Reporte esclarecedor sobre la rebelión libia.
Un informe independiente da forma a un retrato contrastante de la rebelión libia.
En materia de defensa y de seguridad, gente como Yves Bonnet, ex Director de la Dirección de Seguridad Territorial (DST) y Eric Dénécé, ex oficial-analista en la Oficina de Evaluación y Documentación estratégica de la Secretaría General de Defensa, tienen más legitimidad que un filósofo influyente que, en el pasado, citó la obra de un escritor que no existía para las necesidades de su libro sobre Kant.
Así, por la iniciativa del Centro Internacional de Investigación y Estudio sobre el Terrorismo y de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo (CIRET-AVT) y del Centro Francés de Investigación sobre Inteligencia (CF2R), sin olvidar el apoyo del Foro por la paz en el Mediterráneo, el prefecto Bonnet, Eric Dénécé y otros expertos viajaron a Trípoli del 31 de marzo al 06 de abril, y luego a Bengazi, del 19 al 25 de abril. De este viaje de estudio ha sido lanzado un informe. Y lo menos que se puede decir es que toma a contrapié la mayoría de los comentarios que se han hecho con respecto a la guerra civil libia.
«El estudio de los hechos nos lleva a afirmar que la “revolución” no es ni democrática ni espontánea. Estamos en presencia de un levantamiento armado organizado en la región oriental del país, con un espíritu de revancha y de disidencia» como podemos leer en el documento, que acaba de ser publicado.
Por cierto, los expertos no niegan que el régimen del coronel Kadhafi violó las libertades individuales. Pero las motivaciones de la rebelión, disparatadas, son diferentes comparadas con las que animaron las rebeliones populares en Túnez y en Egipto. En la base de las reivindicaciones de estos movimientos, había una situación económica. O, según el documento, la economía libia funcionaba muy bien, sin paro, con una necesidad creciente de mano de obra extranjera (3 - 4 millones de trabajadores emigrantes).
Mientras que bajo la monarquía, Libia era uno de los países más pobres del mundo, hasta no hace mucho se encontraba en el puesto Nº 53 del índice de desarrollo humano (por delante de Rusia, Brasil o incluso Ucrania). Incluso si el coronel Kadhafi sacaba provecho del maná petrolero, este último, en parte, se volvía a distribuir. Ciertamente, de ninguna manera igualitaria…
Lo que es una de las motivaciones de los rebeldes del Este del país, no es más que la desconfianza con respecto al guía libio, por razones históricas y tribales.Pero para los autores del informe, el Consejo Nacional de Transición (CNT), el órgano político de la rebelión, es «una coalición de elementos disparatados con intereses divergentes, cuyo único punto en común es su determinada oposición al régimen. Los verdaderos demócratas son allí sólo una minoría». Y lo que es más, durante la redacción del documento, solamente once miembros de esta estructura eran conocidos, sobre treinta y uno.
¿Quiénes son, entonces, los actores de la rebelión, los que suscitan tales reservas entre estos expertos? El informe indica que Bengazi, actual bastión de la rebelión, era hasta hace poco «el epicentro de la migración africana hacia Europa». Y prosigue: «El tráfico humano se transformó en una verdadera industria, que maneja mil millones de dólares. Un mundo paralelo mafioso se desarrolló en la ciudad donde el tráfico está implantado profundamente y emplea a miles de personas en todos los aspectos (…) Recién desde hace un año, es cuando el gobierno libio, con la ayuda de Italia, consiguió controlar este cáncer».
También, el documento indica que esta «mafia local», deseosa de tomar revancha contra Kadhafi, «brindó el financiamiento y apoyo a la rebelión libia» y que estas bandas se lanzaron a expediciones de castigo «contra varios cientos de trabajadores emigrantes» de origen sudanés, somalí, etíope, etc…
El clan de los Senoussis, que practica una «forma conservadora y austera del Islam» también forma parte de los opositores más feroces del coronel Kadhafi. Sus representantes no le perdonan el haber derrocado al rey Idris en 1969, el cual era descendiente de sus filas. «Estos monárquicos integristas no tienen nada que ver con los demócratas y se oponen permanentemente a toda forma de gobierno moderno, a pesar de sus declaraciones de intenciones» señalan los expertos independientes.
