Fuerzas Insurgentes
La principal amenaza estaba constituída por el ERP, que había formado una "especie" de subunidad guerrillera. Su nombre era "Compañía de Monte Ramón Rosa Jimenez", su Jefe sería Hugo Irurzún "Capitán Santiago". La Compañía estaba conformada por Cuatro Secciones semiindependientes comandadas por "Tenientes", y estas estaban divididas en 3/4 pelotones de 10 combatientes cada uno, estos eran liderados por "sargentos".
También existía una organización logística. En total la fuerza combatiente rondaría; en su apogeo; los 220/250 combatientes.
La organización de apoyo logístico, información y celulas encubiertas que operaba en la provincia era mucho más compleja y grande. Su finalidad era brindar sustento (comida, dinero, munición, armas, documentación falsa e información) Oeraba desde la Ciudad de Tucumán, la Ciudad de Santiago del Estero y otros centros poblados cercanos.
Otras organizaciones
En la zona tucumana también operarían fracciones menores de Montoneros. Su acción más afamada fué el derribo del C-130 cuando decolaba de la BAM Matienzo.
Sus acciones no fueron coordinadas con el ERP, aunque hubo reuniones entre sus líderes con ese fín, sin llegar a acuerdo.
Equipamiento y armamento
Su uniforme constaba de ropa de trabajo OMBÚ color verde o caqui, gorras de visera y zapatillas. Algunos calzaban botas. Portaban sus pertrechos, equipos y municiones en bolsas de bandolera (similares a nuestras bolsas de rancho), mochilas pequeñas y cananas. Todo hecho en lona.
En campaña vivían a base de enlatados (paté, etc) miel, salames, quesos de campo y pan casero. Cuando se sentían seguros cocinaban guisos engrandes ollas o faenaban cabritos.
Su armamento estaba compuesto por:
Fusiles FAL 7,62mm, pistolas Ballester Molina 11,25 y Browning 9mm, escopetas tipo Ithaca 12/70, ametralladoras Madsen, Fusiles/rifles de caza mayor con mira telescópica (tiradores especiales), lanzagranadas "caseros", ametralladoras MAG y; por lo menos una; M-2 de 12,7mm. Todo el material fruto de asaltos a cuarteles, comisarías y robos a armerías civiles.
Contaban también con gran cantidad de granadas, explosivos y detonadores. Su ingenio e inventiva les posibilitó ser maestros en la confección de trampas "cazabobos"