Malvinas war-era Argentinian IA-58 Pucara ground support airplane modernized into ISR platform
Avión argentino de apoyo en tierra IA-58 Pucara de la época de la guerra de las Malvinas modernizado a plataforma ISR
Esta evolución es resultado de una colaboración entre FAdeA, la Fuerza Aérea Argentina (FAA), Digamc y socios internacionales como Pratt & Whitney Canada P&WC, Hartzell e IAl. El esfuerzo conjunto dio sus frutos después de más de 150 horas de pruebas de vuelo y 109 vuelos de prueba, lo que llevó al equipamiento de cada avión con dos motores turbohélice Pratt & Whitney PT6A-62 y hélices Hartzell de cuatro palas.
El Pucará Fénix, anteriormente un avión de ataque a tierra, ahora está destinado a misiones ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento). Este cambio hacia funciones de vigilancia modernas contrasta con el papel de ataque del resto de la flota de Pucará.
El proyecto incluye una modernización completa de los sistemas de cabina y aviónica, la incorporación de sistemas de aire acondicionado y la eliminación de componentes obsoletos. El Pucará Fénix se convierte así en la plataforma para el desarrollo progresivo del ISR POD, con mejoras como radares de antena activa AESA y sensores EO/IR previstos en futuras configuraciones.
La certificación de remotorización del Pucará Fénix representa un avance significativo en la modernización del arsenal aéreo de Argentina. Al girar hacia las capacidades ISR, Argentina está adaptando su equipo militar a las demandas actuales de las operaciones de defensa y vigilancia.
El desarrollo del IA-58 Pucará, iniciado en agosto de 1966 por la Fuerza Aérea Argentina (FAA), tenía como objetivo crear un avión apto para misiones de apoyo aéreo cercano (CAS) y contrainsurgencia (COIN). El primer prototipo, denominado AX-2 Delfín, equipado con motores Garrett TPE331I/U-303 de 904 hp, realizó su vuelo inaugural el 20 de agosto de 1969. "Pucará", que significa fortaleza en lengua quechua, fue posteriormente equipado con un Turbomeca francés Astazou. Motores XVI G en otros prototipos.
Construido enteramente de metal, el IA-58 está diseñado para operar en condiciones de guerrilla ligera, con una cabina blindada, un parabrisas y un tren de aterrizaje adecuados para pistas no preparadas. Destaca por su capacidad de despegar en tan solo 80 metros utilizando cohetes JATO y está diseñado para un mantenimiento sencillo. Este biplaza está equipado con asientos eyectores cero/cero Martin-Baker Mk 6AP6A.
La versión de serie IA-58A, o Pucara Alpha, voló por primera vez el 8 de noviembre de 1974 y fue entregada en 1975 a la III Brigada Aérea, con 108 unidades construidas hasta 1986. El IA-58B, o Pucara Bravo, contaba con cañón DEFA de 30 mm. 553 cañones y aviónica mejorada, pero se construyó en un solo ejemplar. De manera similar, el IA-58C (Pucara Charlie), una versión monoplaza con HUD, IFF y puntos duros adicionales, se construyó en un solo ejemplo. Finalmente, el IA-66, equipado con motores Garrett más potentes, también se produjo en un solo ejemplar.
Los IA-58 Pucaras fueron desplegados por Argentina durante la Guerra de las Malvinas, donde, a pesar de su número, no estaban preparados contra un adversario como los británicos, sufriendo grandes pérdidas principalmente en tierra. Sin embargo, lograron derribar a un Westland Scout. Después del conflicto, los británicos capturaron 11 aviones, incluidos 4 en condiciones de volar, y 6 ahora se exhiben en museos.
Con el surgimiento de tecnologías más avanzadas y la evolución de los requerimientos militares, el Pucará comenzó a mostrar signos de obsolescencia, particularmente en sus motores y sistemas de aviónica. Como respuesta a estos desafíos, se lanzó el proyecto Pucará Fénix, cuyo objetivo es modernizar la aeronave mediante la remotorización con motores turbohélice Pratt & Whitney PT6A-62 y la actualización de los sistemas de aviónica y hélices. Esta renovación también ha llevado a un cambio significativo en el papel del avión, transformándolo de un avión de ataque terrestre a una plataforma ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento), adaptada a las necesidades contemporáneas de reconocimiento y vigilancia. El Pucará Fénix ahora se concibe como una plataforma evolutiva, capaz de integrar progresivamente tecnologías de vanguardia como radares de antena activa AESA y sensores EO/IR, marcando así su transición hacia un papel más sofisticado y estratégico en el ejército argentino.