Otros opositores, son los de la última hora. Donde, por lo menos, son los que vieron una oportunidad de desembarazarse del que sirvieron, a veces con celo, durante años. Así, el presidente del CNT, Mustapha Abdujabil al-Bayda, apoyado por los «islamistas y las tribus», no es otro que el presidente del Tribunal de Apelaciones de Trípoli, que confirmó, por dos veces, la pena de muerte pronunciada contra los enfermeros búlgaros y el médico palestino, encarcelados desde 1999 al 2007 en… Bengazi, y el ex ministro de Justicia.
Y también hay jihadistas. Antiguos miembros del Grupo islámico de combate libio (GICL), fundado en Afganistán durante los años 1990 por naturales libios llegados al país para combatir al ejército Rojo.
Citando un estudio de la Academia Militar de West Point, el informe recuerda que Cirenaica es una «tierra de jihadistas» y que fue uno de los principales centros de reclutamiento de combatientes islamistas en Irak.
«La región que va de Bengazi a Tobruk pasando por Derna representa una de las concentraciones más grandes de terroristas en el mundo, con un combatiente enviado a Irak cada 1.000 – 1.500 habitantes» indica el informe. Los militantes islamistas, particularmente los del GICL, proporcionaron personal a al-Qaeda. Y esta organización llamó, repetidas veces, a derrocar al coronel Kadhafi. Uno de los dirigentes del grupo libio, Hakim al-Hasidi, que habría tenido más de mil hombres bajo sus órdenes, es miembro del CNT de Derna y responsable de la seguridad del este de Cirenaica.
De aquí sale la conclusión del informe sobre ese punto: «
La coalición militar bajo la egida de la OTAN apoya una rebelión que comprende a terroristas islámicos. Ninguno puede negar que los rebeldes libios apoyados por Washington hoy, hasta ayer, eran jihadistas que mataban soldados norteamericanos en Irak».
Fuente: OPEX 360 14 de junio 2011
Traducción propia. [lo subrayado es mío]
Archivo PDF con el informe completo:
http://www.cf2r.org/images/stories/news/201106/rapport-libye.pdf
Un rapport indépendant brosse un portrait contrasté de la rébellion libyenne.
En matière de défense et de sécurité, des gens comme Yves Bonnet, ancien patron de la Direction de la surveillance du territoire (DST) et Eric Dénécé, ancien officier-analyste à l’Evaluation et la Documentation stratégique du Secrétariat Général de la Défense Nationale, ont plus de légitimité qu’un philosophe influent ayant, par le passé, cité l’oeuvre d’un écrivain qui n’existait pas pour les besoins d’un livre au sujet de Kant.
Ainsi, à l’initiative du Centre international de recherche et d’étude sur le terrorisme et d’aide aux victimes du terrorisme (CIRET-AVT) et du Centre français de recherche sur le renseignement (CF2R), sans oublier le soutien du Forum pour la paix en Méditerranée, Le préfet Bonnet, Eric Dénécé et d’autres experts sont allés à Tripoli du 31 mars au 6 avril, puis à Benghazi, du 19 au 25 avril. De ce voyage d’étude a été tiré un rapport. Et le moins que l’on puisse dire est qu’il prend à contre-pied la plupart des commentaires qui ont été faits au sujet de la guerre civile libyenne.
«L’étude des faits nous conduit à affirmer que la ‘révolution’ n’est ni démocratique, ni spontanée. Nous sommes en présence d’un soulèvement armé organisé de la partie orientale du pays, dans un esprit de revanche et de dissidence» peut-on lire dans le document, qui vient d’être publié.
Certes, les experts ne nient pas que le régime du colonel Kadhafi a violé les libertés individuelles. Mais les motivations de la rébellion, disparate, sont différentes de celles qui ont animé les révoltes populaires en Tunisie et en Egypte. A la base des revendications de ces mouvements, il y avait la situation économique. Or, selon le document, l’économie libyenne se portait plutôt bien, sans chômage, avec un recours accru à la main d’oeuvre étrangère (3 à 4 millions de travailleurs immigrés).
