Explotación y usurpación de recursos en las Malvinas por Gran Bretaña

The Guardian, The Times....

¿Que onda? Las editoriales y linea de opinion son muy razonables. ¿De como?
solo oasis en el desierto, alienta pero sabe a poco
los editoriales de the guardian son tendencia izquierdas, pero su tirada representan apenas el 6 ó 7 % del total en GB cuya opinion publica se sabe, es mayoritariamente pro "statu quo" en Malvinas...con The Times , es curioso lo objetivo y pragmatico del articulo, ¿se habran tomado unas cuantas pintas de mas ?:cheers2:
 

Gerwalk

Colaborador
Es interesante lo que dice Guillermo Makin (lo viene diciendo hace años ya):
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1237769#lectores

"Hay que dificultarles la exploración petrolera"
Incomodar el actual statu quo forzará a británicos e isleños a negociar.

Resumo en dos frases el reportaje:
-tenemos que cuidar nuestras relaciones con Uruguay, con Chile y con Brasil.
- tenemos que tener fuerzas armadas que sean operacionalmente creíbles en el Atlántico Sur. Como dijo el asesor de la comisión de Relaciones Exteriores Walter Little en 1982, si la Argentina tuviera la capacidad de operar más de cinco minutos con sus aviones sobre las islas, el Ministerio de Defensa británico le aconseja a cualquier primer ministro que negocie.

Yo hace rato que estoy convencido que si metemos a Petrobras en el asunto esto se soluciona en un tiempo razonable. Dicho de otra manera: un acuerdo de explotación petrolera entre Brasil y Argentina (y por qué no: Chile y Uruguay) de toda la zona en conflicto.
 
Sres.
Buenos Días
el articulo de La Nación de ayer es muy bueno y resume muy bien una postura bastante logica y coheerente.
1- hacerles la vida imposible, mejorar las relaciones con nuestros vecinos.
2- Fuerzas armadas operativas.
por cada $ que se "gaste la Argentina" (no es un gasto es una INVERSION), ellos van a tener que gastar mas del triple (y me quedo corto).
El costo de mantener una infraestructura es alto, y ni que hablar en cuanto a mantener personal (solo piensen en manadar lechuga via avion).
por ahi viene el camino: hacernos indispensables para ellos, que digan sin los argentinos el numero no me cierra (es solo una cuestion de numeros $$$)
Por ultimo: rechazar la autodeterminacion de los kelpers, a cualquier precio.
gracias
 
S

SnAkE_OnE

hay gasto y hay inversion, el problema es la asociacion negativa de la palabra gasto, como un elemento cuasi frivolo, un despilfarro
 
No se si vale la pena hablar mas sobre este tema, opine tantas veces diciendo exactamente lo mismo pero lo único que recibí fueron muestras de antipatía por la opinión. Me canse de que en este foro se toque el tema de la compra de equipos sin pensar en el uso para el cual se compra tal herramienta, es cuestión de que lean algunos de las humildes opiniones sobre el tema Malvinas que en este foro exprese pues creo que si no es un juego de criaturas. Es por eso que deje prácticamente de participar en foro. Espero que alguna vez la gente entienda que no hay nación sin sacrifico y que nación es trabajo educación salud y demás, entonces si eso queremos, debemos aspirar a una Nación en serio, y para ser una nación en serio debemos resolver en seriamente nuestros problemas, que estemos ocupados por una potencia extranjera es un problema que debemos resolver no importa cuanto nos cueste. Al enemigo no lo elegimos nosotros….el nos eligió………que vamos a hacer?
 

Sebastian

Colaborador
Malvinas: suramericanizar la reivindicación y aumentar los costos

Interesante articulo.

Por Marcelo Gullo*

Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el 1 de diciembre de 2009, Gran Bretaña logró que nuestras islas Malvinas formarán parte de la "región ultraperiférica de la Unión Europea" prevista en el Anexo II de aquel Tratado.

