Polaris e ITA concluyen prototipo de turbina para aeronaves civiles
10/08/2010
Virginia Silveira, para el Valor, de São José dos Campos
Brasil ya está migrando para el rol de países que desarrollan y certifican turbinas Aeronáuticas. El Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA), en conjunto con la empresa Polaris Tecnología, finalizó el desarrollo del primer prototipo de uno turboreator de 350 kilos de empuje, equivalente a una potencia de 1300 HP.
Ahora los investigadores trabajan en el desarrollo de un motor turboélice de 1000 HP para equipar vehículos aéreos no tripulados.
Uno de los méritos de ese proyecto, según el director de Emprendimentos del Comando-general de Tecnología Aeroespacial (CTA), brigadier Venâncio Alvarenga Gomes, fue a descubrir las competencias que Brasil posee para fabricar partes y componentes de la turbina en el propio país.
“Actividades como la usinagem del compresor, ignitor a plasma, la fusión del disco de la turbina en liga especial y lo equilibrio de ruedas exigido por las normas internacionales, son algunos de los ejemplos de esa competencia adquirida por las industrias brasileñas”, explicó.
Se trata de un proyecto estratégico, en la medida en que existen hoy sólo cinco países en el mundo con el dominio de la tecnología de desarrollo y certificación de motores aeronáuticos. “En una segunda etapa, la turbina, bautizada de TR3500, podrá equipar futuros proyectos de aeronaves civiles”, dijo Alberto Carlos Pereira Filho, director de la empresa Polaris.
Las turbinas que equipan las aeronaves de la Embraer son suministradas por empresas extranjeras, caso de la canadiense Pratt & Whitney (línea de jets ejecutivos y Supertucano), la americana GE (jets 170 y 190) y la inglesa Rolls Royce (ERJ 145, Legacy 600). Los motores representan alrededor de 20% a 30% del valor de una aeronave.
“LA TR3500 demuestra que podemos progresar rápido. Diferentemente que ocurrió con respecto al desarrollo de turbinas en otros países, no necesitaremos de décadas para alcanzar un producto autóctono y competitivo”, comenta Homero Santiago Maciel, coordinador general del proyecto en el ITA.
El proyecto del motor aeronáutico brasileño tuvo inicio en 2003 con el desarrollo de una turbina a gas para Petrobras. “El objetivo de ese proyecto era dominar el proceso de fabricación de cámara de combustión, la vibración del motor y el desarrollo del sistema de control de la turbina”, explica. Petrobras apoyó la ideia e invirtió R$ 850 mil en su ejecución.
En la fase de preparación del prototipo de la turbina Aeronáutica, habían sido invertidos R$ 3 millones, de los cuales R$ 1,7 millón a través de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep); R$ 750 mil del ITA y R$ 550 mil de la Polaris.
“La próxima etapa del proyecto, evaluada en R$ 116 millones, preve la construcción de 11 laboratorios avanzados en el área de tests para turbinas, infraestrutura necesaria para garantizar el proceso de homologación de los motores”. Según el director de la Polaris, ese tipo de laboratorio todavía no existe en Brasil. Los recursos están siendo negociados con la Finep.
La tecnología envuelta en el proyecto de las turbinas del ITA también generó frutos para a Vale Soluciones en Energía (VSE). LA empresa patrocinó el desarrollo del prototipo de una turbina a gas estacionaria, en la franja de potencia de 1 MW, para generación de energía eléctrica.
Bautizada de TVRD 1000, la turbina a gas de la VSE fue comprobada en mayo de 2007. El éxito de la operación motivó la empresa a apostar en la construcción de una base fabril en el Parque Tecnológico de São José dos Campos.
Según el coordinador del programa de interfaz entre las empresas y lo CTA, Homero Santiago Maciel, el objetivo de la VSE es el desarrollo de una familia de turbinas para minitérmicas, con potencial para competir en mercado de energía.
Petrobras, de acuerdo con Pereira Filho, también es compañera de la Polaris en el desarrollo de una turbina a gas arriba de 3 MW, un proyecto presupuestado en R$ 80 millones. “Hoy, Petrobras posee cerca de 180 turbinas importadas y gasta aproximadamente US$ 300 millones en la manutención de esos equipamientos”.
Las turbinas brasileñas, según Pereira Filho, serían usadas por Petrobras en la generación de energía eléctrica para sus plataformas y para mantener la presión en la línea de bombardeo de petróleo. “La empresa usa compresores gigantescos que son accionados por turbinas a gas”.
Creada por ingenieros del ITA, la Polaris es una empresa de alta tecnología que funciona como incubada de Petrobras, en las instalaciones de la Refinería Henrique Lage (Revap), en São José dos Campos. Además de la turbina a gas, la Polaris desarrolla para la estatal de petróleo un quemador que genera fuente térmica de calor para que la empresa pueda utilizar aceite pesado sin contaminar el medio-ambiente.