Documentos de la dictadura: durante la guerra de Malvinas, miembros del Ejército secuestraron periodistas británicos y norteamericanos
Un cable desclasificado de la CIA revela que el hecho ocurrió el 9 de mayo de 1982. La preocupación de Galtieri y las dudas sobre la participación de Aníbal Gordon.
Por
Bruno Yacono
Publicada:
26/04/2019, 12:05hs.
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Durante la guerra de Malvinas, miembros del Ejército secuestraron periodistas británicos y norteamericanos
A 1913 kilómetros de Buenos Aires, la artillería argentina respondía a los incesantes bombardeos británicos sobre las Islas Malvinas y la Fuerza Aérea sorprendía al mundo con maniobras al ras del mar nunca antes vistas para lanzar sus bombas sobre las Task Force del Reino Unido.
Corría el noveno día del mes de mayo de 1982 y la violencia no solo se concentraba en el archipiélago del sur. En Buenos Aires,
tres periodistas británicos y uno norteamericano eran secuestrados en medio del conflicto armado. Un hecho desconocido hasta la reciente desclasificación de documentos de la dictadura argentina que se suma a la larga lista de ataques a la prensa nacional e internacional durante la estadía del gobierno militar en el poder.
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Según cables de la Central Intelligence Agency (CIA), miembros de la división 601 del batallón de inteligencia del Ejército Argentino participaron de la operación que habría sido llevada a cabo en represalia a la acción británica en las Islas Malvinas y al apoyo de los Estados Unidos a ese país durante la guerra. En los "
papers" no se identificó a los periodistas ni el medio para el que trabajaban aunque se advirtió que tiempo después fueron liberados. Se desconoce el sitio en el que se los mantuvo cautivos y
lo que debieron soportar durante esas jornadas.
La información otorgada por la CIA también dio cuenta de la posibilidad de que
Aníbal Gordon -jefe de la organización parapolicial Triple A- haya estado involucrado en el plan para mantener cautivos durante varios días a los trabajadores de prensa. El documento, con fecha del 21 de mayo de 1982, afirma que las operaciones fueron ejecutadas por un grupo paramilitar bajo el comando de "Aníbal" y destaca que los
periodistas habían estado bajo estricta vigilancia del batallón 601 del Ejército, antes de ser seleccionados como un objetivo específico de secuestro.
En aquellos días de 1982, la prensa internacional había desembarcado en la Argentina para cubrir de cerca el conflicto bélico. No existen precisiones acerca de si los periodistas vivían en el país o si llegaron con motivo de llevar a cabo una tarea periodística concreta.
Otro cable de la CIA afirma que Aníbal Gordon estuvo detrás del secuestro de los periodistas.
El caso de estas cuatro personas no forma parte de los registros de trabajadores de prensa secuestrados y torturados durante la dictadura militar, según registros en el RUTVE de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación a los que accedió
TN.com.ar. Al cierre de este artículo, un equipo del Archivo Nacional de la Memoria intentaba, aún sin éxito, hallar datos sobre los cuatro hombres.
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El "interés" de Galtieri
La segunda página de otro informe confeccionado el 26 de mayo de 1982, catalogado por la CIA como "sensible", advirtió que el expresidente
Leopoldo Fortunato Galtieri "
estaba personalmente interesado" en la investigación para determinar responsabilidades en los secuestros que llevaba adelante la sección de seguridad interna del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE).
De acuerdo a la CIA, Galtieri
creía que la acción fue realizada por
miembros del "componente psicológico de guerra" del batallón de inteligencia 601 del Ejército, el brazo operativo de la SIE y se mostraba confiado en detener a dos responsables para el fin de semana del 14 y 15 de mayo.
El interés de Galtieri en conocer los responsables del secuestro de los periodistas.
Pese a las intenciones de Galtieri en conocer el trasfondo de los hechos, para la agencia de inteligencia norteamericana, si el Ejército daba con alguno de los responsables "sería difícil obtener una confesión porque sus amigos y colegas son las mismas personas que deberán interrogarlos". Y continúa: "
Estados Unidos duda de que se profundice la investigación".
El documento detalla que "
muchas personas" en el batallón 601
conocen los nombres de las personas involucradas en los secuestros pero el "
código de honor no permitirá que los delaten". Además, afirma que el comando que lleva adelante la investigación está dividido y que parte del personal "no trabaja seriamente". Incluso, advierte que aquellos que sí intentan llegar a la verdad son vistos como "outsiders" y no reciben cooperación alguna en la obtención de información. "Se desconoce si los niveles superiores del Ejército autorizaron estos secuestros", agrega el cable.
Dos aviones A-4 Skyhawk a punto de arrojar sus bombas sobre la flota inglesa.
En otro tramo del
paper de la CIA se enumeraron las opciones que Galtieri tenía para referirse al caso. El Presidente podía admitir que personal de la SIE estuvo involucrado en el hecho y que todos serán llevados a juicio; que el accionar fue realizado por un grupo "renegado" durante la guerra sucia contra los terroristas, luego separados de la SIE; que el secuestro fue llevado a cabo por terroristas para perjudicar al Gobierno y, por último, que los periodistas fueron "blancos de oportunidad", es decir, que no hubo un plan para capturarlos.
De cualquier modo, el cierre del documento es contundente: "Actualmente
no se está realizando un intento serio para identificar y castigar a las personas responsables del secuestro. No está claro si el liderazgo del Ejército o el Presidente es consciente de la naturaleza informal de la investigación".