Así los 27 miembros de la Unión Europea se hicieron cómplices y garantes de la usurpación británica de las islas Malvinas. Gran Bretaña consiguió de esa forma europeizar la ocupación de Malvinas. Por lógica consecuencia, la única estrategia posible para Argentina, a partir de ese momento, consistió y consiste en latinoamericanizar y suramericanizar el tema Malvinas para que las repúblicas latinoamericanas se conviertan en activas protagonistas en el proceso de recuperación de la soberanía argentina sobre las islas del Atlántico Sur. Resultan más que alentadoras, en ese sentido, las palabras pronunciadas por el presidente del Brasil, José Ignacio Lula Da Silva, quien en tono categórico afirmo: "No es posible que Argentina no se adueñe de Malvinas y que, por el contrario, lo haga un país que está a 14 mil kilómetros de distancia de las islas. ¿Cuál es la razón geográfica, política y económica por la cual Inglaterra está en Malvinas? ¿Cuál es la explicación política de las Naciones Unidas para que no hayan tomado una decisión?

Es necesario que empecemos a luchar para que el Secretario General de las Naciones Unidas reabra ese debate con mucha fuerza". El presidente del Brasil se ha puesto la camiseta argentina necesitamos, ahora, que juegue el partido.

Sin dudas en México, Argentina ha dado un paso importante, para latinoamericanizar y suramericanizar su reivindicación de Malvinas, consiguiendo que todos los países hermanos de la América Latina condenen la usurpación británica y su intento de apropiarse de la riqueza petrolera malvinense.

Sin embargo, es preciso pasar, de forma inmediata, de la solidaridad declarativa a la solidaridad efectiva. Pasar, de las palabras, a los hechos. Para Argentina resulta imprescindible elevar los costos de la ocupación británica de Malvinas y dificultar todas las actividades económicas que los ingleses decidan emprender en el archipiélago o en sus aguas adyacentes. Este es el objetivo táctico que debe guiar, como principio absoluto de acción, la política argentina con respecto a Malvinas. Hasta ahora, Gran Bretaña ha disfrutado de un cómodo statu quo. Argentina debe bajar el tono de las declaraciones y pasar a hablar con la contundencia de los hechos. Es, en ese sentido, que Argentina necesita del apoyo efectivo de todas las republicas latinoamericanas pero, fundamentalmente, de tres de ellas: Brasil, Uruguay y Chile.

Evidentemente Argentina no puede - dada la relación de fuerzas - impedir la explotación petrolera del archipiélago malvinense por parte de Gran Bretaña pero, puede, contando con la solidaridad efectiva y no solo declarativa, de Brasil, Uruguay y Chile hacerla muy difícil en términos técnicos y económicamente muy costosa. Es, en ese sentido, que Argentina necesita:

1) Que Brasil; Uruguay y Chile se comprometan a que todo buque que transite entre puertos brasileños, uruguayos o chilenos y las Malvinas o que atraviese sus respectivas aguas jurisdiccionales rumbo a Malvinas, tenga la obligación de solicitar una autorización previa ante sus respectivas autoridades nacionales, autorización que debería ser automáticamente denegada en el caso de que transportasen cualquier material que directa o indirectamente sirviese a la exploración petrolera en las Malvinas.

2) Que el gobierno de la República de Chile, interrumpa los vuelos que realiza semanalmente la empresa LAN a nuestras Islas Malvinas, hasta tanto se revierta la agresión unilateral británica.

3) Que Brasil; Uruguay y Chile tomen las medidas legales necesarias, con carácter de urgencia, para que ninguna empresa instalada en Brasil, Uruguay o Chile participe de forma directa o indirecta en la explotación petrolera de las islas Malvinas.

4) Que Brasil, Uruguay y Chile prohíban toda comunicación aérea entres sus respectivos territorios nacionales y la Islas Malvinas.

5) Que todas las medidas tomadas por Brasil, Uruguay y Chile, sean también adoptadas por UNASUR.

El caso Malvinas es la gran oportunidad para que el Brasil demuestre cuanto valen sus palabras y para que Chile borre la infamia que cometiera la dictadura militar de Augusto Pinochet Ugarte cuando, en plena guerra de Malvinas, suministro apoyo logístico a las fuerzas navales y aéreas británicas. Apoyo que contribuyo a la muerte de cientos de soldados argentinos. Malvinas es la prueba de fuego de UNASUR.

