11 de junio de 1826: Combate de Los Pozos
Durante la Guerra contra el Imperio del Brasil, se libró este combate que fue presenciado por la población de la ciudad de Buenos Aires. Como resultado, la Escuadra Imperial se retiró del combate.
MARTES 11, JUNIO 2024
El 10 de diciembre de 1825 el Imperio del Brasil declaró la guerra a las entonces Provincias Unidas del Río de la Plata y, días después, el 22 de diciembre, procedió al bloqueo del puerto de Buenos Aires -una de las fuentes de ingresos económicos más significativa para el país-, que, con avances y retrocesos, continuó hasta el final de la contienda.
En consecuencia, durante enero de 1826, el Congreso argentino procedió a organizar la defensa naval. Fue autorizada la guerra de corso contra el comercio marítimo brasileño, se adquirieron embarcaciones para formar una escuadra naval y se nombró como su jefe a Guillermo Brown. Se contó con un solo buque de gran porte: la corbeta “25 de Mayo”. A ella se sumaron 4 bergantines, 3 goletas y 9 lanchas cañoneras.
Durante la contienda, la escuadra argentina consiguió mantener las líneas de comunicación y abastecimiento con el ejército en operaciones, en ocasiones neutralizó el bloqueo naval y se enfrentó a la escuadra del Imperio del Brasil durante toda la guerra.
Ante la Escuadra Imperial, la argentina no sólo era muy inferior en medios, sino también en maniobras conjuntas, dado que había sido recientemente formada.
La Escuadra Imperial dominaba casi la totalidad de la costa septentrional del Río de la Plata, siendo sus principales asentamientos Montevideo y Colonia. El primero era apostadero para fondeadero y sostén logístico del núcleo más importante de la flota brasileña, mientras que el segundo servía de apoyo a la flotilla brasileña que operaba en el río Uruguay, y a los corsarios que jaqueaban el comercio fluvial.
En este contexto, el esquema estratégico naval fue relativamente sencillo, y aspiró a impedir que el bloqueo del puerto de Buenos Aires se consolidara, hostigando los movimientos de la escuadra brasileña con persistentes acciones ofensivas que desgastaran al adversario.
Durante la contienda -que se extendió hasta 1828-, se destacaron numerosas acciones navales, entre ellas la conocida como el Combate de Los Pozos, acaecido el 11 de junio de 1826.
Una división naval brasileña compuesta por 31 buques, al mando del Capitán James Norton, intenta atacar a nuestra Escuadra al mando de Guillermo Brown, quien, al avistar las naves imperiales, fue a situarse al fondeadero de Los Pozos (actual Dársena Norte).
Brown, como buen estratega, conocía la desventaja de la Escuadra Imperial ya que el gran calado de sus barcos los obligaba a mantenerse distanciados de la batalla, por temor a quedar varados en los bancos de arena del Río de la Plata.
Hizo formar a sus buques, una fragata, 2 bergantines, una barca y 8 cañoneras al costado del canal de acceso. Dirigiéndose a sus tripulantes les dijo: “Marinos y soldados de la República: ¿véis esa gran montaña flotante? ¡Son los 31 buques enemigos! Pero no creáis que vuestro General abriga el menor recelo, pues no duda de vuestro valor y espera que imitaréis a la 25 de Mayo, que será echada a pique antes que rendida. Camaradas: ¡confianza en la victoria, disciplina y tres vivas a la Patria!.
Corbeta “25 de Mayo».
Momentos después, la nave capitana de Brown dio la consigna: “¡Fuego rasante que el pueblo nos contempla!”, refiriéndose a los pobladores de Buenos Aires que se encontraban observando desde la orilla del río.
Cerca de las 14.00 horas comenzó el combate. Tras media hora de cañoneo recíproco, ambas escuadras quedaron intactas. Norton, al comprobar que no podía acercarse a nuestras naves por temor a quedar varado con sus buques, tras corta lucha, decidió retirarse hacia aguas más profundas, ocasión que fue aprovechada por Brown para perseguir a las naves brasileñas con las cañoneras.
La batalla dejó de manifiesto el gran conocimiento que Guillermo Brown tenía del escenario bélico. Además, se alzó como héroe militar y popular, con una tropa con la moral bien alta por el triunfo, y con los pobladores de Buenos Aires llenos de gratitud y júbilo por la epopeya.
Réplica de la insignia que Mariquita Sánchez de Thompson entregó a Guillermo Brown; que se encuentra en el Museo Naval de la Nación.
Créditos: Gaceta Marinera Digital