Sep, ¿Donde habrà ido?, al principio lo removieron para darle lugar en una de las naves, pero recubrieron las partes con una membrana y despuès no sè que pasò, quizà los llevaron a Mar del Plata. Por ahì elinge sabe donde fueron.
Impulso a la industria militar
Por Daniel Gallo
De la Redacción de LA NACION
Poner en funcionamiento la empresa Talleres Dársena Norte (Tandanor) forma parte de un plan general de promover la industria naval argentina. Hace tres años empezó a pensarse en un triángulo formado por ese astillero, el Domecq García y el Río Santiago como un polo de producción. Los contratos militares serán la base de ese proyecto. Y empezarán con los cinco buques patrulleros que se construirán para la Armada. El primer encargo para Tandanor será un buque patrullero de alta mar, cuyo presupuesto es de 70 millones de pesos, según figura en el actual presupuesto. A ese navío seguirán otros cuatro similares.
Para asegurarse ese plan estratégico, el Estado debía quedarse con Tandanor. Los proyectos por realizarse allí ya estaban cerrados hace tiempo en las oficinas estatales, por lo que la decisión administrativa de ayer tiene detrás un plan ideado para tomar el control empresarial con propuestas de rápida concreción.
La iniciativa sobre Tandanor contemplaba en principio una fuerte participación de inversores privados extranjeros. Si bien el Estado queda ahora en control de ese astillero, los emprendimientos navales previstos en el mediano plazo esperan la participación de países del Mercosur ampliado en esos planes. Existen negociaciones políticas para que esos buques patrulleros por construir para la Armada sean seguidos por encargos del exterior.
La demora en esta reestatización -decidida políticamente en 2003- tuvo que ver con una lucha interna dentro de la industria naval. La dirigencia de los astilleros Río Santiago estaba preocupada por la posible competencia que significaría la reapertura total de Tandanor. Pero los contratos recibidos últimamente por Río Santiago quitaron temores. Allí fue renovada la Fragata Libertad, con un costo estimado en 50 millones de pesos, y se arman las barcazas petroleras pedidas por el gobierno venezolano.
La relación de los astilleros Río Santiago con Hugo Chávez es muy estrecha y el líder bolivariano visita las instalaciones cada vez que viene a la Argentina. El astillero Domecq García, en cambio, está especializado en el trabajo sobre submarinos. Toda la expectativa está puesta ahora en la reparación que se hará allí en el San Juan, uno de los sumergibles de la Armada. Si el proyecto es exitoso, las autoridades nacionales saldrán a vender el servicio a las marinas del mundo. Los números que tienen sobre su mesa los responsables de Defensa y de la Armada indican que podrían mostrarse competitivos en ese rubro. El de ayer fue un paso más dentro de un plan que lleva varios años de iniciado.
La Armada, por ejemplo, abrió nuevamente la escuela de oficios en Puerto Belgrano para capacitar operarios civiles en cada paso que se requiere para construir o reparar un buque. Al estar fuera de servicio los astilleros, se perdieron las habilidades necesarias para la industria naval. Por eso se comenzó a perfeccionar a los trabajadores antes de lanzarse a realizar los proyectos.
En el caso de Domecq García se buscaron en el mundo las mismas máquinas que habían sido vendidas hace años por el propio astillero y fueron reinstaladas. A fines de los 80, los contratos con la Armada llevaron a construir fragatas, corbetas y submarinos en ese ahora renovado polo industrial. Esa capacidad es la que se intenta recuperar. Así, el Estado quiere meterse fuerte nuevamente en la industria militar.
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La reactivación del astillero Domecq García, estimada en 70 a 80 de la capacidad industrial que tenía en 1995, cuando fue cerrado.....
......se advierte hoy en todo el predio pero exhibe también testimonios mudos de lo que nunca debió haber pasado.
Todas las naves o galpones fueron recuperados, incluidos el tendido eléctrico que sirve diversos voltajes y los conductos de gases industriales, aire comprimido y acetileno. "Es una recuperación progresiva", con autofinanciamiento total en el 2005, destacó el capitán Carlos Ferrara, jefe de ingeniería.
Pero con sólo ingresar a la nave principal, de dimensiones (210 metros de largo) y equipamiento excepcionales a nivel mundial, se deja ver el que iba a ser el submarino Santa Fe, cuya construcción se interrumpió a comienzos de la década del '90.
En el otro costado del galpón se halla el San Luis, que participó en la Guerra de las Malvinas -estuvo debajo de la flota inglesa- y que ingresó al Domecq García para una reparación de media vida que truncó hace una década el cierre de la planta.
Para tener una idea de estos frutos amargos del neoliberalismo de los '90, baste señalar que el San Luis es un submarino clase 209 IKL, de los cuales navegan en el mundo unos 60 con la sola excepción de este combatiente de Malvinas.
En cuanto al Santa Fe, cuando su construcción fue suspendida en 1994 se hallaba en un 70 por ciento, ahora reducido a un 30 por ciento debido al abandono al que se vio sometido durante 10 años.Cerca del submarino se alinean tres enormes cajones que guardan los motores de 78 toneladas cada uno, casi 100 con los componentes periféricos.
Aun así, son recuperables "pero por el momento no es la prioridad", explicó Ferrara.
Entre los objetivos pendientes pero en proyecto, próximo a los dos grandes tinglados principales y los laterales, se halla la recuperación de la planta de granellado, una tecnología para el carenado de cascos, si bien más costosa, superior al arenado (que es contaminante) y al uso de agua a alta presión.
En la nave de premontaje, la segunda en importancia, puede verse una prensa hidráulica de 800 toneladas que había sido vendida a un privado y fue recomprada. O el tren de oxicorte, que poyectan equipar con autocad, y más allá equipos e instalaciones restaurados mediante contraprestaciones con los contratistas que usan las instalaciones del astillero de la Armada.
No menos trascendente es el relanzamiento de la capacitación, en especial con vistas a la reconstrucción de media vida del submarino San Juan, que ingresará al Domecq García en el último trimestre de 2006.
Con esta perspectiva, funciona ya la Escuela de Soldadores en la vecina planta de Tandanor, aunque la soldadura de submarinos requiere una formación especial que quedará a cargo del propio Domecq García.
Por otra parte, astillero de la Armada está poniendo a punto con ingeniería naval de la Universidad de Buenos Aires un convenio que incluirá pasantías, por el que los estudiantes, al cursar materias en aulas del astillero, podrán además contrastar los conocimientos obtenidos con la práctica en el Domecq García.
Efectivamente, parte de la deuda que teníamos con el club de París era por el inconcluso proyecto de los TR, en el cual Thyssen consideraba el no cumplimiento del contrato.
Yo tampoco Hattus, estoy esperando la noticia pero estos marmotas no la psan. Esperemos que sea algo bueno, no creo que los Frenchis quiera los TR sin terminar (espero). Me voy a ver el noticiero.
Noooo... estoy en el local con la maquina saturada de bajar controladoreeees... me pueden decir que esta pasando???
Ok, gracias, PULQUI... y se terminan ahora o que?