspensiones o despidos que mostrasen la incapacidad de los patrones para mantener la fuente de trabajo, el ERP instaba a la expropiación sin pago por el Estado Nacional y la administración obrero-estatal de la empresa. No era conveniente, según decía, la expropiación por la provincia ya que su debilidad financiera presentaría problemas insolubles, ni tampoco la cooperativización porque deja todo en manos de los obreros, ahogando después la empresa con el manejo del crédito y el boicot patronal.
Resultaba correcta, en cambio, la expropiación por la Nación y administración obrero-estatal, porque de esa manera el Gobierno Nacional era el responsable financiero y los obreros controlaban la administración.
Sobre la base de semejante orientación, la Regional está empeñada en el reclutamiento y captación de militantes en el sur de la Provincia y en la Capital, particularmente mediante el trabajo de células en la periferia urbana; en la reorganización de la Regional actualizando sus frentes para alcanzar un esquema funcional básico, y, finalmente, en la captación de masas con capacidad de movilización, buscando infiltrar el frente gremial, con centro de gravedad en el campesinado azucarero y como objetivo específico la FOTIA.

El ERP contaba para ello con una estructura de poder escalonada, donde el responsable Político Regional formaba a los miembros del Secretariado Regional y a los Responsables Políticos de las Zonas.

El Responsable Político, a su vez, hacía lo propio con los miembros del Secretariado Zonal y los Responsables Políticos de los Frentes.

El Responsable Político de los Frentes se encargaba de instruir a los miembros del Comite de Frentes y a los Responsables Políticos de las Células.

El Responsable de Propaganda Regional formaba a los Responsables de Propaganda de las Zonas, y el Responsable de Propaganda de las Zonas cumplía idéntica función con los Responsables de Propaganda de los Frentes y las Células.

Círculo de ingreso

La calidad de Partido intentaba lograrla a través de la aplicación del sistema de "Círculo de Ingreso", que consistía en:

(1) Cada militante nuevo debía ser incorporado a un círculo de ingreso por 15 días.

(2) El Círculo se constituye con 4 elementos subversivos provenientes de distintas células (militar, de masa, propaganda, etc.)

(3) La instrucción comprende:

- Línea o historia del Partido
- Estatutos
- Método de trabajo en los frentes
- Pintados
- Volanteadas
- Armado y desarmado del armamento.

(4) Finalizado el curso, se realiza un informe completo del aspirante

(5) Sobre la base de este informe se determina su categoría (aspirante o simpatizante) y el tipo de célula a la cual se incorporará

(6) En la ceremonia de admisión se elevará una ficha personal y recibirá un distintivo.

Conformación de frentes

Cada Frente contaba con un Responsable Político y Militar y con uno de Propaganda.

1. Frente gremial

Aparte de lo expuesto, estaba constituído por células que contaban con responsable político y de propaganda.
Estas células tenían como misión infiltrarse especialmente en los ingenios y sindicatos -U.T.A.; U.O.M.; CITRUS; Ferroviarios- a fin de realizar acciones de captación de masas, sabotajes, etc., fundamentalmente impidiendo la normalidad de la zafra.

El proceso de trabajo tenía la siguiente secuencia y objetivos:

(a) Conformación de las células de masas.
(b) Reunión de varias células en una agrupación.
(c) Infiltración y copamiento de la FOTIA por su importancia y gravitación.
(d) Copamiento de los ingenios más importantes de la zona.
(e) "Liberación" de los mismos con apoyo de la fuerza militar (Ca. Mte.)
(f) Creación de una "zona liberada" en el sur de Tucumán.

2. Frente estudiantil

A principios de 1975 se hallaba en vías de organización, recibiendo apoyo de elementos de CORDOBA, principalmente de adoctrinadores políticos. El curso en este frente se basaba sobre tres puntos: Organización del Partido; forma de trabajo del Partido y ejecución en el Frente Estudiantil.

3. Frente Social o Barrial

No se encontraba debidamente organizado en febrero de 1975. Ello obedeció a la falta de desarrollo político debido a la prioridad del Frente Militar. No obstante, el ERP lo consideraba al barrial como el más importante para la captación de masas. Su sistema celular tenía como misión conquistar el perímetro de los principales centros. Esto posibilitaría lograr un frente amplio que diversificase el accionar de las fuerzas legales.

4. Frente Militar

Constituído por la guerrilla rural (ERP) - Ca Mte "RAMON ROSA GIMENEZ" y urbana. Las células que trabajan dentro de este Frente tenían la misión de dirigir políticamente la marcha del aparato militar en cada nivel tomando constantemente las medidas necesarias para reforzar el trabajo político del PRT.


