Lloyd Austin reportedly fumed at his Israeli counterpart for waiting until the last moment to tell him the Hezbollah chief would be killed
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El Pentágono está "furioso" con Israel por el ataque a Nasrallah, según los medios
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, habría “perdido el control” en una llamada telefónica con su homólogo israelí
Sobre eso se pueden leer dos versiones, que han sido descritas por diferentes analistas. La primera es que Israel se ha reído de USA, ya que parece trabajar en contra de los intereses estadounidenses en OM (a medida que se incremente el listón, USA lo tiene más difícil para permanecer físicamente en OM) Esta versión tiene como transfondo un Israel muy desesperado, que se agotaría en el síndrome de su propia política, de su endogamía. Es el miedo permanente, que suele ser mal consejero si estás armado hasta los dientes y quieres obtener lo que estás convencido que te pertenece (y esto sería la simbolización de un colapso también económico para Israel, cuya situación de crisis y dependencia económica es ya palpable)
La segunda es que solo es una escenificación teatral de las connivencias entre Israel y USA, que casi comparten elementos personales políticos, que salen y entran de sus gabinetes nacionales como si estuviesen en su casa, no sabiéndose dónde está la misma, si en Tel Aviv o en Whashington.
Lo cierto es que Israel camina hacía la anexión a su territorio de un 75% de su propio tamaño. La necesidad de agua es crónica y quiere el Río Litani. Para eso, debe expulsar a la población del Sur del Líbano. Ya están apalabradas los asentamientos en la playa de Gaza, escoltando la prospección de gas y solo sobraba la población, que en gran parte ha sido diezmada y desplazada. Creo que ese proceso seguirá porque aún queda más de un millón de potenciales terroristas viviendo allí.
El problema por lo tanto, no es Hezbollah, Hamás o Irán, sino cuál es el real futuro para Israel y qué tipo de Estado es, para qué sirve, a qué intereses responde, qué ofrece, ...
Es un Estado en búsqueda de identidad. Justo la que tienen todos sus enemigos, comenzando por los persas.