Dassault promete producir Rafale en Brasil a partir de la séptima aeronave
La última propuesta presentada al Ministerio de la Defensa brasileño por la Dassault Aviation en la licitación FX-2, para renovación de la flota de cazas de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), preve producir 30 unidades del modelo Rafale en Brasil, a partir de la séptima aeronave.
En caso de victoria francesa sobre los competidores, la F-18 de la norteamericana Boeing y el Gripen NG de la sueca Saab, la cadena de montaje será de responsabilidad de la Embraer y generará tres mil empleos. El coste del paquete, sin embargo, es mantenido como secreto industrial.
Las informaciones habían sido reveladas la periodistas brasileños este martes (20), en Saint Clous, en los alrededores de París, por el vicepresidente de la Dassault, Eric Trapier.
La propuesta francesa fue entregado el 2 de octubre y es el favorito de entre las tres, según reiteran el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el ministro de la Defensa, Nelson Jobim, por ser considerada la que preve mayor traspaso de tecnología.
Según la compañía francesa, de las 36 aeronaves que deberán ser vendidas en la primera etapa del proyecto FX-2, las seis primeras – construidas a partir de 2013 – serán producidas en Francia, casi que de forma integral con piezas francesas. A partir de la séptima unidad, la cadena de montaje sería transferida a Brasil, donde las cazas serían producidos bajo licencia por la Embraer – empresa de la cual la Dassault tienen 0,9% de las acciones. “Desde los primeros aviones, podremos producir en Brasil”, dijo Trapier, concluyendo a seguir: “a partir del séptimo avión”.
La oferta de la Dassault representa un avance en relación al que había sido indicado en la penúltima propuesta, que no preveía la construcción de ninguna de las 36 cazas en Brasil. El traspaso precoz de la cadena de montaje para el interior São Paulo también generará tres mil empleos por diez años, de los cuales mil directos y dos mil indirectos.
Con la trasferencia paulatina de tecnología y el inicio de la fabricación de piezas por industrias brasileñas, el índice de nacionalización de las aeronaves deberá aumentar. La expectativa de la Dassault es que el trigésimo sexto aparato tenga hasta 50% de componentes producidos en cadenas de montaje nacionales. “El trigésimo sexto, en teoría, quizás pueda contar con 50% de piezas fabricadas en el país, pero depende de la iniciativa de la industria brasileña”, resaltó. “Si de hecho hubiere tres etapas de compra de aviones, creo que la industria nacional será más ambiciosa”. Trapier anticipó que varios acuerdos con compañías brasileñas están siendo firmados para el caso de victoria francesa en la licitación.
Sobre la trasferencia de conocimiento, el ejecutivo volvió a afirmar que ni la empresa ni el gobierno de Francia imponen restricciones. Tecnologías sensibles, como los sistemas de comando de vuelo digitales (DFCS), softwares, sistemas de autoprotección por infrarrojo, serían repasadas. Módulos de las antenas activas del sistema del Eletronic Scanning Radar y la cadena de manutención de los motores serán pasados a Brasil por compañeros de la Dassault – Thales y la Snecma. “Tenemos el compromisso fuerte de las autoridades francesas de que no habría restricción ninguna de la tecnología de los Rafale”, reafirmó Trapier.
De acuerdo con la compañía, el valor del paquete de conocimiento que las industrias brasileñas recibirán equivale a 160% del coste de la compra de los 36 aviones – cuyo montante la empresa insistió en mantener bajo secreto.
La propuesta de la Dassault también da prioridad a Brasil para exportar unidades del caza para países vecinos. “No veo país mejor que Brasil para exportar para américa Latina”, afirmó Trapier. El ejecutivo, sin embargo, dijo no estar seguro se Brasilia tendrá interés en transferir los conocimientos que adquirir. “El gobierno brasileño va a autorizar la exportación de su tecnología?”, cuestionó.
Competencia Provocada
Cada competidora de la Dassault en la pelea por la competencia FX-2 tiene un origen distinta. Para los franceses, la disputa del Rafale con el caza Gripen NG, de la sueca Saab, es de naturaleza técnica. Ya en la comparación con la F-18, de la norteamericana Boeing, la lucha es política y diplomática.
El análisis fue hecha este martes (20) por ejecutivos de la Dassault, en Saint Clous, en la sed de la fábrica. En una secuencia de conferencias sobre el Rafale, ofrecidas la periodistas brasileños, el blanco fue siempre el Gripen NG, que los franceses definen como “avión de segunda clase”. Durante todo el día, el caza sueco fue tratado como “avión de papel”, por todavía estar en fase de proyecto, y menospreciado por ser equipado de un único motor – y no dos, como sus competidores Rafale y F-18. “El Gripen es evidentemente de una clase de performance bien inferior”, definió el vicepresidente de la Dassault, Eric Trapier. “El Gripen no es operacional, no tiene dos motores y sus radares, yo desconozco, porque nunca el vi volar”.
Trapier también ironizó las declaraciones de dirigentes de la Saab, que afirmaron poder vender a Brasil dos aviones por el precio de uno Rafale. “No conozco los precios de la Gripen. Hasta porque el Gripen no existe”, afirmó. “Me parece lógico que el Gripen deba ser, por lo menos, dos veces más barato, ya que es dos veces menos eficiente”.
El ejecutivo de la Dassault también criticó las promesas de traspaso de tecnología de los suecos, las cuales, según él, no tienen autonomía para decidir sobre todos los equipamientos del Gripen NG, por sean producidos en países como Estados Unidos “En el Rafale, toda la tecnología es francesa. No tenemos que pedir autorización para ningún otro Estado para transferir tecnología”.
Después del bombardeo de críticas al caza sueco, los ejecutivos de la Dassault habían sido cuestionados sobre por qué no atacaban la F-18, de la Boeing, con la misma intensidad. Uno de los administradores respondió: “como los parámetros de comparación entre el Rafale y la F-18 son muy parecidos, la competición con a Boeing es más política, y queda por cuenta del gobierno francés”, reconoció. “Ya la disputa con el Gripen NG es técnica y cabe la nosotros esclarecer las diferencias entre las dos aeronaves”.
KC-390
La última oferta de la Dassault para el gobierno brasileño no incluye sólo el traspaso de tecnología para la producción del Rafale. El proyecto de la Embraer de construir un avión de carga, el KC-390, también sería beneficiado por nuevos componentes técnicos. La propuesta fue revelada por la cúpula de la Dassault este martes (20). Además del compromiso del gobierno francés de adquirir entre 10 y 15 unidades del KC-390, la Dassault y Thales se habían comprometido a equipar el carguero con, entre otras, tecnologías para la producción del ataúd de alas de sistemas de comando de vuelo digitales (DFCS). “Con la Embraer, tenemos intención de suministrar aviônica integrada del nivel del Airbus A-380?, afirmó un ejecutivo de Thales, se refiriendo a avión comercial gigante fabricado por la Airbus.
FUENTE: Gazeta del Pueblo