5. Frente Juvenil

En este aspecto el PRT era sumamente ambicioso y su finalidad apuntaba a la conquista de las escuelas secundarias (dentro del Frente Estudiantil).

6. Frente Legal y Frente Político

No era más que una aspiración ya que no estaban dadas las condiciones para iniciar su acción.

Asimismo y para su informacion, el efectivo mencionado en la nota de "Clarin" que antecede ("300 contra 40000") y en la forma en que esta expresado llama (y no en forma "inocente") a la confusion al lector desprevenido. En la Zona de Operaciones Tucuman, al efectivo de las Fuerzas Legales mencionado arriba hay que agregarle el efectivo de la Compania de Comunicaciones 5, de la Compania de Sanidad 5, de la Compania de Arsenales 5 y de la Compania de Ingenieros 5. Lejos esta ese efectivo de los "40000" de los que habla Gutman en esa nota (Autor de "Sangre en el Monte: La Increible aventura del ERP en los montes tucumanos"). Vaya "aventura" inocente y quijotesca del ERP no?. Y ya que hablamos de "Clarin", como "Cambiamo$" desde ese 10 de Enero de 1976 y ,en especial, luego del 10Dic83 no?.

 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Fuente:INFOBAE
Fecha:03 de nov.de 2016.



INFOBAE

Sociedad
Documento histórico: los primeros relatos oficiales del Operativo Independencia
Un libro escrito por redactores anónimos entre enero y marzo de 1976 esconde los impactantes relatos que describen cómo fueron los combates del Ejército -ordenados mediante un decreto del Poder Ejecutivo- contra guerrilleros del ERP en Tucumán, durante 1975
Por Belisario Sangiorgio Trogliero 3 de noviembre de 2016


Operativo Independencia: un helicóptero en Tucumán (Archivo Nacional de la Memoria)
Hay algunas personas que sobrevaloran estos documentos, y los ofrecen por $3.500 en Mercado Libre. También hay vendedores de libros que los menosprecian, y los ofrecen por $30.

En una vieja biblioteca de mi casa encontré los primeros relatos oficiales del Ejército sobre el despliegue militar que ordenó el Poder Ejecutivo (Decreto 261/75) para enfrentar a la guerrilla rural durante 1975 en Tucumán. Ese despliegue fue bautizado como Operativo Independencia.

Luego, con María Estela Martínez de Perón sumamente debilitada, el senador Ítalo Luder -como presidente interino- extendió a todo el país la orden de "aniquilar el accionar de los elementos subversivos" mediante nuevos decretos.



Militares en las calles de Tucumán (Archivo Nacional de la Memoria)
Las crónicas y relatos fueron redactados por escritores anónimos para una colección titulada "El Ejército de hoy". Existen varias ediciones y volúmenes. Son pequeños libros de tapa blanca, editados por el Círculo Militar. Y llevan una aclaración rotunda: "Edición no comercial autorizada"; esto significa que el libro circulaba en las entrañas de las Fuerzas Armadas, en algún barracón, en los campamentos, en las aulas de formación militar.

El libro que conseguí fue escrito en 1976 y corresponde a la segunda edición, que se terminó de imprimir en 1978 -durante la dictadura militar-, según los datos obligatorios que lleva la publicación por la ley de Propiedad Intelectual. En la primera página dice "Enero – febrero – marzo de 1976" y, probablemente, esos sean los meses en los que fue redactado. En agosto de 1976 se imprimió la primera edición, que lleva esa fecha en la tapa, y tiene un diseño estético extremadamente formal.


Despliegue militar en Tucumán
En esta segunda edición una de las características más sorprendentes es la clara dirección ideológica del material, que fue creado, principalmente, para elevar intencionalmente algunas ideas -y destruir otras- en los jóvenes cerebros de los soldados conscriptos. Esto no es casual ya que la segunda edición del libro se imprimió en febrero de 1978, en medio de las negociaciones con Chile (que comenzaron en 1977) para evitar una guerra durante el conflicto diplomático por el Canal de Beagle.


Videla y Bussi en Tucumán
En las puertas de una nueva dictadura militar, y de un potencial conflicto armado con Chile, la primera página no deja muchas dudas sobre el clima imperante en el Ejército por aquellos días: "Tras 100 años de paz, las páginas de gloria de nuestra Patria se abren nuevamente para cobijar, en reconocimiento eterno, a nuestros camaradas muertos en defensa de la Nación. Tras 100 años de paz, reverdecen las adormecidas virtudes guerreras del Ejército Argentino que hoy rinde emocionado homenaje a este puñado de héroes y a otros que permanecerán anónimos hasta el final de la lucha. Que Dios los tenga en la Gloria. Que su ejemplo y el de sus familias nos ilumine hasta lograr la reorganización definitiva de la Patria".

