La esperada contraofensiva ucraniana: cuándo, dónde y cómo
A lo largo de los últimos meses, como ya es sabido, las Fuerzas Armadas de Ucrania han estado preparando de manera activa, incluso en el extranjero, nuevas unidades para una gran contraofensiva.
Políticos, militares y expertos han discutido y discuten sobre la posibilidad de
un ataque cerca de Melitópol, en el óblast de Zaporiyia y ahora mismo bajo control ruso. Esto podría dividir en dos los territorios ocupados y cortar las rutas terrestres hacia Crimea. Otras posibilidades pasan por
atacar los flancos de las fuerzas rusas: en el este, en la región de Lugansk, o en el sur, en la región de Jersón. Esta sería la ruta más corta hacia Crimea.
Según los famosos documentos del Pentágono filtrados,
la operación podría comenzar a finales de abril, aunque también podría ser en mayo o principios de junio. Es posible que la filtración obligue a revisar los planes.
Gustav Gressel, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, explica los contras con los que cuenta ahora mismo Ucrania:
"Lo malo que ha ocurrido desde el punto de vista estadounidense es que
los rusos saben ahora hasta qué punto y con qué medios pueden los servicios de inteligencia estadounidenses investigar la planificación rusa y la estructura de mando y control rusa", dice Gressel. "Los rusos podrían ajustar, por ejemplo, sus códigos o el cifrado para impedirlo. Si eso ocurre, y si la inteligencia occidental en un momento de la contraofensiva es menos precisa de lo que solía ser, eso sería algo malo para los ucranianos".
Una operación decisiva
Rusia refuerza mientras tanto sus defensas a lo largo de toda la línea del frente, de unos 800 kilómetros de longitud. Los expertos occidentales dudan de que la ofensiva ucraniana ponga fin a la guerra a finales de año, como a veces se afirma desde Kiev. Lo que sí es cierto, dicen, es que
la operación podría resultar decisiva.
"Si los ucranianos logran un éxito significativo, y creo que lo lograrán, estarán en condiciones de obligar a los rusos a sentarse a la mesa y quizás extraer algún tipo de concesiones, sobre todo si Crimea se ve amenazada", explica por su parte
Robert Cullum, profesor de Estudios de Defensa del King's College de Londres.
"Putin no querrá perder Crimea porque es un símbolo del éxito de su régimen", continua Cullum. "Si los ucranianos no tienen mucho éxito, creo que se enfrentarán a mucha más presión por parte de sus aliados, que están realmente al límite de lo que están dispuestos a dar en términos de ayuda y equipamiento. Así que Ucrania probablemente se enfrentará a mucha más presión para encontrar algún tipo de statu quo de alto el fuego".