*Marcelo Gullo: Magister en Relaciones Internacionales, Master en Historia y Política Internacional, Doctor en Ciencia Política y Prof. de la Universidad de Lanús.
 

Derruido

Colaborador
hay gasto y hay inversion, el problema es la asociacion negativa de la palabra gasto, como un elemento cuasi frivolo, un despilfarro

Es que desde las altas esferas tendrían que desterrar la palabra gasto y hacer énfasis en las palabras INVERSION, SEGURIDAD, INTEGRIDAD TERRITORIAL.

Salute
El Derru
 
DbAHIA AGRADABLE

No se si vale la pena hablar mas sobre este tema, opine tantas veces diciendo exactamente lo mismo pero lo único que recibí fueron muestras de antipatía por la opinión. Me canse de que en este foro se toque el tema de la compra de equipos sin pensar en el uso para el cual se compra tal herramienta,

Ni tampoco preguntar a los que las usan, si sirven lo que se compraria.
 
Hillary Clinton le ofrecerá a la Presidente la mediación de los Estados Unidos por Malvinas

La Presidente hablará con Hillary Clinton sobre la crisis con Gran Bretaña por las Islas Malvinas

La secretaria de Estado estadounidense llegó a Buenos Aires para reunirse con Cristina Kirchner. Esta tarde adelantó en Montevideo que su país está "preparado" para "ayudar a la Argentina y a Gran Bretaña a resolver las diferencias" que surgieron en torno a la exploración petrolera

"Nuestra posición es que este es un asunto que deben resolver el Reino Unido y la Argentina, pero si podemos ser de ayuda para facilitar ese esfuerzo, estamos listos para hacerlo", declaró Clinton luego de participar en los actos por la asunción de José "Pepe" Mujica en Uruguay.

La funcionaria estadounidense adelantó que ese y otra agenda “más amplia” de temas formarán parte del encuentro que mantendrá a partir de las 19:30 con la presidente Cristina Kirchner en la Casa de Gobierno, según informó la agencia internacional de noticias Reuteurs.

Esta mañana, el canciller Jorge Taiana había adelantado en Radio 10 que la Argentina incluiría en el cónclave de esta tarde la situación en las Islas Malvinas. “Es un tema constante de nuestra política exterior”, argumentó.

Taiana relató también que anoche funcionarios del Departamento de Estado se comunicaron con sus pares argentinos para transmitir "el interés de ellos de hacer un encuentro más largo, en Buenos Aires", y por tal motivo se trasladó el encuentro que se iba a desarrollar en Montevideo a la capital argentina.
 

argie

Fernet Lover
Colaborador
Hillary Clinton le ofrecerá a la Presidente la mediación de los Estados Unidos por Malvinas

La Presidente hablará con Hillary Clinton sobre la crisis con Gran Bretaña por las Islas Malvinas

(...)

Yo creí que la administración Obama le había ofrecido intermediar entre Arg. y UK, pero en otros medios hablan que Cristina le había pedido a Hillary que interceda. Justo al revés, por lo que pierdo las esperanzas que fructifique.
 

gabotdf

Miembro notable
Si vamos a pedir a Chile que suspenda los vuelos deberíamos, si es que no se está haciendo, hacer que la ayuda tenga una escala que exceda AMPLIAMENTE lo protocolar. Es una oportunidad (no la única, pero una importante) de hacer que sean mucho más importantes los lazos con nosotros que con GB.
Perdón por el pensamiento egoísta en un momento tan terrible.
 
A la nación debemos defenderla y si no renunciemos a la independencia:

Es así de sencillo, o defendemos el proyecto de nación independiente de vivir como decidamos o renunciemos a la libertad y dejemos que los que nos ocupen decidan por nosotros y que nos dejen el despojos.

Si pretendemos un sistema educativo serio para nuestros hijos, un sistema de salud que cumpla con las necesidades actuales, si pretendemos seguridad para los trabajadores, una economía al servicio del pueblo es decir si pretendemos respeto, debemos hacernos respetar.
Si pagamos impuestos y votamos independientemente, si queremos una bandera que nos represente, un himno que nos enorgullezca, un mapa que nos contenga, un ejercito que nos defienda una justicia que nos de paz, entonces todo eso debemos preservarlo, y preservarlo en todos los aspectos.