También aparece una lista parcial de muertos. Después, el prefacio: "El Comando General del Ejército ha resuelto publicar este primer compendio de episodios y de páginas de exaltación referidas al accionar de la Fuerza en su lucha contra la subversión. Esta divulgación, a la vez que adquiere carácter de justiciero homenaje a sus protagonistas, pretende también un propósito de profundo significado educativo para cuadros y tropa".


La introducción a las primeras crónicas oficiales (Infobae)
"Los sucesos y escenas aquí descriptos, en su mayoría inéditos, son absolutamente verídicos y su recopilación o redacción hecha casi sobre el mismo desarrollo de las acciones. Estos episodios son representativos de la lucha actual", detalla la introducción.

Otro fragmento, dice: "Tales testimonios, en medio de los avatares de la lucha que aún continúa y en la que ya comienza a avizorarse la victoria, servirán de acicate y ejemplo permanente para los integrantes de un Ejército que hoy se encuentra operando en todo el ámbito del país y en todos los ámbitos de la vida nacional donde la agresión sin patria así lo exige".


Desfile cívico-militar en Tucumán durante el despliegue (Archivo Ejército)
Si bien el libro retoma ataques guerrilleros de 1971, 1973 y 1974 -por ejemplo-, las crónicas más relevantes son las de los enfrentamientos en tierras tucumanas durante el Operativo Independencia. Allí, el corazón del monte no solo ocultó las sangrientas consecuencias para ambos bandos durante aquel despliegue militar, sino que también guardó historias que los periodistas de la época no pudieron, o no supieron contar. Ese espacio comunicacional que quedó vacío fue aprovechado entonces por el Ejército, que se apresuró a imprimir los primeros relatos oficiales.

El 14 de febrero de 1975 llegó el bautismo de fuego en el Combate de Río Pueblo Viejo. En un enfrentamiento con una columna rural del Ejército Revolucionario del Pueblo murió el Capitán Héctor Cáceres. Y esto dicen los primeros relatos oficiales de las FFAA sobre aquel enfrentamiento:


Detalles sobre el bautismo de fuego en monte tucumano (Infobae)
Con Cáceres caído en combate, un subteniente -cuyo nombre no se revela en el texto-, toma el mando de aquel pelotón en el primer enfrentamiento del operativo.


En distintos fragmentos del libro se destacan las advertencias para los soldados, suboficiales y oficiales que aún no habían viajado a Tucumán – y permanecían en sus cuarteles – pero que, según preveían los altos jefes, en algún momento iban a ser trasladados al monte para enfrentar al ERP. A continuación, uno de esos fragmentos:


Así se describía la zona de operaciones para militares que no la conocían (Infobae)
En este punto, cabe destacar que –por seguridad– los militares evitaban publicar el nombre de quienes sobrevivían a los enfrentamientos, y difundían solo las iniciales.

Al narrar un enfrentamiento en Tucumán del Regimiento 28 de Infantería de Monte -disimulada en medio de un relato- aparece otro claro mensaje ideológico para la tropa que se alistaba en otras ciudades.


Otro fragmento de adoctrinamiento (Infobae)
Berdina y Maldonado

Otra de las historias, publicada con el título Tres grandes virtudes, es la del subteniente Rodolfo Hernán Berdina y del soldado Ismael Maldonado. Ambos murieron en un ataque sorpresa. "Las emboscadas han pasado a ser normales, tanto de día como de noche", dice la crónica al respecto. Este es el primer relato oficial sobre aquel combate:


El inicio del relato sobre Rodolfo Hernán Berdina y del soldado Ismael Maldonado (Infobae)
Tanto Berdina como Maldonado fueron severamente heridos durante la emboscada. El subteniente corrió porque un grupo adelantado había entrado en combate y fue alcanzado por los disparos de un Fusil Automático y Liviano (FAL). El soldado Maldonado intentó asistirlo, pero también lo balearon.


Así contó el Ejército la muerte de Berdina y Maldonado (Infobae)
Emboscada frustrada

En un relato que se tituló Del mismo cuño, el Ejército narra cómo el teniente EAT del Grupo 5 de Artillería de Montaña resistió -junto a sus soldados- una brutal emboscada guerrillera. Aquella vez, hubo 6 heridos. El texto comienza con una descripción sobre el lugar.


