Como autocrítica a los peronistas de la época, puedo decir que era más fácil que el populacho se organizara para quemar una catedral (y no sin armar terrible quilombo de fractura en el partido), que ir con antorchas y mausers "bajo órdenes" de Perón a matar judios (lo cual era de por más ridículo).
Estamos hablando de leyes raciales que jamás existieron en nuestro país, porque Perón y la política argentina NO era nazi.
De hecho, la ingente cantidad de inmigrantes de todas las razas y credos que llegaron justo antes y en los primeros años del primer mandato de Perón, escapaban de un mundo destruido a causa del nazismo, por lo que si se encontraban en estas tierras con políticas raciales similares, no hubiesen entrado al país, lisa y llanamente. Y de haberlas encontrado, probablemente hubieran quemado con sus propias manos la casa rosada mucho antes de 1955.
La inmigración, en ese periodo en particular, fué tratada de manera por más benevolente de parte del Estado. Por ejemplo, a diferencia de la Argentina de fines del siglo XIX y principios del XX, en la década del 40, la escuela pública (miren de los que les hablo!) era una institución que brindaba a todos la oportunidad de una educación segura. Para gente que no sabía leer ni escribir, como el caso de mi propio abuelo llegado de Nápoles, era algo invalorable. Que no te pidieran más que el documento de la vieja patria, y sin ya los "impuestos al pobre", con el vapuleo irrisorio de aprovechadores... como agradeció mi parte alemana de la familia; Era, entrar a un país al que te aceptaban realmente como a uno más.
Ya no había la segregación de tanos por un lado, españoles por otro, polácos por allá, judíos separados de los católicos a la hora de arrancar. Eso ya no existía en Argentina, porque estas comunidades ya estaban tan asentadas en el país, que los que llegaron después se sintieron como en casa. Y si fundaron nuevos asentamientos, como en el caso de los piamonteses, francéses o alemanes, lo hicieron porque eran LIBRES para hacerlo.
Y se trabajaba! la guerra y postguerra en Europa exigía a los productores locáles explotar sus tierras al máximo, y no es como ahora, donde con una cosechadora de 200.000 dólares que ánda practicamente sóla y con GPS te la arreglas en todo el campo... Ni hablar, en ésa época iban los productores al pueblo o a la ciudad en camiones y contrataban a la gente, que no solían ser menos de 100 personas para trabajar, por campo. Y si no encontrabas trabajo en el agro, tenías la industria maderéra, la industria metalurgica, ferroviaria, o la automotriz, la pésca, construcción.
Lo que buscáras, había. Y aún así, si no dabas con un laburo, el Estado se asegurába de que tuvieras un techo para tu familia, y educación para tus hijos. Cosa que difiere a grandes razgos con el "peronismo" actual. Ya que la asistencia que se daba en los 40 y principios de los 50 era realmente aprovechada por la gente, que salía de su magra situación como podía y gracias a la asistencia social. No se quedaban de brazos cruzados como ahora, esperando que la patria les diéra de comer, sino que tenían que salir a laburar en trabajos que les suministraba el Estado, desde barrer calles hasta trabajar en una fábrica. Porque había una Industria Nacional... hoy no podemos decir lo mismo.
Cada quien era libre de ir donde quisiera y asentarse donde le diera gana a hechar raíces. Que una nación te abriera las puertas de ésa manera, en la que te daba muchas oportunidades de futuro, no tenía igual por lo menos en Sudamérica.
Saludos!!!