Atlasur VII
Adiós a Ciudad del Cabo
Luego de dos semanas de ejercitaciones en Sudáfrica, los buques de la Armada Argentina regresan a nuestro país.
La corbeta ARA “Robinson” sale del puerto sudafricano. SUDÁFRICA – Finalizadas las operaciones, las unidades de las Armadas de Argentina, Brasil, Uruguay y Sudáfrica navegaron desde el Cabo de Buena Esperanza hasta Ciudad del Cabo, donde descubrieron la imagen de Table Mountain, el cerro de 1200 metros de altura que sirve de ícono a esa ciudad.
La corbeta ARA “Robinson” sale del puerto sudafricano.
Por babor, la silueta de Roben Island completa el portal de ingreso a la bahía Klen, amplio espacio de mar donde, luego de transitar un dispositivo de separación de tráfico, fondean los buques en espera para entrar a puerto.
La maniobra de entrada fue rápida para las fragatas SAS “Amatola”, SAS “Isandlwana”, MB “Defensora” y MB “Independencia”, y para las corbetas ARA "Rosales" y ARA "Robinson".
El sitio de amarre fue frente al famoso Table Bay Hotel, uno de los más lujosos de África, y a menos de 50 metros de la entrada al lujoso complejo comercial y residencial llamado "V&A Waterfront".
Balance de la operación y pasaje del testimonio
Luego de amarrar, la actividad comenzó con una reunión de evaluación final de los comandantes de todos los Grupos de Tareas y sus jefes de Operaciones. Se extrajeron conclusiones y lecciones aprendidas en un detallado análisis de las operaciones efectuadas.
Para el comandante del Grupo de Tareas de la Armada sudafricana, capitán de navío Douglas Faure, "el ejercicio fue un éxito, el mejor Atlasur hasta la fecha por la cantidad y complejidad de las operaciones realizadas."
"Lo realizado en el mar es muy valioso porque contribuye a la interoperabilidad y a la seguridad del Atlántico Sur, pero sobre todo, la camaradería y amistad generada entre nuestras tripulaciones, nos permite cumplir el objetivo de afianzar los lazos de confianza mutua entre nuestros países", expresó el capitán de navío Carlos Castro Madero, responsable del grupo de tareas argentino.
Además, resaltó el orgullo y expectativa que genera para nuestro país el hecho de ser anfitriones del Atlasur VIII.
"Igualar el éxito logrado en esta edición será un gran desafío para la Armada Argentina que espera a nuestros amigos del Atlántico Sur para compartir nuestro primer bicentenario en 2010", concluyó.
La Conferencia Final del Atlasur VII fue cerrada por el contralmirante Robert Higgs, comandante de las Fuerzas de la Flota sudafricana.
"Equipo Argentina, equipo Brasil, equipo Uruguay, equipo Sudáfrica es equipo Atlántico sur", fueron sus palabras de apertura. Resaltó luego que "el éxito logrado en Atlasur VII es trascendente e histórico porque podemos mostrarle al mundo naval un resultado claro en términos de trabajar juntos para la paz y la determinación de estar unidos para defender el uso del mar para la unión y el progreso de nuestros pueblos."
Trajo a colación conclusiones del último Simposio Naval, según las cuales "las Armadas del mundo y Naciones Unidas, son instituciones determinantes del futuro de la humanidad, lo cual refuerza la trascendencia histórica de lo logrado."
Explorar los buques en Ciudad del Cabo
A poco de amarrar, los tripulantes de los seis buques comenzaron a mezclarse con los turistas y visitantes del "V&A Waterfront", recorriendo sus muelles cargados de actividad y cuidado atractivo.
Mientras tanto, el público se agolpaba frente a las unidades navales para visitarlas. Las banderas multicolores del engalanado daban un ambiente festivo a la jornada.
Las sonrisas de los marinos argentinos que servían de ariete frente a las barreras idiomáticas fueron elogiadas por turistas de todo el mundo que se fascinaban con los sistemas navales, las alegorías marineras y los uniformes impecables de los tripulantes.
Hasta la vuelta
Las fragatas SAS “Amatola” y SAS “Isandlwana”, seguidas por la MB “Defensora” y la MB “Independencia”, zarparon anteayer durante la mañana.
Luego de ser despedidos por el Agregado Naval ante la Embajada Argentina en la República de Sudáfrica, capitán de navío Gustavo Díaz Durán, la corbeta ARA "Robinson" puso proa hacia la boca del puerto seguida por la "Rosales".
Poco tiempo después, una formación en línea de marcación entre los buques dio inicio al tránsito de regreso a casa.
Al caer la noche, el viento fuerte del noroeste empezó a arreciar con una lluvia horizontal que cerraba por momentos la visibilidad. En la proa, cuatro mil millas de Océano Atlántico quedaban por delante para ser transitadas camino a Puerto Belgrano.
http://www.gacetamarinera.com.ar/nota.asp?idNota=222&idSec=7