La primer ministro de Finlandia está loca.
Directamente xenófoba la propuesta. Finlandia venía bien sin problema alguno con Rusia, y ahora están que se creen polacos.
Los llamamientos al respecto se producen después de que el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, afirmara que Occidente debe prohibir a los rusos entrar en sus países.
actualidad.rt.com
Estonia y Finlandia instan a prohibir la entrada de turistas rusos en Europa, y Moscú les responde
Publicado:9 ago 2022 18:19 GMT
Las autoridades de Estonia y Finlandia se expresaron esta semana a favor de prohibir en Europa la concesión de visados turísticos a ciudadanos rusos en respuesta al operativo militar de Moscú en Ucrania.
Concretamente, la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin,
declaró que
"no es correcto" que los rusos puedan "vivir una vida normal" y viajar a Europa mientras Moscú realiza acciones militares en Ucrania. "Mi postura personal es que el turismo debe ser limitado", dijo durante una entrevista con Yle, publicada este lunes.
Por su parte, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, escribió en su cuenta de Twitter que "ahora es el momento de poner fin al turismo desde Rusia". "Dejen de emitir visados turísticos a los rusos.
Visitar Europa es un privilegio, no uno de los derechos humanos",
afirmó la política.
Según sus declaraciones, mientras los vuelos desde Rusia a Europa siguen siendo suspendidos, los países de la zona Schengen conceden visados y los Estados vecinos de Rusia, como Finlandia, Estonia y Letonia, que son puntos de entrada en la UE por tierra, "llevan la carga".
Las declaraciones de ambas políticas se producen después de que el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski,
afirmara este lunes que Occidente debería imponer un embargo total a las fuentes de energía de Rusia o prohibir a los rusos entrar en sus países durante al menos un año para acabar con la operación militar en Ucrania.
No son las primeras responsables políticas en hablar sobre medidas de este tipo. Así, la Embajada de Letonia en Rusia
informó la semana pasada que suspende "por un plazo indefinido" la aceptación de solicitudes de visados para ciudadanos rusos. Desde la representación diplomática vincularon la medida con "la situación internacional", al tiempo que precisaron que seguirán emitiendo visados a aquellas personas que tengan que viajar para asistir al funeral de un familiar en Letonia.
Habrá categorías de personas que necesiten visados
En respuesta a las declaraciones de Helsinki y Talin, desde la Comisión Europea
destacaron que siempre habrá "categorías de personas para las cuales los visados deben ser emitidos", mencionando en ese contexto "casos humanitarios, [visados] para miembros de la familia, periodistas o disidentes".
"Los Estados miembros [de la UE]
tienen un significativo margen para disminuir o dejar de emitir visados de larga duración y permisos de residencia en virtud de su legislación nacional", dijo Anitta Hipper, portavoz de la Comisión Europea para Asuntos Internos, Migración y Seguridad Interna.
Reacción de Rusia
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, también comentó las afirmaciones de las dirigentes políticas de Estonia y Finlandia, y destacó que
la UE no tiene derecho a prohibir la concesión de visados a todo el pueblo [ruso], teniendo en cuenta "sus propios compromisos".
"Basándose en sus propios compromisos, simplemente no tienen derecho a limitar la concesión [de visados] por completo a cualquier grupo de personas, tanto más cuando se trata de toda la nación, de todo el pueblo",
declaró la vocera. En su opinión, este paso "matará toda idea de democracia, liberalismo, libertad y, como la llaman, 'tolerancia cero' a la xenofobia, nacionalismo y así sucesivamente".
Además, Zajárova
dedicó un 'post' en su canal de Telegram a las declaraciones de Kallas afirmando:
"Absurdo, al borde del nacionalismo". Hizo hincapié en que "garantizar la libertad de movimiento es uno de los compromisos centrales, consagrados por documentos constitutivos de la OSCE [Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa]". "Esta libertad se convirtió en una realidad que cientos de millones de personas en todos los Estados de la región dan por sentado", subrayó.