EXCLUSIVO: Marina considera ayuda francesa en el proyecto del futuro portaaviones brasileño
16 de febrero de 2018
Concepción de buque-aeródromo de propulsión convencional ofrecido al PRONAE de MB
Por Roberto Lopes *
Especial para el Poder Naval
Ni la trágica pérdida en el mar en 2016 de una caza AF-1 del Escuadrón VF-1, ni la drástica reducción del plan de modernizar los chorros , Dijo a la AFP un portavoz de la Fuerza Aeronaval, confirmada a este periodista por el propio Comandante de la Marina, Leal Ferreira, en agosto pasado, nada de eso pesa en el sentido de amortizar, en la cumbre de la Marina de Brasil (MB), su determinación en poseer un nuevo buque-aeródromo - y, esta vez, uno fabricado en el país.
Conforme resumió recientemente el colaborador del Poder Naval, Luiz Monteiro, "la MB pretende mantener su aviación de ala fija. Luchó mucho por ello y entiende ser viable en la planificación a largo plazo ".
El programa del futuro portaaviones brasileño viene siendo delineado en las salas del Directorio de Gestión de Programas Estratégicos de la Marina (DGePEM), con sede en Río de Janeiro.
El momento actual es el de explorar ideas y posibilidades. Los llamados Requisitos de Estado Mayor (REM) y los Requisitos de alto nivel de sistemas (RANS) se definirán posteriormente.
El almirante de escuadra Eduardo Leal Ferreira ha escuchado muchas sugerencias de sus expertos, incluso la de su Fuerza negociar una participación de la industria naval francesa en la empresa.
Esta presencia se daría de dos formas (complementarias): por la compra de los planes de construcción (sin incluir las instalaciones nucleares) del NAe Charles De Gaulle, de la Marina Nationale, y por la contratación de una asesoría técnica, posiblemente de la empresa Naval Group (antigua DCNS que fabricó el buque.
Costo-beneficio - La legislación francesa prohíbe la transferencia de equipos nucleares sensibles (como el reactor naval de Charles De Gaulle) a otros países, pero, según el Poder Naval, pudo constatar, ni la idea de un NAe brasileño de propulsión nuclear está, en el momento, liminamente lejos. Incluso porque la MB se prepara para incorporar un submarino de propulsión nuclear.
Pero la definición acerca del tipo de propulsión no es asunto para ahora. Posiblemente para dentro de diez años, o un poquito antes, en algún momento de la mitad final de la década de 2020.
Lo que ya se sabe: el costo de construcción de un buque-aeródromo de propulsión nuclear suele ser un 50% mayor que el de la fabricación de uno de propulsión convencional.
La inversión en un buque de ese tipo con propulsión convencional -como el Charles de Gaulle- es de unos 3.500 millones de dólares.
Un buque-aeródromo de propulsión nuclear no sale por menos de unos 5,25 mil millones de dólares.
Un barco-aeródromo sin catapultas, dotado de rampa "ski-jump", pero con aparato de parada, costaría alrededor de 2,8 mil millones.
El buque de asalto anfibio de la Clase Juan Carlos I (clasificado como de Proyección Estratégica), de 27.000 toneladas, equipado con dock alagable, sale por cerca de 1.500 millones de dólares (precio solicitado a MB por el Naval Group para hacer la retracción y algunas otras reformas del NA y São Paulo ...).
En términos de rentabilidad, lo que se estima es que la inversión en un portaaviones moderno necesita ser diluida, a lo largo de los 55 años previstos para la operación del buque.
Otra decisión que parece ahora bastante madura en la cumbre de MB: nuestro próximo portaaviones no necesitará ser un monstruo de 55.000 toneladas (más de dos veces el tamaño del porta-helicópteros Ocean, comprado por MB), según el Naval Group ya mencionó , de forma insistente, para los militares brasileños.
El equipo de la DGePEM calcula que la embarcación deberá tener sus dimensiones más próximas a las medidas del De Gaulle: 261,5 m de longitud (el Ocean tiene 203,4 m), 64,3 m de boca (el Ocean tiene 35 m), 9,43 m de calado (el del Ocean es de 6,5 m), y desplazamiento de 42.500 toneladas (el del porta-helicópteros británico es de 21.500).
Poder de combate - Las fuentes escuchadas por el Poder Naval sobre el asunto indican que lo importante es que el NA sea capaz de embarcar 24 aeronaves de alto rendimiento, tales como el Boeing Super Hornet, el Dassault Rafale o el Gripen Marine.
Y que, de quiebra, lleve también un pequeño destacamento de alerta aérea anticipada, configurado por hasta tres E-2D Hawkeye u otras aeronaves con esa capacidad.
Los expertos como el colaborador del Poder Naval Luiz Monteiro entienden que, incluso sin portaviones, MB no está impedida de ya en la próxima década, poseer aeronaves de alto rendimiento, con capacidad de aterrizaje y despegue en buques.
De acuerdo con ese razonamiento, al principio esos aviones de la Fuerza Aeronaval operaría en barcos de otras marinas, a fin de mantener la capacidad de los pilotos. Hasta que su futuro buque-aeródromo entre en operación, en los años 2030.
Monteiro, que es ingeniero naval, observa:
"Si los estudios de viabilidad ya iniciados definen que el futuro buque-aeródromo de la MB será de propósitos múltiples, con dota alagable y capacidad de operar aeronaves de aterrizaje vertical y despegue corto [caso del español Juan Carlos I], en la década de 2020 debe empezar a introducir, poco a poco, aviones como el F-35B.
En la hipótesis de concluir que lo mejor sería operar un barco-aeródromo CATOBAR (Catapult Assisted Take-Off But Arrested Recovery), deberá en los años 2020, introducir aviones como el Rafale M, F / A-18 E / F, o el Gripen M.
Maqueta de la caza Saab Sea Gripen de la MB en LAAD 2015
Esto permitirá que MB tenga aeronaves de alto rendimiento, capaces de responder a cualquier conflicto o misión que surja, operando desde la base en tierra, hasta la incorporación del futuro NA, alrededor de una década después.
*Com informações do colaborador Luiz Monteiro.
Fonte: http://www.naval.com.br/blog/2018/02/16/exclusivo-marinha-considera-auxilio-frances-no-projeto-do-futuro-porta-avioes-brasileiro/