Relato sobre una emboscada del ERP en Tucumán (Infobae)
Luego, detalla -entre otras cosas- cómo se comportó el jefe de aquel grupo, siguiendo así la idea (que planteaba el Ejército en el prefacio) de utilizar estás crónicas como una especie de manual. Así concluye el relato:


Relato sobre una emboscada (Infobae)
 
Última edición:

bagre

2º inspector de sentina
Cuantos sentimientos contradictorios genera volver a ver esas fotos, leer esos "cuadernillos de adoctrinamiento" comunes en el EA d fines de los 70. Luego uno en guardias de mates con interminables cebaduras, adquiria conocimientos sobre "la otra cara de la verdad" conoci que una compañia petrolera anglo-holandesa "jugo" sus fichas para desestabilizar en ambos bandos, que algunas FFAA tenian "redactores" de sesgo mas afin al enemigo que combatian que a la propia doctrina que defendiamos los s/c y cuadros subalternos. Antes que alguien empiece a tirarme flores quiero recordar la "Operación Algeciras" y el PDS "del negro" del cual fui fugaz miembro en 1983.
Hoy algunos de estos que jugaban a par e impar, están en la administración de la RA, que ironía.
Gracias por públicarla estimado VGM BIGUA 82, me retrotrajo a las academias de adoctrinamiento con quienes luego fueron HEROES de MALVINAS, donde comentabamos estos temas de forma absolutamente libre y con mucha efusividad, situación paradojal a como se vivia en la sociedad civil.
Cordiales saludos
bagre
 

Eduardo Moretti

Colaborador
Muy buen informe el del Infobae, pensar que gran parte de nuestra cuidadanía desconoce por completos estos hechos. Por no haberlos vivido, o por jamàs haber leìdo sobre ellos, o por haber recibido un relato completamente distorsionado de los mismos.

Vienen bien estos informes en los medios de comunicación masivos para que les lleguen a la ciudadanía.
 
Muy buen informe el del Infobae, pensar que gran parte de nuestra cuidadanía desconoce por completos estos hechos. Por no haberlos vivido, o por jamàs haber leìdo sobre ellos, o por haber recibido un relato completamente distorsionado de los mismos.

Vienen bien estos informes en los medios de comunicación masivos para que les lleguen a la ciudadanía.
Bienvenida cualquier pantalla que muestre la otra parte de la historia. La parte oculta adrede y tergiversada durante 35 años. El Circulo Militar tiene profusa bibliografia publicada sobre la lucha antisubversiva hasta los 90's inclusive. Pasa que las reediciones salen $$$$$ y obviamente jamas va a tener el apoyo politico ni el apoyo de los actuales mandos militares. Referente a lo posteado por Bigua, dado que veo que se muestran imagenes de la vida cotidiana en Tucuman durante las operaciones militares, tambien hubiera sido lindo que la publicacion original dejara plasmada para la posteridad, la imagen de la poblacion de San Miguel de Tucuman que circulaba por el Centro de la ciudad a las horas del izamiento y del arrio de nuestro Pabellon en el mastil de la Plaza Independencia. La gente comun, el pueblo, hasta detenia sus vehiculos, se apeaba de los mismos y rendia homenaje diario a la Enseña. Aun en tiempos del Gobernador (elegido democraticamente) Grl Domingo Bussi, esa costumbre se mantenia. Algo impensable hoy, en una provincia argentina transformada en bastion del narco y la corrupcion politica mas atroz. Saludos!!!
 
Como tucumano y ARGENTINO, siento un ORGULLO inconmensurable por tener a pueblos como SOLDADO MALDONADO, CAPITAN CACERES, TENIENTE (POST MORTEM) BERDINA Y SARGENTO MOYA. Gracias a Dios no fueron cambiados sus nombres durante la dekada pasada. Luego algunos se preguntan como un "genocida" en DEMOCRACIA, salió gobernador de mi amada provincia.

Teniente Berdina



Capitán Cáceres



Aquí si mal no recuerdo, hay un novedoso escuadrón de gendarmería que utiliza las instalaciones, antes abandonadas


Soldado Maldonado



Sargento Moya



Teniente Berdina



Una nota de la Gaceta...
http://www.lagaceta.com.ar/nota/520...-nacidos-durante-operativo-independencia.html

Cuando los tiempos me den, iré personalmente y sacare fotos de estos hermosos, prolijos y ejemplares pueblos.
Disculpen si me desvío algo pero si conocen de pueblos creados en la anterior década y que hayan mejorado la calidad de vida de las personas...me avisan. Patrióticos y afectuosos saludos a los argentinos de bien.
 
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