La invasión de Rusia, nueva estrategia de Ucrania
Ricardo Martínez Isidoro, 1 de septiembre de 2024
La reciente incursión de las
Fuerzas Armadas ucranianas en el
Oblast de Kursk puede ser interpretada de diferentes maneras según se analicen sus objetivos en el nivel político militar, operacional o táctico; diferentes profesionales prestigiosos del análisis lo han hecho estos últimos días esgrimiendo diferentes hipótesis.
La comparación de las estrategias operacionales de ambos contendientes podría ser otro punto de atención, después de más de dos años de confrontación entre
Rusia y Ucrania en los que los grandes movimientos y maniobra de fuerzas han sido escasos.
Sin embargo, hay algo que destacar en la iniciativa ucraniana en
Kursk, y es la
negativa a ser tratada como un Estado subsidiario de Rusia, al que se le puede “
domesticar” con una simple “
operación especial”, al estilo de las que la URSS realizaba con sus países ocupados díscolos; ejemplos los hay, Primavera de
Praga 1968, Represión en Hungría en 1956, Chechenia 1999/2000, y un conmovedor etcétera.
Este tipo de acciones del antiguo imperio se quisieron rememorar en febrero del 2022, con aquel esfuerzo operacional ruso que
tenía como objetivo la rápida ocupación de la capital Kiev, el derribo de su Gobierno, la posible implantación de un ejecutivo títere y una ocupación temporal, para la que esperaban las Grandes Unidades acorazadas en la dirección conveniente, embarrancadas por otra parte.
Ucrania, actuando en una defensiva por líneas interiores, defendió bien y redujo las ganancias territoriales rusas en el oeste y norte, delatando las debilidades operacionales rusas en materia de Mando y Control y Comunicaciones, obligando al Mando político militar a reorganizarse, aspecto que costó sus puestos a varios Generales, y en ocasiones sus vidas; en el frente oriental no tuvo tanta pericia, siendo este el nuevo esfuerzo principal tras el fracaso en
Kiev.
En el frente este, riberas de los mares de
Azof y
Negro, la estrategia rusa de negar el acceso a Ucrania a estos espacios marítimos tuvo parcialmente su recompensa, pues no solo no se consiguió totalmente sino que el objetivo final ruso, ocupar
Moldavia, aprovechando su posición en
Transnistria, neutralizando la zona de
Odessa, queda todavía sin culminar en el propósito de los invasores, y de ello tienen también mucha responsabilidad las acciones operacionales ucranianas, pues la repercusión de sus objetivos superan lo táctico, dado que mantuvieron a raya a las Unidades de desembarco y apoyo naval rusas en esos mares, infligiendo pérdidas muy significativas, algunas con gran impacto en la gran potencia territorial.
Ucrania ha mantenido también otra actividad estratégica menos comentada, y es la agresión indirecta, herramienta que combina la acción de sus
Fuerzas de Operaciones Especiales con las de sus
Servicios de Inteligencia, actuando en la retaguardia rusa e inoculando en su población, cada vez menos adicta a la guerra, la sensación de que no hay terreno seguro, y a los círculos más próximos al liderazgo de Putin la necesidad de una protección y vigilancia cercanas.....................................................
La invasión de Rusia por Ucrania se enmarca ya en una verdadera guerra, con violación de fronteras por ambas partes y acciones militares significativas
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