Hace 146 años nacía la Flota de Mar argentina
La transformación de una escuadra fluvial en una auténtica Flota de Mar marcó un hito en la defensa de la soberanía sobre la Patagonia argentina. Este hecho, liderado por el Comodoro Luis Py, se inscribe como un capítulo clave en la consolidación del territorio nacional.
domingo 1, diciembre 2024
Desde 1843, Chile inició su expansión hacia el sur, ocupando Punta Arenas y realizando actos de soberanía sobre la región patagónica, incluida la navegación del Estrecho de Magallanes; acciones que se extendieron con incursiones en aguas de la provincia de Santa Cruz.
Esta presencia amenazaba la soberanía nacional en la región, generando tensiones diplomáticas y conflictos de jurisdicción con Argentina.
Para 1876, el gobierno argentino designó al Teniente de Marina Carlos María Moyano como Subdelegado de Marina en Santa Cruz. Su gestión marcó el inicio de una defensa activa de los intereses nacionales en el extremo austral.
El Teniente de Marina Moyano denunció las constantes incursiones chilenas en aguas argentinas y protestó enérgicamente ante el gobierno trasandino. Esta situación llevó al presidente Nicolás Avellaneda, junto con su ministro de Guerra y Marina, el general Julio Argentino Roca, a planificar una respuesta firme: una expedición naval que reafirmara la soberanía nacional.
Las fuerzas navales argentinas
En 1878 se dispuso el envío de una división naval a Santa Cruz, al mando del Comodoro Py, para exhortar a los marinos chilenos que se retiraran de la zona.
La Armada Argentina contaba con una escuadra limitada, adaptada para la defensa de ríos interiores. Entre sus unidades destacaban dos monitores acorazados (“Los Andes” y “El Plata”), dos corbetas cañoneras (“Uruguay” y “Paraná”) y cuatro bombarderas.
Sin embargo, estas embarcaciones estaban diseñadas para la navegación fluvial, no para enfrentar las condiciones del mar abierto ni a una flota oceánica como la de Chile. Ante esta limitación, se seleccionaron tres unidades para la expedición a Santa Cruz.
La división quedó integrada por el monitor “Los Andes”, designado buque insignia, la corbeta “Uruguay” y la bombardera “Constitución”. Más tarde se agregaron la bombardera “República” y la goleta “Cabo de Hornos”. Estas naves, modestas en comparación con la flota chilena, representaban un desafío logístico y estratégico.
La misión del Comodoro Luis Py
El Comodoro Luis Py, experimentado marino de origen catalán, fue elegido para liderar la expedición. Junto a él, se destacaron el Teniente Coronel Ceferino Ramírez al mando del “Los Andes” y el Sargento Mayor Juan Cabassa a bordo de la “Constitución”.
El 6 de noviembre de 1878, Py recibió las órdenes oficiales, y el 8 de noviembre, la expedición zarpó de Buenos Aires.
La travesía enfrentó duras condiciones climáticas que separaron a las embarcaciones, pero finalmente se reunieron en las cercanías del río Santa Cruz el 26 de noviembre.
La reafirmación de la soberanía
Cuando Py y sus hombres arribaron a Santa Cruz, las naves chilenas se habían retirado de la zona.
El 1º de diciembre de 1878, en un día tormentoso y de fuerte viento, en la cumbre de un cerro de Cañadón Misioneros (río Santa Cruz) formó la tropa del Regimiento de Artillería de Plaza al mando del Sargento Mayor Adalid.
En un tronco de palmera, que luego fuera enterrado en el suelo, el Teniente de Marina Carlos Beccar procedió a clavar el pabellón nacional. Las tripulaciones de las tres naves surtas en Misioneros estaban presentes en el acto, como así también el Subdelegado de Marina en Santa Cruz, el Teniente de Marina Carlos María Moyano, y el personal a sus órdenes.
Así comenzó a flamear en tierra de Santa Cruz nuestro pabellón, como acto de afirmación de soberanía, sellando la presencia argentina en el área. No hubo salvas de ceremonia y luego en el buque insignia se ofreció un brindis; al final, los doctores De la Fuente y Aráoz pronunciaron palabras alusivas al significativo acto.
A bordo de la corbeta “Uruguay”, los cadetes de la primera promoción de la Escuela Naval Militar rindieron sus exámenes finales, demostrando que la misión no solo fortalecía la soberanía, sino también la formación profesional de los futuros oficiales navales.
En marzo de 1879, las naves regresaron a Buenos Aires, habiendo cumplido con éxito su misión. La expedición no solo aseguró la soberanía argentina en la Patagonia, sino que además transformó una pequeña escuadra de río en una verdadera y permanente Flota de Mar argentina destinada a proteger los intereses marítimos nacionales.
Legado de la expedición
La campaña del Comodoro Py simboliza el espíritu y la determinación de los primeros marinos argentinos, quienes, con recursos limitados, defendieron la integridad territorial del país.
Aquel esfuerzo pionero cimentó las bases de una fuerza naval que, desde entonces, acompañaría la proyección nacional en el Atlántico Sur.
Años más tarde, durante 1884, la entonces Marina de Guerra, por especial encargo del Gobierno Nacional, envió una división expedicionaria a cargo del Coronel de Marina Augusto Lasserre, para establecer dos Subprefecturas Marítimas, una de ellas en Ushuaia. Este hecho permitió a la República Argentina ejercer sus derechos soberanos y aseguró la posesión definitiva de estas tierras, siendo la expedición del Comodoro de Marina Lasserre, la que hiciera ondear por vez primera la enseña celeste y blanca en la bahía de Ushuaia.
En años posteriores la Flota de Mar se renovó incorporando nuevos medios. Asimismo, intervino activamente en operaciones combinadas internacionales con las Armadas de diferentes países tales como EEUU, España, Canadá, Uruguay, Sudáfrica, Paraguay, Chile y Brasil.
Desde entonces, la Armada Argentina avanzó con el país y pasó por la época de los acorazados y de los portaviones, habiendo vivido acciones de guerra durante el Conflicto de Malvinas durante las cuales fue hundido el crucero ARA “General Belgrano” y resultó seriamente averiado el aviso ARA “Alférez Sobral”.
La Fuerza se hace presente en los episodios relevantes de un mundo con nuevas amenazas participando activamente bajo el mandato de las Naciones Unidas destacando buques al Golfo de Fonseca en Honduras (1990), participando de la Operación Tormenta del Desierto en el Golfo Pérsico (1991) y en Haití (1994), entre otros.
Características principales
La Flota de Mar está compuesta por buques de combate y apoyo que constituyen el cuerpo fundamental del Poder Naval de la República Argentina.
La Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar y el Grupo Aeronaval de la Flota de Mar incrementan su capacidad operativa.
Su alistamiento operativo y adiestramiento en el mar le permiten llevar a cabo las misiones de protección y control del Mar Argentino, asegurando la preservación de sus recursos naturales, teniendo como asiento natural la Base Naval Puerto Belgrano, en la Provincia de Buenos Aires.
La lidera un Comandante de la Flota de Mar y para el cumplimiento de sus tareas está organizada en Comandos de División, asignándoles funciones específicas para la conducción de cada ambiente de la guerra naval.
Créditos: Gaceta Marinera Digital