Hay una realidad y es que nuestra nación esta indefensa por los pésimos gobiernos que votamos desde 1983, nuestras fuerzas Armadas inactivas y lejos de la realidad, y sin medios suficientes para la misión que deben cumplir. Lo mas grave no es eso lo mas grave es que nuestro pueblo esta embrutecido hasta el tuétano, no se encuentra en condiciones culturales espirituales educativas para defender el territorio ese es el problema mayor, nuestra sociedad esta enferma no comprende no lo que le conviene.

Debemos alertar a nuestros paisanos de lo que sucede, debemos exhortar a las autoridades para que se tomen las medidas necesarias para impedir el nuevo abuso de Gran Bretaña, al enemigo no lo elegimos nosotros, el vino 14 mil Km. a buscarnos pleito y por suerte se lo dimos cuantas veces quiso pero esta vez estamos peor, pero no peor que nunca en 1806 estábamos peor y le dimos batalla, pues propongo que con las pocas herramientas que tengamos le demos batalla al invasor con lo que tengamos.

Las Malvinas ya las tienen ocupadas, que las ocupen mas no es un problema, pues que pongan el pie aquí donde estamos todos, quiero ver a mi ejercito en lucha quiero al pueblo detrás para afrontar nuestra realidad, es así como se forjan naciones y pueblos respetados los ejemplos sobran todas las naciones fuertes y respetadas pasaron por esto, pues esta en nosotros decidir que pretendemos si una colonia prostituta o un nación de humanos educados y decididos a ser libres.

Soy adulto y tengo descendencia y temo a la muerte como cualquiera teme, pero si se trata de la tierra que me lego San Martín y que debo legar así hijos pues estoy dispuesto a morir de la manera que el enemigo tenga decidido para mi y estoy seguro que habrá miles como yo firmes mirando al ingles de frente sin vergüenza.

Espero que la bazofia que no gobierna desde hace tantos años no nos quite la posibilidad de ser dignos y de defender lo nuestro con lo que funcione con lo que tengamos, machetes de ser necesario, no se trata de ganar la guerra se trata de dar batalla.
 

Sebastian

Colaborador
al enemigo no lo elegimos nosotros, el vino 14 mil Km. a buscarnos pleito y por suerte se lo dimos cuantas veces quiso pero esta vez estamos peor, pero no peor que nunca en 1806 estábamos peor y le dimos batalla, pues propongo que con las pocas herramientas que tengamos le demos batalla al invasor con lo que tengamos.
No podes comparar la guerra de 1806 con una en esta epoca.... el armamento cambio, las tacticas tambien, en 1806 les tiraron con agua hirviendo ahora eso "no hace nada".
 
OK Lad, es una metáfora, agua caliente, machetes, es una forma de ejemplificar lo extremo, la lucha la decisión de defendernos de no temer, de decir basta, de defender nuestra nación, hoy tenemos mas que agua caliente, tenemos fusiles, ametralladoras, artillería, cohetes varios, algunos misiles algunas armas contra carro, tanques es decir mas que agua caliente pero en reacción al armamento ingles es igual a fusiles contra agua hirviendo.
 

Derruido

Colaborador
Hillary Clinton le ofrecerá a la Presidente la mediación de los Estados Unidos por Malvinas

La Presidente hablará con Hillary Clinton sobre la crisis con Gran Bretaña por las Islas Malvinas
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Con los antecedentes, mejor deberian tener un poquito de decoro y dar un paso al costado. Y los de acá deberian ser menos nabos al pedir un mediador que ha demostrado ser completamente parcial en el tema.

Salute
El Derru
PD: Si los piratas sacan petroleo, TODOS sabemos a que pais irá principalmente ese oro negro.

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quizas...y solo quizas...ahora apareceran partidas extrapresupuestarias mas jugosas para las FAA...



Don Tano, no sabía que era lo que me cautivaba de usted, ahora no tengo dudas. Su dulzura y su inocencia.:cheers2:

Salute
El Derru
PD: Usted no es viejo, es un niño en el cuerpo de una persona mayor.
 
El discurso argentino en relación al debate por Malvinas


El estilo K y la defensa de la soberanía. Las falacias a ambos lados del conflicto.



