Incluido en la nómina de los guerreros de la Independencia, Francisco Seguí falleció en Buenos Aires el 19 de mayo de 1877 a los 83 años de edad. Como homenaje póstumo fue ascendido a Contraalmirante y declarada sepulcro histórico su tumba en la Recoleta.
Francisco José Seguí nació en Buenos Aires el 12 de noviembre de 1794, y fueron sus padres Andrés Seguí y María Ignacia Bermúdez. Luego de transcurrida su infancia en el hogar porteño fue enviado a España a proseguir la carrera naval, circunstancia que lo hizo aparecer inscripto en la escuela naval de San Fernando, trasladada a Cuba con motivo de la guerra napoleónica estallada en la península.
Egresando como Guardiamarina, a su regreso a Buenos Aires, el 7 de febrero de 1814 pasó a prestar servicios en la escuadra que formaba Guillermo Brown para abatir el poderío español en el Río de la Plata.
Destacado como jefe de la cañonera «Americana”, armada de dos cañones y 25 tripulantes, se batió en el ataque a Martín García y formó parte de la escuadrilla de Nother en el Combate del Arroyo de la China durante el que se inmoló el valiente Spiro.
Combate del Arroyo de la China
Concurrió a la caída de Montevideo como resultado del histórico Combate Naval; y el 23 de junio de 1814 llevó a bordo al General Alvear con su Estado Mayor cuando se dirigió a tomar posesión de la plaza rendida. La participación en esta campaña lo hizo acreedor a la medalla por el Combate Naval de Montevideo.
Su actuación constante en la lucha que Buenos Aires mantenía contra López y Ramírez lo contaron en la acción del 1º de enero de 1820, en la cual la escuadrilla al mando de Angel Hubac bloqueó el puerto de Santa Fe.
Declarada la guerra contra el Imperio del Brasil hubo necesidad de vigorizar la escuadra. Llegado el momento de los aprestos definitivos y distribuido el personal por el General José Zapiola, marino que era Comandante General del Puerto, le tocó al Subteniente de Marina Seguí actuar en el bergantín «Balcarce», comandado por el Capitán Bartolomé Ceretti. En ese buque, Guillermo Brown hizo tremolar su insignia al abrir la campaña y fue a ocupar el fondeadero de Los Pozos en la tarde del 13 de enero de 1826.
A órdenes de Brown, fue Seguí uno de los bravos que desafió la muerte a bordo del «Balcarce» en el segundo Combate de Los Pozos, librado el 11 de junio de 1826. Combatió el 29 y el 30 de julio del mismo año frente a Quilmes, lugar donde Tomás Espora y Leonardo Rosales se forjaron héroes, marchó hacia la hora gloriosa de Juncal.
Combate de Los Pozos
Al frente de sus naves, Brown penetró en el río Uruguay el 28 de diciembre de 1826, para atacar a los barcos brasileños. En esta oportunidad, Seguí era el Comandante del bergantín «Balcarce”, que conjuntamente con las goletas «Sarandí», «Pepa», «Guanaco», «Unión», la sumaca «Uruguay» y ocho cañoneras, prometían aniquilar al enemigo.
El combate se reanudó con violencia e intrepidez. Los tres barcos mayores de nuestra escuadra: la «Sarandí», comandada por el Almirante Guillermo Brown; la «Maldonado», por Drummond y el «Balcarce» por Seguí, acosaron al enemigo sin darle tregua a tal punto que este último logró rendir al bergantín enemigo «Januaria», que era la nave insignia. Fue abordada y el Capitán Seguí aceptó del Comandante brasileño su espada en señal de rendición.
Brown traspasó el comando al “Balcarce” y ordenó a la “Sarandí” y a las cañoneras continuar la persecución. Abordando la rendida nave capitana, al recibir la espada del Comandante brasileño insistió en obsequiarla a Francisco José Seguí con las palabras «Usted es el héroe».
Como consecuencia de esta acción, el Gobierno lo confirmó en el grado de Capitán el 23 de marzo de 1827, y el 18 de septiembre del mismo año, se le confirió el de Sargento Mayor Graduado.
Contados años le quedaban a Seguí para permanecer a bordo. Combatió en Punta Lara, el 8 de junio de 1828, donde sufrió heridas a consecuencia de una explosión de pólvora. Fue promovido a Coronel Graduado el 16 de agosto del mismo año, destacó definitivamente y alcanzó el grado de Coronel de Marina el 27 de julio de 1829.
En los años sucesivos ocupó algunos cargos de significación tales como el de la Ayudantía del Puerto en 1833 y el de la Plana Mayor del Ejército el 21 de octubre de 1834.
Borrado por Juan Manuel de Rosas del escalafón militar, como otros distinguidos jefes, por el decreto del 16 de abril de 1835, su destino quedó sellado, y optó por emigrar a la Banda Oriental donde luchó en favor de la causa unitaria. En la vecina orilla ejerció por largo tiempo la Capitanía General del Puerto de Montevideo y fue también en 1846 Comandante Militar en el puerto de las Vacas y Maldonado.
Solicitado por Guillermo Brown, que conocía su temple, Seguí volvió al suelo natal en 1850 y Juan Manuel de Rosas lo dio de alta nuevamente con el grado de Coronel de Marina confiándole el mando de la corbeta «25 de Mayo» para que ejerciera la vigilancia del puerto, debiéndose a su intervención después de Caseros la toma de la isla de Martín García en marzo de 1852.
Hombre de Buenos Aires defendió su causa durante el sitio de Hilario Lagos, el cual se prolongó hasta julio de 1852. Jefe de Martín García y miembro más tarde de la Junta Consultiva Militar alcanzó en los instantes de la organización nacional la Capitanía General del Puerto de Buenos Aires, que desempeñó desde 1855 hasta 1868, y en años posteriores la de San Fernando, Tigre y San Isidro.
Incluido en la nómina de los guerreros de la Independencia, Seguí pasó sus últimos días rodeado del afecto de sus hijos y nietos. El heroico marino de Juncal falleció en Buenos Aires el 19 de mayo de 1877 a los 83 años de edad.
Dos buques de la Armada Argentina llevaron su nombre: un aviso (1923) y un destructor (1972).
Créditos. Gaceta Marinera Digital