Empieza la ofensiva de primavera talibán para "acabar con la ocupación extranjera"
Los talibán han hecho público un comunicado anunciando la Operación Mansouri, la nueva ofensiva de primavera que el grupo terrorista llevará a cabo en Afganistán con el objetivo de "acabar con la ocupación de las tropas extranjeras y expulsarlas del país", según ha anunciado a través de La Voz de la Yihad, la página web oficial de los yihadistas.
La operación lleva el nombre del ex líder de los terroristas, el mulá Akhtar Mansur, que fue abatido el año pasado por un dron de los Estados Unidos mientras se encontraba viajando en Pakistán, y se llevará a cabo en las 34 provincias afganas con especial atención en los frentes abiertos en el norte, sur y este del país.
La ofensiva de primavera de 2017 será diferente a la de años anteriores porque "tiene objetivos políticos y militares", según el comunicado, que los yihadistas están convencidos "aumentarán nuestra legitimidad entre la población afgana", la mitad de la cual se encuentra en las zonas que controla o en las áreas donde tiene mucha influencia al sur y este de Afganistán.
Los objetivos políticos de los talibán estarán centrados en "crear mecanismos para el establecimiento de una nueva justicia social y de desarrollo para ayudar a los que han sido engañados por el enemigo", según han anunciado refiriéndose al cada vez peor sistema judicial afgano que, debido a la corrupción endémica, ha llevado a muchos civiles, sobre todo en las provincias, a preferir los tribunales de la justicia yihadista.
En cuanto a la ofensiva militar, los terroristas han asegurado que "el enemigo va a ser hostigado, muerto o capturado hasta que abandone sus puestos". Un mensaje dirigido a las fuerzas de seguridad afganas que, esta vez, pasarán a segundo plano porque el objetivo principal de la ofensiva será "las fuerzas de ocupación", tal y como describen a las tropas de Estados Unidos y la OTAN, "la infraestructura para la inteligencia militar que han creado y la eliminación del equipo" con el que operan en Afganistán.
Los terroristas han vuelto a amenazar al gobierno de Kabul y a sus aliados extranjeros asegurando que "conseguiremos todos nuestros objetivos llevando a cabo ataques convencionales, continuando la guerra de guerrillas, el martirio complejo", refiriéndose a los ataques de los comandos suicidas talibán, "los ataques con infiltrados y el uso de bombas de carretera", los temidos Explosivos Improvisados de Carretera (IED, por sus siglas en inglés), según se puede leer en el comunicado del grupo.
El anuncio de los talibán llega una semana después de la masacre que el grupo llevó a cabo en la base militar de Mazar-e Sharif, la mayor al norte del país, en la que un grupo de infiltrados terroristas acribilló a 150 soldados afganos, la mayoría reclutas, cuando éstos se encontraban comiendo y realizando la oración del viernes. Una cifra que, según fuentes del Gobierno afgano, que todavía no ha hecho público el número exacto de muertos, podría ascender hasta los 250.
Un ataque que, según el portavoz de los terroristas, Zabihullah Mujahid, fue llevado a cabo como respuesta por las muertes de los gobernadores talibán en Kunduz y Baghlan, así como para mandar "un mensaje a todos los soldados, policías, operativos de inteligencia y cualquier otra institución relacionada con el Gobierno afgano. A partir de ahora nuestras operaciones serán más brutales y dolorosas", añadió.
Se avecina un año "muy duro"
El Secretario de Defensa de los Estados Unidos, James Mattis, ha afirmado que "se avecina un año muy duro en Afganistán". Desde que, en 2014, el Gobierno de Kabul y su ejército tomaron las riendas del conflicto la muy frágil democracia afgana no ha parado de perder territorio, mientras los talibán y ahora el Estado Islámico siguen avanzando hacia las capitales de provincia.
El titular de Defensa, que hace unos días realizó una visita sorpresa para reunirse con el Gobierno afgano y conocer de primera mano el estado de la guerra, así como visitar a las tropas que Washington tiene en el país, todavía no ha hecho público si los Estados Unidos enviarán más tropas "para darle la vuelta a la tortilla", según pide el Jefe de las tropas norteamericanas y de la OTAN en el país, el General John Nicholson.
Por ello, Mattis ha asegurado que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, está trabajando en "un plan para desarrollar una nueva estrategia para Afganistán" y detener la embestida yihadista que, según un informe del Pentágono datado en noviembre de 2016, ha puesto alrededor del 43% del país en manos de los terroristas.
http://www.elmundo.es/internacional/2017/04/28/5903130646163f64778b458a.html