Oficiales cursantes fueron habilitados como jefes de artillería
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14/11/2016. Fue a bordo de la corbeta ARA “Rosales” como cierre del Curso de Artillería Naval de la Escuela de Oficiales de la Armada.
Lo invitamos a ver el video.
https://www.youtube.com/watch?v=lJHTc9dXTCI&feature=youtu.be
Puerto Belgrano – El pasado viernes zarpó la corbeta ARA “Rosales” para desarrollar una práctica de tiro efectivo con oficiales alumnos de la Escuela de Oficiales de la Armada (ESOA) que culminaron sus estudios del Curso de postgrado en Artillería Naval.
Los cursantes embarcaron a cargo del Capitán de Corbeta Ulises Hoyos, Jefe del curso, donde desde la mañana hasta el atardecer pudieron ejecutar el ejercicio de Tiro Efectivo que los habilitó para ocupar el cargo de jefes de Artillería como Oficiales de Control Tiro para las unidades de la Flota de Mar.
De esta manera, todos los cursantes debieron tomar el control del Centro de Información de Combate (CIC) de la unidad y de sus sistemas de armas, para realizar tiros con cañón, sobre blancos apostados en tierra, donde también eran evaluados por personal del Servicio de Análisis Operativos, Armas y Guerra Electrónica (SIAG).
“Estoy muy orgulloso de ellos, tuvieron un muy buen desempeño y este ejercicio de tiro efectivo tiene una gran importancia, porque es la síntesis de todo un año de trabajo y esfuerzo puesto de manifiesto en las aulas y que pudieron plasmar hoy en este rol de oficial control”, expresó el Capitán Hoyos, y agregó: “quiero agradecer a los entes externos a la ESOA como el Comando de la Flota de Mar, el SIAG, la Escuela de Técnicas y Tácticas, y a la corbeta ARA “Rosales”, que colaboraron en todo para poder concretar esto”.
El Teniente de Corbeta Aníbal Germán Pistán, alumno del curso, explicó que “elegí la orientación Artillería antes de ingresar a la Armada, a la que estuve ligado a través de mi padre, porque me gustan las armas; ya en la Escuela Naval Militar fui conociendo lo que hace un artillero y tuve la suerte de que me toque la especialidad que quería”.
Luego de efectivizar el tiro, dijo que “la experiencia fue excepcional. Es muy bueno tener el control total del ejercicio como Oficial Control Tiro, que es para lo que nos adiestramos todo el año. Pudimos aplicar la doctrina que estudiamos y tuvimos a cargo el Centro de Información de Combate y la unidad y, más allá de cumplir con el objetivo de dar en el blanco, también atendimos, como siempre, la seguridad del personal. Fue excelente”.
Por su parte, el Teniente de Corbeta Fernando Milton De la Silva contó que “al momento de ingresar a la Armada me atrajo todo lo relacionado a los sistemas de armas y por suerte se pudo dar cursar este año está linda especialidad” y agregó: “Pude llevar al pie de la letra todo lo que conlleva la doctrina. Durante el año donde tuvimos a disposición el simulador de Santabárbara y visitamos el polígono de tiro donde se sitúan los blancos que vamos a atacar desde el mar. Eso nos permitió tener una apreciación lo más certera posible de lo que finalmente fue el tiro. Nos llevamos una gran responsabilidad porque hoy cobramos real magnitud de los que es ser el oficial Control Tiro de un buque de guerra de la Armada. Fue un año muy positivo para mi carrera y espero que se continúe dando esta posibilidad de hacer tiro efectivo desde diversas unidades para seguir profesionalizándome en esta especialidad”.
Para el Teniente de Fragata Javier Power “el curso nos permitió incorporar los conocimientos para poder ejercer la jefatura del cargo Artillería y ser los oficiales Control Tiro. Los Artilleros somos una parte central e imprescindible de la Armada, como lo dice la propia marcha ‘como tal varón, al pie de un cañón’. Sin los sistemas de armas, sobre todo las tubulares que son las que existen desde los inicios de la Armada, la Marina pierde su sentido de propósito y eso es algo de lo que se precia el artillero”.
El Teniente Power contó que “me orienté a la Aviación Naval y me convertí en piloto, pero un problema de salud me impidió seguir volando, así que me dieron el Curso de Artillería Naval. Fue una prueba para mí, para mi carácter, un desafío para mi vocación. Amo a mi país, amo mi trabajo como militar y entré a la Institución para ser oficial de Marina y, si bien guardo mi pasión por volar, quiero seguir sirviendo a mi país. El tiro de hoy fue muy bueno y haberlo cumplido con eficacia, sin riesgos para quienes participaron en la unidad y en tierra, resume un año de esfuerzo con todo éxito”.
Crèditos: Gaceta Marinera Digital