Por Agustino Fontevecchia (*)

01.03.2010 Una de las características más molestas del discurso kirchnerista, especialidad de Cristina, es la de hablar ambiguamente, sin terminar de explicitar lo que quiere decir. Como Vladimir (Didi) y Estragón (Gogo) en la célebre obra de Samuel Beckett Esperando a Godot, llenan el espacio de palabras para no decir nada.

Ésta no es una marca exclusiva del discurso kirchnerista, sino una condición de la política de mala fe. Ya que cualquier debate necesita de dos posiciones, las palabras vacías constituyen una forma de argumentación falaz en la cual los argumentos del contrincante son ninguneados. Al no referirse a lo que dice el otro, uno evita responder y no hace más que acumular palabras para tratar de “ganar”, mientras que la real función del debate es la de lógicamente llegar a las verdaderas conclusiones. El que discute con honestidad debe darle el beneficio de la duda a los argumentos del contrincante y derrotarlos con lógica, reconociendo los puntos válidos y así modificar su posición para incluirlos si fuera necesario.

Me extraña que en el debate del tema Malvinas, revitalizado por el comienzo de actividades de exploración de la plataforma Ocean Guardian en las inmediaciones de las islas, ninguna de las dos posiciones, ni la argentina y ni la inglesa, hayan sido formuladas coherentemente y con la honestidad intelectual que un tema de tal transcendencia merece. No quiero decir que nuestros argumentos no estén sobre la mesa, ya que tantos años de discusión han llevado a que casi todo esté dicho, pero me parece que debería haber una formulación correcta por parte del Ejecutivo, respondiendo a la totalidad de la cuestión y no a puntos individuales.

El capítulo XI de la Carta de las Naciones Unidas es el texto relevante a esta cuestión. Por un lado, reconoce el derecho al desarrollo social y económico de los habitantes de los territorios “no autónomos”, en un marco de paz y seguridad internacional. Por el otro, este desarrollo “deberá fundarse en el principio general de la buena vecindad, teniendo debidamente en cuenta los intereses y el bienestar del resto del mundo en cuestiones de carácter social, económico y comercial”.

En el caso puntual de las Malvinas, la Carta de las Naciones Unidas no daría validez absoluta a ninguna de las dos posiciones, ya que responde a los intereses de los Falklanders (quienes gozan de mayores posibilidades de desarrollo económico siendo ingleses, admitámoslo) y a los nuestros (ya que el “principio de buena vecindad” requiere tener en cuenta los intereses del “resto del mundo”, o sea, nuestros intereses sociales, léase soberanía sobre nuestro territorio nacional, y económicos, el posible beneficio económico que los recursos naturales ofrecería a la Argentina).

La posición británica se puede corroborar en los comunicados de prensa del Foreign & Commonwealth Office y en los dichos de su titular, Lord David Miliband. Reiteran que no existe disputa en relación a la soberanía de las islas Malvinas, ya que la Carta de las Naciones Unidas otorga el derecho a la autodeterminación a los habitantes de territorios “no autónomos”. Esto implica que como son los mismos isleños quienes otorgaron las licencias de explotación de hidrocarburos, es un hecho legal.

El discurso de Cristina en la Cumbre de Cancún delinea la posición argentina. Dice la Presidenta que Gran Bretaña está violando el derecho internacional en dos puntos, al violar la soberanía del territorio nacional argentino y al promover acciones unilaterales en aguas disputadas (promoviendo la explotación de hidrocarburos).

Ambos lados pecan de imprudentes al no reconocer los puntos válidos del otro. Cada uno se refiere solamente al artículo que le conviene de la Carta de las Naciones Unidas, los británicos apelando al derecho de desarrollo económico y social de los habitantes de las Malvinas, nosotros al “principio de buena vecindad” que debería responder a los intereses del resto del mundo (lo cual implica el respeto por el territorio de un país y sus recursos naturales, y el respeto por el derecho internacional).

