Acá va mi propio Editorial.
La situación se presenta de manera clara y con factores determinantes. Holanda y Dinamarca, representados por sus presidentes, se mantienen como caras visibles y garantes de la entrega de aviones a Ucrania. No se arriesgarán a proporcionar aviones defectuosos o carentes de soporte. Aunque se denominen "donaciones", se comprende que no hay gratuidad en este contexto. Los aviones cedidos serán completamente operativos y equipados con los softwares necesarios para operar JDAM, GBU y AMRAAM, entre otro armemento, que ya están autorizados por EE. UU. para transferencias ya sea desde USA o Europa. Por ende, se asegura que Ucrania reciba aviones plenamente capaces, directamente extraídos del inventario actual de Holanda y Dinamarca, sin incluir modelos obsoletos o en estado de conservación.
Un componente crucial aquí es la posición de EE. UU. No están dispuestos a correr el riesgo de que los F-16 sean utilizados como trofeos bélicos por Rusia. Su compromiso con Ucrania es evidente, y se espera que aboguen por la provisión de aviones adecuados para el éxito de la misión, independientemente del momento de entrega, que se proyecta después de 2024. De manera concluyente, Estados Unidos no permitirá que aviones inoperables sean enviados por Holanda y Dinamarca, considerando que estos países tienen estándares militares rigurosos y no poseen aviones en mal estado.
En resumen, las recientes acciones con el presidente Zelensky de Ucrania uniendo fuerzas con los líderes de Holanda y Dinamarca (entre otros mandatarios), junto a los aviones respectivos, no se tratan meramente de propaganda. Esto demuestra un nivel elevado de respaldo por parte de estos países, impulsado por la seriedad y urgencia que una situación de guerra requiere. Los acontecimientos han sido inesperadamente rápidos y no estaban en los pronósticos de nadie. En apenas unos días, Países Bajos y Dinamarca obtuvieron la aprobación de EE. UU. para ceder aviones F-16 a Ucrania, lo cual culminó en un anuncio oficial de Zelensky en la base aérea de Eindhoven, con antecedentes trascendentales.
No obstante, quedan incertidumbres respecto a la cantidad exacta de aviones que serán entregados por Holanda y Dinamarca. Aunque se menciona el número referencial de 42 aviones holandeses, el Primer Ministro holandés admitió que parte de ellos se emplearán para entrenamiento en Dinamarca y Rumania, por lo que la cifra final aún no está clara. En cuanto a Dinamarca, la entrega inicial de 19 aviones es solo el comienzo, según Zelensky. Se presume que habrá más transferencias de aviones de Dinamarca a Ucrania, lo cual complica los planes de adquisición de la Fuerza Aérea Argentina para los F-16 daneses.
Saludos,
Nicanor
PD: Como toque intrigante en este escenario, vale la pena reflexionar sobre el lugar donde los 32 pilotos ucranianos designados para operar los F-16 recibirán capacitación en idioma y sistemas.