Alors que sous la monarchie, la Libye était l’un des pays le plus pauvre du monde, il était jusqu’à récemment au 53e rang mondial pour l’indice de développement humain (devant la Russie, le Brésil ou encore l’Ukraine). Même si le colonel Kadhafi profitait de la manne pétrolière, cette dernière était redistribuée en partie. Certes, pas de façon égalitaire… Ce qui est l’une des motivations des rebelles de l’est du pays, une autre étant la défiance à l’égard du guide libyen, pour des raisons historiques et tribales.
Mais pour les auteurs du rapport, le Conseil national de transition (CNT), l’organe politique de la rébellion, est «une coalition d’éléments disparates aux intérêts divergents, dont l’unique point commun est leur opposition déterminée au régime. Les véritables démocrates n’y sont qu’une minorité». Et qui plus est, au moment de la rédaction du document, seulement 11 membres de cette structure étaient connus, sur 31.
Qui sont, alors, les acteurs de la rébellion, qui suscitent de telles réserves chez ces experts? Le rapport indique que Benghazi, actuel bastion de l’insurrection, était jusqu’à récemment «l’épicentre de la migration africaine vers l’Europe». Et de poursuivre: «Le trafic humain s’est transformé en une véritable industrie, brassant des milliards de dollars. Une monde parallèle mafieux s’est développé dans la ville où le trafic est profondément implanté et emploie des milliers de personnes dans tous les domaines (…) Ce n’est que depuis un an que le gouvernement libyen, avec l’aide de l’Italie, a réussi à contrôler ce cancer».
Aussi, le document indique que cette «mafia locale», désireuse de prendre sa revanche sur Kadhafi, a «été en pointe dans le financement et le soutien à la rébellion libyenne» et que des gangs se sont livrés à des expéditions punitives contre «plusieurs centaines de travailleurs immigrés» d’origine soudanaise, somalienne, éthiopienne, etc…
Le clan des Sénoussis, qui pratique une «forme conservatrice et austère de l’Islam» fait aussi partie des opposants les plus farouches du colonel Kadhafi. Ses représentants ne lui pardonnent pas d’avoir renversé le roi Idriss en 1969, lequel était issu de leur rang. «Ces monarchistes intégristes ne sont en rien des démocrates et demeurent opposés à toute forme de gouvernement moderne, malgré leurs déclarations d’intentions» notent les experts indépendants.
Autres opposants, ceux de la dernière heure. Ou du moins ceux qui ont vu une opportunité de se débarrasser de celui qu’ils ont servi, parfois avec zèle, pendant des années. Ainsi, le président du CNT, Mustapha Abdujabil al-Bayda, soutenu par les «islamistes et les tribus», n’était autre que le président de la cour d’appel de Tripoli qui a confirmé, par deux fois, la peine de mort prononcée contre les infirmères bulgares et le médecin palestinien, emprisonnés de 1999 à 2007 à .. Benghazi, et l’ancien ministre de la Justice.
Et puis il y a les jihadistes. Des anciens du Groupe islamique de combat libyen (GICL), fondé en Afghanistan dans les années 1990 par des ressortissants libyens venus combattre l’armée Rouge. Citant une étude de l’Académie militaire de West Point, le rapport rappelle que la Cyrénaïque est une «terre de jihadistes» et qu’elle a été l’un des principaux foyers de recrutement de combattants islamistes en Irak.
«La région qui va de Benghazi à Tobrouk en passant par Derna représente l’une des plus grandes concentrations de terroristes au monde, avec un combattant envoyé en Irak pour 1.000 à 1.500 habitants» indique le rapport. Les militants islamistes, notamment ceux du GICL, ont fourni des cadres à al-Qaïda. Et cette organisation a appelé, à plusieurs reprises, à renverser le colonel Kadhafi. L’un des dirigeants de groupe libyen, Hakim al-Hasidi, qui aurait eu plus d’un millier d’hommes sous ses ordres, est membre du CNT de Derna et responsable de la sécurité de l’est de la Cyrénaïque.
D’où la conclusion du rapport sur ce point: «La coalition militaire sous l’égide de l’Otan soutient une rébellion comprenant des terroristes islamiques. Nul ne peut nier que des rebelles libyens aujourd’hui soutenus par Washington étaient, hier encore, des jihadistes qui tuaient des GI’s américains en Irak».
OPEX 360 14 juin 2011