Si queremos avanzar en nuestro legítimo reclamo por las islas Malvinas, debemos puntualizar que nuestra posición no se basa puramente en los estatutos del derecho internacional, ya que éste es ambiguo. No es posible derivar un argumento a priori que establezca que un territorio nacional se constituye por ciertas distinciones geográficas, ya que todas son arbitrarias. Todo territorio nacional es una consecuencia de procesos socio-histórico-económicos y no de una “lógica interna” del concepto de nación.

Pero existe una enorme correlación entre geografía y administración territorial. El argumento sobre la plataforma continental argentina es complicado porque las definiciones en sí son arbitrarias. Lo que no es arbitrario es que las islas están mucho mas cerca de la Argentina que de Gran Bretaña. Lo que tampoco es arbitrario es que el colonialismo fue un método salvaje donde a través del robo las potencias europeas incrementaron sus fortunas, hundiendo en la desdicha a quienes conquistaron.

Para fortalecer nuestra posición debemos explicitar el costo económico de ceder nuestros recursos, y las posibilidades de progreso que ellos implican. Rafael Bielsa escribió un gran artículo en el que describe las posibilidades económicas de la explotación de recursos de las Malvinas para PERFIL el 13 de febrero: Malvinas Argentinas, ¿petróleo kelper?”.

También debemos afrontar el tema de los kelpers, ya que llevan 177 años habitando las islas. Las Malvinas no van a poder ser argentinas si toda su población es culturalmente de origen británico y rechaza la administración argentina. Es obvio que tienen mayores posibilidades de desarrollo económico bajo soberanía inglesa, y aunque los kelpers no son responsables de su incómoda posición, están ahí y son, para nosotros, una parte más del problema. Su situación no justifica la utilización de nuestros recursos.

Si Cristina y Taiana dejaran de lado esa forma discursiva del kirchnerismo, si dejaran de parecerse a Didi y Gogo, y preparasen una exposición coherente y completa del problema, es posible que se logre un apoyo mayor de la comunidad internacional y que el sueño de izar la bandera Argentina en las Malvinas se aleje de la utopía y se acerque a la realidad.

* Especial para Perfil.com.

Y la nota de Bielsa:


Malvinas argentinas, ¿petróleo kelper?


La escalada de Gran Bretaña sobre la explotación de recursos energéticos en el mar austral crea un nuevo foco de tensión. Islas Malvinas, ¿una potencia petrolera?
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Por Rafael Bielsa | 13.02.2010 | 22:09 El magnífico estadista (para Gran Bretaña) Winston Churchill supo decir que un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. Buena definición para sus propios connacionales, en la riña por hacer prevalecer sus intereses.
Un ejemplo paradigmático fue el miembro laborista del Parlamento Colin Phipps (1934-2009), amante de los Rolls-Royce y de los pisos en Kensington, un pretérito político que integró una de las misiones a las Islas en los cruciales mediados de los 70. Monotemático respecto del oro negro malvinense, promediando los 90 integró la empresa Desire Petroleum, con el propósito de explotar los recursos petroleros del Atlántico Sur, todo un ejemplo de consistencia y de inconsciente en estado explícito: “desire” en inglés, significa “deseo”.
Churchill, supremo decidor, también sentenció: “Esfuérzate por mantener las apariencias, que el mundo te abrirá crédito para todo lo demás”; no es precisamente lo que Inglaterra ha venido haciendo a propósito de las Islas Malvinas.

El biotecnólogo Federico Bernal, en un trabajo con fundamentos, sostiene que a partir de 1975 se verifica un claro punto de inflexión en la estrategia diplomática británica respecto de las Islas Malvinas, pasando de la ambigüedad a la intransigencia. El expediente consistió en incluir en la agenda la exploración y explotación de los recursos hidrocarburíferos, mineros y pesqueros del archipiélago, lo que repercutía directamente sobre los “deseos” y los “intereses” de los kelpers. Haber violado –entre otros instrumentos– la Resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que insta a ambas partes en disputa a negociar bilateralmente y a no introducir modificaciones mientras las Islas atraviesan el proceso de soberanía, descuidando las apariencias hasta el impudor, no hizo que la Rubia Albión siquiera se sonrojara.
En 1982, el año de la Guerra, trece informes científicos internacionales señalaban la importancia petrolífera de la cuenca sedimentaria de la que forman parte las Islas Malvinas, asegurando que la reserva de hidrocarburos de nuestras Islas multiplicaba por diez la del Mar Norte. La reacción de Margaret Thatcher no se debió, entonces, sólo a un desorden hormonal momentáneo causado por la osadía aborigen en un momento de debilidad política. Hacia 1993, estudios geológicos como los GravSat (búsqueda de anomalías gravitatorias regionales desde altímetros satelitales) y los del British Geological Survey relevaron la existencia de una zona de 200 mil kilómetros alrededor de las Islas con posibilidades reales de contener petróleo en cantidades comerciales.

El 27 de septiembre de 1995, se emitió la Declaración Conjunta argentino-británica de Cooperación sobre Actividades Costa Afuera en el Atlántico Sudoccidental, con la finalidad de establecer la cooperación bilateral en cuanto a la exploración y explotación de hidrocarburos. Se trató de un entendimiento provisorio bajo fórmula de soberanía. Apenas días después, los kelpers licitaron 19 áreas y concedieron 12 contratos, beneficiados por la seguridad jurídica que otorgaba el acuerdo. La Declaración… –concluida en plena época de la llamada “política de seducción” a los kelpers–, tras innumerables esfuerzos argentinos por evitar actos unilaterales británicos contrarios al mencionado instrumento, fue dada por terminada por parte del Gobierno el 27 de marzo de 2007.
Según los datos disponibles a la fecha, existen 12.950 millones de barriles de petróleo probables en las Islas Malvinas, lo que se convierte en reservas probadas (un 50% menos) de 6.475 millones de barriles; las reservas probadas del continente y la llamada Cuenca Austral suman 2.042 millones de barriles de petróleo. Estas aseguran la cobertura del consumo nacional por un lapso de 8,7 años. La suma entre las reservas probadas que están en la Argentina continental (no están en litigio) y las de las Islas extendería el actual horizonte de 8 a 27 años. Si la conservadora cifra de 6.475 millones de barriles se extendiera a 9.000 millones, como lo sugieren otros estudios, las Islas Malvinas se convertirían en la quinta potencia petrolera de América, luego de Venezuela, Estados Unidos, Brasil –sin incluir el incremento de reservas de 2009– y México. Un verdadero Golfo Pérsico austral. Los contratos firmados beneficiarán al gobierno isleño de facto con un 21% de impuestos corporativos, un 9% de regalías sobre el total extraído y un impuesto variable por arrendamiento del área de producción. Según afirma Federico Bernal, cuando a mediados de este año comience la explotación, y tomando como base la cifra menor de reservas probadas (6.475 millones de barriles), cerca de 3 mil kelpers tendrán una perspectiva económica de 34,5 millones de dólares cada uno, deviniendo según el periódico inglés The Guardian en una de las poblaciones más ricas del planeta.

El Gobierno argentino ha enviado, desde 1991, más de veinte notas de protesta al Reino Unido, más de diez a otros países que con su accionar referido a la exploración y explotación de hidrocarburos han contribuido a la prolongación de la ilegítima ocupación británica de parte de nuestro territorio, más de 200 notas de desaliento a aquellas empresas cuyas actividades se relacionan, directa o indirectamente, con dicho sector y más de 150 notas a las empresas radicadas en la Argentina continental, recordando la plena vigencia de la Resolución 407/2007, que fija sanciones para quienes mantengan una relación de beneficio con los involucrados en las actividades contrarias al derecho internacional antes mencionadas.
El secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico David Miliband (de quien ya se ha ocupado esta columna), frente a los recientes reclamos argentinos, ha elegido la táctica del “siga, siga”, patentada por el árbitro Francisco Lamolina, bajando el nivel de una infracción que habría merecido expulsión y reclusión perpetua, con el pretexto de que la vida debe continuar. “Pienso que el Gobierno argentino tiene más áreas para cooperar con el Reino Unido que para disentir”, declaró últimamente.
Ese británico prototípico que fue Churchill dijo –también– que el precio de la grandeza es la responsabilidad. Se trata de un buen consejo. Que las Islas Malvinas recuperen su status pleno de argentinas depende de lo serios, astutos y perseverantes que seamos, así haya que esperar ardientemente cuatro, cuarenta o cuatrocientos años.
 
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